viernes, 24 de septiembre de 2010

Echadoras de cartas y otros dislates

    Es fácil advertir que son varias las emisoras de TV dedicadas al extraño oficio de echar las cartas, consultas adivinatorias y otras brujerías por el estilo muy del gusto de gente vulgar. Es obvio que la Celestina no ha muerto.


    Hay quienes prestan su credulidad a estos embaucadores menesteres con fácil asiduidad, vacías de creencias vivas. No son creyentes, son crédulos, faltos de verdades que alimenten de luz su innata necesidad de indagar en la oscuridad del misterio. Y así las cosas, abrevan sus apetencias espirituales en la ilusoria virtualidad de hablar cons sus antepasados familiares o imaginar que desvelan su futuro particular.

    Obedece este falso intento a una vieja tentación de sustituir la creencia en Dios con la práctica de la brujería. Ya la Sagrada Escritura establecía su pecado en la Ley de la Santidad, cuyas leyes se cernían, entre otras cosas, sobre la infamante relación con adivinos y nigromantes, como puede verse en el Levítico. Y es que el abandono de las verdaderas creencias se salda con el culto a la memez, desembocando siempre en el mismo lodazal del paganismo absurdo.

No hay comentarios:

Publicar un comentario