viernes, 23 de diciembre de 2011

El nombre de Juan

Solemos decir que los nombres propios no dignifican, que su función es distintiva de la persona que designa en concreto. Par un judío, no. Paar un judío llevar un nombre u otro no es indiferente. El nombre tiene significado e intención muy acusadas, ya que con él se expresa la condición o categoría social de la persona a quien designa. Así, Enmanuel significa Dios con nosotros, Jesús, quien nos salva, y Juan viene a decir algo así como Dios da gratuitamente. ¿Qué es lo que se nos está transmitiendo en este pasaje con todo esto? Quiere decirse que, antes de nacer Juan, el misterio planea ya sobre ese niño que se llamará así. Todos interpretan entonces que el papel que representará en el Reino de Dios, empieza ya a alborear. Que Dios ha querido este nacimiento, porque tiene un proyecto sobre este niño. Por eso decían todos: La mano de Dios está con él. Una bella imagen. La mano de Dios. De manera muy semejante, Jesús diría un día que los signos prodigiosos con que Dios subrayaba lo que él hacía, no eran obra de Satanás, sino que era obra del dedo de Dios.


Reflexión: El compás de tres por cuatro

Lo que confiere alegría, dinamismo o serenidad, solemnidad y placidez a una composición musical es en muy buena parte el compás a que se haya sometido la partitura de una obra. Hay un compás señaladamente alegre y ágil, el de tres por cuatro. Es el de los valses y obras movimientos como El lago de los cisnes, pongo por ejemplo. No exclusivamente, claro. Piezas compuestas con ritmos de dos por dos pueden rivalizar con aquellas, sobre todo si se hace uso de los tresillos tan instantáneos y expeditos. En todo caso, los sentimientos gozosos como los reposados tienen que ver con los ritmos musicales que los configuran, sin dar de lado a los tonos empleaos, mayores o menores, anejos muy estrechamente a la dulce tristeza tan decadente de un Claro de luna y la exaltación acelerada de sentimientos más o menos desbordados de La tempestad, de Beethoven.


Rincón poético


VEN PRONTO, SEÑOR

La tierra está triste.
Sin ti no hay amor.
¿Dónde te escon
diste
que te encuentre yo?
Vuelve con nosotros.
Ven pronto, Señor.

Los pobres sufrimos
nuestra condición
con el acicate
de que el mismo Dios
se encarna en nosotros.
Ven pronto, Señor.

Lo auguraron todos
los profetas: Hoy,
nacerá en las manos
de una Virgen Dios.
Cantemos a coro:
Ven pronto, Señor.

Brillará en la frente
de la Virgen hoy

la luz de una estrella

que enciende el amor.
Ángeles la empujan.
Ven pronto, Señor.

(De Pormas para andar pot casa)

No hay comentarios:

Publicar un comentario