sábado, 15 de diciembre de 2012
¿Elías vendrá?
Los hechos y dichos de Jesús plantean cuestiones a los discípujlos de Jesús que no aciertan a resolver.Los tres que han visto a Elías dando testimonio del mesianismo de Jesús en el Tabor, inquieren mientras descienden del monte si el profeta ha de venir todavía o qué. Lo que Jesús expone es que no tiene por qué ser Elías en persona quien tenga que llevar a cabo ese cometido, sino alguien que entrañe su espíritu y haga sus veces, preconizando al mesías, y ése es precisamente Juan el Bautista, a quien Israel no reconoció. Tampoco se le reconoce oficialmente a Jesús, que seguirá la misma suerte mártir que Juan.
Reflexión:
La fe y la conversión
Lo ha dicho el papa. Toda profesión de fe entraña una conversión y vuelta a Dios. Creer en Dios es sumarse a los dictámenes de su voluntad. La profesión de fe es aceptación y por lo tanto connivencia con lo que quiere de nosotros. Los discípulos de Jesús iban con él porque creían en su proyecto salvador, pero le pedían que aumentara su fe, al advertir que su credo dejaba resquicios donde su luz no tenía fácil acceso. En el camino que lleva a Dios, la fe es la puerta que da a la esperanza, y cuando se espera en alguien con ansiedad, es porque el amor le necesita. Hay que creer, pero hay que creer firmemente.
Rincón poético
HOLOCAUSTO
Por los que no te creen y no obstante
te persiguen sin tregua, mi Señor,
por los que no conocen con qué ardor
les buscas tú como pastor amante.
Por los que, al fin, tu corazón sangrante
halle respuesta, en medio del clamor
del mundo, a los requiebros de tu amor,
arda yo en holocausto calcinante.
Calque mi pecho, oh Dios, la misma herida
que te taladra a ti; sangren mis manos
como las tuyas; golpes inhumanos
tundan mi carne. Del dolor la brida
ate a tu cruz, con nudos soberanos,
la escasa ofrenda de mi pobre vida
(De Tu Luz nos haga ver la luz)
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