lunes, 31 de octubre de 2011

Cuando des un banquete

No siempre fue adverso el trato de Jesús con los fariseos. Hay veces en que le invitan a comer, en una cultura donde la mesa es expresión de cordialidad y buenas maneras. Jesús accede, y durante la refección, aconseja al buen hombre que lo acoge, que, al invitar a la mesa a otras personas, prefiera beneficiar, antes que a otros, a los más pobres, lisiados, cojos y ciegos. Son una galería de gente desvalida a la que Jesús distingue sin disimular su parcialidad. Es su forma de amar al otro, dar preferencia a los pobres de cariño, comprensión y hospitalidad. Jesús se ve en ellos: nadie más pobre que quien, al entrar en el mundo, ha dejado a la puerta la inmensa grandeza que sólo él tenía; nadie más desvalido que él, luego, colgando de unos clavos en la cruz.

Reflexión: Halloween

Propicios en nuestro país a adoptar sin rubor toda clase de novedades foráneas, se ha dado en el desparpajo de celebrar esa fiesta macabra consistente en remedar episodios de terror, con profusión de máscaras de esqueletos y calabazas presuntamente terroríficas, en fechas que debieran inclinarnos a la memoria de cuantos nos han precedido y cuyo recuerdo velamos entristecidos. No honra a nadie tomar a juego y chacota lo que debiera ser pábulo de meditación grave y dar seriedad a la vida.....
- ¡Pero son cosas que hacen fuera!....
- ¡Muy razonable!

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