La contradicción en que caen los fariseos es notoria. Se indignan de que se cure en sábado; pero no dudan en atender a sus animales en sábado; cuánto más habrá que atender a las personas que lo necesitan. La ley ha de ser siempre humana, o no está pensada para el servicio del hombre, que es objetivo último de toda ley. Pero es que además el día del Señor, es el más adecuado para hacer el bien. El sábado es el día del Señor Jesús, el día de la nueva dignidad de los hijos de Dios, que es lo que procura Jesús sanando a la gente.
Reflexión: Más allá de los sentidos
No siempre vemos las cosas que están, y no por eso ponemos en duda su existencia. El sol sale todos los días, y no siempre es visible cuando hay nubes que lo velan. Aún así, ¿quién pone en duda su existencia? Y si disolvemos un azucarillo en un vaso de agua, deja de verse, pero está. ¿Y Dios? Dios no es objeto de visión para nuestros sentidos. No son ellos, sino la fe la que ventea su presencia. Taladle la fe a un individuo, y habrá perdido el olfato que adivina a Dios. En uno y otro caso, Dios no se deja ver, pero está, está.
Rincón poético
EN COMPENSACIÓN
Señor, sé que pudiste
haberme recordado que tu mano
es firme y poderosa.
Pudiste detener
mis pasos descarriados con el peso
de tu mano famosa.
Bien lo sabe Israel,
cuando en sus labios acalló tu nombre
de manera insistente.
Te doy gracias rendido
de que olvidara tu reprobación,
tu justicia indulgente.
Yo te resarciré.
Mi corazón inscribirá tu nombre
en la frente del mío.
Ciña tu voluntad
la mía, mientras subo a tu presencia
por la escalera de mis extravíos.
(De Paseando mis sueños)
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