martes, 16 de octubre de 2012

Sinceridad de corazón

    Es esta una de las ocasiones en que Jesús es invitado por un fariseo. Jesús no está de acuerdo con sus prácticas, pero no los excluye de su corazón.
    No cumple con la norma de limpiarse las manos previamente. Y les hace ver con qué cuidado cumplen requisitos externos, mientras descuidan lo único importante: la limpieza del corazón.
    Los doctores de la ley, aludidos,  muestran su enfado; pero Jesús es insobornable, y para hacerse entender, les recuerda todavía:
    - que quien hizo el exterior del hombre, hizo también el interior y que no hay que perderse en pequeñeces, con menosprecio de lo fundamental.
    Y siempre, que el amor a los demás es el signo preclaro de la pureza interior, ya que el proyecto fundamental del hombre es amar.

Reflexión: La teoría del color

    He leído de pasada en una revista de las que acompañan a la prensa diaria, que el color negro es frío; en realidad ni es un color, sino su ausencia; que el blanco es virginal, ¡de acuerdo!, que el rojo es pasional o algo así, que el marrón es un color vacío y no dice nada, y que el rosa significa la ternura. Sólo es
    Desde antiguo, los colores han sido objeto de atribución significativa. Las cintas con que las damas medievales premiaban a los caballeros triunfadores en un torneo, tenían el significado representativo de la dama en cuestión. Huizinga, en El otoño de la edad media, se ocupa de tales significados. Y antes, la pintura icónica neo bizantina, no coloreaba el manto de un Virgen al igual que lo hiciera con el de un ángel. Cada personaje evangélico tenía su color, como parte de un mensaje espiritual .
    Con el tiempo, hasta el uso cordial o espiritual de los colores puede degradarse, en conformidad con el contexto cultural de la época. Y entonces el negro es un color vacío de sentimientos, inhumano; el rojo, como la sangre, es violento; el blanco sigue sugiriendo el aseo virginal del alma; y la suavidad de la ternura, se encarna en el color entreverado de blanco y rojo de una rosa. La vanidad de los sentimientos sustituye a la elegancia mental.

Rincón poético

    ITINERARIO

No es largo el camino
que recorre el sueño.
Se pueden contar
sus pasos concretos,
que al andar no tienen
consistencia. Veo
cómo cubre el polvo
gozos y deseos.
¿Quién detiene el río
que llevamos dentro?
¿Quién la nube huidiza,
tan cerca y tan lejos?
Arde todavía
un último intento:
está la veleta,
aunque no esté el viento;
late el corazón
mientras quede aliento.
Si el reloj se para;
no se para el tiempo,
que si tú te paras,
es que ya estás muerto.

(De Paseando mis sueños)

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