lunes, 31 de diciembre de 2012

En el principio


Este prólogo con que Juan da comienzo a su evangelio, resume de una manera prieta sus líneas. En realidad, el evangelio de Juan, en una primera redacción, comenzaba con la presentación del Bautista, que no era la luz, sino que venía a ser testigo de la luz.
      El evangelista se remonta al principio de todo, para decirnos que la Palabra de Dios encarnada en este Jesús que se hace hombre, estaba ya junto a Dios en plena tarea creadora. Él es aquella misma Palabra creadora en los labios del Padre, que ahora se humaniza, para recrear y rehacer lo que el hombre por su ineptitud rompió.
      Sin embargo, cuando esa luz aparece entre los hombres revelándonos la verdad del Padre, la sombra que ennegrece el corazón del hombre se resiste a dejarse iluminar por ella; no supo ni pudo recibirla. Pero “a todos cuantos le recibieron, les dio poder de llegar a ser “Hijos de Dios”.
      Aprestémonos a recibir a Jesús, a abrir los ojos y llenarlos de su revitalizadora luz y vivir la Palabra viva de Dios en nuestra vida, dejándonos iluminar por la claridad espléndida de una verdad que es vida. Que no se diga ya nunca de nosotros que vino a los suyos y los suyos no le recibieron.


Reflexión

La palabra escrita de los evangelios


    Las tradiciones evangélicas conservan el sentido de la enseñanza de Jesús, pero es muy difícil reproducir textualmente sus palabras, por eso decimos que tal o cual evangelio lo es según Marco, según Mateo, Lucas o Juan. El biblista Camilo Maccise dice, por eso, que lo que realmente interesa no es tanto saber cómo se nos hayan transmitido las mismísimas palabras de Jesús, sino “que nos transmitan su voz, es decir, el anuncio debuena nueva” y lo esencial de su predicación, que acepta a Cristo como camino, verdad y vida”.


Rincón poético

EL GOZO DE AMARTE ASÍ

Villancico

En Belén hay una estrella;
los magos lo han percibido.
Mientras, los pastores hallan
a Jesús, recién nacido.

Me gustaría, Jesús,
saber con que villancico
te llenara el corazón,
si no te alegran los míos.
Y si te falta experiencia
de no haberlos nunca dicho,
mira bien que es el amor,
mira bien que es el cariño
la mano que los escribe
desde el fondo de uno mismo.
El gozo de amarte así
no tendría otro sentido.

En Belén hay una estrella
 y un ángel que la ha encendido.
Cantan y cantan pastores
a la orillita del río.
Dicen que hay peces que beben
y beben por ver al crío.
No lo sabría decir.
He estado allí y no lo he visto.


(De Tu luz nos haga ver la luz)

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