lunes, 31 de diciembre de 2012

En el principio


Este prólogo con que Juan da comienzo a su evangelio, resume de una manera prieta sus líneas. En realidad, el evangelio de Juan, en una primera redacción, comenzaba con la presentación del Bautista, que no era la luz, sino que venía a ser testigo de la luz.
      El evangelista se remonta al principio de todo, para decirnos que la Palabra de Dios encarnada en este Jesús que se hace hombre, estaba ya junto a Dios en plena tarea creadora. Él es aquella misma Palabra creadora en los labios del Padre, que ahora se humaniza, para recrear y rehacer lo que el hombre por su ineptitud rompió.
      Sin embargo, cuando esa luz aparece entre los hombres revelándonos la verdad del Padre, la sombra que ennegrece el corazón del hombre se resiste a dejarse iluminar por ella; no supo ni pudo recibirla. Pero “a todos cuantos le recibieron, les dio poder de llegar a ser “Hijos de Dios”.
      Aprestémonos a recibir a Jesús, a abrir los ojos y llenarlos de su revitalizadora luz y vivir la Palabra viva de Dios en nuestra vida, dejándonos iluminar por la claridad espléndida de una verdad que es vida. Que no se diga ya nunca de nosotros que vino a los suyos y los suyos no le recibieron.


Reflexión

La palabra escrita de los evangelios


    Las tradiciones evangélicas conservan el sentido de la enseñanza de Jesús, pero es muy difícil reproducir textualmente sus palabras, por eso decimos que tal o cual evangelio lo es según Marco, según Mateo, Lucas o Juan. El biblista Camilo Maccise dice, por eso, que lo que realmente interesa no es tanto saber cómo se nos hayan transmitido las mismísimas palabras de Jesús, sino “que nos transmitan su voz, es decir, el anuncio debuena nueva” y lo esencial de su predicación, que acepta a Cristo como camino, verdad y vida”.


Rincón poético

EL GOZO DE AMARTE ASÍ

Villancico

En Belén hay una estrella;
los magos lo han percibido.
Mientras, los pastores hallan
a Jesús, recién nacido.

Me gustaría, Jesús,
saber con que villancico
te llenara el corazón,
si no te alegran los míos.
Y si te falta experiencia
de no haberlos nunca dicho,
mira bien que es el amor,
mira bien que es el cariño
la mano que los escribe
desde el fondo de uno mismo.
El gozo de amarte así
no tendría otro sentido.

En Belén hay una estrella
 y un ángel que la ha encendido.
Cantan y cantan pastores
a la orillita del río.
Dicen que hay peces que beben
y beben por ver al crío.
No lo sabría decir.
He estado allí y no lo he visto.


(De Tu luz nos haga ver la luz)

domingo, 30 de diciembre de 2012

El Niño perdido

    El itinerario desde Galilea a Jerusalén seguía el trazado del Jordán por por su lado opuesto reuniendo sucesivamente a las familias que salían al camino y se integraban en la caravana hasta Jericó, donde se organizaban según tribus antes de emprender la abrupta subida a Jerusalén. El regreso lurgo hasta Jericó, se hacía sin observar un orden establecido, y una vez allí, volvían a ordenarse en tribus.. Los niños bajaban jugando, y en Jericó esperaban a sus padres. Es allí donde José y María advierten que Jesús se ha quedado en la gran ciudad y han de regresar cansinamente hasta dar con él, ocupado en dialogar con los sacerdotes del templo. Tres días duró la angustiada búsqueda.
    Sus padres no puden menos de mostrar su disgusto, y Jesús les recuerda que él está en la casa de su Padre. Empieza, pues, a reconocerse como el Hijo de Dios que es, algo que sus padres no han de olvidar ya nunca.
    Ese dolorido desvelo de María y José por el hijo, ha inspirrado la celebración de la integridad familiar. La familia es la célula social insustituible. La comunión de amor y de vida que ofrece la familia cristiana, constituye el clima más adecuado para el crecimiento y madurez personales, amparados por la donación y amor mutuos, único camino posible de realización humana y cristiana de sus miembros.
    El amor es y será siempre el origen y fundamento de la familia; no hay sustitutivos posibles, lo que exige entrega y sacrificio, ya que nunca el egoísmo logró entramar comunidad alguna. Valores cristianos que fundan la familia son la solidaridad, la responsabilidad y el servicio, la tolerancia, comprensión y el compromiso con las personas, sobre todo con las más débiles y marginadas.



Reflexión

El 25 de diciembre

     No siempre el 25 de diciembre fue la fecha conmemorativa del nacimiento de Jesús. Al no  saberse en qué día concreto ni en qué mes tuvo lugar la natividad del Señor, la Iglesia primitiva le asigna en principio el 6 de enero, mientras se iba cubriendo un primitivo calendario que trató de ordenar la vida de Jesús, junto con la adoración de los magos y el bautismo. Rayando el siglo IV, se traslada al 25 de diciembre, en sustitución de la festividad pagana del dios sol. En Roma, la celebración de los magos continuó fijada en el 6 de enero, costumbre litúrgica que se traslada a toda la cristiandad.
    Lo importante no son las fechas, sino el sentido salvador que adquiere este hecho de un Dios que se asemeja así a los hombres para salvarnos desde nosotros mismos. 


Rincón poético

DOS FORASTEROS

En Belén, dos forasteros
buscan pasada y no encuentran,
que ocurre que el hombre a veces
tiene el corazón de piedra.
Cae la noche, arrecia el frío.
Hay un pesebre muy cerca.
La mujer alumbra a un Niño.
María es su nombre y Dios
es quien ha nacido de ella.
¡Nace y ya no tiene donde
Dios reposar la cabeza!
María sobre las pajas
del pesebre lo recuesta.

Como la noche es oscura
ángeles traen una estrella,
la encienden como un fanal
y sobre el portal la cuelgan.
Pastores acuden pronto
al portal y lo celebran.
Tiene la boquita de agua
el Niño y todos los besan.
¿Sabrán los hombres que Dios
les ha nacido en la tierra?
Cristianos, venir corriendo,
que Dios os abre sus puertas.


(De Tu luz nos haga ver la luz)





sábado, 29 de diciembre de 2012

El anciano Simeón

    La pobreza de la sagrada Familia y la redención por medio del dolor previsto de Jesús y María, son los dos temas del texto sagrado de hoy.
    José es pobre; no pueden presentar al templo una res pequeña como manda el Levítico, sino dos tórtolas, donativo de pobres. San Pablo nos habla del anonadamiento, la kénosis Jesús. Siendo Dios, se desnuda de sí mismo para soportar todas las limitaciones del hombre. Es así como hay que renunciar a todo relumbrón y  halagos del prestigio, a cambio de las servidumbres fraternas sin gloria.
    Con este tema de la pobreza, está el del sufrimiento purificador. El anciano Simeón pronostica el dolor redentor que han de sufrir el Niño y su Madre María. Y sin embargo, ésta es como una navidad gozosa para el anciano. Tenía el pálpito de que conocería al Mesías, y agradecido, entona ese himno de acción de gracias, porque que ya puede morir tranquilo.
    Entre tantos que veían a Jesús, sólo un anciano percibe su realidad divina y da con él. Como hoy, como siempre. Si no lo distinguimos desde el olfato de la fe, si no lo encontramos desde la esperanza que mantuvo siempre viva Simón, algo falla en nuestra manera de descifrar los signos de Dios que, hoy como siempre, debemos aprender a discernir.


Reflexión

 Mediante el Espíritu

    Es el Espíritu de Dios, el que incuba a Jesús en el corazón de María, el que nos lo trae ahora a todos nosotros impartiendo alegría entre cuantos son conscientes de que Dios acaba de investirse de nuestra naturaleza, la misma que él creó, y que a quienes sufren las acometidas del sufrimiento o los achaques de la enfermedad, les brinda la copa rebosante de su esperanza.
    Dios viene a echarnos una mano y hacernos suyos, mediante el Espíritu. Bienvenido sea.


Rincón poético

VILLANCICO TRISTE AL NIÑO JESÚS

El Niño Jesús
no sabe que ha hecho.
Por dar vida al mundo,

ha dejado el cielo.
Los ángeles lloran,
el Padre está serio,
sólo hay una estrella
que alumbra el misterio.
¿No será un capricho?
Ya no hay más remedio.
Volverá algún día,
mas volverá muerto.
¡No sabes Jesús,
yo cómo lo siento!
¿Qué puedo hacer yo,
si es que yo algo puedo?
¡Qué poco te sirven,
Jesús, mis lamentos!
Mas quiero que sepas
que, al fin, lo comprendo.
Los hombres te cantan.
Yo, además, te quiero.

(De Tu luz nos haga ver la luz)

viernes, 28 de diciembre de 2012

Los Santos Inocentes

    La perversidad de los hombres no tiene límites. Ése es el mundo que en vez de recibir a Jesús, lo vuelve a crucificar cada vez que en su nombre persigue y mata a sus seguidores por el mero hecho de serlo. Pero más que mirar la mano asesina, importa considerar la valentía de los que no huyen frente al martirio. San Sebastián abrió la puerta del martirio a todos los que seguirían su ejemplo y esa puerta permanece abierta todavía en nuestros días. Y la Iglesia nos propone la heroicidad de cuantos no dudaron ni dudan hoy en presentar a Dios el  ofertorio de su inocencia.
    Mateo, que gusta de ilustrar los hechos que refiere con citas bíblicas del AT, nos resume aquí el llanto colectivo de todas las madres que pierden a sus hijos inocentes con el llanto amargo de Raquel por los suyos. Es el llanto de todas las madres que ven cómo en el ara del nombre de Jesús se inmola y vierte la sangre de tantos hermanos nuestros de lejanos países donde ser cristiano es asumir el heroísmo de mantenerse firmes en la fe, Pakistan, Nigeria, Somalia, la India. Son los santos inocentes de hoy.
    Que no les falte el tributo de nuestros doloridos sentimientos y veneremos el testimonio valiente de sus vidas, como la Iglesia veneró siempre la de sus mártires en la antigüedad.



Reflexión

La eternidad del amor

    Se dice de un adolescente, que ha cumplido quince, diez y ocho abriles, porque la juventud es floreciente primavera. No se diría acertadamente de un viejo, que gracias a Dios, amarillo como los legajos de la historia, lleva ya en su edad las muescas de ochenta y tantos declinantes otoños, cuando no nevados y arañados inviernos. Sólo Dios, por eterno, es infinitamente joven, y cuando como con Jesús, se inviste de este tiempo que lo empolva y envejece todo, incluso muerto, el Espíritu de Dios lo devuelve a la eterna primavera de la Vida que es el amor del Padre.
    Dios nos ha nacido, e incluso humanizado su amor sigue siendo eterno, porque lo es su palabra. Identifiquémonos con él.


 Inocente inocente   


     Popularmente, es costumbre considerar inocente al que se muestra tolerante y facíl de engañar, y unas veces con ingenio y otras con sosas menres, se gastan bromas los unos a los otros sometiéndose a ingenuas inocentadas. De alguna manera, todos somos etimológicamente inocentes, porque inocente es el que no sabe. ¡Ignoraos tantas cosas!


Rincón poético


VILLANCICO PÓSTUMO

María tuvo un Hijo;
Jesús no tuvo abuelos.
¡Qué solo quedaría,
sin ella, allá en los cielos!

Jesús, tú lo sabías.
¡No sé por te has muerto!
Si hubieras dilatado
tu estancia en nuestro suelo,
si lo hubieras pensado
más, yo lo doy por cierto:
no estarías tan solo,
sin ella, allá en los cielos.

Con todo, si te sirve
en algo de consuelo
nos tienes a nosotros,
aunque, Señor, tan lejos.
Somos tus seguidores
y tú un hermano nuestro.
¡Qué solo quedarías,
sin ella, allá en los cielos!


(De Tu luz nos haga ver la luz)

jueves, 27 de diciembre de 2012

San Juan evangelista

    En tres días sucesivos, la Iglesia nos resume todo el recorrido del año litúrgico en tres etapas: el nacimiento de Jesús, la redención a través de la sangre de Esteban y la resurrección. Y en este tramo final, al borde del sepulcro, dos personalidades: la del primado que personaliza Pedro y la del discípulo proclive a la fe que el amor inspira. El uno, cauto, dudoso, entraña las responsabilidades de la Iglesia; el otro representa el espíritu animador de la comunidad creyente. No somos nosotros quienes elegimos nuestro papel en la Iglesia, sino Cristo, quien coloca a Pedro como piedra fundamental de su Iglesia y a Juan como dechado de espiritualidad amorosa.
    Queda claro que quien ama, huele la presencia de Dios. Quien desconoce los caminos del amor, necesita argumentos y raciocinios para rastrearle, como quien va de caza. Juan vio el sepulcro vacío y entendió al punto. El sepulcro estaba vacío para los ojos; pero el amor sabe leer donde los ojos no perciben nada. Quien quiera ver a Dios, que se ejercite primero, como Juan, en amar a ciegas.


Reflexión

Villancicos navideños
  

     La noche de Navidad se llenó de villancicos de todos los estilos, como si la noche estuviera floreciendo de encanto. Las emisoras de radio han rivalizado por ofrecer lo mejor de sus repertorios, desde temblorosas piezas flamencas andaluzas ribeteadas de palmas, panderos y rasgueos de guitarra, hasta los otras apaciguadas del norte de Europa y aun algunas entreveradas de jaz americano, donde el saxo, el piano y las recias voces negras de sus interpretes entrelazaban sus desarrollos y melodías.
    El villancico es el lenguaje con que la voz del pueblo canta el misterio de Belén, donde la alegría desbordada de los pueblos latinos hasta la piadosa contención del centro europeo. En todo caso, es la fe en la aventura milagrosa de un Dios que viene a salvarnos la que inspira a unos y otros. Los villancicos son labios entusiastas que rezan a Dios.


Rincón poético

  NACIMIENTO

El Espíritu acuna,
a la luz de una estrella,
al Hijo, en las extrañas
de la Virgen más bella.

Jesús está viniendo;
desde Belén nos llega.
Le acompaña José
y María lo lleva.

¡Dios mismo, uno de tantos!
¡Qué ventura la nuestra!
Nunca el hombre al Señor
le ha tenido tan cerca.

Nada como el amor
urde tanta belleza.
¡Que los cielos lo admiren!
¡Que los hombres lo vean!


(De Tu luz nos haga ver la luz)

miércoles, 26 de diciembre de 2012

San Esteban

    Ya había avisado Jesús, como vemos por el evangelio, que a los suyos, por el simple hecho de serlo, les llevarían a los tribunales por su causa, pero también que, de esa manera, darían heroico testimonio de él ante los gentiles.
    San Esteban es el primer mártir de la Iglesia, que por su palabra fogosa y la rotunda claridad de su predicación que no admitía fácil réplica, desconcertaba a sus adversarios, hasta el punto de que, nerviosos, no hallan otro recurso para hacerlo callar que apedrearlo hasta la muerte.
    Ocurre todo esto en la Sinagoga de los libertos, desde donde lo sacan a empellones al exterior de las murallas. Los cristianos vieron muy pronto cómo Esteban respondía cabalmente a la perfecta condición del seguidor del Cristo, y su ejemplo cundió como un incendio por todas las comunidades cristianas, de modo que en las persecuciones que empezó a sufrir la Iglesia, ya desde sus comienzos, fue tenido como testigo luminoso de la fe de Cristo, cuyo audaz testimonio merecía la pena difundir e imitar, convertido su ejemplo en el mejor estímulo para enfrentarse a toda suerte de asechanzas.


Reflexión

 
Jesús y los hombres
   

       En el DNI de Jesús consta que nació en Belén, a la luz de una estrella extraña, y que sus padres fueron José, descendiente de David y María. Ese DNI no lo hubiera firmado nunca ni la mano del diablo. Figura en él lo que creen los hombres que desconocen a Jesús. Cierto que Jesús es hijo de María, porque el dedo creador de Dios puso su huella dactilar en sus entrañas. Pero José, que es hombre, se limita, como padre adoptivo a  proteger y educar a Jesús, hasta hacer de él un hombre de bien. ¡Que buena persona debió de ser! Los hombres, erre que erre, como la burra que trilla el trigo, se empeñarán en que Jesús es hijo del carpintero. ¡Pues no señor! No siempre el reloj de arena de los hombres ajusta su hora a la del misterioso reloj sin tiempo de Dios.


Rincón poético

VILLANCICO DE JESÚS RECIÉN NACIDO

Ya ha visto a Jesús
la Virgen María.
Lo tiene en su brazos,
lo besa, lo mima.
¿Es Dios este Niño
que llora y la mira?
- Dios está en mis manos.
¡Oh, qué maravilla!

San José está serio.
Su esposa María
tiene a Dios tan cerca,
que no lo creería.
- ¡Cuidado, que es Dios
¡Cuidado, que es mía
la función que incumbe
velar por su vida!
¡Que no se te caiga
al suelo, María!

- ¿Qué estará mirando?
-san José decía-.
Los ojos del Niño
miraban,  reían,
al ver que una estrella
en el cielo ardía.
- Esa estrella es tuya.

y es Dios quuien la envía

(De Tu luz nos haga ver la luz)

martes, 25 de diciembre de 2012

La natividad del Señor

    El prólogo con que san Juan encabeza su evangelio, constituye ya en sí mismo un compendio del mensaje cristiano y del contenido de la fe en ese misterio que es el nacimiento de Cristo: El Verbo de Dios se hizo carne, se hace  nuestro, se humaniza, ya al alcance de nuestras manos y nuestros ojos, al alcance de nuestro corazón humano. Desde ahora podremos amarlo como a alguien asequible, cercano, a la altura de nuestro corazón, hablándole de tú a tú..
    Esta cercanía de Dios nos debe hacer entender que no tenemos derecho a perder la confianza en el hombre, en una familia mejor y una sociedad mejor, porque si Dios tuvo tanta confianza en nosotros, que se hace Niño envuelto en nuestra condición humana, a su imagen, debe ser obra nuestra humanizar nuestra convivencia mutua, tratando de amarnos como nos ama él.   
    Hemos de recuperar por tanto, ese regalo de la Navidad, la confianza en el hombre y en el mundo. Instados a amar a nuestros semejantes por decisión divina, difícilmente podremos amar al hombre si desconfiamos de él.
    Así es como el misterio de la Navidad nos introduce en la raíz de nuestra esperanza: porque si Dios, por amor al hombre, se ha hecho uno de nosotros, no es razonable pensar que amar al hombre sea un sin sentido, sino que ahora defender al hombre comporta de alguna manera defender a Dios, y ahora más que nunca, ofender al hombre es ofender a Dios. La navidad nos sensibiliza así hacia todos los problemas humanos, en la medida que nos acerca más al hombre, nos humaniza, al tiempo que se humaniza Dios en nosotros.



Reflexión

La ilusión de la lotería


    Azar llamaba la mitología pagana de Roma al dominio caprichoso con que regían los diosos los destinos de los hombres, y el resultado era tener buena o mala suerte. Con frecuencia los sacrificios tendían a placar el mal humor de los dioses y siempre a tenerlos propicios. El término suerte está tomado del juego de los dados, sortes en latín. Por cierto, no parece que los tahúres o fulleros creyeran a pies juntillas en esa fatalidad divina, cuando cargaban sus dados con plomo, para burlar la suerte.
    Hay veces en que también nosotros tentamos la suerte con ilusión, jugando a la lotería, pongo por caso. En ocasiones, todo se cifra al final en la ilusión con que hemos alimentado nuestra esperanza. Se diría, no obstante, que muchos tenemos la puerta estrecha y el gordo no entra.


RINCÓN POÉTICO


DIOS CON NOSOTROS

    Villancico

Dios ya no cabe en los cielos
y se ha venido a la tierra.
¡Que queden así las cosas!
¡Así sea!


Dios ha nacido en Belén
como hablaron los profetas.
María y José se abrazan,
los ángeles lo celebran,
la mula y el buey se miran
extrañados; no se enteran.
¡Que queden así las cosas!
¡Así sea!

Entre los astros del cielo
hay uno de centinela.
Dios ha nacido en Belén
y unos pastores lo encuentran.
¿Se habrán perdido los magos,
que es de noche y aún no llegan?
Con cinco afilados dedos
indica el lugar la estrella.
Dios ha nacido y es nuestro.
¡Que así sea!


(De Tu luz nos haga ver la luz)

lunes, 24 de diciembre de 2012

Nos visita el sol que nace de lo alto

    Hace dos días leíamos y se  comentaba el himno de María que le atribuye Lucas; hoy leemos el de Zacarías, entusiasmado por la noticia del hijo imposible que va tener su estéril esposa. Allí, María cantaba agradecida a Dios, reconociendo el inmenso favor recibido de él; aquí, es este piadoso sacerdote quien adivina ya poblada su casa con la bendición del hijo siempre soñado, y nos dice el evangelista que entona este himno lleno del Espíritu de Dios, que es tanto como decir piadosamente entusiasmado.
  
Llena del Espíritu Santo estuvo María cuando Dios se asienta en su carne para depositar en ella al Hijo que es Cristo, llena del Espíritu está Isabel cuando María va a visitarla. Dios viene a nosotros a poblar nuestra soledad con la presencia de su Hijo, y será el Espíritu de Dios quien lo hará presente en nuestro corazón y en nuestra vida.
    Cantemos también nosotros las maravillas de Dios. Cantemos llenos de su Espíritu, por este favor inigualable de elevarnos Dios a su categoría divina, que nadie antes de Cristo hubiera podido ni siquiera imaginar.   


Reflexión

Quien no se hace niño.

    La Navidad no lo es únicamente del Niño que Dios nos presta. Lo es de todos los que fuimos niños una vez y nos complace encontrarnos con nosotros mismos respirando el vaho acre y difuso del pesebre. Es Dios quien se empequeñece para ponerse a nuestra altura y es razonable que lo hagamos también nosotros para hallar cabida junto a él. Sólo así la paz que pregonan los ángeles ungirá la felicidad de nuestra vida.



RINCÓN POÉTICO



¿A QUÉ HUELE EL NIÑO?

     Villancico

El pesebre brilla,
la paja está nueva.
Da pena pisarla
esta noche Buena

San José está alegre,
La Virgen contenta.
¿Qué tendrá el pesebre
que ellos dos no tengan?

Tienen, hecho Niño,
hecho carne a Dios.
Lo trajo María,
lo tienen los dos.

¿A qué huele el Niño?
Decidme a qué huele,
hecho vino nuevo.
Hecho pan caliente.

Caía la tarde,
los magos no llegan.
Se les ha apagado
acaso la estrella.

Los cielos le invitan
con prisa a volver.
¿Qué tendrán los cielos
que no tenga él?
Él tiene a María,
María a José.


(De Tu luz nos haga ver lsa luz)

domingo, 23 de diciembre de 2012

Los milagros de la fe

    La de Isabel es la primera bienaventuranza que aparece en los evangelios: Bendita tú, porque has creído, le dice a María.
    La fe constituye un eje estructural de todo el evangelio. La fe mueve montañas, dice Jesús, y cuando la fe se desdibuja, como ocurre con sus paisanos en Nazaret, Jesús apenas si puede mostrar los signos prodigiosos del  Reino. La fe, en el evangelio es la piedra de toque de cuantos han de seguirle. La fe en su persona es la que abona la tierra fértil donde su palabra germine con eficacia y arraigue con fuerza, de modo que, identificado con ella, haciéndola suya mediante la práctica, el hombre fiel no morirá, porque su palabra no puede morir.
    Éste es el Hijo divino que viene a nosotros, del que la liturgia nos va diciendo, día tras día, de qué modo podemos conseguir que nazca en todos y cada uno de nuestros corazones, desde el equilibrio que da estar a buenas con Dios y de dar crédito a las palabras con que los ángeles informan a María de las verdades de Dios. María e Isabel son ejemplos vivos de mujer creyente.
    Demos gracias a la Virgen, espejo limpio y perfecto de la Iglesia, por darnos a Jesús, y a Dios por darnos a María.



Reflexión

Cosas de Navidad

    Acabo de ver en un dibujo humorístico de la prensa madrileña cómo un avión de combate casi se lleva por delante a un reno del trineo ése de Santa Claus, y al reno se le ponen todos los cuernos de punta. Es el encuentro de la realidad y la ensoñación. Las cosas son como son, no dejan de ser triviales, ordinarias, corrientes; el sueño embellece sus propias realidades que inventa la fantasía. No son y los ojos no las reconocen; existen en el ámbito de lo que quisiéramos que fuesen, tan cercano al mundo interior de los niños. Ante el avión que amenaza al reno, el adulto sonríe; el niño refunfuña.

 

Rincón poético
 
DIOS EN BELÉN

La Virgen María
nos está esperando.
San José la mira.
¿Qué estará pensando?

Dios mismo la habita.
Mediante el Don Santo,
es quien apoyó
en ella su brazo.

¡Dios hace unas cosas!
¡Qué cosas, Dios santo!
Ha puesto en la frente
de Belén un astro.

Y él mismo se viste
un cerezo blanco
y nieva de luz
deslumbrante el campo.

Los cielos celebran
con himnos, con salmos,
fecha tan excelsa
riendo, cantando.

De emoción, la Virgen
se ríe llorando.
San José la mira.
¿Qué estará pensando?


(De Tu luz nos haga ver la luz)

sábado, 22 de diciembre de 2012

Proclama mi alma la grandeza del Señor


Lucas pone en labios de María este agradecido himno de reconocimiento de los favores que Dios ha derramado con abierta mano en el recogido espacio de su humildad más íntima. Sabe que alguien en quien Dios ha fijado su mirada de tan formidable y dadivosa manera, no podrá ocultar la manifiesta grandeza de tamaño don, y en consecuencia, desde ahora no podrá evitar que la bendigan incesantemente todas las generaciones.
La santidad y misericordia divina del nombre de Dios son la clave de gesta tal alta., consistente en dar de lado a la altivez desafiante de los poderosos y enaltecer gratuitamente la pequeñez de los humildes. 
Es la respuesta que da María a la gracia infinita de haber sido constituida Madre de Dios, noticia que gusta de compartir con sus allegados, como Isabel. Tres meses permanecerá en su compañía, porque la alegría de tener tan cerca a Dios no puede encerrarse sin más en la caja de caudales del silencio. Estar con ella, es estar con el Niño Dios que lleva en su seno, hecho carne, en la suya, barro de nuestro mismo barro.

Reflexión

El invierno está aquí

Oficialmente, ya estamos en invierno, porque así lo decreta la meteorología, no sin cierta petulancia. 
El invierno, como todas las estaciones anuales, es azaroso y da comienzo cuando quiere y como quiere, pronto o tarde, suavemente o grave y ceñudo. Le da mismo lo que establezca el hombre de ciencia. No sabe leer, es analfabeto. Eso sí; retrasarse, no suele retrasarse nunca; más bien rebasa los límites que le imponen como si no los hubiera. Y es que los límites estacionales son estimativos y no quedan trazados en parte alguna. El otoño no sólo le abre la puerta a su ámbito, sino que arrasa los campos y se lo deja todo mangas por hombro para que él complete el desaguisado después. Y así, el invierno viene a aposentarse en un ámbito tal que no le es extraño. Eso sí, el frío con su séquito de heladas y sus nieves ya están ocupando los picachos y lugares más altos del país, y nos llega con el séquito de sus tercos catarros y los lacrimosos constipados que nos retraen al cálido cobijo de casa o nos inmoviliza en el lecho, cuando la fiebre se nos sube a la cabeza como un vino seco y recio  de Cariñena.
Alaben el invierno las ratas de alcantarilla y los blasfemos de pervertida lengua. El invierno es una maldad


Rincón poético


        CONSIDERACIÓN

                 Soneto

Yo tengo en la ventana un mirador
por el que pasa el tiempo, día a día.
Hay tiempo de dolor y de alegría;
aunque más de alegría que dolor.

Pasa deprisa ahora, y a tenor
de sus prisas, no esperé que vendría
por mi interés. El tiempo antes tenía
otro talante tranquilizador.

De noche mi ventana mira al cielo.
No tienen prisa alguna las estrellas,
colgadas de sí mismas, y en pos de ellas,

se va hacia los espacios en un vuelo
mi reflexión contemplativa. Celos
de tan alta quietud imprimen huellas.

(De Tu luz nos haga ver la luz)

viernes, 21 de diciembre de 2012

Dichosa tú, María, que has creído

Es este el primer elogio  de la eficacia de la fe en los evangelios, y se hace encomiando la que María puso en la palabra de Dios, que le hace saber qué ocurrirá y cómo en el misterio de la encarnación de Dios en su propia carne.
Creer en algo tan inaudito no era fácil, la prueba es que se asusta atónita y tiene que ser tranquilizada, casi sedada, por las palabras entrañables de un sonriente ángel anunciador. 
Dichosa tú que has creído, de lo contrario no hubiera ocurrido en ti lo que deseaba Dios mismo. Dichosa tú, porque tu docilidad te ha impulsado a doblar la cabeza ante la majestad divina, como un junco, en armonía con el propósito salvador de Dios. Dichosa tú.
Dichosos todos los que a imitación suya tengan a bien ajustar sus deseos a los de Dios en todo momento, desde la simplicidad de una vida cuidadosa de calurosa y franca lealtad que Dios pone siempre en sus relaciones de amor para con nosotros.  


       Reflexión

Un Papa tuittero

¿Quién lo iba a pensar? ¡El papa, ante el ordenador o un tablet enviando mensajes a diestro y siniestro! Y no exageramos, porque ha alcanzado en pocos días la nada desdeñable cifra de a de 1.200. 000, un millón más que sobrado. Dicen que al dar sus primeros pasos como simple aprendiz, dudaba un tanto qué tecla había que pulsar. Inició su aventura modernizadora con un simple saludo “Querido amigos”. Algunos le llaman ya el Papa tuittero. Lo cierto es que la moderna pastoral no ha de desdeñar medio alguno para acercarse a la gente y hablarle de Jesús. ¡Bien por el Papa!


      Rincón poético

          SAN JUAN

San Juan, que has puesto en el pecho
del buen Jesús la cabeza, 
dime cómo palpitaba
su corazón, como quiera
que su amor no sabe orillas
y son firmes sus maneras.
Sólo a ti te permitió
que le auscultases tan cerca
el pulso con que su sangre
le palpitaba en las venas.
Dinos qué oíste, qué alondra 
le golpeaba con fuerza
las paredes de su pecho
encendido con mil velas..
¿Le angustiaba ya el aliento
de Judas, que quedaba allí tan cerca,
encubriendo su traición
a cambio de unas monedas? 
Jesús abría sus brazos;
Judas cerraba su puerta
al misterio de Jesús
con redomada cautela.
Mira a todos a través
de ojos de serpiente muerta.
Sapos hablaran por él.
Troncos de odio le abatieran.
¿Te has dado cuenta, san Juan?
San Juan, ¿no te has dado cuenta?.

(De Tu luz nos haga ver la luz)

jueves, 20 de diciembre de 2012

Anunciación del ángel

Dios te salve, María, llena eres de gracia. Es así como saluda y bendice el ángel a María. 

Bendecir es la manera más espontánea de dirigirse a Dios por sus favores recibidos. La atenta consideración de un favor, la contemplación de un hecho que hable de la bondad o grandeza de Dios, es el acicate que provoca al punto en el ánimo unas palabras de agradecida bendición. Aquí en concreto se bendice a María, porque la ha elegido Dios como Madre de su Hijo.
A María la bendicen todos. La bendice su prima por haber creído; la bendice aquella mujer del pueblo que grita de entre la gente a Jesús: Bendito el vientre que te alumbró;.ella misma adivina que todas las generaciones bendecirán su nombre: Todos me llamarán bendita.
Esa es la razón de que en las oraciones de la misa se diga a Jesús que reciba, en la fiesta de la Asunción de María, este sacrificio de reconciliación y de alabanza. Bendigamos a Dios que nos dio a María y bendigamos a María que nos dio a Dios hecho uno de nosotros. Y esto no sólo hoy, pero sobre todo hoy, que la bendicen todos los santos y espíritus celestes.


Reflexión:

Nat King Cole

Acabo de escuchar una canción otoñal, Hojas muertas, del pianista y cantante Nat King Cole, muy triste, morosa, llorona y dulce, como los ocres entreverados de rojo intenso y suaves verdes anaranjados con que el año se despide de la vida vegetal y sus opimas cosechas, también amarillas como el trigo o los racimos de moscatel. Nosotros depositamos flores en los brazos de la losa que cubre a nuestros difuntos. El otoño se acicala a sí mismo de muy colorida manera, encendido como un atardecer. Me gusta la dulzona y decadente mediocridad del otoño, bien que nos abre la puerta polar a los rigores y frías desnudeces del invierno, tan desagradable, tan hostil, tan áspero siempre. Condicionados por nuestro entorno habitual, nos dejamos contagiar por las tristezas circunstanciales de este mundo. Pensemos cosas más gratas, que también las hay.


Rincón poético

A LOS PIES DEL CRUCIFICADO

La sombra de tu cruz, desfigurada
por la tierra rocosa en que se alarga,
es la nuestra, señuelo de la tuya.
Tu cruz es salvadora, pecadora
la nuestra, prosternada
a tus pies. Que tu sangre
consagre nuestra frente y vivifique
como una lluvia fresca y despaciosa
nuestros deseos de estar siempre
uncidos a tus pies, bajo la llaga
que te rompe el costado.
No es oscura tu sombra. Tiene abierto
el claro ventanal de la justicia
hacia el precio infinito
de tu sangre bendita.
Estés donde tú estés
haz de nosotros sombra tuya.

(De Tu luz nos haga ver la luz)

miércoles, 19 de diciembre de 2012

Zacarías


La fe, una vez más, en los evangelios de la infancia es la condición que exige la obra de Dios. La fe es el aldabón que hiere el pecho de Dios en nuestras relaciones con él. De ahí que dudar de su palabra merezca gestos de corrección que eduquen a quienes se pliegan a su sombra desde el amor y la esperanza. Dudar es poner en tela de juicio el amor de Dos. Quien le ama de verdad, no se permite el riesgo de dudar de él.
            Para Dios todo es posible. Cuando nos tiente la duda, pidamos a Dios, como los apóstoles, que nos aumente la fe.



Reflexión:

Queso de hace 7.500

La necesidad de alimentarse, inspiró siempre al hombre la obtención de todo lo que contribuyera a satisfacer semejante urgencia, semillas, verduras, alimentos elaborados con productos de la tierra y sus animales domésticos.
Lo he leído en la presa madrileña. Por tierras del norte de Europa, ya se obtenían productos lácteos hace 7.500 años. Quiere decirse que la leche ha sido desde siempre un producto básico de la industria casera del hombre primitivo. Así lo deducen científicos de la Universidad de Bristol del análisis de unas decenas de fragmentos de vasijas de cerámica, perforadas para colar la leche. Las vasijas tienen 6.000 años de existencia, lo que revela cómo los productos de la ganadería les servía a nuestros ancestros para la supervivencia. No sólo con pan y vino se anda el camino.


Rincón poético

       TU ESTANCIA AQUÍ

                  Soneto

Ya que vienes, Señor, a nuestro lado,
si de nuevo te vas, no tengas prisa
por dejar otra vez huérfana y lisa
esta tierra, mi Dios, que nos has dado.

Tu estancia siempre fue de nuestro agrado.
Sentir tu aliento, el soplo de la brisa
que nos alienta, el mismo con que avisa
del riesgo extremo de vivir airado,

es disponer de la voz oportuna
que nos inspirará en todo momento
las exactas palabras con que hablar.

Hay que engastarlas luego, de una en una,
con espaciado y cuidadoso tiento,
con elegancia incluso, en su lugar.


(De Tu luz nos haga ver la luz)

martes, 18 de diciembre de 2012

Le pondrás por nombre Jesús


  Jesús tendrá un nombre según la costumbre de Israel que signifique lo que se entiende, lo que la persona ha de representar. Su nombre, pues, no tendrá sólo una función distintiva, sino denominativa. Se intenta que el nombre diga qué es lo que va a ser quien así se llame. Jesús significa el que salva; será, pues, nuestro salvador.
En el nombre de Jesús bautizamos al que va a entrar en la Iglesia. En el nombre de Jesús nos persignamos. En su nombre predicamos, en su nombre concluimos todas las oraciones oficiales de la Iglesia y en su nombre se perdonan los pecados. Con el nombre de Jesús invocamos al Hijo de Dios para que nos asista e ilumine en nuestros momentos aciagos.
Al nombre de Jesús, finalmente, como pide san Pablo, toda rodilla se doble, en el cielo, en la tierra y en todo lugar. Y amamos y veneramos su nombre santo, porque amamos y veneramos todo lo que es suyo.

Reflexión:

De gústibus nihil scriptum est

Es un lugar común eso de decir que de gustos no hay nada escrito. No lo sé, aunque sí conocí a alguien que alimentaba el propósito de escribir un serio tratado sobre el tema, para acabar con recurso tan recurrente; en lo sucesivo, ya nadie podría invocar ese adagio. De hecho se sigue hablando del buen o mal gusto de tal o cual persona. Por alguna razón que se me escapa, mi personaje no llegó a realizar su soñado intento. Tampoco sé si empeñarse en borrar ese adagio es de buen gusto o no. Lo mismo da. Este humilde comentario mío trata precisamente sobre el asunto en cuestión, de modo que no se podrá decir ya acertadamente, que de gustos no hay nada escrito. Pues sí; sí lo hay; poco todavía, pero sí. A no ser que alguien anatematice y borre todo lo que antecede. 

Rincón poético

      ESCÚCHAME, SEÑOR 

Insisto una vez más en que me escuches
por este dolor mío
de no poder curar, como tú hacías,
a los necesitados, 
que penden de tus manos como un fruto.
Te importuno, Señor, como deseas,
porque te halaga que te hablemos
constantes, sin desmayo. He convertido
mi plegaria en martillo pertinaz
sobre yunque sonoro.
Hazme caso, Señor, te lo suplica
mi ansiedad, los gemidos dolorosos
de los míos. Olvida si es preciso
mientras tanto, estas otras
carencias que yo tengo. Sus angustias
son tan mías, Señor, como tan tuya
toda dolencia y sufrimiento.
Y así, Señor, soy yo el necesitado,
yo el que te necesita. No dilates 
ya más  la esplendidez de tus favores.

( De Tu luz nos haga ver la luz)

lunes, 17 de diciembre de 2012

Genealogías de Jesús en Mateo


  Es posible que estas lecturas para el hombre de hoy resulten poco interesantes y cansinas. Importa fijarse en el significado de los números tres y catorce. Son tres genealogías, cada una de ellas de 14 generaciones. El número tres, número significativo de la plenitud de las cosas de Dios, sugiere el origen divino de Jesús, y el número catorce, resultante de sumar los valores numéricos de las letras del nombre de David en el lenguaje bíblico, sugiere que Jesús desciende de esa estirpe regia.
El comienzo de la primera genealogía recuerda la del Génesis, para parangonar a Jesús con Adán, que si aquel abre la senda de la vida y de la muerte, Jesús como mesías pone en pie las promesas de Abrahán. Las tres genealogías ofrecen una línea bíblica ascendente que anuncia y concluye en Jesús, como cima de la salvación.
Todo nos ayuda a saber de Jesús, para aproximarnos más a quien viene a unir su condición divina a la nuestra terrena, gracias al amor del Padre.


Reflexión:
  
Las innumerables primaveras de Dios

    Dios que, desde la eternidad extática y sin cambios, echó a rodar pendiente abajo el ovillo del tiempo, tiene su reloj, no de horas y manillas minuteras, sino de avisos y advertencias. Es comprensible que esos avisos se sucedan, no tanto en la juventud como en la ancianidad del hombre. El joven cumple años sin dejarse afectar por tales acontecimientos. No les da importancia. Cuando se entra en edad, la medimos por años; su impronta en el ánimo del anciano se hace notar y lo comentan entre sí con cierto dejo de tristeza aderezada de recuerdos. Hay unos límites extremos e incluso amenazantes de tiempo a los que los años acercan cada vez de más sensible manera.
    Quien vive, empero, por Dios y para Dios, deja pasar el tiempo  sin acidez. El tiempo que nos administra Dios no se mide en cifras, sino en dones. Los años son siempre primaveras y pascuas floridas donde nos florece Dios y su alegría resulta siempre inmarcesible.

 Rincón poético


AL FINAL, CIELOS NUEVOS

Un día, ¡sabe Dios!, sobrevendrá,
como un descomunal desplome
sobre el cerco de todos los relojes,
la ruptura del tiempo.
¿Quién puede imaginar, quién adivina
cómo será ese espanto, esa fractura,
esa abismal manera
de que encojan los cielos en sí mismo,
y ese hundirse la tierra en la fisura
abismal de la nada, hecha pedazos?
La nada floreció como un almendro
cuando la mano creadora
acariciaba sombras sobre el sueño
del hombre y de las cosas.
Evaluaba Dios con qué bondad
brilló la luz y despertó la vida.
Dios desplegó los cielos, y la tierra
sació su sed en la primera fuente.
Un día, sabe Dios, la oscuridad
entornará los párpados inquietos
de la luz en los ojos.
Los puñales del frío se hundirán
en las últimas venas de la vida
y se morirá la curva de la tierra
como valle al revés, por un espacio
al que reduce a nada el apretón
de una mano infinita y poderosa.
Y al otro lado Dios creará de nuevo
otro cielo mejor, todo él estrella,
y una tierra sin mancha, inmarcesible,
como el pecho sin mancha de una virgen.
Un día,¡sabe Dios, roto el sonido
y hecho pedazos el reloj de arena.
 

(De Tu luz os haga ver la luz)

domingo, 16 de diciembre de 2012

Dios está cerca

      La alegría es el sentimiento que alienta en las tres lecturas de hoy, desde tres motivaciones de esperanza en la venida de Jesús: la venida histórica esperada por el pueblo de Israel, el memorial preparatorio para la venida espiritual de cada adviento, la venida definitiva, al final de los tiempos, para dejar rematada su obra salvadora.
    Ya Sofonías invitaba a alegrarse a toda Jerusalén, porque el Señor había cancelado su condena. Aquel día dirán: el Señor, tu Dios, está en medio de ti. Y el salmo abunda en ese mismo aplauso jubiloso: Gritad gozosos: Qué grande es el medio de ti el Santo de Israel. La cercanía de Dios motiva tal alegría de tan abierta manera. Es la alegría de la salvación que asoma por el horizonte de la historia   
      San Pablo invita de semejante manera a sus comunidades a que permanezcan alegres, por la misma razón, porque el Señor está cerca. Hay que avivar, por tanto, en nosotros la esperanza, sabedores de la feliz llegada de ese acontecimiento único del advenimiento de Cristo. El Dios que se encarna en María, es el Dios del amor, que viene a rescatar a quienes se saben apartados de la amistad divina por causa de un antiguo pecado. Es la verdadera razón de nuestra alegría. Dios nos envía lo mejor de su corazón, como Dios de misericordia infinita, para instalarlo en el nuestro, y ya lo tenemos cerca.



Reflexión: Tu luz nos hace ver la luz

Gracias a la luz, vemos las cosas que constituyen nuestro entorno. Sin luz, las cosas estarían ahí como si no estuvieran. ¿Quién no siente curiosidad por conocer el misterio de la luz? Por encima de todo, Dios es la luz que nos permite conocer las cosas y misterios de Dios y lo más natural entonces es querer conocerle a él. La luz de Dios nos desvela sus secretos y el amor resultante de creer en él, nos faculta para entra en el conocimiento de sus deseos, que es tanto como entrar en el cerco privilegiado de quienes se identifican con él. Su luz nos hace ver la luz.



Rincón poético
 

       PAN Y VINO

 

Jesús se encarna dos veces:
en la carne y en el pan.
Carne y pan serán lo mismo;
nada los distinguirá.
El Espíritu divino

sembrado tiene un trigal.
Cinco amapolas lo hieren;
las cinco ahí siempre están.
Y hay una viña muy cerca
donde el vino que nos da,
se sube por las paredes

del júbilo sin cesar.
La alegría es levadura
de un sacramento sin par.
Cristo encarnado de nuevo,
en la mesa del altar;
bendecido el pan y el vino,
ya no es vino, ya no es pan.


(De Tu luz os haga ver la luz)

sábado, 15 de diciembre de 2012

¿Elías vendrá?



      Los hechos y dichos de Jesús plantean cuestiones a los discípujlos de Jesús que no aciertan a resolver.Los tres que han visto a Elías dando testimonio del mesianismo de Jesús en el Tabor, inquieren mientras descienden del monte si el profeta ha de venir todavía o qué. Lo que Jesús expone es que no tiene por qué ser Elías en persona quien tenga que llevar a cabo ese cometido, sino alguien que entrañe su espíritu y haga sus veces, preconizando al mesías, y ése es precisamente Juan el Bautista, a quien Israel no reconoció. Tampoco se le reconoce oficialmente a Jesús, que seguirá la misma suerte mártir que Juan.


Reflexión: 

 La fe y la conversión

    Lo ha dicho el papa. Toda profesión de fe entraña una conversión y vuelta a Dios. Creer en Dios es sumarse a los dictámenes de su voluntad. La profesión de fe es aceptación y por lo tanto connivencia con lo que quiere de nosotros. Los discípulos de Jesús iban con él porque creían en su proyecto salvador, pero le pedían que aumentara su fe, al advertir que su credo dejaba resquicios donde su luz no tenía fácil acceso. En el camino que lleva a Dios, la fe es la puerta que da a la esperanza, y cuando se espera en alguien con ansiedad, es porque el amor le necesita. Hay que creer, pero hay que creer firmemente.



Rincón poético

 
          HOLOCAUSTO

Por los que no te creen y no obstante
te persiguen sin tregua, mi Señor,
por los que no conocen con qué ardor
les buscas tú como pastor amante.

Por los que, al fin, tu corazón sangrante
halle respuesta, en medio del clamor
del mundo, a los requiebros de tu amor,
arda yo en holocausto calcinante.

Calque mi pecho, oh Dios, la misma herida
que te taladra a ti; sangren mis manos
como las tuyas; golpes inhumanos

tundan mi carne. Del dolor la brida
ate a tu cruz, con nudos soberanos,
la escasa ofrenda de mi pobre vida


(De Tu Luz nos haga ver la luz)

viernes, 14 de diciembre de 2012

La indiferencia ante la vida

Lamenta aquí Jesús que la gente no sepa lo que quiere, como niños que juegan a bodas y entierro sin mover el ánimo de otros niños que les están mirando. No deja de ser un juego entre niños, pero lo grave es que ocurran también cosas semejantes entre personas adultas. Es lo que denuncia Jesús.
Tiene él presente dos hechos contrapuestos referidos a Juan y a él mismo. A Juan se le rechaza como a un tipo raro por su extrema austeridad, que ni come ni bebe. Pero están también los que rechazan las enseñanzas de Jesús, porque, a diferencia de Juan, no es una persona digna, ya que come y bebe, por lo que la crítica absurda le tilda de comilón y bebedor. Jesús ve infantilismo en tal manera de proceder
La crítica interesada no gusta de la objetividad; más bien, tiende a la caricatura inclemente. Siempre hay un lado débil por el que entrar a saco en la murmuración contra quien sea. A Jesús se le acusó de ir con pecadores; de querer derribar el templo; de que conspiraba contra los romanos; de que blasfemaba. Todo menos tratar de entender su palabra sabia, de dar un vuelco a la propia conducta más o menos descarriada y arrimar la propia vida a la suya ejemplar.
    Hagámoslo nosotros, ahora que se nos acerca paso a paso, y esta vez, no para menospreciarlo una vez más, sino para acompañarle amorosamente siempre.


Reflexión: La fragancia de la rosa

    Hay fragancias penetrantes y hasta escandalosas, embriagadoras, como la del galán de noche, y las hay recatadas, como la que efunde la rosa o el alhelí. El perfume de la rosa se nos antoja íntimo y requiere cercanía; no se exhibe ni llama la atención; es como un halo imperceptible que circunda pudorosamente la flor; un stradivarius de los aromas. Está muy lejos de los que inundan el ambiente desde la superficialidad ostentosa del derroche y la incontinencia. La rosa es perfecta de suyo y su aliento prefiere el comedimiento al fasto descarado. Su efluvio moderado invita a la elegancia de la sobriedad y al equilibrio de la proporción. No cortéis la rosa. Ahogaréis el sahumerio de su buen hacer.


Rincón poético


     DIOS CON NOSOTROS
                  Soneto

El sol sigue su curso lentamente
dando vida a la tierra que habitamos.
No tiene prisa, aunque nosotros vamos,
a recaudo del tiempo, como fuente

que mana día y noche indiferente.
Es condición mortal de los humanos
dejarse avasallar, prietas las manos,
como quien rueda por una pendiente.

Que el sol siga su curso, que la fuente
continúe manando eternamente
y el tiempo juegue obseso con su dado.
 

Mas no hay fatalidad; hay providencia.
Lo dice sabiamente la evidencia
de saber que está Dios de nuestro lado.


(De Tu luz nos haga ver la luz)

jueves, 13 de diciembre de 2012

Juan Bautista

Cuando Jesús quiere acentuar la superior condición de algo o alguien, recurre a una fórmula exclusiva suya para estos casos, con que da a entender la singularidad de su revelación. En verdad, en verdad os digo...
Y lo que recalca aquí es que no ha habido nunca persona alguna que rivalice con Juan. ¿Y por qué alaba así la excelencia de Juan? Juan existe por y para Jesús, su referencia constante. Es como un cartel indicador de su llegada, lo que unce su propia vocación al cometido salvador de Cristo.
        Nadie está más cerca de Dios que quien se identifica con su Hijo. El más pequeño de sus seguidores, gracias a la salvación que él nos procura, logra una gracia tan alta que nadie la hubiera podido soñar, la de ser hijo de Dios mediante el bautismo.
        El tiempo de Adviento lo es de esforzado y tenso caminar, desde el afán de amar y servir mejor a ese Padre bueno que nos admite como tales hijos. Y el viático idóneo para ese viaje es la oración, al rescoldo de la espera de Jesús, que viene para instaurar su reino. La oración nos abre la puerta que da a Dios; no la cerremos nunca.



Reflexión: Latigazos actuales del milenarismo


    El milenarismo y sus secuelas no han acabado nunca. La visión espectacular del fin del mundo ha poblado las tinieblas de la mente humana desde siempre. Hubo teorías apocalípticas que anticipaban de atropellada manera la venida definitiva de Jesucristo. Con el siglo XII, aflora con fuerza la preocupación por fin del mundo que creían ver a la vuelta de la esquina, y a finales del siglo, Joaquín de Fiore, haciendo uso de su preparación teológica y formación cultural, teoriza sobre la inminencia del hecho, con el apoyo de las máximas autoridades del momento, y la inquietud se difunde de inmediato por toda Europa. La reforma protestante del siglo XVI, favorece de nuevo el temor de su llegada y lo heredan las sectas a que la Reforma dio lugar. Desde ellas, se hace eco del utopismo secular la Ilustración y entra en los proyectos políticos de la Revolución francesa y los totalitarios después del comunismo y el nazismo.  
    Ahora, es la NASA la que sufre el acoso de miles de personas deseosas de una respuesta urgente y autorizada sobre el fin del calendario maya, que ocurre este año. A lo que la sabia entidad americana viene ofreciendo sus oportunas aclaraciones. Sencillamente, se trata de una equivocada interpretación. Lo que acaba ahora es la vigencia del calendario, que no tiene nada que ver con el fin del universo. ¡Tranquilos todos! Ninguna catástrofe a la vista. La tierra seguirá girando tranquilamente sobre su eje. Y eso sí; a cada cual le llegará inevitablemente su fin cuando Dios quiera. ¿Para qué más?


Rincón poético

      LAUDES

Me gustaría que, un día,
en un coro universal,
todas las cosas del mundo
te alabaran sin cesar
Me gustaría, entre todos,
loarte como uno más,
de modo que resonara
mi voz en ese cantar.
Que todo el mundo te alabe
en un coro universal
de armonía jubilosa,
retumbante, como el mar.
Me gustaría, Dios mío,
oír y certificar
que el mismo mar te alabase
encrespado, colosal
que el viento reconociera
tu aliento, que el pedernal
supiera de la firmeza
de tu gloria sideral,
que el espacio se asombrara
de tu calado abisal,
que todos se arrodillaran
ante tu trono estelar,
alabando la grandeza
de un Dios que no tiene igual.
Loado, oh Dios, siempre seas.
Haz tuyo nuestro cantar.


(De Tu luz nos haga ver la luz)

miércoles, 12 de diciembre de 2012

El paralítico

    Debió de ser muy sonado este episodio del paralítico; lo relatan todos los evangelistas. El paralítico representa a todo aquel que, por sus propias carencias, es incapaz de llegar a Dios por sí mismo. Son los amigos o familiares los que llevan al paciente hasta Jesús,  ejemplo vivo de apostolado y de amor al otro que nos necesita.
    Los cristianos somos intermediarios de Dios para llevar hasta él a quienes, por alguna razón, no pueden hacerlo por sí mismos. Cristo nos espera a todos, y es deber nuestro contribuir para que los demás puedan cumplir también con esa esperanza suya. Y para llevar a cabo este requerimiento apostólico, hay unas virtudes que pone de manifiesto el evangelio, y que son las que nos disponen para ejecutar tan valioso ejercicio. 
    Así, vemos con qué fe proceden los amigos del enfermo, capaces de vencer todas las dificultades que obstaculicen su propósito. Es, por tanto, una fe que no se queda en la mera adhesión intelectual a Cristo, sino que mueve a poner por obra lo que nos proponemos. Es entonces una fe activa y eficaz que da alas al proyecto de poner remedio a las necesidades urgentes de los demás. No basta con saber qué es lo que hay que hacer; hay que hacerlo.

Reflexión: ¿Quién inventaría la silla?

    En tiempos remotos, la gente se sentaba en el suelo, sobre una esterilla, como se hace todavía en el desierto y pueblos de costumbres ancestrales. Los judíos, en la sinagoga, disponían de un poyo adosado a la pared para escuchar la palabra sagrada. Tradicionalmente, las iglesias preferían el uso del banco. Los reyes sí usaban espléndidos sillones dorados que llamamos tronos. Tienen formas muy delicadas los que usaron los faraones egipcios, y es famoso, en el Escorial, el que se dice que empleaba Felipe II, tallado en piedra, para contemplar el desarrollo de las obras del monasterio, desde el monte. Los papas hasta no hace tanto tiempo, eran llevados por porteadores en sillas gestatorias, que recuerdan las usadas por los potentados romanos. En la edad media, el término patrimonial para designar la silla era cadira; que retiene el valenciano; la silla de montar es nombre que se generaliza, sustituyendo al vocablo original.
    En los pueblos se usó la silla con asiento tejido de enea o cuerda de esparto. Hoy, el diseño industrial ha multiplicado las formas y materiales que entran en su confección. Pero, ¿quién inventaría la silla?



Rincón poético

MARÍA Y LA NIEVE

La Virgen María,
tan pura, tan fiel,
observa la nieve
viéndola caer.
¿Qué tendrá la nieve
con ella, José?
Ella misma es blanca.
La nieve tal vez
no es tan limpia y clara;
María lo es.
Nieve son sus manos,

su pecho, su tez,
Nieve es el decoro
de todo su ser.
Tan privilegiada,
tan honesta y fiel,
no existió como ella

nunca otra mujer.
Tú también lo sabes.
¿No es así, José?


(De Paseando mis sueños)

martes, 11 de diciembre de 2012

La oveja perdida


    Es uno de los temas más recurrentes en el evangelio de Jesús, sus preferencias por aquellos que más le necesitan y entre ellos, están los descarriados. Defenderá esta postura suya contra quienes no comprenden que ha venido a salvarnos, y que no necesitan medicina los sanos, sino los enfermos, los pecadores.
    Con motivo de la conversión de la Magdalena, e igualmente cuando se sienta a la mesa con Zaqueo por idéntica razón o celebra con Mateo su elección como evangelizador de sus verdades, la gente unas veces y los fariseos otras, critican su acogida a cuantos necesitan volver a Dios. Y es el caso que los mismos fariseos entraban en el número de los que necesitaban de volver a él y no lo supieron advertir.
    Convertirse es obra que hay que renovar cada día. Unámonos a Jesús de la mejor manera posible, convirtiéndonos a él un día sí y otro también.

Reflexión: ¿Ingenio o talento?

    No es igual. El ingenio es la habilidad, o si se quiere, el talento para inventar. El talento es la capacidad para obtener buenos resultados en cualquier quehacer. El ingenioso requiere el talento, pero no al revés. Son dos maneras escalonadas de ejercer la inteligencia. Sólo que a veces el talento se anticipa al ingenio desde postulados más simples. Es lo del panadero que ha conseguido abaratar sensiblemente un alimento tan básico y necesario como lo es el pan. Preguntado por cómo era capaz de llegar a tales resultados, se limitó a informar que usaba harinas de menor calidad que la empleada corrientemente por los demás artesanos. Y ya tiene imitadores que recurren al mismo procedimiento.
    Ingenio o talento, lo que importa es que, como el panadero, hallen otros resultados similares en campos igualmente cruciales que hagan posible soportar el mal momento de la crisis.


Rincón poético

         ENSOÑACIÓN

Hubo un hombre montado sobre un sueño
cabalgando tendido entre sus blancas
crines de su corcel. Calcó horizontes
en sus ojos, y cuando no cabían
sacudía en el fondo de un paisaje
su equipaje de nubes y distancias,
y un llanto le bastaba para enhebrar la luz
otra vez en sus ojos.
Tienen alas los sueños de plumas luminosas
que los ojos no ven. Quien los cabalga
lleva engastado en el anillo
del corazón la sombra de una nube,
y en los acantilados de la sangre,
el tropezón sonoro de un mar embravecido.
Cielo y tierra al revés le ciñen con sus brazos
en su versión abstracta,
como fragancia de laurel
más allá de sus triunfos guerrilleros.
En los nichos del sueño
cabe todo. Dispone de alambiques
con que hornear imágenes,
matraces prodigiosos donde altera
sus colores la luz;
vapores amarillos que obnubilan
la táctil consistencia del barro que nos forma.
Es ocurrente,
es juguetón el sueño, veleidoso
el curso azul de sus caprichos vanos,
irresponsable la manera
de maltratarnos con sus pesadillas.
Caminar, navegar, ir a caballo
de los sueños, rescata
de la vulgaridad sucia del tiempo,
de semejate modo
a como la fragancia de una rosa,
de la agresividad de cada día
segrega su imprecisa levedad.
El sueño es el aroma de la vida.


(De Paseando mis sueños)

lunes, 10 de diciembre de 2012

Jesús y el paralítico



    Dice el evangelio que, sobre la enfermedad de aquel hombre que no podía valerse por sí mismo, el poder del Señor es lo que le impulsa a Jesús a curar.      El poder del Señor es el poder del reino que el Padre le ha encomendado. Curar a un enfermo es una acción de justicia, ya que la justicia de Dios es misericordia, compasión con que Dios remienda nuestras calamidades, y justamente la compasión es el sentimiento que arrastra a Jesús las más de las veces ante las deficiencias humanas.
    Se juntan aquí en Jesús su sensibilidad ante los necesitados y los poderes con que ha de extender el reino entre los hombres. Los fariseos ven en Jesús un hombre cualquiera, sin advertir la trascendencia de lo que hace y significa, y les desorientan sus poderes. Pero es que también hoy sigue siendo reprobado por los que no le conocen, y le persiguen tratando de prohibir su presencia en el mundo, incluso cuando queda representada en símbolos como el crucifijo o como en esas monedas eslovacas con la efigie de los santos Cirilo y Metodio.
    Defendamos nuestra fe y ejerzzamos el derecho de amar a cuenta de los que no le aman.

Reflexión: La enjundia de un buen libro


     La historia de las palabras es sorprendente y la curiosidad por conocer la génesis de algunos vocablos tiene sobrada justificación. Lo digo por lo que he leído de la palabra enjundia, un término que originariamente, en latín, de donde proviene, se formó por composición de dos palabras, axis, eje de carro, y úngere, untar grasa dicho eje, lo que dio axungia, que en el transcurso del tiempo, dará en castellano enjundia. La palabra española, además de su sentido original, grasa de animal, manteca, metafóricamente significa también riqueza de ideas de un libro, un discurso, de modo que esta palabra tiene mucha enjundia. 
 

Rincón poético

LOS ACHAQUES DEL FRÍO

El frío tiene el rostro demacrado.
Acaba de llegar, pero ya es viejo.
Viene como un mendigo que no tiene
pajar donde dormir.
Pordiosero con los labios ajados,
despojada de fronda su cabeza,
ateridas las manos.
Pasa despacio
de calle en calle, tiritando
y arrastrando los pies.
Ha derrochado
los frutos que acopiaban
precedentes cosechas,
menguada herencia
para quien desconoce la eficacia
de la almazara y el molino.
Él mismo no repara
en el espasmo de su tos,
sus cavernosos ojos,
sus manos ateridas.
Nada tiene, si acaso
el abrigo de nieve por los hombros,
el bosque congelado en la ladera,
la acristalada choza del relente.
Algo presiente acaso.
Evita contemplar el esqueleto
de sus reumáticos achaques
en los charcos que deja tras de sí.
El frío se parece demasiado
a los ojos vidriados de los muertos.
Nace y ya está muriéndose
como el ramaje de una sombra.


(De Paseando mis sueños)