sábado, 8 de octubre de 2011
Lo importante
Dichoso los pechos que te amamantaron. Lo dice, desde el entusiasmo, una mujer. Por encima de todo elogio, dice Jesús, está el acierto de saber pulsar la divina voluntad, para saber en todo instante qué quiere Dios de nosotros y vivir en consecuencia. Él nos hizo a su imagen y semejanza y nosotros debemos ajustar nuestros deseosa a los suyos para que pueda mirarse en nosotros con satisfacción. Lo importante es eso, acertar en hacer su voluntad en todos nuestros actos. Jesús convierte en bienaventuranza este saber hacer.
Comentario
Para el judío, en general, todas las cosas están referidas a Dios, Creador de todo. Son varios los momentos en que Jesús mismo, a lo largo de su evangelio, convierte en motivo de enseñanza sucesos incidentales de suyo insignificantes. Jesús le saca punta a todo. No hay nada que no le sirva para inculcar el sentido de su nueva sensibilidad, resultante de ser hijos de Dios, a cuantos le escuchan atentos, porque para él, por ejemplo, lo importante no es bendecir los pechos que le amamantaron, sino compulsar cuáles sean los deseos de Dios en cada instante, para ajustar los nuestros a los suyos. Lo demás sería perder el tiempo. Sabía muy lo que quería y tenía muy claras sus ideas.
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