viernes, 8 de julio de 2011

Os perseguirán


Lo predijo Jesús. El odio a su nombre comportaría perseguir a sus seguidores, y semejante predicción hace siglos que viene constatándose con repetida puntualidad.

Es como un comentario a la bienaventuranza que bendice a quienes sufran por la fe en Cristo. Somos libres por naturaleza, pero el mal uso de la libertad de unos traspasa furtivo las lindes de la libertad ajena con excesiva frecuencia. Y es triste que a menudo, quien procede de tan arbitraria manera, intente emboscarse en la sombra de Dios para justificar sus desafueros. Dios, precisamente, hizo al hombre libre y es imperdonable torpeza pretender que se puede conculcar principio tan inalienable en nombre suyo.

Y hay un valladar que impide hacer llegar a tales sujetos la más mínima reflexión aclaradora: se interpone el fanatismo, esa nube negra, ese simún de arena impalpable del desierto que ciega los ojos.

Reflexión: Basura espacial
Los logros del progreso suelen contraer secuela de daños implícitos cuya eliminación no siempre resulta factible. Plásticos que contaminan los ríos, productos tóxicos que atentan contra la vida, basura espacial que pone en peligro las incursiones espaciales. Precisamente de la destrucción de los innumerables elementos procedentes de satélites desechables, cohetes portadores y fragmentos que contaminan nuestro entorno espacial inmediato, trata un proyecto puntero en que intervienen investigadores españoles, tendente a desplazar de órbita y destruir, mediante el uso de un potentísimo aparato de rayos laser, aún en fase de diseño y realización.

Son gratas noticias que el amante de la creación agradece complacido.

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