domingo, 25 de diciembre de 2011

Navidad

Ya el profeta Malaquías en un momento difícil en que la gente se siente desencantada porque al regreso del exilio, se percatan de que continúan bajo el dominio de medos y persas, recibe aliento de Dios con estas palabras: - Se acerca el día en que en que los malvados, serán destruidos como paja echada al fuego. Será un día que no dejará tras de sí rama ni raíz. En cambio para los buenos que cumplen mis mandatos, amanece un día de dicha y felicidad. Es el presagio de la edad mesiánica, en que la justicia y la bondad de Dios establecerán la paz entre él y los hombres. Hoy es el día. Ese día de luz. Ese día de paz. Lo dice el ángel a unos pastores: Hoy os ha nacido un salvador. Hoy es el día en que Dios se hace uno de nosotros, elevando nuestra condición a la suya divina gracias a la persona del Hijo, que justamente hoy, se nos entrega como moneda de cambio de nuestra salvación. Y esta cercanía de Dios nos empuja a que recuperemos el sentido profundo de la Navidad, que implica nuestra confianza en el hombre, porque ahora es hombre también Dios, que habita nuestro mundo, lo ha convertido en su casa, y que ha hecho suya la historia. No nos queda más remedio que amarlo también nosotros como lo ama él, dándonos a él a semejanza suya. Así es como el misterio de la Navidad nos introduce en la raíz de nuestra condición cristiana. La navidad nos enseña así a ir por el mundo con un mensaje de optimismo, alimentando confianza en torno nuestro. Creer en la Navidad, vivirla cristianamente, es crear una nueva humanidad con Cristo, haciendo que los hombres se sientan más cerca los unos de los otros, más capacitados para el amor y la fraternidad.


Reflexión: Los perfumes

Los perfumistas han hecho maravillas de sutileza en la obtención de fragancias, mezclando esencias diversas en su justa medida hasta lograr una equilibrada armonía entre ellas. Hay perfumes para todos los gustos, por más que a mi me siguen subyugando los aromas naturales como el de la mandarina, el tomillo, la fresa, y los que elaboran las mismas flores, como la rosa, el jazmín, el azahar, el galán de noche o el alhelí. El sentido del olfato discierne unos aromas de otros incluso abigarrados en confluencia de muchos. Lo hace el catador experto en vinos olorosos, y sobre todo, el perfumista que los elige para confeccionar un perfume determinado. ¿Cómo es que no hay concurso de perfumes, como los hay de otros productos menos exquisitos y refinados? Hay que suponer que lo impiden intereses encontrasdos. Tanto da; yo me quedo y me regalo con los míos naturales y sin manipulación de nadie.


Rincón poético

EL LLANTO DEL NIÑO

En Belén hay fiesta.
Cuando atardeció,
puso aquí una estrella
la mano de Dios.
Y el llanto de un Niño
de pronto se oyó

La Virgen lo besa
y es tanto su amor
que loco en su pecho
baila el corazón.
¿Por qué llora el Niño
si es Hijo de Dios?

Pastores le llevan
miel en un zorrón
y un cordero blanco
como el requesón.
¿Por qué llora el Niño
en su adoración?

Ángeles celebran

la gloria de Dios

y al niño le asusta
tanto resplandor.
¿Por qué llora el Niño?
¡Que contradicción!

(
De Poemas para andar por casa)

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