La festividad de Todos los Santos conmemora este misterio de comunión de unos y otros, la comunión que formamos los que aún peregrinamos hacia el Padre, con los que gozan ya de las bienaventuranzas junto a Dios. De esta manera, la Iglesia celebra la memoria de todos los santos sin exclusión posible.
Honrémosles imitando sus virtudes y suplicando no dejar nunca de ser lo agradecidos que nos corresponda siempre, que es el sentido último de toda eucaristía, fuente de toda santidad.
Reflexión
Un cielo nuevo y una tierra nueva
Es razonable la opinión la opinión de san Pablo De que el primer pecado, al destruir el orden con que Dios había creado el mundo, quedó alterada la justicia divina, y al reconciliarnos con la gracia de su resolución, el mundo recobra su primitiva entidad. Sólo que la creación de un cielo y una tierra nueva ocurriría al final de todas las cosas.
SOLOS
Hay ocasión en que parece
que ya no estás en sitio alguno,
que me has dejado solo,
mas no como tú mismo
muriéndote en la cruz.
¿Qué pensabas tú mismo
que clamaste, Señor, tan desolado,
sin unas manos compasivas
que limpiaran tus ojos?
No me hagas mucho caso si me atrevo
a lamentarme acerbamente
de mis raspones y arañazos,
cuando tú eres un coágulo de sangre
empapándote el alma,
muriendo lentamente en una cruz.
Desde tu soledad ensangrentada,
enséñame a estar solo, Señor mío.
(De El espejo de Dios)
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