En el contexto social de una mujer viuda en situación de desvalimiento y un juez remiso que posee el poder de decidir sobre situaciones conflictivas de las personas, la viuda suplicante y tenaz simboliza el poder de la oración, que acaba por doblegar la voluntad del poderoso. La intriga del relato enseña a no dudar de la eficacia de la oración y no desfallecer en nuestro requerimiento mientras oramos. La oración de petición busca la confluencia de los propios deseos con los de Dios, venciendo su aparente renuencia a escucharnos, que a veces se dilata sometiendo a prueba nuestra constancia y nuestra confianza en él. La perseverancia tiene premio, viene a decirnos Jesús.
Reflexión: El fanatismo
He visto un video que muestra el castigo inhumano que se infiere, en determinado país, a un niño que, llevado de la necesidad, había hurtado pan. El correctivo consistía en inutilizar el brazo derecho del niño haciendo pasar por encima de él la rueda de un pesado camión. El espectáculo era sobrecogedor. Los gestos y gritos de dolor del niño, rodeado de adultos indiferentes, eran desgarradores. Y uno, sin pretender herir extrañas sensibilidades, se limita a preguntar; ¿En qué siglo cruel y salvaje estamos todavía?
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