miércoles, 27 de noviembre de 2013

Os perseguirán


 El paralítico


    Es un vivo deseo de curación lo que anima a personas allegadas al paralítico a irrumpir en la escena de manera tan peculiar, abriendo un boquete en el techo de la casa. Y Jesús no es indiferente a la manifestación de una fe tan patente.
    Y como, según el común criterio de la gente, las enfermedades están provocadas por los pecados de quien las sufre, Jesús entiende que tanto da perdonar los pecados que supuestamente provocan la enfermedad, como curar al enfermo. Y opta por decir al paciente: Tus pecados te son perdonados.
    Los enemigos de Jesús reaccionan al punto ¿Quién sino Dios puede perdonar los pecados? Y concluyen que ha blasfemado. Jesús sale al paso de quienes le reprueban: -¿Qué es más fácil? ¿Perdonar o curar? A nadie se le critica por curar. Hecho que comporta el de perdonar. No proceden razonablemente entonces quienes le critican.
   
Reflexión


La gente sencilla

    Contra el proceder dogmático de los dirigentes religiosos, todos sin exclusión, ante el portento, quedan asombrados. La gente sencilla complacida, alababa a Dios. Y es que el evangelio es nuestro guía de caminantes. Caminemos siempre con Jesús, en cuya palabra está la única esperanza que puede librarnos de nuestras limitaciones, vacilaciones  y falsos criterios. Y que nos cure o nos perdone, tanto da.

Rincón poético

  EN PENUMBRA
Son las tres de la tarde y todavía,
entre delgadas nubes, se insinúa
sin enseñorearse de los cielos
la luz del sol,
como quien quiere florecer,
pero no puede. Y digo yo:
Esta penumbra que no es claro día
ni densa noche, corazón
que apenas late, ¿no es icono
humano de la indecisión?

Pretender una cosa y la contraria,
raya en fragante sin razón.
Querer y no querer conjuntamente
cantar y silenciar una canción,

ser y no ser al mismo tiempo;
así procede la vacilación.
Busco un camino indefectible
sin medianías entre el sí y el no,

sin titubeos, o a empellones
lejos de toda reflexión,
como el camino que es Jesús
que en línea recta lleva a Dios.



(De El espejo de Dios)


Os perseguirán

   Jesús no oculta a los suyos el futuro que les espera. Les perseguirán. Todo lo que deben hacer es mantenerse firmes en su fe y perseverar, a pesar de las dificultades que les van a salir al camino. Sufrir persecución por seguir la fe Jesucristo, lejos de anular la firmeza del creyente, se acrecienta cuando el amor de Dios une nuestros sufrimientos a los suyos.


La cruz es signo del acoso sufrido por Jesús, y debe serlo de toda persecución cristiana. Y si en ella fraguó Jesús su fortaleza, en ella debemos de fundar nosotros la nuestra.
San Pablo, desde su experiencia lo dice con toda claridad. En sus debilidades, se sintió siempre fuerte, respaldado por la cruz de Cristo. Esa es la razón de la entereza de los mártires. Supieron cogerse con fuerza a las manos llagadas de Jesús. Con él a su derecha, nadie temblará.
Que él nos acompañe siempre.

Reflexión

Jesús es el camino, un camino donde las rosas son mera tentación lateral. Son las piedras y altibajos las losan de ese sendero que nos identifica con él. Y si él es el primer mártir de nuestra fe, nadie que se considere seguidor suyo puede eximirse de las adversidades que nos salgan al camino. Seguir a Jesús comporta negarse a sí mismo. Su cruz no es sólo suya. 

Rincón poético


       CAPRICHO

Hubo una estrella en el cielo
que se apagó en Navidad.
El Niño llora que llora,
porque la quiere encontrar.
Quien sepa dónde se esconden
las estrellas que van,
que se lo diga, así el llanto
del Niño se calmará.
No basta con le digan
que la estrella volverá.
Él quiere la estrella ahora,
el quiere la estrella ya.
¿Quién le aconseja que espere
a que llegue Navidad?
No quiere esperar el Niño.

María se lo dirá.



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