jueves, 6 de diciembre de 2012

Edificar sobre seguro

    Jesús sopesa mucho la fortaleza de las verdades de Dios contenidas en su palabra. Es el mismo Espíritu de Dios quien da contenido a todo lo que dice. Y Jesús no se contenta con saber que es así, sino que comunica a los suyos las ventajas de oírlo y poner en práctica lo que dice.
    ¿Y qué es lo que dice? Enseña que cumplir con la voluntad de Dios es equivalente a edificar sobre seguro. Y al contario: quien edifica sobre arena, comete una imperdonable necedad. Edifica sobre arena quien hace caso omiso de las palabras de Jesús, arranque de toda fortaleza.
    Hagamos nuestras las palabras evangélicas de Jesús mediente el cumplimiento de lo que nos dice. Es alentador saber que, mediante el cumplimiento de lo que nos dice, estamos edificando sobre roca, la roca inconmovible de su verdad divina, palabra del Padre que, como él asegurta, no pasará.



Reflexión: Figuras de dicción

    Carlos Bousoño, en su celebrado estudio de los recursos poéticos del lenguaje Teoría de la Expresión poética, llama contagio a la intuición resultante de aplicar un adjetivo que correspondería a una cosa o ser en general, a una parte inherente al mismo, y propone como ejemplo la definición poética del canto del canario, transmitiendo al canto la cualidad más notable del famoso pajarillo en sí: el canto amarillo del canario.
    He recordado este procedimiento intuitivo, a cuyo uso era inclinado Vicente Aleixandre, al leer en el libro de los Proverbios dos ejemplos de este recurso estudiado por el poeta y ensayista, uno de cuyos adagios dice así: El vino es arrogante y el licor pendenciero. Dos ejemplos magníficos de un autor sagrado de hace siglos. Sin duda, la referencia de esa arrogancia y proclividad a la pendencia alude al comportamiento del bebedor descontrolado.


Rincón poético

ITINERARIO DEL SUEÑO

Dormirse no es morir, mas lo parece.
Hay otro lado en ti,
donde vivir la vida interiormente.
Cierra un momento la ventana
que da al trajín del día
y los ojos se aparten de las cosas,
para mirar cerrados
ese mundo interior donde apacigües
la inquietud de vivir desazonado.
Una mano apacible y misteriosa

mece la cuna de tus pensamientos.
Sueña desmadejado como sábana
deslumbrante de luz tendida al sol,
como barbecho reposado,
cementerio de paja

que nadie pisa.
El sueño es caprichoso.
Son otras su aventura y sus verdades:
balsámicos paisajes de tonos amarillos,
cielos por donde vuelan
con blancas alas los celajes,
recónditas lagunas
de anaranjadas aguas respirables
en sus profundidades y relojes
con su sangre de arena
que cuentan, paso a paso, leyendas temporales.
Mañana, cuando inunde
nueva siempre la luz
las exactas paredes de tu alcoba,
sabrás que estás naciendo nuevamente
como un cerezo en la ladera calva
por donde el tiempo hasta un riachuelo rueda.


(De Paseando mis sueños)

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