lunes, 19 de abril de 2010

La trufa

Es notable, por estas tierras fragosas y austeras, la acelerada conversión de campos de secano en pequeños bosques de carrasca, para la obtención de trufa, la trufa negra de Teruel, ese hongo oscuro y aromático que, como aderezo, hace las delicias de los guisos más privilegiados. Por algo se le llama oro negro.
Perros de olfato convenientemente adiestrado husmean nerviosos el terreno hasta descubrir con temblorosa sorpresa el lugar exacto donde escarbar para dar con tan preciado género. Se cuenta ya por toneladas la cantidad obtenida en cada cosecha y su elevado precio es el mejor consejero de su implantación en tierras pobres, enriquecidas así con su cultivo. Empieza ya ahora la conversión en regadío del esos incipientes bosques de alineadas carrascas de secano, lo que asegurará la cosecha e incrementará la cantidad obtenida.
Es una sabrosa riqueza oculta con que nos regala la áspera naturaleza de estos pagos, las más de la veces solitarios, extensos y fríos .

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