En el relato de la llamada del grupo apostólico que en lo sucesivo van a rodear al maestro, es significativo el gesto imperativo con que Jesús los va eligiendo uno a uno, y la presteza con que ellos, sin hacer preguntas y dejándolo todo, le siguen al instante. Como san Pablo, sabían muy bien de quién se había fiado.
Jesús está pasando siempre ante los hombres y su llamada no cesa ni un instante. Responder a su llamada no es sólo cuestión de oportunidad, sino un don de la gracia que llama a nuestra puerta.
Cuenta la tradición que san Andrés murió alabando los beneficios de la cruz en la que, tal vez a escondidas, había visto agonizar al maestro, y que repetía con fervor:
- Devuélveme, oh cruz, a mi Maestro, para que por ti me reciba, quien por ti me redimió de todas mis culpas. Una bella oración de quien añoraba afanosamente su presencia amorosa.
Reflexión: El doble rasero de medir
El evangelio nos propone un doble rasero de medir las cosas. Son modos contrapuestos de medir Dios y el hombre. Dios para juzgar al hombre mira al corazón, fuente de todos sus actos; el hombre mira los hechos externamente, al margen de lo que sienta.
Para Jesús el corazón es lo primero; él es el que surte de bondad y sentido común al hombre. Y así, cuando dos personas echan su donativo en el arca de las ofrendas, una más, porque puede, y otra menos, porque es pobre, Jesús prefiere el corazón de la segunda.
Aquella da de lo que le sobra, esta otra, pobre y viuda, da lo que tiene. Y en las cuentas espirituales de Dios, la mujer da más, porque lo da todo. Las dos dan, pero no es la cantidad lo que más suma en el libro de contabilidad de Dios, sino la calidad de la mano que hace el donativo.
En todo orden de cosas, démosle a Dios lo que entendamos que él nos pide, aún con dificultades. Todo, hasta la misma vida, nos lo ha dado Dios. Devolvámosle lo que entendamos que él quiere que demos.
Rincón poético
DENTRO
Tú, que llevabas reflejado
en tus ojos el reino,
y eran luz tus palabras
ardiendo entre tus labios,
pon una lámpara encendida
de amor en nuestra mente
y en el pecho una luz, un aleteo
de tu aliento callado y silencioso.
He escrito con mi sangre en las paredes
de mi celda tu nombre, repetido
un vez y otra vez, como quien grava
en el tronco de árbol centenario
una entusiasta fecha inolvidable.
Tú que sabes las veces
que el amor se desmanda
por maduros viñedos de locura,
no dejes que se apague
este amor que te tengo, Señor mío.
Tú eres eterno, eternamente
ha de amarte el amor con que te quiero.
(De Paseando mis sueños)
viernes, 30 de noviembre de 2012
jueves, 29 de noviembre de 2012
Signos de destrucción
Lucas escribe su evangelio con posterioridad al año 70, fecha de la destrucción de Jerusalén, de modo que pudo comprobar por sí mismo la veracidad de los vaticinios de Jesús: Sabed que está cerca su devastación. No hay palabras de despecho en él, tanto acusa el dolor de la catástrofe. No parece sino que anuncia un tiempo evangelizador de los paganos, a cuyo término, el mismo Israel podrá volver a Cristo. Así se expresa, al menos, san Pablo.
Las señales anunciadoras son expresión de tres espacios, cielo, tierra y mar, que serán trastornados, como en una vuelta al caos originario, a cuyo término, Cristo se hará visible y glorioso. Todo hace pensar que de una profecía se ha pasado a otra, que anunciaría el fin del mundo y la venida definitiva de Cristo, si no es que todo ese conjunto de signos están reflejando una manera simbólica de expresar el fin catastrófico de Jerusalén.
En todo caso, Jesús está viniendo día a día a nosotros, en la misma medida que nosotros logramos descubrir su presencia en los signos con que Dios siembra de toques de atención el curso de nuestra vida. Jesús está siempre ahí, habitando su Iglesia y habitándonos a nosotros, y su paso no se detiene.
Reflexión: Centros de Estudios Islámicos
Rincón poético
SUEÑOS
No tengas miedo a soñar.
Sueña como sueña un niño.
Los sueños son el lenguaje
que hablas dentro de ti mismo.
Un lenguaje que recuerda
el que hablaba Jesucristo.
En sueños hablaba Dios
a los hombres al principio.
Son modos de desvelar
sus verdades, acertijos
donde se esconden misterios
inescrutables, resquicios
de la luz inaccesible
de sus ojos infinitos.
Los sueños hablan de Dios
ciertamente. Lo repito:
si quieres ir hasta él,
el sueño sabe el camino.
(De Paseando mis sueños)
Las señales anunciadoras son expresión de tres espacios, cielo, tierra y mar, que serán trastornados, como en una vuelta al caos originario, a cuyo término, Cristo se hará visible y glorioso. Todo hace pensar que de una profecía se ha pasado a otra, que anunciaría el fin del mundo y la venida definitiva de Cristo, si no es que todo ese conjunto de signos están reflejando una manera simbólica de expresar el fin catastrófico de Jerusalén.
En todo caso, Jesús está viniendo día a día a nosotros, en la misma medida que nosotros logramos descubrir su presencia en los signos con que Dios siembra de toques de atención el curso de nuestra vida. Jesús está siempre ahí, habitando su Iglesia y habitándonos a nosotros, y su paso no se detiene.
Reflexión: Centros de Estudios Islámicos
En este pueblo donde vivo, los musulmanes montaron su mezquita, un tanto improvisada, acomodando una vivienda corriente a este fin. Evitan mostrarla como tal mezquita llamándola Centro de Estudios Islámicos, manera disimulada de mimetizar su presencia real como lugar de adoctrinamiento y oración. ¿Pero por qué? Están en un país libre. Otra cosa sería que nosotros intentáramos abrir una iglesia en país musulmán, más estrictos que nosotros. Ahora han abierto otra más espaciosa y mejor dispuesta en otro lugar. Están en su derecho. Hay, con todo, algo que llama la atención en un país acogedor de inmigrantes, y es su actitud huidiza de vivencia aparte de los demás, como en gueto, como evitando el trato con otros, agrupados entre sí. Un modo de ser ellos sin concesión, a su manera, encerrados en sí mismos. Eso sí; todos los años se celebra una reunión interreligiosa que ellos acogen con agrado. Aplaudamos al menos ésta y toda aproximación.
Rincón poético
SUEÑOS
No tengas miedo a soñar.
Sueña como sueña un niño.
Los sueños son el lenguaje
que hablas dentro de ti mismo.
Un lenguaje que recuerda
el que hablaba Jesucristo.
En sueños hablaba Dios
a los hombres al principio.
Son modos de desvelar
sus verdades, acertijos
donde se esconden misterios
inescrutables, resquicios
de la luz inaccesible
de sus ojos infinitos.
Los sueños hablan de Dios
ciertamente. Lo repito:
si quieres ir hasta él,
el sueño sabe el camino.
(De Paseando mis sueños)
miércoles, 28 de noviembre de 2012
Os perseguirán
Jesús no oculta a los suyos el futuro que les espera. Les perseguirán. Todo lo que deben hacer es mantenerse firmes en la fe y perseverar con ahínco, a pesar de las dificultades que les van a salir al camino. Sufrir persecución por seguir la fe de Jesucristo, lejos de anular la firmeza del creyente, la acrecienta cuando el amor de Dios une nuestros sufrimientos a los suyos. La cruz es signo del acoso sufrido por Jesús, y debe serlo de toda persecución cristiana. Y si en ella fraguó Jesús su fortaleza, en ella debemos de fundar nosotros la nuestra.
San Pablo, desde su experiencia lo dice con toda claridad. En sus debilidades, se sintió siempre fuerte, respaldado por la cruz de Cristo. Es la razón de la entereza de los mártires. Supieron cogerse con fuerza a las manos llagadas de Cristo. Con él a su derecha, nadie temblará.
Reflexión:La mujer viuda en el templo
La mujer pobre y viuda, en contraposición a los ricos, echa en el arca de las ofrendas todo lo que tiene. Ellos dan de lo que les sobra. ¿De qué monedas se trata aquí? La moneda más corriente en tempos de Jesús era el denario, de donde proviene la palabra dinero, que era lo que percibía un jornalero por su trabajo diario. Los ricos podían desprenderse de unos siclos de Tiro, equivalente cada juno de ellos a 4 denarios. La mujer echaría unos leptons. El lepton era una moneda de ínfimo valor, equivalente a dos cuartos. Judas, a cuenta de su traición, recibe treinta siclos de plata, o sea, ciento veinte denarios.
Rincón poético
LA GOTERA
Toda la noche, el techo,
empapado de lluvia,
dejó colgar de un hilo
una gota incesante,
contando minuciosa,
en su testarudez,
segundos, sin cansancio.
Una gota de lluvia
incansable, insistente,
aprendiz de martillo,
de péndulo sonoro.
Una noche erizada
de gotas o alfileres,
incisiva, punzante,
sañuda en la punción
de socavar el tiempo.
Agua resbaladiza
de gotas rezagadas,
embebiendo en la estancia
la almohada adormecida
de humedecidos sueños.
La gotera babea
como boca de niño,
como nube averiada,
o plomada de lluvia
taladrando la noche.
La gotera no sabe
qué hacer con la aventura,
acaso pesadilla,
de naufragar de pronto.
La vida misma es eso:
un dedo tecleando
en nuestra frente avisos
urgentes, gota a gota.
(De Paseando mis sueños)
martes, 27 de noviembre de 2012
Discurso escatológico
Comienza hoy el discurso sobre las señales del fin de todo, simbolizado en el fin de Jerusalén. Ese acontecimiento final en que Jesús está pensando, nos dispone a interpretar otros acontecimientos de la historia universal.
Los discípulos admiran la belleza y monumentalidad del Templo, y les sorprende que Jesús les anuncie su desaparición. El templo, orgullo de todos los judíos, ni siquiera estaba aún acabado del todo. Se comenzó su construcción 19 años antes de nacer Jesús; se emplearon en él materiales escogidos, como metales y maderas preciosas, mármoles, tapices, artesonados esculpidos y enormes piedras que le dotaban de una singular solidez. Su construcción había concitado a los mejores artistas del imperio.
En el lugar de ese templo ya hubo otro, el de Salomón que Nabucodonosor destruye, y luego el de Zorobabel, al que sucede el de Herodes el Grande, y que será destruido también, como anticipa Jesús, el año 70, por Tito.
Jesús intenta además que los suyos aprendan a no fiar de la supuesta fortaleza de las cosas de este mundo. Pero más que sobre la fragilidad, en general, conviene meditar sobre la fragilidad concreta de lo que a nosotros atañe y tenemos más a mano: la brevedad de la belleza, de la juventud, de los años, de nuestro mismo entorno.
Reflexión: Boceras y bocaza
Cuando un moralista, más o menos indignado dice que la manzana es el pecado, tal vez no es consciente de que está acuñando una metáfora en toda regla. Si decimos de un determinado político de relumbrón que además no pertenece a nuestra cuerda, que es un bocazas, estamos igualmente creando un ejemplo más de esa figura de dicción que llamamos metáfora. Es vocablo que se emplea hoy día con cierta asiduidad en el lenguaje coloquial. ¿Pero qué es eso de bocazas?
De momento observamos que el diccionario consigna la palabra bocaza, así, en singular. Bocazas posiblemente proviene de una contaminación analógica con boceras. Una y otra vienen a significar los mismo: persona no precisamente prudente al habla frívolamente en demasía. Bocaza es un aumentativo de boca, usado con inconfundible intención despectiva. Es comprensible que se use semejante término en la censura de quienes, hoy mismo, con excesiva frecuencia en política, sufren babosa verborrea en la defensa de empeños, naderías y necedades, a base de vomitajos.
Rincón poético
PESADILLAS
Si quieres que tus sueños
no te acusen de nada,
impide que se asome
la noche a tu ventana.
Ten siempre, mientras duermes,
la puerta bien cerrada.
Nadie se arrima a un río
de manera insensata
y ni se arriesga a beber
en los charcos del agua.
Si vives distraído
y la noche te atrapa,
los sueños no perdonan:
nos gritan, nos asaltan,
censuran con descaro
las cosas que no cuadran,
ciernen sobre nosotros
sus muecas, nos alarman.
Toda lo noche es de ellos
hasta que llega el alba.
Si quieres de otro modo
mecer cosas más gratas,
prepara prevenido
los sueños que aún te faltan.
Asea tus sentidos,
la sonrisa en la cara;
ten brillantes los ojos
como piel de manzana;
sopla con el soplillo
el fuego fiel del alma.
No hay como la bondad
para guardar la casa.
La calma sobre ti
extenderá sus alas.
(De Paseando mis sueños)
lunes, 26 de noviembre de 2012
El doble rasero de medir
Para Jesús el corazón es el órgano que surte de bondad al hombre. Y así, cuando dos personas echan su donativo en el arca de las ofrendas, una más, porque puede, y otra menos, porque es pobre, Jesús prefiere el corazón de la segunda.
Aquella da de lo que le sobra, esta otra, pobre y viuda, da lo que tiene. Y en las cuentas espirituales de Dios, la mujer viuda da más, porque lo da todo. No es la cantidad lo que más suma en el libro de contabilidad de Dios, sino la calidad de la mano que hace el donativo.
En todo orden de cosas, démosle a Dios lo que entendamos que él nos pide, aún con dificultades. Todo, hasta la misma vida, nos lo ha dado Dios. Devolvámosle lo que entendamos que él quiere que demos.
Reflexión: La ciudad de Asís
Asís es una pequeña ciudad amurallada, situada en una ladera, en parte arrellanada, como prueban sus pendientes y alguna bajada no demasiado escarpada, que mantiene todavía su porte medieval patente en sus callejas y edificios de la época en que, en ella, vivió san Francisco. El visitante no olvida ya la empinada y estrecha calle de San Pedro, toda ella escalonada, que desemboca en la plaza comunal. Destacan la catedral de San Rufino donde se bautiza y estudia el santo sus rudimentos escolares, lugares tan franciscanos como San Damián y la Porciúncula, el palacio del Capitano del Perdono, a los que se irían añadiendo la basílica de Santa Clara, con sus rosetas, frescos y pinturas, donde yacen los restos de santa Clara, Santa María de los Ángeles, que contiene en su interior la iglesuela de la Porciúncula, y la basílica de San Francisco, de espléndidas paredes y bóvedas pintadas por Giotto y Cimabúe, donde descansan los restos del santo.
Recorrer pausadamente las calles de Asís y visitar sus monumentos sin prisa es equivalente a trasladarse a la época en que la vivió san Francisco y respirar el ambiente espiritual que sigue dando sentido a la población y es su principal atractivo, de modo que el hábito marrón franciscano con su capucha y cíngulo blanco constituyen parte inseparable de la escenografía espiritual del lugar.
Recorrer pausadamente las calles de Asís y visitar sus monumentos sin prisa es equivalente a trasladarse a la época en que la vivió san Francisco y respirar el ambiente espiritual que sigue dando sentido a la población y es su principal atractivo, de modo que el hábito marrón franciscano con su capucha y cíngulo blanco constituyen parte inseparable de la escenografía espiritual del lugar.
Rincón poético
LA CIUDAD, DE NOCHE
Hace frío, es de noche y ha llovido.
La lluvia resucita
la pegajosa suciedad del barro.
La sucia luz de la ciudad
piruetea en los charcos,
duda un semáforo amarillo
y el cielo oscuro es la techumbre
de un museo de sueños olvidados.
Las farolas maduran como un fruto
rubio y acristalado.
Ásperas rachas de puñales
afilados
sacuden las ventanas de una casa vacía
que hacen suya los pájaros.
¿Quién vive en la ciudad,
en este pueblo desolado?
Se ha dormido el silencio en un rincón
y el viento mal herido va de aquí para allá, de lado a lado.
El cementerio
tiene aquí parangón. Todo está muerto
como el tocón de un árbol.
(De Paseando mis sueños)
domingo, 25 de noviembre de 2012
Rey del universo
La Iglesia da fin al ciclo litúrgico actual con la fiesta de Cristo Rey, presentándolo como principio y fin de todas las cosas, el primero en todo, anunciando su Reino de amor a todas las gentes. Su Reino no era de este mundo, los fundados en el sometimiento y en el dominio territorial, sino en la vivencia libre del amor de Dios, lo que se cifra en la compasiva entrega al otro que nos necesita; y tropieza, por eso, con los prejuicios establecidos de querer verlo todo desde criterios de ley, cuando lo que importa es interpretarlo todo desde criterios de amor y de gracia.
Sobre la cruz, campea un rótulo que le declara irónicamente rey de los judíos, como comenta también jocosamente la soldadesca, burlándose de un rey discretísimo que no lo parecía.
Hombre en todo y hombre humilde, nunca quiso aparecer como tal rey y lo evitó cuando lo pretendió la gente, pero no duda en declararse pastor universal de cuantos le necesitan: ése es su reino, por lo que anuncia que viene a buscar lo que estaba perdido. Así lo intuye el buen ladrón a quien crucifican junto a Jesús, y le ruega por eso que le reserve un lugar en su Reino, oportuno reconocimiento que Cristo acoge con solícita prontitud.
A Jesús le unge como Cristo -ungido-, Mesías, el mismo Espíritu de Dios, para que establezca entre los hombres el reinado del amor, de la justicia y de la paz. Su cometido es, pues, el ejercicio de la compasión para con pobres y desvalidos. Los pobres nos llevan a Cristo, que es el camino de nuestra conversión y vuelta a Dios.
La Iglesia, al concluir el ciclo litúrgico con que nos ha dictado la enseñanza de Jesús, sus ansias de salvación y los signos de su identidad mesiánica, nos lo muestra ahora como principio y fin de todo, razón de ser de la misma creación, porque todo fue hecho por él y para él, como nos enseña san Pablo.
Como pobres de Cristo, dejémonos invadir por el amor de Dios, para que la sabia de su vida mantenga unidos a su cepa regia los sarmientos de nuestra necesidad.
Reflexión: Andar a palos y dar palos de ciego
Rincón poético
RACHAS DE FRÍO
El frío es una mano que se ha muerto,
y su caricia, desamor. No tienen
sus venas corazón. Va por la vida
sin nadie que lo arrope, acurrucado
en los harapos descosidos
de su severidad, de su rigor congénito.
Guardaos de su apariencia entristecida.
Guardaos del frío, de su frente blanca.
Los que tenéis el pulso débil
no dejéis que su mano mortecina
os toque el corazón. Sus dedos matan.
Apenas se distinguen de la muerte:
su blanca faz, la escarcha de sus ojos,
la rigidez escuálida de su enteca figurta.
Sólo la nieve es bella. La intachable
levedad de sus copos, desplegando
desfallecidamente
paisajes impolutos.
La nieve es luminosa,
deslumbra como el polvo
blanco de un pensamiento recatado
donde nevara la belleza.
(De Paseando mis sueños)
Sobre la cruz, campea un rótulo que le declara irónicamente rey de los judíos, como comenta también jocosamente la soldadesca, burlándose de un rey discretísimo que no lo parecía.
Hombre en todo y hombre humilde, nunca quiso aparecer como tal rey y lo evitó cuando lo pretendió la gente, pero no duda en declararse pastor universal de cuantos le necesitan: ése es su reino, por lo que anuncia que viene a buscar lo que estaba perdido. Así lo intuye el buen ladrón a quien crucifican junto a Jesús, y le ruega por eso que le reserve un lugar en su Reino, oportuno reconocimiento que Cristo acoge con solícita prontitud.
A Jesús le unge como Cristo -ungido-, Mesías, el mismo Espíritu de Dios, para que establezca entre los hombres el reinado del amor, de la justicia y de la paz. Su cometido es, pues, el ejercicio de la compasión para con pobres y desvalidos. Los pobres nos llevan a Cristo, que es el camino de nuestra conversión y vuelta a Dios.
La Iglesia, al concluir el ciclo litúrgico con que nos ha dictado la enseñanza de Jesús, sus ansias de salvación y los signos de su identidad mesiánica, nos lo muestra ahora como principio y fin de todo, razón de ser de la misma creación, porque todo fue hecho por él y para él, como nos enseña san Pablo.
Como pobres de Cristo, dejémonos invadir por el amor de Dios, para que la sabia de su vida mantenga unidos a su cepa regia los sarmientos de nuestra necesidad.
El castellano es un idioma rico, dotado de muy variada expresividad. Acabo de reparar en una palabra que lo demuestra con creces y que tiene la particularidad de designar el objeto que le sentido y el efecto figurado producido por él. Me refiero a la palabra palo. Significa en una primera acepción, como dice el diccionario de María Moliner, “un trozo de madera cilíndrico y delgado”, bien que el palo mayor de un velero ni es tal trozo ni es tan delgado. Como efecto, palo es un golpe propinado a alguien con un palo. En general, la palabra palo arrastra tras de sí toda una serie copiosa de usos y acepciones. De ella procede palitroque, “despectivo de palo”, paliza, “conjunto de palos dados a alguien”, apalear, dar de palos a uno o a una cosa, como las espigas para aventar el grano, el arroz para que se le desprenda el cascabillo, una estera para quitarle el polvo y varear un árbol para que caiga el fruto, se trate de aceitunas, avellanas o nueces.
Es bueno tomar el pulso al idioma y registrar palabras con sus acepciones, para evitar dar palos de ciego al idioma.
Es bueno tomar el pulso al idioma y registrar palabras con sus acepciones, para evitar dar palos de ciego al idioma.
Rincón poético
RACHAS DE FRÍO
El frío es una mano que se ha muerto,
y su caricia, desamor. No tienen
sus venas corazón. Va por la vida
sin nadie que lo arrope, acurrucado
en los harapos descosidos
de su severidad, de su rigor congénito.
Guardaos de su apariencia entristecida.
Guardaos del frío, de su frente blanca.
Los que tenéis el pulso débil
no dejéis que su mano mortecina
os toque el corazón. Sus dedos matan.
Apenas se distinguen de la muerte:
su blanca faz, la escarcha de sus ojos,
la rigidez escuálida de su enteca figurta.
Sólo la nieve es bella. La intachable
levedad de sus copos, desplegando
desfallecidamente
paisajes impolutos.
La nieve es luminosa,
deslumbra como el polvo
blanco de un pensamiento recatado
donde nevara la belleza.
(De Paseando mis sueños)
sábado, 24 de noviembre de 2012
Dios es Dios de vivos
Dios no es Dios de muertos, sino de vivos. Es una bella premisa que usa Jesús para probar que los muertos resucitan, contrariando a los saduceos, terratenientes y sumos sacerdotes, a quienes, por su libertad y vida despreocupada, les interesaba más que no hubiera ni un escalón entre cielo y tierra. Afianzaban su parecer alegando que Moisés nada había dicho al respecto. Figuraba en los profetas, que borraban de la historia sin pestañear. Luego, más allá de la vida, sólo quedaba la oscuridad infinita de la muerte. Afortunadamente, Jesús es la luz que nos esclarece lo que algunos, entenebrecidos y emboscados en sus intereses, no quieren ver.
Conexión: La justicia de Dios en el AT.
La justicia es un don de Dios, su invento del amor como expresión de su ser. La justicia de Dios es la armonía de todo con él. Creando, comprobaba hasta qué punto las cosas guardaran el equilibrio entre Dios y sus criaturas, sobre todo con el hombre, que es quien desbarra e introduce la injusticia en el mundo al romper esa necesaria armonía ordenadora del mundo.
No estar a buenas con Dios que nos da el ser, rompe el orden que el amor agradecido exige de un ser inteligente. Toda injusticia es pecado y olvido de sus deseos. Volver a la senda del buen orden es tanto como restañar esa herida inferida en el corazón divino, dispuestos a hacer siempre su voluntad, que es ajustar nuestra vida a sus deseos, hacer justicia. De ahí que llamemos justo al que cumple los mandamientos.
Rincón poético
VILEZA EN LA SANGRE
La sangre tiene a veces
tan crispados los ojos y las manos,
que hiere el corazón
ásperamente con sus araños.
La llave del perdón no encuentra en él
el ojo de la puerta. ¿Cómo y cuándo,
si está arando la carne de los otros
con la reja del odio entre sus manos?
El perdón es palabra que no dice
quien no quiere ser nunca perdonado.
Siempre fue la perversidad
el gozo inmarcesible del malvado.
Existe el gozo de la crueldad,
su regocijo redomado.
Es la frondosidad arisca entre la mies
de la agresiva condición del cardo.
La cólera es alcohol junto a llama,
serpiente sigilosa entre unos cantos.
Su sangre es negra y va a tentones
como botella de borracho,
en medio de la noche, casi ciego,
siempre alegre, cantando.
¿Cómo purificar la sangre oscura
del que se precia de no ser humano?
(De Paseando mis sueños)
Conexión: La justicia de Dios en el AT.
La justicia es un don de Dios, su invento del amor como expresión de su ser. La justicia de Dios es la armonía de todo con él. Creando, comprobaba hasta qué punto las cosas guardaran el equilibrio entre Dios y sus criaturas, sobre todo con el hombre, que es quien desbarra e introduce la injusticia en el mundo al romper esa necesaria armonía ordenadora del mundo.
No estar a buenas con Dios que nos da el ser, rompe el orden que el amor agradecido exige de un ser inteligente. Toda injusticia es pecado y olvido de sus deseos. Volver a la senda del buen orden es tanto como restañar esa herida inferida en el corazón divino, dispuestos a hacer siempre su voluntad, que es ajustar nuestra vida a sus deseos, hacer justicia. De ahí que llamemos justo al que cumple los mandamientos.
Rincón poético
VILEZA EN LA SANGRE
La sangre tiene a veces
tan crispados los ojos y las manos,
que hiere el corazón
ásperamente con sus araños.
La llave del perdón no encuentra en él
el ojo de la puerta. ¿Cómo y cuándo,
si está arando la carne de los otros
con la reja del odio entre sus manos?
El perdón es palabra que no dice
quien no quiere ser nunca perdonado.
Siempre fue la perversidad
el gozo inmarcesible del malvado.
Existe el gozo de la crueldad,
su regocijo redomado.
Es la frondosidad arisca entre la mies
de la agresiva condición del cardo.
La cólera es alcohol junto a llama,
serpiente sigilosa entre unos cantos.
Su sangre es negra y va a tentones
como botella de borracho,
en medio de la noche, casi ciego,
siempre alegre, cantando.
¿Cómo purificar la sangre oscura
del que se precia de no ser humano?
(De Paseando mis sueños)
viernes, 23 de noviembre de 2012
El templo, cueva de ladrones
El viaje de Jesús a Jerusalén, como el de todo judío que accede a la gran ciudad, comporta, en primer término, visitar el Templo, lugar donde el hombre fiel presiente la presencia de Dios. El desagrado de Jesús, allí, no tiene igual. Lo que debe ser lugar y casa de oración, se emplea en la venta para animales del sacrificio. Jesús da en purificar el templo sin más, lo que encorajina a los dirigentes religiosos..
Hay muchas maneras de convertir nuestra vida en lugar inconveniente. Los actos de culto han de corresponderse con un comportamiento digno en la vida ordinaria. No se aviene bien la conducta innoble con las cosas de Dios. Hemos de hacer de toda nuestra vida un culto limpio y sincero a Dios.
Ser hostias puras para con Dios, nuestro culto razonable, como dice san Pablo. Si cuidamos nuestra sensibilidad religiosa, sabremos apartar toda concesión a nuestros torcidos intereses. Y es que Jesús anteponía el amor a Dios a cualquier otra cosa.
A Dios hemos de darle incluso nuestra propia vida, queramos o no. Es lo que hicieron los buenos franciscanos que nos precedieron, religiosos y laicos y él a cambio da a todos un lugar en su reino.
Reflexión: Palabra sagrada
Las antiguas lenguas orientales, carentes de verbos de preferencia, recurren a perífrasis comparativas más toscas. Así es como el hebreo dice: Amo a los buenos y odio a los perversos, equivalente a elegir entre contrarios uno de ambos extremos, frente al otro considerado detestable y que en castellano lo expresamos diciendo: Entre estos y aquellos, prefiero a estos.
Leyendo ahora un comentario reciente sobre el libro de los Proverbios, el comentarista hace notar cómo las lenguas orientales, propicias al uso del género sentencioso, suelen usar la correlación comparativa más vale esto que aquello otro, que entiendo yo que no deja de ser una perífrasis comparativa de preferencia. Más vale ser vilipendiado pero servido, que ser engreído y no comido.
Los modos de pensar y su expresión configuraron la singularidad de los distintos idiomas, pero subyace a todos una gramática general, que firma la inteligencia humana, de la que participamos todos por igual.
Rincón poético
LA HERMANA MUERTE
Sé que me acechas, hermana,
en lugar que no adivino,
Lo sé, porque es mucho el tiempo
que ya llevo yo vivido.
Vara el tiempo de medir,
va señalando con hitos
el momento en que has de hacer
presencia en nuestro camino.
El tiempo lo piensa Dios,
y si lo crea es que entonces
el tiempo no es infinito.
Hermana muerte, tu sombra
la hago mía, porque estimo
que estamos los dos tan cerca,
que ya hasta lo tuyo es mío.
Todo brindis tiene fin,
que no es duradero el vino,
y el hombre, como una copa,
el tiempo tiene escandido.
Dejemos que Dios decida
ocasión, instante y sitio.
(De Paseando mis sueños)
jueves, 22 de noviembre de 2012
La incredulidad
A la vista de Jerusalén, lamenta Jesús que el pueblo de Dios haya desaprovechado la ocasión de adivinar en él el advenimiento de la verdadera paz.
Contemplando la ciudad, los peregrinos, ante el bello espectáculo de su grandeza, entonaban el salmo 121: Haya paz en tus muros, y en tus palacios días espléndidos. Por amor de mis hermanos y de mis amigos, diré: La paz contigo.
Sólo que Jerusalén ha perdido la ocasión de instaurar la paz con Dios. Dentro de pocos días, el Hijo de Dios será apresado, juzgado y torturado hasta la muerte.
La incredulidad de Jerusalén es símbolo de la incredulidad de todos los tiempos. Desagraviemos nosotros a Jesús del agravio constante de cuantos rechazan su mensaje de paz y salvación, sin haberse preocupado nunca de conocerle.
Reflexión: La Domus Ecclesia
Rincón poético
VIVIR EN CRISTO
“Para mi la vida es Cristo
y una ganancia morir”.
Quien no vive como él vive,
es que vive para sí.
Vives a Cristo si arrojas
primero, lejos de ti,
la brida que te somete
a un mundo tan baladí.
Despréndete de ti mismo
y deja de preferir
dependencias que malogran
la aventura de vivir.
No eres tú, si te sojuzgan
la voluntad, ni es así
como, exento de ti mismo,
es Cristo quien vive en ti.
Ojalá, como san Pablo,
un día puedas decir:
Para mi la vida es Cristo
y una ganancia el morir
(De Paseado mis sueños)
Contemplando la ciudad, los peregrinos, ante el bello espectáculo de su grandeza, entonaban el salmo 121: Haya paz en tus muros, y en tus palacios días espléndidos. Por amor de mis hermanos y de mis amigos, diré: La paz contigo.
Sólo que Jerusalén ha perdido la ocasión de instaurar la paz con Dios. Dentro de pocos días, el Hijo de Dios será apresado, juzgado y torturado hasta la muerte.
La incredulidad de Jerusalén es símbolo de la incredulidad de todos los tiempos. Desagraviemos nosotros a Jesús del agravio constante de cuantos rechazan su mensaje de paz y salvación, sin haberse preocupado nunca de conocerle.
Reflexión: La Domus Ecclesia
Jesús llegó a llamar su casa a la de Pedro, donde disponía de una minúscula habitación para descansar. La Iglesia primitiva no tardó en convertirla en lugar privilegiado donde celebrar la fracción del pan. Era la Domus Ecclesia, que pronto dio lugar a un lugar de culto, arrasado por la reprobación excluyente de cuantos se cebaron en la persecución cristiana: judíos, persas, musulmanes y turcos. La excavaciones han descubierto sucesivos planos de iglesias adornados con la exquisitez de sus mosaicos y un fondo de monedas para el ejercicio de la caridad. La actual, reciente, queda aupada sobre columnas, respetando así los sagrados restos, que pueden ser contemplados desde un óculo situado en la planta de la actual iglesia.
Rincón poético
VIVIR EN CRISTO
“Para mi la vida es Cristo
y una ganancia morir”.
Quien no vive como él vive,
es que vive para sí.
Vives a Cristo si arrojas
primero, lejos de ti,
la brida que te somete
a un mundo tan baladí.
Despréndete de ti mismo
y deja de preferir
dependencias que malogran
la aventura de vivir.
No eres tú, si te sojuzgan
la voluntad, ni es así
como, exento de ti mismo,
es Cristo quien vive en ti.
Ojalá, como san Pablo,
un día puedas decir:
Para mi la vida es Cristo
y una ganancia el morir
(De Paseado mis sueños)
miércoles, 21 de noviembre de 2012
Presentación de Nuestra Señora
La fiesta de la Presentación de María se instituye en Jerusalén, donde el emperador Justiniano dedica una iglesia a este misterio. Fue uno de los edificios más admirables de Palestina. Destruido por los persas, con sus materiales se construye la mezquita edificada en el área del templo. En Constantinopla, la fiesta se celebraba junto con el de la Natividad de María, y desde allí se extiende, en el siglo VII, por toda la Cristiandad.
Los evangelios nada dicen del hecho de la presentación de María en el templo, de modo que sólo disponemos de lo que cuentan los evangelios apócrifos, como el supuesto de Santiago
No fue fácil la adopción de esta festividad en Occidente. La negaron nuestros hermanos separados, la negó algún que otro escritor católico que provocó la severa admonición de la Iglesia, hasta que la defiende abierta y autorizadamente el cardenal Lambertini, antes de ser nombrado papa con el nombre de Benedicto XIV.
Lo realmente relevante es la verdad innegable de que, en María, la Iglesia de Cristo nace y se realiza como comunidad consagrada al Señor, de modo que en Ella Israel dio una respuesta fiel al compromiso de la Alianza, y la Iglesia ha realizado también en Ella, de modo sublime, la vocación del pueblo de Dios, lo que otorga perpetua actualidad a la entrega de María al Padre, con lo que se posibilita, por parte del hombre, el designio salvador de Dios.
Reflexión: Teruel a lo lejos, en pleno rigor invernal
Quien ha residido diez años cumplidos por aquellos lares aragoneses, no puede menos de recordad la recogida y atractiva ciudad de Teruel, al menos cuando las previsiones meteorológicas le asignan las con crudeza temperaturas siempre severas que dan reciedumbre a sus gentes, a su vino, a su aceite. Tanto que, para muchos, Teruel es su invierno.
El convento franciscano queda situado abajo, en la vega del Turia, y uno vuelve a imaginar su entorno blanco de nieve. La bajada de San Francisco, helada la nieve, obliga a andarla con todo tiento y cautela, hasta columbrar el balcón del óvalo cuando se sube, penosamente para los que cuentan años.
Pero Teruel no es sólo la ciudad, sino los amigos que allí quedan, en invierno, en primavera, en sus otoños dorados y sus encendidos estíos. Y sucede que, en buena parte, la vida somos nosotros y los recuerdos que cuentan nuestra biografía personal.
Rincón poético
LA HERRERÍA
¿Dónde está la herrería? ¿Dónde ha ido
el brazo duro y desnudado del herrero? Ha cerrado
el portón y se ha ido.
Se le apagó la fragua, el mismo hierro
rusiente se ha apagado
y el yunque desconoce
el grito enrojecido del martillo
domando a golpes la herradura,
sellando la sangrienta curvatura
de la faca, la desdentada hoz,
templando el descarnado
agujón de la reja.
La moderna presencia trepidante
del tractor ha ultrajado
la clásica herramienta
con que amasó su pan el labrador.
No busquéis la herrería.
Rezongando malicias,
ha cerrado el herrero su portón.
(De Paseando los sueños)
Los evangelios nada dicen del hecho de la presentación de María en el templo, de modo que sólo disponemos de lo que cuentan los evangelios apócrifos, como el supuesto de Santiago
No fue fácil la adopción de esta festividad en Occidente. La negaron nuestros hermanos separados, la negó algún que otro escritor católico que provocó la severa admonición de la Iglesia, hasta que la defiende abierta y autorizadamente el cardenal Lambertini, antes de ser nombrado papa con el nombre de Benedicto XIV.
Lo realmente relevante es la verdad innegable de que, en María, la Iglesia de Cristo nace y se realiza como comunidad consagrada al Señor, de modo que en Ella Israel dio una respuesta fiel al compromiso de la Alianza, y la Iglesia ha realizado también en Ella, de modo sublime, la vocación del pueblo de Dios, lo que otorga perpetua actualidad a la entrega de María al Padre, con lo que se posibilita, por parte del hombre, el designio salvador de Dios.
Reflexión: Teruel a lo lejos, en pleno rigor invernal
Quien ha residido diez años cumplidos por aquellos lares aragoneses, no puede menos de recordad la recogida y atractiva ciudad de Teruel, al menos cuando las previsiones meteorológicas le asignan las con crudeza temperaturas siempre severas que dan reciedumbre a sus gentes, a su vino, a su aceite. Tanto que, para muchos, Teruel es su invierno.
El convento franciscano queda situado abajo, en la vega del Turia, y uno vuelve a imaginar su entorno blanco de nieve. La bajada de San Francisco, helada la nieve, obliga a andarla con todo tiento y cautela, hasta columbrar el balcón del óvalo cuando se sube, penosamente para los que cuentan años.
Pero Teruel no es sólo la ciudad, sino los amigos que allí quedan, en invierno, en primavera, en sus otoños dorados y sus encendidos estíos. Y sucede que, en buena parte, la vida somos nosotros y los recuerdos que cuentan nuestra biografía personal.
Rincón poético
LA HERRERÍA
¿Dónde está la herrería? ¿Dónde ha ido
el brazo duro y desnudado del herrero? Ha cerrado
el portón y se ha ido.
Se le apagó la fragua, el mismo hierro
rusiente se ha apagado
y el yunque desconoce
el grito enrojecido del martillo
domando a golpes la herradura,
sellando la sangrienta curvatura
de la faca, la desdentada hoz,
templando el descarnado
agujón de la reja.
La moderna presencia trepidante
del tractor ha ultrajado
la clásica herramienta
con que amasó su pan el labrador.
No busquéis la herrería.
Rezongando malicias,
ha cerrado el herrero su portón.
(De Paseando los sueños)
martes, 20 de noviembre de 2012
Hoy ha llegado la salvación de esta casa
Cuando alguien abre la puerta de su corazón a Dios porque ha dado pie al encuentro salvador con él, no sabe los bienes que esa acogida a la palabra de Dios le está reportando. Jesús no dice a Zaqueo que le ha llegado la salvación a él en exclusiva, sino a su casa, es decir a todos lo que componen su grupo familiar.
En realidad, somos en la medida que vivimos entrañados en las circunstancias que nos determinan de modo inmediato. Cuando Dios favorece a alguien, está favoreciendo a todos aquellos de quienes dependemos, formando parte de su vida. Esa dependencia nuestra de todo lo que nos rodea, aumenta nuestra responsabilidad para el bien y para el mal de los demás. Si mejoramos, mejora el grupo al que pertenecemos. Si empeoramos, empeora el conjunto del que formamos parte. No somos islas.
Que Dios no deje de favorecernos, para que mejoren todos los que viven con cada uno de nosotros y de alguna manera nos completan.
Reflexión: La última palabra
Leo en los Proverbios esta rocosa sentencia: el hombre tiene proyectos, pero Dios tiene la última palabra.
El futuro no es nuestro, un espacio imaginario posible que aún no es y ni será para todos. Aún así, desde lógicas posibilidades todavía por venir, podemos proyectar cuanto creamos conveniente o necesario, sólo que en definitiva el futuro es de Dios. Él será quien determine si ese proyecto alcanzará cabal realización, en la medida que intentamos construir en un solar que le pertenece, o quedará reducido a las cenizas de un propósito o un sueño. Dios tiene siempre la última palabra, dueño del tiempo, esa sombra menguada de eternidad. Sólo que su benignidad respeta la voluntad del hombre y deja hacer.
En todo caso, se proyecta en el tiempo; Dios es siempre ahora de modo inmutable.
Rincón poético
EL TREN
De estación a estación,
el tren llega y se marcha una, dos veces,
y otras en sucesión. Esta llegando
siempre, pero no llega del todo a parte alguna.
Y ocurre que su marcha tiene prisa
y va azogadamente como el galgo
que no alcanza la liebre. Yo diría
que necesita largos recorridos
para correr, para cambiar de sitio,
huyendo de sí mismo como un loco
a quien persigue nadie. En ocasiones,
grita desaforado, como grita
el dolor desde el fondo sangrante de sí mismo.
Y hay noches momentáneas
que socava macizos montañosos,
para emerger de pronto nuevamente,
finalizado el túnel tenebroso.
Desde la ventanilla,
da vueltas el pasaje y se suceden
uniformados como en un desfile
los postes denegridos del telégrafo
El tren, como las nubes alargadas
de cada atardecer,
gusta evadirse hacia la lejanía.
Es un adiós desde el pañuelo
entristecido de las despedidas.
El tren siempre esta yéndose.
(De Paseando mis sueños)
lunes, 19 de noviembre de 2012
El ciego de Jericó
Durante el viaje de Jesús a Jerusalén, Jericó es la última ciudad en el valle del Jordán. En el camino que lo cruza, un ciego que pide limosna, al oír el rumor multitudinario de pisadas y saber que se trata de Jesús, grita con fuerza para que le cure la ceguera.
Este hecho, colocado después del tercer anuncio de la pasión, subraya la ceguera de los apóstoles, que no acaban de entender y se resisten a dar fe al vaticino de que el mesías ha de ser entregado sin remedio a la muerte.
También nosotros nos comportamos a veces como ciegos que no vemos claro, porque no acertamos a mirar la realidad que nos rodea, desde los ojos de Dios. Necesitamos unos ojos nuevos que nos descubran la realidad de Dios en nuestra vida, sin miedo a contraer el compromiso que entraña conocer sus verdades.
Reflexión: La luz y la verdad
Rincón poético
CUANDO LA VIDA TE ACOSE
Cuando la vida te acose,
sus dos manos en el cuello,
cógete a la barandilla
salvadora de los sueños.
El sueño aporta esperanza
al que sufre un contratiempo.
Hay que aprender a soñar
en los peores momentos.
Es lluvia y mitiga así
la sequedad del barbecho;
es puente entre dos orillas
que salva un río revuelto
y en un naufragio, es la mano
que pone al punto remedio.
Soñar, rezar; es lo mismo
cuando Dos anda por medio.
Aprende a rezar, que el sueño
enseña a rezar despierto.
(De Paseando mis sueños)
Este hecho, colocado después del tercer anuncio de la pasión, subraya la ceguera de los apóstoles, que no acaban de entender y se resisten a dar fe al vaticino de que el mesías ha de ser entregado sin remedio a la muerte.
También nosotros nos comportamos a veces como ciegos que no vemos claro, porque no acertamos a mirar la realidad que nos rodea, desde los ojos de Dios. Necesitamos unos ojos nuevos que nos descubran la realidad de Dios en nuestra vida, sin miedo a contraer el compromiso que entraña conocer sus verdades.
Reflexión: La luz y la verdad
El hombre ha sido creado inteligente, lo que le permite acceder al conocimiento de la verdad e incluso razonar para descubrirla. Un hombre cabal es un hombre bueno y un hombre bueno ama la verdad. La verdad es la luz que da claridad a la mente.
Desde antiguo se ha identificado la verdad con la luz que esclarece nuestro raciocinio, nuestros propósitos, proyectos y actos.
Justamente porque Jesús es la verdad, se dice de él que, en el ámbito de nuestra espiritualidad, constituye nuestra luz. El prólogo del evangelio de san Juan especifica precisamente que Jesús es la luz de la vida y que el Bautista no era la luz, sino el reflejo que señalaba de dónde le venía a él la claridad esclarecedora de un camino que mostraba el advenimiento del Mesías.
Se accede a la luz de Dios mediante la fe. Es ella el lazarillo que nos lleva a la linde del reino donde Dios habita, abriéndonos los ojos del espíritu a su conocimiento.
Se accede a la luz de Dios mediante la fe. Es ella el lazarillo que nos lleva a la linde del reino donde Dios habita, abriéndonos los ojos del espíritu a su conocimiento.
Rincón poético
CUANDO LA VIDA TE ACOSE
Cuando la vida te acose,
sus dos manos en el cuello,
cógete a la barandilla
salvadora de los sueños.
El sueño aporta esperanza
al que sufre un contratiempo.
Hay que aprender a soñar
en los peores momentos.
Es lluvia y mitiga así
la sequedad del barbecho;
es puente entre dos orillas
que salva un río revuelto
y en un naufragio, es la mano
que pone al punto remedio.
Soñar, rezar; es lo mismo
cuando Dos anda por medio.
Aprende a rezar, que el sueño
enseña a rezar despierto.
(De Paseando mis sueños)
domingo, 18 de noviembre de 2012
Vaticinio sobre el fin de Jerusalén
El tema central del evangelio de hoy es el vaticinio del fin de Jerusalén, imagen del fin del tiempo. Algo que no podía ni imaginar el pueblo judío, dada la solidez y el carácter inexpugnable de sus murallas y baluartes defensivos.
No era ésta la primera vez que Dios ponía en guardia a su pueblo ante sus extravíos. Ya al regreso del exilio, el profeta Malaquías ha de prevenirle, ya que dudosa de la protección divina, pierde la fe en la divina protección y desoye la divina palabra.
Dios les hace saber el amargo fin de los que se apartan de él y el nuevo amanecer para los que le son fieles, anunciándoles la anhelada edad mesiánica
Ahora es justamente Jesús quien revela el fin de Jerusalén, a quien el pueblo judío no quiere escuchar. A este fin, el evangelio nos alienta con la promesa de que Dios salva a quienes la escuchan, que la palabra de Cristo no pasa nunca y que el amor es esperanza para quienes creen en él.
Reflexión: Pergeñar nuestros intentos
No es lo mismo pergeñar que garrapatear, evidentemente. Pergeñamos algo cuando proyectamos en sus líneas básicas lo que se intenta hacer. Es un modo resumido de planificar lo que nos proponemos llevar a cabo. Garrapatear es otra cosa. Garrapatear es escribir algo con acelerado descuido. Aquello afecta al contenido; esto otro, a la escritura, a la forma. La gente de edad avanzada, en cuyo pulso empieza a golpear la sangre con dudoso impulso, no escribe, garrapatea. A propósito y antes de que se me olvide: ¿Qué explicación tiene que algunos, con cierta frecuencia, digan pergueñar, en vez de pergeñar? No deja de ser un garabato mental, porque la mente en ocasiones, también garrapatea el lenguaje.
Una de las sentencias de los Porverbios dice que el hombre hace proyectos y Dios tiene la palabra. Es decir: Es propio del hombre planificar en teoría sus deseos y propósitos, pero la acción es propia de Dios; él es quien en última instancia da su visto bueno a los intentos del hombre .
Rincón poético
ACÉPTATE
¿Adonde vas mordido por los perros,
sin amo, por el frío de la noche,
tundido por el río que baja desbordado
arrastrando animales, sillas, árboles
desmembrados. Grita desalentada
la gente en algún sitio.
El viento se detiene; no se cree
tanta desolación.
¿Adonde vas
sin casa y sin amigos? No parece
sino que intentes desandar
el camino. No existe
tal posibilidad. Detrás del día
va a tentones la noche.
El pasado está muerto.
Tus manos lo enterraron para siempre.
Tu camino eres tú.
Comprende que no tenga
ventanas el pasado ni hay regreso.
Acéptate y no intentes
salir de la almadía zozobrante
en que vives ahora tu presente.
El pasado no es nada y está muerto.
(De Paseando mis sueños )
No era ésta la primera vez que Dios ponía en guardia a su pueblo ante sus extravíos. Ya al regreso del exilio, el profeta Malaquías ha de prevenirle, ya que dudosa de la protección divina, pierde la fe en la divina protección y desoye la divina palabra.
Dios les hace saber el amargo fin de los que se apartan de él y el nuevo amanecer para los que le son fieles, anunciándoles la anhelada edad mesiánica
Ahora es justamente Jesús quien revela el fin de Jerusalén, a quien el pueblo judío no quiere escuchar. A este fin, el evangelio nos alienta con la promesa de que Dios salva a quienes la escuchan, que la palabra de Cristo no pasa nunca y que el amor es esperanza para quienes creen en él.
Reflexión: Pergeñar nuestros intentos
No es lo mismo pergeñar que garrapatear, evidentemente. Pergeñamos algo cuando proyectamos en sus líneas básicas lo que se intenta hacer. Es un modo resumido de planificar lo que nos proponemos llevar a cabo. Garrapatear es otra cosa. Garrapatear es escribir algo con acelerado descuido. Aquello afecta al contenido; esto otro, a la escritura, a la forma. La gente de edad avanzada, en cuyo pulso empieza a golpear la sangre con dudoso impulso, no escribe, garrapatea. A propósito y antes de que se me olvide: ¿Qué explicación tiene que algunos, con cierta frecuencia, digan pergueñar, en vez de pergeñar? No deja de ser un garabato mental, porque la mente en ocasiones, también garrapatea el lenguaje.
Una de las sentencias de los Porverbios dice que el hombre hace proyectos y Dios tiene la palabra. Es decir: Es propio del hombre planificar en teoría sus deseos y propósitos, pero la acción es propia de Dios; él es quien en última instancia da su visto bueno a los intentos del hombre .
Rincón poético
ACÉPTATE
¿Adonde vas mordido por los perros,
sin amo, por el frío de la noche,
tundido por el río que baja desbordado
arrastrando animales, sillas, árboles
desmembrados. Grita desalentada
la gente en algún sitio.
El viento se detiene; no se cree
tanta desolación.
¿Adonde vas
sin casa y sin amigos? No parece
sino que intentes desandar
el camino. No existe
tal posibilidad. Detrás del día
va a tentones la noche.
El pasado está muerto.
Tus manos lo enterraron para siempre.
Tu camino eres tú.
Comprende que no tenga
ventanas el pasado ni hay regreso.
Acéptate y no intentes
salir de la almadía zozobrante
en que vives ahora tu presente.
El pasado no es nada y está muerto.
(De Paseando mis sueños )
sábado, 17 de noviembre de 2012
El juez injusto
Hasta un juez injusto que desprecia al hombre, acaba por ceder y hacer justicia a quien le importuna.
Jesús no sólo enseña a su discípulos la necesidad de orar y qué es lo que deben rezar cuando oren; les inculca que no han de desanimarse por mucho que Dios tarde en atender sus demandas. Insiste en que Dios gusta de oírles, aun sabiendo de antemano qué es lo que necesitan y le van a pedir, y a fin de que no desmayen en sus redoblados intentos por obtener el favor divino, les previene contra la tardanza de Dios. Habría que recordar que, si orando halagamos a Dios, debemos de sentirnos complacidos de que él nos escuche, aunque no nos conceda lo que le pedimos o no con la urgencia que ponemos nosotros en ello. Sus razones tendrá.
Reflexión: La luz y la verdad
El hombre ha sido creado inteligente, lo que le permite acceder al conocimiento de la verdad e incluso razonar para descubrirla. Un hombre cabal es un hombre bueno y un hombre bueno ama la verdad. La verdad es la luz que da claridad a la mente.
Desde antiguo se ha identificado la verdad con la luz que esclarece nuestro raciocinio y esa luz ilumina nuestros propósitos, proyectos y actos. Justamente porque Jesús es la verdad, se dice de él que, en el ámbito de nuestra espiritualidad, constituye nuestra luz. El prólogo del evangelio de san Juan especifica precisamente que Jesús es la luz de la vida y que el Bautista no era la luz, sino el reflejo que señalaba de dónde le venía a él la claridad esclarecedora de un camino que mostraba el advenimiento del Mesías.
Se accede a la luz de Dios mediante la fe. Es ella el lazarillo que nos lleva a la linde donde Dios habita, abriéndonos los ojos del espíritu a su conocimiento.
Rincón poético
NIÑOS EN GUERRA
Detente, siéntate junto al camino
y descansa un instante.
Piensa cuánto has andado desde niño.
Hay cosas muy lejanas;
como aquella visita al pueblo de la abuela
donde giraban al amanecer
las aspas formidables
de unos molinos,
junto a las viejas piedras del castillo.
Recuerda la escalera
de interminables escalones
que dejó a coscorrones
amargas cicatrices en tu frente;
piensa en la guerra que hicieron implacables
todos, y no sabías
por qué. Nadie contaba
contigo y se mataban en las tapias
del cementerio, en las cunetas
y los campos de mies entre amapolas,
sin saber muchas veces
a quienes inyectaban el veneno
de la agresividad.
No contaban los muertos. No servía
para tener razón. Y algunas veces
nadie los enterró, que el tiempo urgía
para seguir matando ciegamente.
Nadie supo tampoco, al paso de los años,
quien ganó aquella guerra.
Esa fue mi niñez. Y justamente
esos niños de ayer sí que sabemos
cuánto perdimos.
(De Paseando mis sueños)
Jesús no sólo enseña a su discípulos la necesidad de orar y qué es lo que deben rezar cuando oren; les inculca que no han de desanimarse por mucho que Dios tarde en atender sus demandas. Insiste en que Dios gusta de oírles, aun sabiendo de antemano qué es lo que necesitan y le van a pedir, y a fin de que no desmayen en sus redoblados intentos por obtener el favor divino, les previene contra la tardanza de Dios. Habría que recordar que, si orando halagamos a Dios, debemos de sentirnos complacidos de que él nos escuche, aunque no nos conceda lo que le pedimos o no con la urgencia que ponemos nosotros en ello. Sus razones tendrá.
Reflexión: La luz y la verdad
El hombre ha sido creado inteligente, lo que le permite acceder al conocimiento de la verdad e incluso razonar para descubrirla. Un hombre cabal es un hombre bueno y un hombre bueno ama la verdad. La verdad es la luz que da claridad a la mente.
Desde antiguo se ha identificado la verdad con la luz que esclarece nuestro raciocinio y esa luz ilumina nuestros propósitos, proyectos y actos. Justamente porque Jesús es la verdad, se dice de él que, en el ámbito de nuestra espiritualidad, constituye nuestra luz. El prólogo del evangelio de san Juan especifica precisamente que Jesús es la luz de la vida y que el Bautista no era la luz, sino el reflejo que señalaba de dónde le venía a él la claridad esclarecedora de un camino que mostraba el advenimiento del Mesías.
Se accede a la luz de Dios mediante la fe. Es ella el lazarillo que nos lleva a la linde donde Dios habita, abriéndonos los ojos del espíritu a su conocimiento.
Rincón poético
NIÑOS EN GUERRA
Detente, siéntate junto al camino
y descansa un instante.
Piensa cuánto has andado desde niño.
Hay cosas muy lejanas;
como aquella visita al pueblo de la abuela
donde giraban al amanecer
las aspas formidables
de unos molinos,
junto a las viejas piedras del castillo.
Recuerda la escalera
de interminables escalones
que dejó a coscorrones
amargas cicatrices en tu frente;
piensa en la guerra que hicieron implacables
todos, y no sabías
por qué. Nadie contaba
contigo y se mataban en las tapias
del cementerio, en las cunetas
y los campos de mies entre amapolas,
sin saber muchas veces
a quienes inyectaban el veneno
de la agresividad.
No contaban los muertos. No servía
para tener razón. Y algunas veces
nadie los enterró, que el tiempo urgía
para seguir matando ciegamente.
Nadie supo tampoco, al paso de los años,
quien ganó aquella guerra.
Esa fue mi niñez. Y justamente
esos niños de ayer sí que sabemos
cuánto perdimos.
(De Paseando mis sueños)
viernes, 16 de noviembre de 2012
El fin
Dios lo ha hecho todo, incluido el tiempo que da curso a todas las cosas, y esas cosas tienen, además de su sentido inmediato, el de su referencia a Dios.
Así es cómo, camino de Jerusalén, donde le aguardan traición y muerte, piensa Jesús en ese otro fin que tienen las cosas, que es su sentido trascendente. Lo avalan el diluvio y Gomorra, signos del fin universal.
Cuando nos sorprende el fin de algo ocurrido cerca de nosotros, vale también imaginar el que a nosotros nos aguarda. Así, el incendio de un bosque, nos recuerda la fragilidad de todas las cosas. Y así la gente. Comían, bebían, se casaban. Todo va en acelerada marcha, y no faltan quienes disfrutan despreocupados y sin freno del bienestar. Y de pronto, una lluvia de fuego acaba con la perversidad paganizada que no reza ni ama.
Todos tenemos nuestro diluvio particular, pero que hay que pensar con la alegría de saber que, llegado el momento, Dios nos sale al encuentro, de los que han vivido con él y para él. Es la diferencia entre quienes le viven ya aquí, ahora, y los que le descubrirán inexorable cuando, tarde y a oscuras, no les quede ya tiempo para nada.
Reflexión: Dinosaurios a la carta
Ahora resulta que podemos crear dinosaurios. La prensa viene notificándolo, como una realidad ya próxima, aunque el criterio de Jack Horse que viene trabajando en ello y el de otros paleontólogos no resulten coincidentes. Se trata de obtener un ejemplar de dinosaurio manipulando los genes del óvulo de un pollo, el eslabón más cercano a tan feos bichos antañones. Se pretende así retrasar la edad genética del polluelo unos milloncejos de años, y ya está. El resultado sería un pequeño dinosaurio volador, un simpático dinosaurito, con el pico dentado y alas descomunales, capaz de comer pajarillos, ranas y ratones. Un catedrático español dice que cuanto más, lo que se lograría será maquillar un pollo, de modo que parezca un dinosaurio. El tiempo dirá.
Rincón poético
¡SUERTE LA MÍA!
Yo sabía de ti
apenas lo que un niño.
¡Qué suerte, mi Señor,
de haberte conocido!
Yo era como las aguas
derramadas de un río
que dudan ir, inciertas ,
sueltas por los caminos.
Te encontré en un recodo
muy dentro de mí mismo.
Fue como despertar
a tu luz, Señor mío.
Mi alegría halló el tono
más sincero y más íntimo,
porque sé del tesoro
de estar siempre contigo.
¡Qué suerte, mi Señor,
de haberte conocido!
(De Paseando mis sueños
Así es cómo, camino de Jerusalén, donde le aguardan traición y muerte, piensa Jesús en ese otro fin que tienen las cosas, que es su sentido trascendente. Lo avalan el diluvio y Gomorra, signos del fin universal.
Cuando nos sorprende el fin de algo ocurrido cerca de nosotros, vale también imaginar el que a nosotros nos aguarda. Así, el incendio de un bosque, nos recuerda la fragilidad de todas las cosas. Y así la gente. Comían, bebían, se casaban. Todo va en acelerada marcha, y no faltan quienes disfrutan despreocupados y sin freno del bienestar. Y de pronto, una lluvia de fuego acaba con la perversidad paganizada que no reza ni ama.
Todos tenemos nuestro diluvio particular, pero que hay que pensar con la alegría de saber que, llegado el momento, Dios nos sale al encuentro, de los que han vivido con él y para él. Es la diferencia entre quienes le viven ya aquí, ahora, y los que le descubrirán inexorable cuando, tarde y a oscuras, no les quede ya tiempo para nada.
Reflexión: Dinosaurios a la carta
Ahora resulta que podemos crear dinosaurios. La prensa viene notificándolo, como una realidad ya próxima, aunque el criterio de Jack Horse que viene trabajando en ello y el de otros paleontólogos no resulten coincidentes. Se trata de obtener un ejemplar de dinosaurio manipulando los genes del óvulo de un pollo, el eslabón más cercano a tan feos bichos antañones. Se pretende así retrasar la edad genética del polluelo unos milloncejos de años, y ya está. El resultado sería un pequeño dinosaurio volador, un simpático dinosaurito, con el pico dentado y alas descomunales, capaz de comer pajarillos, ranas y ratones. Un catedrático español dice que cuanto más, lo que se lograría será maquillar un pollo, de modo que parezca un dinosaurio. El tiempo dirá.
Rincón poético
¡SUERTE LA MÍA!
Yo sabía de ti
apenas lo que un niño.
¡Qué suerte, mi Señor,
de haberte conocido!
Yo era como las aguas
derramadas de un río
que dudan ir, inciertas ,
sueltas por los caminos.
Te encontré en un recodo
muy dentro de mí mismo.
Fue como despertar
a tu luz, Señor mío.
Mi alegría halló el tono
más sincero y más íntimo,
porque sé del tesoro
de estar siempre contigo.
¡Qué suerte, mi Señor,
de haberte conocido!
(De Paseando mis sueños
jueves, 15 de noviembre de 2012
El Reino está ahí
Los fariseos quieren saber cuándo vendrá la liberación de Israel. Jesús, para quien ese Reino no consistirá en dar batalla al invasor, sino en una invasión del amor de Dios en los corazones de los hombres, les desengaña, advirtiéndoles que esa divina realidad del Reino llegará como de puntillas, sin hacer ruido, sin hacerse sentir; no es un estallido espectacular del poder divino, porque llega a escondidas y sólo lo perciben los corazones que se llenan de Dios. Ellos imaginan que ese reino debe estar al llegar, y él les responde que ese Reino ha llegado ya.
El Reino de Dios se realiza constantemente, de modo insensible, en los hechos sin brillo de nuestra vida ordinaria. Es un Reino que no se expresa mediante signos maravillosos que arrastren con su esplendor. Ese Reino avanza paso a paso, en la misma medida que nos disponemos al encuentro con Dios. Hay que ir muriendo poco a poco, para resucitar con Jesús un día.
Hacer presente a Cristo en nuestra vida, que es tanto como hacer presente el reino de Dios entre los hombres.
Reflexión: A cuenta del cemento
La propaganda de guerra en zona republicana, para alentar a la tropa, en Belchite, propaló que las defensas estaban construidas con un cemento especial, cemento rosa, de origen ruso, indestructible. No hubo tal, pero así es la propaganda interesada.
Por los años sesenta, una empresa francesa patentó un supuesto cemento especialmente para vigas pretensadas, que fraguaba muy bien y rápidamente. Años después, aquel cemento mágico dio en desintegrarse poniendo en jaque a los constructores que lo habían usado.
Sorprende ahora el descubrimiento de un cemento biológico cuya principal peculiaridad es que se restaura así mismo en caso de desgaste o rotura, Díos sabe cómo y qué usos admite. Todo lo contrario de aquel que inventó la propaganda y el otro que acabó sufriendo aluminosis. El banco de pruebas del tiempo dirá.
Rincón poético
MI LUZ
Mi luz es un atisbo de la tuya.
No dejes que se apague, Señor, como la vela
que sufre un ramalazo gris del viento.
Mientras tenga un puñado
de tiempo entre mis manos
y mis ojos, sin verte,
vislumbran tu presencia alentadora.
No dejes que se apague
la luz de mis desvelos.
Sin luz no te sabría,
sin luz camino incierto.
A tentones te buscan mis dos manos
y a tentones te encuentro.
Con tu luz te adivino,
con ella te presiento.
No dejes que se apague
la luz con que te advierto.
(De Paseando mis sueños)
El Reino de Dios se realiza constantemente, de modo insensible, en los hechos sin brillo de nuestra vida ordinaria. Es un Reino que no se expresa mediante signos maravillosos que arrastren con su esplendor. Ese Reino avanza paso a paso, en la misma medida que nos disponemos al encuentro con Dios. Hay que ir muriendo poco a poco, para resucitar con Jesús un día.
Hacer presente a Cristo en nuestra vida, que es tanto como hacer presente el reino de Dios entre los hombres.
Reflexión: A cuenta del cemento
La propaganda de guerra en zona republicana, para alentar a la tropa, en Belchite, propaló que las defensas estaban construidas con un cemento especial, cemento rosa, de origen ruso, indestructible. No hubo tal, pero así es la propaganda interesada.
Por los años sesenta, una empresa francesa patentó un supuesto cemento especialmente para vigas pretensadas, que fraguaba muy bien y rápidamente. Años después, aquel cemento mágico dio en desintegrarse poniendo en jaque a los constructores que lo habían usado.
Sorprende ahora el descubrimiento de un cemento biológico cuya principal peculiaridad es que se restaura así mismo en caso de desgaste o rotura, Díos sabe cómo y qué usos admite. Todo lo contrario de aquel que inventó la propaganda y el otro que acabó sufriendo aluminosis. El banco de pruebas del tiempo dirá.
Rincón poético
MI LUZ
Mi luz es un atisbo de la tuya.
No dejes que se apague, Señor, como la vela
que sufre un ramalazo gris del viento.
Mientras tenga un puñado
de tiempo entre mis manos
y mis ojos, sin verte,
vislumbran tu presencia alentadora.
No dejes que se apague
la luz de mis desvelos.
Sin luz no te sabría,
sin luz camino incierto.
A tentones te buscan mis dos manos
y a tentones te encuentro.
Con tu luz te adivino,
con ella te presiento.
No dejes que se apague
la luz con que te advierto.
(De Paseando mis sueños)
miércoles, 14 de noviembre de 2012
El leproso agradecido
Lo que nos encarece Jesús de los diez leprosos a quienes deja limpios de sus pústulas, es el agradecimiento exclusivo de uno de ellos que además es samaritano, tenido entre los judíos por gente ajena al pueblo santo de Dios.
Podemos aprender igualmente nosotros del buen sentido de cuantos, aun sin vivir integrados en la Iglesia, nos dan ejemplo de solidaridad, de amor a la justicia, de creación de riqueza y puestos de trabajo, de atención a atrevidos emigrantes desasistidos.
Dios nos señala con el dedo a estas personas de vida ejemplar, bien que somos nosotros los obligados a ser luz del mundo y sal de la tierra. No dudemos en aprender de ellos y pidamos agradecidos que Dios los haga también suyos.
Reflexión: ¿Por qué la cizaña?
El evangelio ha convertido la cizaña en el símbolo de la maldad más redomada. No es sólo que prolifere en los sembrados junto al trigo; es que sus raíces se entreveran con las del cereal a la manera de las planta parásitas, sin serlo. Si arrancas la mata de cizaña, tras de ella iría la del trigo. Ahí radica la prudente razón de saber aguardar, dejando convivir al trigo hasta el momento decisivo de la siega. Entonces sí; se la siega también sin contemplaciones, pero para desecharla. Jesús ha elegido certeramente esa contrariedad de tener que soportar pacientemente el daño ajeno dando tiempo al tiempo, desde el sentido trascendente que cobra la bondad del trigo y el incordio de la cizaña maligna.
Rincón poético
GRACIAS, DIOS MÍO
Te doy gracias, Señor, porque me hiciste
para ti, me cerniste
en el cedazo de tu voluntad
como se cierne el trigo,
como se cierne, entre la arena,
a la orilla del mar, la caracola,
y apagaste, Señor, mis asperezas,.
como canto que no ha pulido el río.
Seguramente, nada viste en mí
que halagara tus ojos. Ahí estuvo
la razón de fijarte
en mis manos vacías
de ti, desoladoramente
vacías del amor con que nos dices
que hay que saber amar. Seguramente
estuvo ahí el motivo
de reparar en el bagaje huero
de mi necesidad.
Pones, Señor, tus preferencias
en las piltrafas de los harapientos,
en los harapos de los desvalidos.
Gracias, Dios mío, por mirarme,
por sacudirme el polvo de mis culpas,
por desnudarme de mis naderías,
por vestirme de ti. Gracias, Dios mío.
(De Paseando mis sueños)
Podemos aprender igualmente nosotros del buen sentido de cuantos, aun sin vivir integrados en la Iglesia, nos dan ejemplo de solidaridad, de amor a la justicia, de creación de riqueza y puestos de trabajo, de atención a atrevidos emigrantes desasistidos.
Dios nos señala con el dedo a estas personas de vida ejemplar, bien que somos nosotros los obligados a ser luz del mundo y sal de la tierra. No dudemos en aprender de ellos y pidamos agradecidos que Dios los haga también suyos.
Reflexión: ¿Por qué la cizaña?
El evangelio ha convertido la cizaña en el símbolo de la maldad más redomada. No es sólo que prolifere en los sembrados junto al trigo; es que sus raíces se entreveran con las del cereal a la manera de las planta parásitas, sin serlo. Si arrancas la mata de cizaña, tras de ella iría la del trigo. Ahí radica la prudente razón de saber aguardar, dejando convivir al trigo hasta el momento decisivo de la siega. Entonces sí; se la siega también sin contemplaciones, pero para desecharla. Jesús ha elegido certeramente esa contrariedad de tener que soportar pacientemente el daño ajeno dando tiempo al tiempo, desde el sentido trascendente que cobra la bondad del trigo y el incordio de la cizaña maligna.
Rincón poético
GRACIAS, DIOS MÍO
Te doy gracias, Señor, porque me hiciste
para ti, me cerniste
en el cedazo de tu voluntad
como se cierne el trigo,
como se cierne, entre la arena,
a la orilla del mar, la caracola,
y apagaste, Señor, mis asperezas,.
como canto que no ha pulido el río.
Seguramente, nada viste en mí
que halagara tus ojos. Ahí estuvo
la razón de fijarte
en mis manos vacías
de ti, desoladoramente
vacías del amor con que nos dices
que hay que saber amar. Seguramente
estuvo ahí el motivo
de reparar en el bagaje huero
de mi necesidad.
Pones, Señor, tus preferencias
en las piltrafas de los harapientos,
en los harapos de los desvalidos.
Gracias, Dios mío, por mirarme,
por sacudirme el polvo de mis culpas,
por desnudarme de mis naderías,
por vestirme de ti. Gracias, Dios mío.
(De Paseando mis sueños)
martes, 13 de noviembre de 2012
Fidelidad y humildad
Si analizamos nuestras vidas, descubriremos hasta que punto no alcanzamos las más de las veces ese grado de fidelidad que Jesús nos encarece, junto con el buen sentido de un humilde comportamiento en el trato para con Dios. Que él, que nos enseña a ser humildes fieles suyos, nos dé la gracia con que podamos lograr esa maravillosa conjunción.
Reflexión: Apuntan las primeras nieves
Llega la nieve. Castellón nos acerca ya las primeras cumbres nevadas, que es como decir los primeros fríos invernales.
Es sorprendentemente hermoso el paisaje nevado, límpidamente blanco, en latitudes como las levantinas donde no es habitual el espectáculo de la nieve con su blancura infinita. Aquí la presencia impensada de la nieve adquiere un especial encanto. Es como una evidencia de la mano creadora de Dios, inventando una vez más el esplendor de la belleza. Pero la lleva el frío como de la mano, por más que no tanto; más frío es el cierzo y el relente congelado de algunas noches.
Es sorprendentemente hermoso el paisaje nevado, límpidamente blanco, en latitudes como las levantinas donde no es habitual el espectáculo de la nieve con su blancura infinita. Aquí la presencia impensada de la nieve adquiere un especial encanto. Es como una evidencia de la mano creadora de Dios, inventando una vez más el esplendor de la belleza. Pero la lleva el frío como de la mano, por más que no tanto; más frío es el cierzo y el relente congelado de algunas noches.
Rincón poético
LA LLUVIA
Ha llovido tanto
este amanecer,
que el agua del río
no sabe qué hacer.
Nadie nunca así
ha visto llover.
Llovía y llovía,
llovía a placer.
Qué pronto oscurece
al amanecer
si una densa nube
se ensaña con él.
Llovía en los campos,
llovía también
en las olorosas
hojas del laurel
y en los arrozales
de color de miel,
y en la serranía
y en la extensa mies.
Paraguas de luto
se abren por doquier.
Relumbra en su brillo
un rayo. Tal vez,
nunca llovió tanto.
Si alguien vio llover
tan copiosamente,
podría muy bien
decirnos la causa.
Yo no sé por qué.(De Paseando mis sueños)
lunes, 12 de noviembre de 2012
El perdón
Jesús venía enseñando que Dios nos había entregado a su Hijo por amor, para salvarnos; y el mejor modo de venerar ese sentimiento divino es coincidir con él en ese mismo amor a los demás.
Aceptamos como él amar a los demás, pero hasta cierto punto. Y es que no amamos de verdad al prójimo si nos resistimos a perdonarlo.
La ley de Cristo es equulibrada, porque si nos mostramos remisos en ser indulgentes para con los demás, nos exponemos a que Dios haga lo propio con nosotros. Hagamos lo posible por tener a Dios siempre cercano, siempre propicio.
Reflexión: Ante el desastre
Los americanos, no sé si con buen o mal humor, le ponen nombres femeninos a los huracanes que de vez en cuando les arrasan el país. Nombres que a veces parecen cultivar la frivolidad. Con todo, si el hombre es poderoso, las fuerzas de la naturaleza lo son más. Se le puede poner una esclusa a un río revoltoso. ¿Pero quien se lo pone a una tifón encolerizado? El hombre es capaz de proezas como subir a la luna. Pero a un tifón exaltado y violento no hay modo de detenerlo o encauzarlo hacia donde no se lleve cincuenta vidas por delate. Y aún hay quien reniega de la humildad, subido a los estúpidos escalones de su propia altanería.
Rincón poético
LA FE DE MARÍA
La fe te hizo Madre.
Lo dijo Isabel.
La fe te hizo Madre;
tú sabes por qué.
Dios no se equivoca.
Nadie dude de él.
Sabe en todo trance
qué es lo que hay que hacer.
¿Qué vio Dios en ti
que todo lo ve?
Te vio humilde, pura,
te vio digna de él.
La fe te hizo Madre
de su Hijo; tu fe.
Lo sabe tu prima,
lo sabe José.
Lo sabemos todos.
Yo también lo sé.
(De Paseando mis sueños)
domingo, 11 de noviembre de 2012
La mala levadura
El mal ejemplo de la mayoría de los fariseos, dados por otra parte a educar a la gente en la práctica del bien, es tema de censura frecuente en el evangelio de Jesús. Son incoherentes al momento de atenerse a los mismos preceptos que ellos difunden entre el pueblo. No son sinceros, ya que cuidan las apariencias, sin ajustar su vida a los deseos expresos de Dios. Jesús, por el contrario, encarna y él mismo es la verdad. Tenía que chocar por su misma naturaleza con la falsa santidad de tales religiosos.
La verdad es la luz que da claridad a la mente. Desde antiguo se ha identificado la verdad con la luz que esclarece nuestro raciocinio y justamente porque Jesús es la verdad, se dice de él que, en el ámbito de nuestra espiritualidad, constituye nuestra luz.
Se accede a la luz de Dios mediante la fe, que es la que nos abre los ojos del espíritu a su conocimiento. Seguir el reguero que deja el evangelio en nuestro camino, es poner nuestro corazón en las manos luminosas de Dios, amándole sobre todas las cosas, de modo que nadie ni nada se interponga entre él y nosotros.
Y quien ama la verdad a Cristo, no caerá en la tentación de encubrirse falsamente con apariencias opacas. No dejemos escapar el tesoro de vivir envueltos en la claridad de Dios, so pena de apagarnos para siempre
Reflexión: Los rigores del frío
El frío es innoble. Tiene el corazón helado y las manos ásperas y lacias, como los muertos. Una caricia de sus manos sobrecoge y perturba, porque así es la fealdad de la muerte. No es extraño que se cubra el rostro con un velo negro. Hay una oculta conexión entre muerte y frío, negra una y blanco el otro, pero sí. Fríos se quedan los muertos cuando se les apaga la vida. ¿No son las heladas invernales las que matan las cosechas y congelan el agua de la fuente? Hay, con todo, modos de mitigar su molesta desatención. Que lo digan la cálida hechura de la lana, las plumas leves del edredón, la gruesa pesadez del abrigo, y la acogida de ese icono cordial que es la bufanda.
Rincón poético
EL PUENTE
El puente salta de pronto
sobre el río y lo ha cruzado.
No todos saben pasar
tan fácil de lado a lado.
Salta jugando la ardilla
desde un árbol hasta otro árbol.
Saltan nubes, golondrinas
y celajes por lo alto.
Salta el pez, salta la rana,
salta el agua entre los cantos,
salta el gorrión, aunque más
que saltar pasa volando.
Las cañas saltan a medias;
no acaban de dar el salto.
Y cuando menos se espera,
de orilla a orilla, es extraño
que el puente salte también,
tan rocoso y tan pesado.
Y todos se maravillan
al ver cómo lo ha cruzado.
Dios mira desde una nube
en el río reflejado.
(De Paseando mis sueños)
La verdad es la luz que da claridad a la mente. Desde antiguo se ha identificado la verdad con la luz que esclarece nuestro raciocinio y justamente porque Jesús es la verdad, se dice de él que, en el ámbito de nuestra espiritualidad, constituye nuestra luz.
Se accede a la luz de Dios mediante la fe, que es la que nos abre los ojos del espíritu a su conocimiento. Seguir el reguero que deja el evangelio en nuestro camino, es poner nuestro corazón en las manos luminosas de Dios, amándole sobre todas las cosas, de modo que nadie ni nada se interponga entre él y nosotros.
Y quien ama la verdad a Cristo, no caerá en la tentación de encubrirse falsamente con apariencias opacas. No dejemos escapar el tesoro de vivir envueltos en la claridad de Dios, so pena de apagarnos para siempre
Reflexión: Los rigores del frío
El frío es innoble. Tiene el corazón helado y las manos ásperas y lacias, como los muertos. Una caricia de sus manos sobrecoge y perturba, porque así es la fealdad de la muerte. No es extraño que se cubra el rostro con un velo negro. Hay una oculta conexión entre muerte y frío, negra una y blanco el otro, pero sí. Fríos se quedan los muertos cuando se les apaga la vida. ¿No son las heladas invernales las que matan las cosechas y congelan el agua de la fuente? Hay, con todo, modos de mitigar su molesta desatención. Que lo digan la cálida hechura de la lana, las plumas leves del edredón, la gruesa pesadez del abrigo, y la acogida de ese icono cordial que es la bufanda.
Rincón poético
EL PUENTE
El puente salta de pronto
sobre el río y lo ha cruzado.
No todos saben pasar
tan fácil de lado a lado.
Salta jugando la ardilla
desde un árbol hasta otro árbol.
Saltan nubes, golondrinas
y celajes por lo alto.
Salta el pez, salta la rana,
salta el agua entre los cantos,
salta el gorrión, aunque más
que saltar pasa volando.
Las cañas saltan a medias;
no acaban de dar el salto.
Y cuando menos se espera,
de orilla a orilla, es extraño
que el puente salte también,
tan rocoso y tan pesado.
Y todos se maravillan
al ver cómo lo ha cruzado.
Dios mira desde una nube
en el río reflejado.
(De Paseando mis sueños)
sábado, 10 de noviembre de 2012
No se puede servir a dos señores
Jesús contrapone el afán de poseer a la práctica religiosa sincera. No se conciertan bien entre sí el amor al dinero y el amor de Dios. A los fariseos, para quien el dinero es motivo sobrado de bienestar, la renuncia al dinero es un comportamiento absurdo que les hace reír. No es convincente tampoco ahora proponer al hombre una clara preferencia de Dios, frente al atractivo de los valores materiales. Hagamos ver al menos que el buen uso de las riquezas compartiéndolas con los más necesitados, es un modo de servir a Dios, porque es un modo de ejercer el desprendimiento.
Reflexionar: Figuras de dicción
La literatura bíblica usa de figuras de dicción, a veces estereotipadas, especialmente expresivas. Así es cómo el salmista tiene prisa por dar cabal sentido al comienzo del día alabando a Dios, por lo que urge al arpa y la lira a que despierten de una vez y él mismo se apresta a despertar a la aurora con ese fin. Junto con esta personificación del acompañamiento instrumental, es igualmente repetitivo el recurso de dar gracias a Dios de que le haya preservado de la fosa, donde reina el silencio, porque de otro modo no hubiera podido alabarle en lo sucesivo.
Es lógico que estos recursos aparezcan precisamente en los salmos, donde el lenguaje se embellece de especial manera.
Rincón poético
AMOR DE DIOS
Te amo, Señor, tú bien lo sabes.
He empeñado mi vida
en aprender tus gestos
y en vivir junto a ti. Yo no diría
que fui infiel, aunque no te ame
como tú quieres, como yo querría.
Te amo, Señor, me halaga
decirlo al menos. No hay un solo día
que no rece despacio, tiernamente,
esta oración tan breve y tan sencilla.
Es como estar cantando, con los dedos
entre las cuerdas de unas lira,
como quien paladea
el vino dulce de una melodía;
es como estar uno lloviendo
sobre unas rosas o unas lilas.
Te amo, Señor. Déjame al menos
que el corazón gozoso te lo diga.
(De Paseando mis sueños)
Reflexionar: Figuras de dicción
La literatura bíblica usa de figuras de dicción, a veces estereotipadas, especialmente expresivas. Así es cómo el salmista tiene prisa por dar cabal sentido al comienzo del día alabando a Dios, por lo que urge al arpa y la lira a que despierten de una vez y él mismo se apresta a despertar a la aurora con ese fin. Junto con esta personificación del acompañamiento instrumental, es igualmente repetitivo el recurso de dar gracias a Dios de que le haya preservado de la fosa, donde reina el silencio, porque de otro modo no hubiera podido alabarle en lo sucesivo.
Es lógico que estos recursos aparezcan precisamente en los salmos, donde el lenguaje se embellece de especial manera.
Rincón poético
AMOR DE DIOS
Te amo, Señor, tú bien lo sabes.
He empeñado mi vida
en aprender tus gestos
y en vivir junto a ti. Yo no diría
que fui infiel, aunque no te ame
como tú quieres, como yo querría.
Te amo, Señor, me halaga
decirlo al menos. No hay un solo día
que no rece despacio, tiernamente,
esta oración tan breve y tan sencilla.
Es como estar cantando, con los dedos
entre las cuerdas de unas lira,
como quien paladea
el vino dulce de una melodía;
es como estar uno lloviendo
sobre unas rosas o unas lilas.
Te amo, Señor. Déjame al menos
que el corazón gozoso te lo diga.
(De Paseando mis sueños)
viernes, 9 de noviembre de 2012
Dedicación de la basílica de Letrán
La basílica de Letrán fue la primera iglesia romana donde se establecen los primeros papas, hasta su traslado a las colinas vaticanas. Era la iglesia madre de todo el cristianismo. La dedicación de esta sede se convirtió así en una gran fiesta romana, para extenderse luego a toda la cristiandad.
Desde la basílica de Letrán gobernaron los papas la Iglesia y dieron curso a sus disposiciones para encauzar a los fieles por los caminos de Cristo. Todos los ojos estuvieron dirigidos a esa realidad central de la unidad cristiana y sus corazones estuvieron pendientes de sus decisiones. Celebrar esta dedicación eclesial, es rendir un homenaje a todos los papas de aquella iglesia primitiva, que cruza toda la cultura e inquietudes medievales.
Que Dios siga sosteniendo con firmeza el brazo fuerte del papa actual, para que su gobierna se mida siempre por los frutos de su sabiduría, su santidad y sus aciertos.
Reflexión: Libros de texto y enseñanza
He estado hojeando algunos libros de texto actuales y salta a la vista la superior calidad sobre los de otro tiempo. Doy por sentado que no son los libros los culpables de la decadencia actual de la enseñanza; tampoco el profesorado, que en parte ya ejercía cuando la enseñanza cumplía satisfactoriamente sus objetivos. Hay que buscar el origen de la lacra en los modales desenvueltos y falta de todo respeto a quien ejerza la autoridad. Desde el sano disfrute de la libertad y respeto del estudiante, se ha pasado a la tiranía del alumno rocoso y el desprecio hacia el profesor, que tiene las manos atadas por leyes que dificultan su labor, mientras respaldan, de alguna manera, los desafueros de la arrogancia del niño.
Se prometen medidas correctoras. Mientras tanto, el clima de la enseñanza está enrarecido. Es ahí donde hay crear instrumentos que rehabiliten la eficacia del estudio y la excelencia de la buena educación.
Rincón poético
JUNTOS
¿Vivir a solas, ajeno a todo?
No tiene cuanta vivir tan solo.
Islas que anega la soledad,
nadie su arena pisó jamás.
Hay quienes viven para sí solos
desde que tachan su amor al otro.
El que renuncia al gozo de amar,
no tiene luz para los demás.
Teje en sus ojos la soledad
tupidos velos de tafetán.
Es así cómo se vive a ciegas,
porque te escondes cuando te encierras.
Sal de ese cerco de tu maldad
y abre los ojos a la verdad.
Un hombre falto de relación,
tiene en barbecho su corazón.
Vive contigo y con los demás
dándote al otro. Se vive más.
Vive tu vida en la vida ajena
como eslabones de una cadena.
No haya fronteras que nos separen,
haciendo de uno nuestros hogares.
Juntos podemos ser mucho más.
Vive contigo y con los demás.
(De Paseando mis sueños)
Desde la basílica de Letrán gobernaron los papas la Iglesia y dieron curso a sus disposiciones para encauzar a los fieles por los caminos de Cristo. Todos los ojos estuvieron dirigidos a esa realidad central de la unidad cristiana y sus corazones estuvieron pendientes de sus decisiones. Celebrar esta dedicación eclesial, es rendir un homenaje a todos los papas de aquella iglesia primitiva, que cruza toda la cultura e inquietudes medievales.
Que Dios siga sosteniendo con firmeza el brazo fuerte del papa actual, para que su gobierna se mida siempre por los frutos de su sabiduría, su santidad y sus aciertos.
Reflexión: Libros de texto y enseñanza
He estado hojeando algunos libros de texto actuales y salta a la vista la superior calidad sobre los de otro tiempo. Doy por sentado que no son los libros los culpables de la decadencia actual de la enseñanza; tampoco el profesorado, que en parte ya ejercía cuando la enseñanza cumplía satisfactoriamente sus objetivos. Hay que buscar el origen de la lacra en los modales desenvueltos y falta de todo respeto a quien ejerza la autoridad. Desde el sano disfrute de la libertad y respeto del estudiante, se ha pasado a la tiranía del alumno rocoso y el desprecio hacia el profesor, que tiene las manos atadas por leyes que dificultan su labor, mientras respaldan, de alguna manera, los desafueros de la arrogancia del niño.
Se prometen medidas correctoras. Mientras tanto, el clima de la enseñanza está enrarecido. Es ahí donde hay crear instrumentos que rehabiliten la eficacia del estudio y la excelencia de la buena educación.
Rincón poético
JUNTOS
¿Vivir a solas, ajeno a todo?
No tiene cuanta vivir tan solo.
Islas que anega la soledad,
nadie su arena pisó jamás.
Hay quienes viven para sí solos
desde que tachan su amor al otro.
El que renuncia al gozo de amar,
no tiene luz para los demás.
Teje en sus ojos la soledad
tupidos velos de tafetán.
Es así cómo se vive a ciegas,
porque te escondes cuando te encierras.
Sal de ese cerco de tu maldad
y abre los ojos a la verdad.
Un hombre falto de relación,
tiene en barbecho su corazón.
Vive contigo y con los demás
dándote al otro. Se vive más.
Vive tu vida en la vida ajena
como eslabones de una cadena.
No haya fronteras que nos separen,
haciendo de uno nuestros hogares.
Juntos podemos ser mucho más.
Vive contigo y con los demás.
(De Paseando mis sueños)
jueves, 8 de noviembre de 2012
Alegría por la conversión
Los judíos se escandalizan de que Jesús alterne con publicanos y gente marginal; él alega que a ellos es precisamente a quienes hay que reconducir a Dios.
Aquí, el hecho de la conversión está visto desde la natural alegría que produce siempre recobrar lo que estaba perdido, a la manera de una moneda valiosa, de una oveja extraviada. Así, los mismos ángeles en el cielo.
Si realmente amamos a Dios, y queremos llenar de gozo el corazón de Cristo, ya sabemos cómo lograrlo. Todo está en que volvamos nuestros pasos a él, mediante nuestra diaria conversión a Dios.
Reflexión: El color del hábito franciscano
Rincón poético
A JESÚS POR MARÍA
Virgen María,
Señora nuestra,
abre a este pobre,
por Dios, la puerta.
Nadie mejor
que tú ventea
dónde a Jesús
hallarle pueda.
Quiero saber
de qué manera
llegaré al sitio
donde él se encuentra.
Dime de dónde
parte la senda
por la que él pasa
y a él nos acerca.
Me harás ver cómo
es cosa cierta,
que estoy tan lejos
si está él tan cerca.
Para encontrarlo,
tú eres la puerta,
tú eres mi guía,
tú eres mi estrella.
(De Paseando mis sueños)
MIÉRCOLES, 7 DE NOVIEMBRE DE 2012
Bienaventurados los pobres
El seguimiento de Cristo impone una renuncia radical a todo lo que no sea darse totalmente a él, quien además propone ese entrega como fruto de una estrategia.
Del mismo modo que para conseguir algo importante, hay que prever las dificultades que nos puedan obstaculizar el logro final de ese proyecto, para conseguir de Cristo ser admitido al séquito de sus seguidores, hay que dar de lado a todo lo que impida esa cercanía sin fisuras que sólo se consigue con el desprendimiento más absoluto.
Todo lo que sea llenar nuestras alforjas del amor propio, de intereses y preferencias contrarias a la marcha que él nos ha trazado, es adensar la vida con cargas e impedimentos entorpecedores.
El Reino de Cristo es el reino del amor, donde se da todo por él. Por eso nos dice Jesús:
Bienaventurados los pobres, porque de ellos es el reino de los cielos.
Reflexión: El viento no tiene color
Lo dicho, el viento no tiene color. Llega furtivamente sin ser notado., como la muerte, que es negra, como todos saben. Se percibe por el tacto, caliente o frío, suave o áspero. Tiene nombres, según el lugar por donde se nos entra y su calidad. Al viento acariciante y tenue le llamamos brisa. Al que lo arrasa todo a su paso, huracán. Cierzo es el viento helado de las cuencas de río. Lo hay baboso y relamido, con sabor a liquen, en los altos y frondosos bosques húmedos.
El viento no sólo tiene alas, tiene cuerpo y mueve así y hasta zarandea la veleta de la iglesia, a su antojo. Hay molinillos que llaman anemómetros que miden su fuerza y velocidad. Y los hay gigantescos que hubieran desafiado con ventaja a don Quijote en las crestas de numerosas colinas. Son también maneras de estar, pero insisto en que al viento no se le ve venir; se le supone, como cuando oteamos una llanura donde la mies se mece o corretea a oleadas o los árboles se advierten sacudidos. En general, es undoso y flexuoso, porque, en definitiva, es aire. Sólo aire y no siempre puro.
Rincón poético
A MEDIA LUZ
No hace falta estar solo. No lo estamos.
Aunque a veces, no sé,
necesito estar solo conmigo mismo
para pensar, y me conturba el ruido.
No disimula el ruido su aspereza,
sus acres rozaduras,
sus ariscas caricias,
la piedra pómez de sus arañazos.
Sus aristas cortantes
te erizan con su desazón,
con su desasosiego.
Borrad el ruido como borra el viento,
ateridas de frío,
las hojas del otoño.
Me basta la delgada compañía
de la penumbra y el silencio,
tan discretos los dos, que no se sabe
si están, adormecida
como un remando su presencia.
Necesito estar solo
para dilucidar por qué estoy solo
conmigo mismo.
(De Paseando mis sueños)
Aquí, el hecho de la conversión está visto desde la natural alegría que produce siempre recobrar lo que estaba perdido, a la manera de una moneda valiosa, de una oveja extraviada. Así, los mismos ángeles en el cielo.
Si realmente amamos a Dios, y queremos llenar de gozo el corazón de Cristo, ya sabemos cómo lograrlo. Todo está en que volvamos nuestros pasos a él, mediante nuestra diaria conversión a Dios.
Reflexión: El color del hábito franciscano
El color del hábito franciscano es el marrón. La Regla que escribe san Francisco como forma de vida evangélica de sus frailes, establece que el color del hábito es el marrón, aunque no se especifica el tono preciso de ese marrón. Es elocuente en este sentido la historia de la pintura, que ha ido constatando de siglo en siglo cómo se interpretó ese dato en todo momento, desde la obra de Giotto, Cimabue, contemporáneos del santo, que han dejado su impronta en la basílica que erige en su honor fray Elías de Cortona, segundo ministro general de la Orden. Dejaron su testimonio sucesivamente el Greco, Guido Reni, Ticiano y tantos otros. En nuestros días, Benlliure nos dejó toda la vida del santo de Asís a la aguada. En los siglos XVI y XVII, vemos cómo el color marrón alterna con un gris oscuro. La reforma de san Pedro de Alcántara alteró ese dato cambiando el marrón por el azul, en honor de la Inmaculada.
El hábito, en nuestros días, ha dejado de ser una prenda habitual, si bien se sigue usando el hábito marrón en determinadas circunstancias.
El hábito, en nuestros días, ha dejado de ser una prenda habitual, si bien se sigue usando el hábito marrón en determinadas circunstancias.
Rincón poético
A JESÚS POR MARÍA
Virgen María,
Señora nuestra,
abre a este pobre,
por Dios, la puerta.
Nadie mejor
que tú ventea
dónde a Jesús
hallarle pueda.
Quiero saber
de qué manera
llegaré al sitio
donde él se encuentra.
Dime de dónde
parte la senda
por la que él pasa
y a él nos acerca.
Me harás ver cómo
es cosa cierta,
que estoy tan lejos
si está él tan cerca.
Para encontrarlo,
tú eres la puerta,
tú eres mi guía,
tú eres mi estrella.
(De Paseando mis sueños)
MIÉRCOLES, 7 DE NOVIEMBRE DE 2012
Bienaventurados los pobres
El seguimiento de Cristo impone una renuncia radical a todo lo que no sea darse totalmente a él, quien además propone ese entrega como fruto de una estrategia.
Del mismo modo que para conseguir algo importante, hay que prever las dificultades que nos puedan obstaculizar el logro final de ese proyecto, para conseguir de Cristo ser admitido al séquito de sus seguidores, hay que dar de lado a todo lo que impida esa cercanía sin fisuras que sólo se consigue con el desprendimiento más absoluto.
Todo lo que sea llenar nuestras alforjas del amor propio, de intereses y preferencias contrarias a la marcha que él nos ha trazado, es adensar la vida con cargas e impedimentos entorpecedores.
El Reino de Cristo es el reino del amor, donde se da todo por él. Por eso nos dice Jesús:
Bienaventurados los pobres, porque de ellos es el reino de los cielos.
Reflexión: El viento no tiene color
Lo dicho, el viento no tiene color. Llega furtivamente sin ser notado., como la muerte, que es negra, como todos saben. Se percibe por el tacto, caliente o frío, suave o áspero. Tiene nombres, según el lugar por donde se nos entra y su calidad. Al viento acariciante y tenue le llamamos brisa. Al que lo arrasa todo a su paso, huracán. Cierzo es el viento helado de las cuencas de río. Lo hay baboso y relamido, con sabor a liquen, en los altos y frondosos bosques húmedos.
El viento no sólo tiene alas, tiene cuerpo y mueve así y hasta zarandea la veleta de la iglesia, a su antojo. Hay molinillos que llaman anemómetros que miden su fuerza y velocidad. Y los hay gigantescos que hubieran desafiado con ventaja a don Quijote en las crestas de numerosas colinas. Son también maneras de estar, pero insisto en que al viento no se le ve venir; se le supone, como cuando oteamos una llanura donde la mies se mece o corretea a oleadas o los árboles se advierten sacudidos. En general, es undoso y flexuoso, porque, en definitiva, es aire. Sólo aire y no siempre puro.
Rincón poético
A MEDIA LUZ
No hace falta estar solo. No lo estamos.
Aunque a veces, no sé,
necesito estar solo conmigo mismo
para pensar, y me conturba el ruido.
No disimula el ruido su aspereza,
sus acres rozaduras,
sus ariscas caricias,
la piedra pómez de sus arañazos.
Sus aristas cortantes
te erizan con su desazón,
con su desasosiego.
Borrad el ruido como borra el viento,
ateridas de frío,
las hojas del otoño.
Me basta la delgada compañía
de la penumbra y el silencio,
tan discretos los dos, que no se sabe
si están, adormecida
como un remando su presencia.
Necesito estar solo
para dilucidar por qué estoy solo
conmigo mismo.
(De Paseando mis sueños)