martes, 31 de enero de 2012

La hija de Jairo

Dicen que la grandeza de una confesión religiosa se mide por su actitud ante la muerte. Nuestra actitud cristiana ante la muerte hunde sus raíces en nuestra fe en Cristo resucitado: Mi vida en Cristo, como su palabra, no tiene fin. Creer, ante la muerte, es mirarle con esperanza los ojos a Dios, seguros de que más allá de nosotros mismos, nos espera con los brazos abiertos la grandeza de su amor, como una ventana a la eternidad, dando contenido a nuestra esperanza.
Los contemporáneos de Jesús sabían por las Sagradas Escrituras, que creer y esperar son dos caras de una misma realidad, y lo expresaban con una misma palabra. Se espera desde la fe en Dios; se cree desde la esperanza que da sentido a nuestra vida.
Jesús decía de la hija de Jairo, entre las risotadas de los incrédulos, que no había muerto, que simplemente dormía. El sueño es la metáfora con que los cristianos pensamos la muerte, porque sabemos que quien muere con Cristo, la muerte no le destruye la vida, sino que la renueva y resucita. El gusano de seda, embalsamado en su capullo blanco, no ha muerto, duerme, y volverá a la vida convertido en mariposa.
Que Jesús nos acompañe siempre desde la esperanza que nos inspira la fe en sus palabras.


Rerflexión: El falso plátano

En la plaza hay un falso plátano muy añoso, de amplia copa y grueso tronco entre amarronado y amarillento, cuya sombra cobija a un banco y a unos ancianos que, en verano, suelen acogerse a su frescor. Eso de falso plátano no hay por dónde cogerlo. De plátano no tiene nada; ni hojas ni fruto ni tronco ni nada. Quizás por eso le tildan de falso.
En otoño, cambia el verdor de su fronda por otra coloración parduzca un tanto enfermiza, y el látigo del frenético del viento, como un arriero embrutecido, despoja al árbol, arrebatándole sus amplias hojas palmeadas y esparciéndolas por tejados, terrazas y calles adyacentes.
A diferencia de la olma castellana que congregaba al concejo, en la plaza, para regir el pueblo, el venerable árbol no quiso nunca rozar problemática alguna. Eso la ha salvado de la animosidad irrespetuosa contra tantas cosas dignas. Ahí está jubilado, silencioso durante todo el invierno como quien descansa. En primavera, restañadas las heridas del cansancio, cuando vuelva a investirse de vida verde y hojas nuevas, los viejos se arrimarán de nuevo a su ancha sombra.


Rincón poético

DE MIS SOLEDADES VENGO

Si tú no estás, Señor, mis soledades
se quedan tan vacías,
que no acierto a poblar el desamparo
que tu desdén mi inspira.
Te necesito como nube el viento,
como el cielo la estrella donde brilla.
Lluévame tu palabra hasta que cale
en la reseca arena de mi herida,
lluévame torrencial, impetuoso,
nuevamente el amor que me predicas
en la tierra apenada
de esta desolación casi infinita.

Si tú no estás, no acierto a ver la luz
esplendorosa en que antes te veía,
cuando al amanecer, entre el boscaje
de la noche, a tentones, nace el día.
Si tú no estás, no acierto a ver las huellas
con que tus pasos predecían
hasta qué punto tu camino exacto
me encaminaba a tu presencia pía.
Si tu no estás, Señor, si tú no estás,
no sabes, no adivinas,
la destemplanza de mis soledades
cuánto te necesita.

(De Invitación al gozo)

lunes, 30 de enero de 2012

El poseso de Gerasa

Jesús no ha venido al mundo para que viviéramos más cómodamente, sino para enseñarnos el reino de Dios por el camino del bien, que conduce al Padre. Hay por lo tanto dos caminos, el del bien y el del mal. El buen camino conduce al reino de Dios. El mal camino, al reino de la perversidad. El uno es el espacio sagrado del amor y se opone al del mal, que es el territorio de la intransigencia, del fanatismo, del odio.
El exorcismo con que Jesús libra de sus ataduras a los posesos, representa la magnitud del poder de Dios que opone los remedios de su santidad a la postración del mal.
La buenas obras nos santifican. Buenas obras son las que se ajustan a la divina voluntad, frente a las que quebrantan sus deseos.


Reflexión: Arrecia el frío


Arrecia el frío. Es el tema de conversación de unos y otros en el mercado, en el colegio, en la tienda de la esquina. Y es que hace frío de verdad, ese frío titiritero que se te entra por los huesos y entorpece el esfuerzo y la actividad.
Este año el frío es intermitente y elástico. Se nos acerca y se aleja para volver más tarde, de día o de noche. No tiene horas. El frío arrecia últimamente con temperaturas infrecuentes. Lo declaran con su oscuro lenguaje las chimeneas que en mayor número ensucian el aire; la gente restregándose las manos con cierto frenesí, encogida y embozada con la clásica bufanda. Y hay otros signos: aumenta la clientela de las cafeterías, los coches echan vaho por el tubo de escape y el cielo no se quita la entalamadura arriera que le han puesto encima.
Es triste el invierno . Adormece la sabia de los árboles como anestesiándolos y blanquea con su mano fría las cumbres lejanas de los montes. Sólo la lluvia, días pasados, de noche, ilustraba con sus espejismos la estampa ciudadana en los charcos, esos espejos sucios de todas las calles.


Rincón poético

SÉ DÓNDE VIVES

Sé cómo ir hasta ti; sé donde vives.
Tus pisadas me indican el camino.
No me puedo perder, cuando la forma
se seguirte me la enseñas tú mismo.
A tentones, la fe sabe advertirte
con su sexto sentido.
Creo en ti de tal modo,
que a ciegas te presiento y adivino.
Y en todo caso, a oscuras,
me hablan de ti la luna, el viento, el río;
o me puedo perder cuando pronuncia
tu nombre su sonido.
La misma noche tiene estrellas
palpitando en los cielos infinitos,
y me dicen por dónde
has pasado ahora mismo.
Sé cómo ir hacia ti, sé dónde vives.
Tú ve delante; yo te sigo.

(De Invitación al gozo)

domingo, 29 de enero de 2012

Tú eres el Hijo de Dios

Que los diablos griten ante la gente que Jesús es el Hijo de Dios, hace pensar que están a su favor y tratan de atraer a la gente hacia él. Los diablos se han vuelto locos.
La malicia personificada en cualquier espíritu impuro, se opone a la santidad de Dios, el único santo, tres veces santo le cantan los coros angélicos. Contra la impureza, el exorcismo es una muestra de la actividad poderosa de Jesús, que para no ser tomado como un simple milagrero, el evangelista lo muestra envuelto en una enseñanza. Los evangelios hacen hincapié en este cometido de Jesús, ya que en su época era considerado un poder exclusivo de Dios.
El diablo es astuto. Que acate ante la gente la divinidad de Jesús, encierra evidentemente alguna maldad. En apariencia, es un reconocimiento de Dios, pero un reconocimiento diabólico que equivale a manifestar que con la llegada del reino salvador que personifica Jesús, su propio reino se tambalea y teme lo peor. Recurre, por eso, a que la gente le reconozca, le jalee y proclame rey, y así acabar con Jesús por la vía rápida, porque los romanos no tardarían en sentenciarlo, por sedicioso.
Aquí, Jesús se percata de ello y reacciona al instante, acallando severamente la voz perversa. Ya en la multiplicación de los panes, la gente se propone hacerle rey y él no pierde tiempo en escabullirse de inmediato como mejor puede, para impedirlo, y se interna en el monte.
El diablo es artero. Los hijos de las tinieblas son más astutos que los hijos de la luz, decía Jesús. La gracia de Dios que nos hace sensibles a todo lo que huele a maldad, nos dirá dónde se oculta y cuáles son sus maneras taimadas en todo momento.


Reflexión: Ser joven

Lo de ser joven, sea cual fuere la edad que uno tenga, puede constituir un soplo de aliento para más de uno que se ha dado cuenta de que ya no lo es. Creo que lo relevante es ser lo que se es en cada momento ilusionadamente, no ilusamente, sin engaño alguno.
La verdad nos hará libres, en la medida que la sepamos vivir con naturalidad, libres de la ofuscación con que nos mentimos a nosotros mismos o transgredimos desde la insensatez. La única manera de ser llanamente jóvenes es percatarse de que no lo somos, de lo contrario nos desengañarán crudamente los alifafes y achaques con que la edad nos jalona el curso de la vida. A lo sumo, vivimos juvenilmente cuando no cedemos al cansancio y los decaimientos que barre la alegría de saberse a la sombra de Dios. Una cosa es la juventud y otra la jovialidad.


Rincón poético

YA NO OS LLAMO SIERVOS

Llamaba amigos suyos
Jesús a los que amaba.
Sólo a quien prefería;
no a los que le increpaban.
¿Qué tengo yo que hacer,
que entre así en su compaña?

Adversarios reputa
a cuantos de él se apartan.
Saben sus seguidores
que es firme su palabra.
¿Qué tengo yo que hacer,
que entre así en su compaña?

Amarle inmensamente,
amarle como le aman
aquellos que le han dado
todo a cambio de nada.
Sólo así lograrás
entrar en su compaña.

Una cosa te pido
desde el fondo del alma.
Déjame ser tu amigo.
Sólo tú me entusiasmas
Haré cuanto me exija
entrar en tu compaña.

(De Invitación al gozo)

sábado, 28 de enero de 2012

La tempestad

El embudo en que se hunde el mar de Galilea, y los vientos encontrados del Mediterráneo y el desierto arábico, arman las conocidas tormentas de ese mar interior, que mide 24 por 12 kilómetros.
En el episodio evangélico, mientras la tempestad azota la barca hasta hacerse ingobernable, Jesús duerme en un rincón ajeno al pánico de sus discípulos. Le despiertan y le piden que haga algo. Jesús calma el mar revuelto, pero no sin dejar sin reprender en ellos la poca fe de que dan muestra. ¡Hombres de poca fe!, se lamenta.
El miedo no deja ver la realidad tal como es. Ellos no acaban de percibir que estando con Jesús, no hay riesgo que él no sea capaz de conjurar. Ellos mismos, investidos con la fuerza que da la fe, hubieran sido capaces, cuanto menos, de allanar el miedo. La fe lo puede todo, viene a decirles Jesús con su reproche. Pero la fe no puede limitarse a una confesión feliz; ha de ser una vivencia. Sólo quien vive firmemente la fe, es capaz de parecerse a Jesús y obrar, hasta cierto punto, de semejante manera a como obra él.


Reflexión: Caramelos sin azúcar

Los diabéticos que se resisten a prescindir de la dulzura azucarada del caramelo, y los que siguen dietas pobres contra la obesidad, han dado con la medida exacta de sus halagos, gracias al invento del caramelo sin azúcar, que es como saborear un pernil sin jamón.
Un caramelo sin azúcar es una degradación del término que lo designa. Parece ser que en la antigüedad, el dulzor de semejante golosina lo proporcionaba la caña de azúcar. De hecho, caramelo proviene, en latín, de la palabra caña, cálamus, en diminutivo, calamellus. El caramelo de azúcar no desmiente tan imperial origen.
Los dulces de hoy día, sin azúcar, son sucedáneos de aquellas exquisiteces de antaño. Suenan a lápiz sin mina de grafito, coche sin ruedas de goma, libro sin páginas donde leer, huérfanos de biblioteca y oscuro polvo sagrado.
Yo prefiero los caramelos de azúcar, pero......


Rincón poético

NO ES DIOS

Dios no es Dios
si no es amor.

No es buen dios el dios que mata.
Si él nos hizo, ¿cómo no
ha de amar al barro humano
que su mano modeló?
No es buen Dios.

Hay dioses que cierta mano
hizo, sin la precaución
de no hacer un dios sangriento
de hojalata o de cartón.
Dios no es Dios
si no es amor.

Decidle a ese dios que aprenda
a ser como es nuestro Dios.
Decidle que no está vivo
si no tiene corazón.

No sigáis a un dios que mata,
hechura de perversión.
Dios no es Dios
si no es amor.

(De Invitación al gozo)

viernes, 27 de enero de 2012

La semilla que crece sola

Esta parábola se inscribe en el grupo de las llamadas el crecimiento, donde están la del sembrador; la de la semilla que cae en campos diversos, y ésta de la semilla que crece sola. En la parábola del sembrador y en la de la siembra de la semilla, es el hombre el que actúa, ante la gracia de Dios que es la palabra; en esta otra, es la semilla misma la que crece, porque la fuerza de la gracia tiene la vitalidad misma de Dios
La tierra es la bondad del hombre. Y en su crecimiento se advierten la asimilación interior por parte del hombree, y la transformación espiritual consiguiente. La tierra buena fructifica siempre y el fruto es la respuesta de la bondad del hombre a la vitalidad de la gracia, propia del mensaje de Cristo.
Crezcamos poco a poco en gracia y amor de Dios, para hacer crecer a los demás con nuestro influjo.


Reflexión: La ceremonia del te

Los europeos hemos banalizado la ceremonia del te. Tomar el te es un rito entre religioso y doméstico para un japonés. El sentido religiosos de la vida pone un halo de silenciosa espiritualidad sobre los componentes de la ceremonia que adquiere un cierto aire de venerabilidad y nobleza. La ceremonia del te es una bella celebración así entendida. El occidental apenas si gusta otra cosa de tan grata infusión que la ocasión de dialogar y sólo le queda la puntual cita para su celebración laica y desnuda, a las 5h. de la tarde. Hemos desterrado el olor a incienso que tuvo siempre la espiritualidad y la bondad del corazón. ¿Para qué sirve la bondad y sus adláteres? En nuestra civilización Dios casi no está: ha sufrido un infarto.

Rincón poético

COMO LAS SOMBRAS

No sé, Señor, el tiempo que aún me queda,
porque no sé, mi Dios, el tiempo que me has dado.
No me preocupa, al fin. Quien me va urdiendo
la trama en el telar, sé que es tu mano.
El tiempo son hilachas
de eternidad que al hombre han hilvanado.
Por eso, de su Dios
el tiempo, agradecido, dice tanto.

El tiempo es una rueda y sólo tú
sabes las vueltas que le has asignado.
El día que detenga una pendiente
el curso que tú mismo le ha trazado,
latirá la alegría innumerable
con que me acojan, mi Señor, tus brazos.

No sé, Señor, el tiempo que me queda.
Me importa el tiempo acaso
que no he sabido utilizar,
ya transcurrido y desaprovechado.
¿Qué importa el tiempo a quien
ha vivido ya tanto?
Me importa sólo el tiempo que me queda
para estar a tu lado.

(De Invitación al gozo)

jueves, 26 de enero de 2012

La luz, en lugar destacado


La revelación de Cristo no es un don exclusivo de unos pocos, sino que debe alcanzar a todos. Es lo que quiere decirse con la lámpara y el candil, que han de colocarse en lugar destacado para que ilumine a todos por igual. Por eso, en otro lugar, dirá Jesús a los suyos que incluso ellos han de ser luz del mundo, no exclusivamente del pueblo de Israel.
Hay dos clases de destinatarios de la palabra, según su comportamiento, los que van entendiéndola poco a poco, porque se han identificado con la persona de Jesús, como sus apóstoles; y bastantes que no se preocupan ni de entenderla.
A aquellos se les ayuda, en privado, para que la entiendan del todo, con explicaciones esclarecedoras; de los otros, displicentes, se despega Jesús y les deja a su libre albedrío: Quien tenga oídos, que oiga, les dice como apartándose de ellos.
Tomemos nosotros a pecho propagar la verdad de Cristo. Debemos ser difusores de su verdad. Si la fe ha de llegar a todos, nadie debe vivir la fe en solitario, ajenos a los demás, porque la luz de Cristo debe llegar a todos.


Reflexión: La bondad y la malicia

En la sinagoga se oyó un día la voz de Jesús preguntar: ¿Es bueno o malo curar en sábado? La sinagoga calló y Jesús curó al enfermo.
Los planteamientos de Jesús eran demoledores. Los religiosos judíos presentes, desairados, se aliaron con los herodianos para matar a Jesús. Era su mas poderoso y triste argumento. Y quedó otra pregunta en el aire: ¿Es bueno o malo matar a un inocente? Lo mataron. Eso es todo.
La malicia, en un aprieto, calla siempre por estrategia, pero no deja de actuar, porque es corrosiva. Los malos, sobre todo los que lo disimulan, no pueden confesar nunca la bondad, porque sería reconocer su perversidad.


Rincón poético

OFRENDA

Te ofrezco cuanto tengo y que no es mío.
Es todo tuyo; tú me lo has prestado.
En alguna ocasión,
llegué a pensar ruin que era yo el amo.
De cuanto tuve y me apropié mezquino,
con no tener ya nada, me resarzo.
No quiero sentir mío
nada de lo que lo que tú, Señor, me has dado.
Tuyo, Dios mío, es todo cuanto tengo,
pues fuiste tú quien lo puso en mis manos.
Al ponerme yo en ti, sé cómo ahora
me pongo a buen recaudo.
Puedes pedirme cuentas
si no devuelvo tod0os tus regalos.
No quiero nada que de ti no venga
Me basta sólo estar siempre a tu lado.

(De Invitación al gozo)

miércoles, 25 de enero de 2012

Parábola de la simiente

El mejor o peor acomodo de la simiente de que habla la parábola, depende del estado del terreno en que cae, del camino, donde picotean los pájaros, del terreno pedregoso, sin tierra, y no arraiga, de las zarzas que la ahogan, y de la tierra fértil, donde crece y dará abundante fruto.
La simiente es la palabra; y las diversas clases de tierra, la disposición del corazón humano a recibirla en nosotros. Sólo un corazón bien dispuesto, dará todo el fruto que esa simiente puede dar de sí, el primero de ellos la fe.
¿Qué es lo que hace improductiva la palabra de Dios? Tener un corazón superficial, a merced de las seducciones del diablo; carecer de constancia; de la tierra pedregosa, que ante la persecución, asusta e induce al abandono; y finalmente, las zarzas con que significan las riquezas y otros atractivos del mundo, que preferimos al don revelador de la palabra divina.
Que Jesús siembre, al mrnos, en nosotros el atractivo de las cosas de Dios.


Reflexión: El tiempo en los relatos evangélicos

La acción discurre en todo relato entre las coordinadas de espacio y tiempo. La temporalidad evangélica suele presentar los hechos de manera juxtapuesta, atendiendo más al sentido teológico que al desarrollo del discurso activo.
La temporalidad evangélica no se atiene entonces a la normativa literaria del relato normal y corriente. Y así, en san Juan el tiempo cobra a veces valores trascendentes, simbolizando en la semana la nueva creación del hombre; y otras veces, desde concepciones opuestas de la observancia del sábado, confronta la acción de la gente frente a la de Jesús, de modo que mientras él cura en la sinagoga y a la suegra de Pedro e su casa, sólo cuando vence el día, la gente lleva sus enfermosa a que los cure Jesús, ya que en ese momento, según el cómputo judío, concluye el sábado y comienza un nuevo día.
Hay en ciertas ocasiones, yuxtapuestos por confrontación, el tiempo de la enseñanza de Jesús, y en un segundo plano, la intriga de sus maquinadores adversarios, en un mismo lapso de tiempo.
Subjetivamente, el tiempo puede tener singular importancia para sólo una persona, como ocurre con Juan, que recordará como decisivas en su vida las cuatro de la tarde del día en que conoció al Mesías. Tiene en este caso, de modo singular, carácter sentimental.
El evangelio, a un cristiano, ofrece valores espirituales que lo trascienden todo, y desde ese punto de vista, el evangelio es intemporal. Importa poco que a los hechos los encadene el hilo progresivo de las temporalidad o no. Su contenido es para siempre.


Rincón poético

AMOR DE DIOS

Dios es amor, no lo dudes.
Su misma vida es amor.
Los demás amamos; él
nos ama porque es amor.
Desde que nace le enseñan
a amarnos, porque es amor,
Contra él, ya siempre, se ensaña
el odio, porque es amor

Y en la cruz le arrebataron
la vida, porque es amor.
Por ser amor le mataron
y a cambio él les perdonó.
No pudo obrar de otro modo
ya entonces, porque es amor.
Por amor sigue absolviéndonos
su mano, porque es amor.
No puede, aunque lo pretenda,
no amarnos, porque es amor,

Porque eres amor, nosotros

tatuamos el corazón
con una frase que dice
que sólo tu eres amor.
Porque eres amor te amamos
ardientemente, Señor.

(De Invitación al gozo)

martes, 24 de enero de 2012

La familia de Dios

Los familiares de Jesús no creen en él y se valen de su madre para reducirlo a la casa paterna, convencidos de que no está en sus cabales.
Lo que intentan es grave: impedir que Dios lleve a cabo su obra salvadora del hombre en la persona de su Hijo. Ya lo entenderán con el tiempo, cuando muerto y resucitado, se aparezca a una multitud en Galilea y acaben por reconocerlo ellos mismos.
La frase con que replica Jesús a sus familiares carnales, indica que está poniendo la clave doctrinal de lo que será el arco de su Iglesia. Los que creen en él y aceptan su palabra, esos son su familia sagrada, hijos todos de un misma Padre.
Que Jesús nos dé la fe que necesitamos para percatarnos de que somos hijos de Dios y hermanos suyos, su familia eterna.


Reflexión: Trovador. com

Trovador.com es un espacio en Internet, fundado por un grupo pastoral de cristianos que comenzó produciendo música religiosa católica y acabó fundando ese portal, que ha llegado a reunir la no despreciable cifra de diez millones de visitas. Comienza sus actividades en 1994 y dos años más tarde amplía ese radio de acción, dirigido a los países de habla hispana, con fines evangelizadores. De la acogida que tiene entre los usuarios de internet, habla bien claro la cifra sobresaliente de las visitas que se giran a dicho portal.
Es conveniente tomar en consideración hechos como estos que nos muestran palmariamente que la vivencia de la espiritualidad cristiana está viva, sobre todo cuando advertimos que son jóvenes los avezados a emplear estos medios de la técnica moderna para alabar a Dios. Laus Deo!


Rincón poético

EL ALIENTO DE DIOS

Espíritu divino, cuyo aliento
me unce al amor de Cristo
y calienta mi fe, te necesita
mi esperanza también, porque si olvido
percibir cuanto espero
desbordado de gozo,
es que mi fe flaquea y la ceniza
ennegrece el amor con que a Dios amo.

Sopla sobre el rescoldo que me queda
y resuélvelo en llama. Aventa lejos
el polvo que esmerila la mirada
y no me deja ver con fe sincera
la límpida belleza
del rostro de Jesús resucitado.
Inspírame, que vea
su luminosa mano
en la sombra que arropa al pan y al vino.
En fin, inspírame qué debo hacer,
Espíritu divino.

(De Invitación al gozo)

lunes, 23 de enero de 2012

Tiene dentro a Belcebú

Con razón pedía Jesús que creyeran en su palabra.
Los escribas pertenecientes al grupo de los cumplidores, entienden que el Reino de Dios será una irrupción del poder de Dios que acabará con los no cumplidores, con los pecadores. Jesús predica la conversión y el arrepentimiento, en contra del cumplimiento y coleccionismo de las obras. Para ellos las obras tienen un precio con que comprar la salvación y hay que acumular obras, muchas obras, aunque sea de manera rutinaria. Esto conduce a la insensibilidad ante los débiles. Hay que acabar con ellos y con Jesús.
Pero, ¿cómo explicar entonces los milagros Jesús? Con el poder de Belcebú, príncipe de los demonios. Es el demonio, no él, quien hace lo que hace. En eso se resume todo lo que se les ocurre. Y Jesús les hace ver la contradicción en que incurren. ¡Nadie es tan necio que luche contra sí mismo!


Reflexión: Amigos y amigos

Es que hay amigos y amigos, y de todos debemos tener en mucho el favor gratificante de su amistad, bien que no por igual en nuestra estimación. Acabo de leer una frase muy explícita al respecto que dice mejor que yo: “Un buen amigo llega a tiempo, los demás cuado tienen tiempo”. No es lo mismo, en cuanto los unos acuden con presteza cuando se los necesitas; los demás, cuando les place. Supongamos que, desde hace tiempo, te complaces en dar de comer a unos gorriones. Uno de ellos se te pone en el hombro y baja a comer en la mano; los otros picotean por el suelo lo que les echas. Unos y otras se han acostumbrado a ti confiadamente. Algo así.
No dudes en corresponderles a todos con tu aprecio y agradecida consideración. Aun así, no dejes de analizar en cuál de esos dos hay que situarte a ti, cuando son los demás los que requieren tu tiempo y distinción.


Rincón poético

POR LOS CAMINOS DE DIOS

Tus caminos, Señor, siguen la estrella
que le brilla en la frente al horizonte.
Sé cómo andar contigo
a pleno sol y a plena noche.

Sé la manera
de seguirte pisando tus pisadas
con delicada exactitud, sé cómo han ido
siguiéndote esforzados, tras de ti,
quienes hicieron suyas tus demandas.

Yo lo intenté también, quise empaparme
de ti, con las maneras
que vi en los otros. Sólo que no es fácil
seguirte. Sabes bien que lo quisiera.
Me es muy difícil modelar mi barro
sobre el patrón de tu evangelio
para ser como quieres
que sea, y tú conoces mis intentos.

Sé qué quieres de mí.
Sé cómo andar contigo.
Sé con qué indiferencia
tratas a tus amigos.
¿No ves acaso cómo me disuaden
las estrecheces del camino?

No me deja hacer pie
esta arena que pisan mis deseos.
Es como quien te pone impertinente
una mano en el pecho.
No dejes que me arrastre el oleaje,
mi Señor, mar adentro.
Dame tu mano amiga,
como aquel día se la diste a Pedro.

(Del poemario Invitación al gozo)

domingo, 22 de enero de 2012

Las primeras palabras

Es ésta la primera vez que vemos predicar a Jesús, en un momento clave en que hay que proclamar que ha llegado el Reino de Dios y que ese Reino tan largamente esperado requiere de nosotros una pronta acogida, ya que comporta un programa renovador de singular trascendencia. Es como el enunciado general de todo el evangelio.
Hasta entonces se había vivido a expensas de la esperanza en el cumplimiento de las promesas sobre la llegada del mesías y su Reino; Jesús anuncia ya que ese plazo se ha cumplido. Una noticia que implica la conversión a Dios de cuantos han esperado con ansia este momento, lo que lleva a un cambio en el modo de pensar y en el modo de estar en el mundo.
Sus discípulos verán de otro modo la realidad inmediata y condicionante que les rodea, para lo que habrán de aprender a estar disponibles para todo. Dejan redes, dejan oficio, dejan familia, ya que ha cambiado en ellos su ser y la vida misma.
El programa de que disponen implica un cambio de mentalidad. Se trata de un curso acelerado de entrega y amor al hombre.


Reflexión: Elogio de la habilidad


Predica la antropología que de la habilidad el hombre dio un salto a la inteligencia no sin cierta parsimonia. Admiro la destreza allí donde se da todavía, por más que la máquina tonta, pero exacta, la va desplazando con ventaja. La artesanía está en baja. ¿Dónde está el matarife de antaño que desangraba al cochino con mano segura entre los bramidos iracundos del animal, lo habría en canal como quien abre un libro de anatomía y lo desguazaba como se desguaza un coche derrengado? ¿Dónde el pendolista que embellecía esa funda externa del lenguaje que es la letra escrita, con tanta pulcritud y belleza de trazo? ¿Qué es del herrero ubicuo que encendía el hierro en la fragua y lo domaba en el yunque para templarlo en agua y empabonarlo en aceite? Queda aún el etnólogo que enhebra mil sabores en el vino, el perfumista que arma sutiles combinaciones de aromas en el frasco de perfume y artistas como el pianista de ágiles dedos, el violinista que injerta el hilo de la melodía en su yugular, el pintor, creador de mundos de color, el poeta que enseña a pensar ensoñaciones al lenguaje, y poco más.
La habilidad inteligente del hombre está en crisis, como todo, y en trance de extinción.


Rincón poético

FUGACIDAD

Pasa el agua del río sin descanso,
suavemente pasa también la brisa,
pasan altas las nubes.
Nunca el tiempo, Señor, fue tan de prisa.

No deja huella el tiempo cuando pasa.
Nosotros la dejamos.
Así, sobre el silencio de la nieve
nuestra impronta al hollarlo.

Cuando la tierra cubra nuestros ojos,
se habrá ido de pronto, descosiendo
proyectos, desangrando mitos,
deshilvanando nuestra vida, el tiempo.

Es una rueda
cuya celeridad tiene sentido:
más allá de la vida, Dios espera;
y están con Él cuantos se han ido.

Acógeme, Señor, cuando me llegue
el turno de ir contigo, y que la brisa
siga empujando nubes y hojas muertas.
¿Qué importa si tú estás
mi Señor, a la vuelta de la esquina?
¿Qué importa, por más que
el tiempo pase y tenga tanta prisa?


Del poemario Invitación al gozo)

sábado, 21 de enero de 2012

Vocación de Leví


Una vez más, ordena Jesús a Mateo que deje la mesa de los impuestos a otro y que le siga. Y lo dispone con energía.
La palabra de Dios es imperativa cuando requiere del hombre acatamiento inmediato.
Mateo celebra tan alta distinción con una comida amigable de despedida, rodeado de colegas, y los fariseos se escandalizan de que Jesús alterne con publicanos, detestados por la gente. Jesús razona su decisión: él ha venido a salvar, no a detestar a nadie, a la manera como el médico procura sanar a los enfermos, no a los sanos. Era fácil entenderle; sólo la malicia se niega a toda comprensión.


Reflexión: Chesterton

Un acreditado reportero hace, en el artículo de un periódico digital, una disección del genio que movía la pluma del afamado escritor y notable pensador que fue Chesterton. Moría el mismo año en que nosotros nos enzarzábamos en una contienda incivil que duró años. Dice de él que el secreto de su brillante ejecutoria residía en su alegría, una alegría que hundía sus raíces en las aguas del bautismo. Su jovialidad es una prenda nacida del evangelio. Era lo que le llevaba a reírse de sus propias carencias. Ya adolescente, en un ejercicio de distinción entre la ironía sardónica y el sarcasmo, aducía que la sonrisa sardónica es la que provoca que uno mismo caiga de bruces en un charco; la risa sarcástica aflora salvaje cuando el que cae es el director del colegio. Es la diferencia entre reírse uno de sí mismo o reírse de otro. Por eso prefiere la ironía en favor, a la que hiere al otro, corrientemente llamada mala uva. No cabe duda de que ésta última tiene mala solera. En su caso, es el buen humor el fruto de la ironía fina con que se ayudó a destrozar la insipidez de “ese manicomio que es la modernidad”.


Rincón poético

TODAVÍA NO

Señor, escúchame, que he visto a un niño
muy pobre, con la mano
tendida, demandando una limosna.
Dale un padre, Señor, que no permita
ni le enseñe a ser pobre a un pobre niño
que no sabe ser pobre todavía.

La pobreza conoce
las puertas bondadosas de la iglesia
donde el Señor habita,
y donde tu evangelio
enseña, día a día,
amor al desvalido.

Que no induzcan los pobres tan temprano
a ser pobre
al niño macilento
que no sabe ser pobre todavía.
Los niños ni debieran
ser pobres. Necesitan
más amor que galletas,
más que desabrimientos, golosinas,
saber que son verdad los reyes magos
y la estrella señera que los guía.

No debieran ser pobres
tan pobres
de tantas cosas todavía.

(De Invitación al gozo)

viernes, 20 de enero de 2012

Los Doce

Como sociedad formada por personas, la Iglesia respeta las reglas justas que demanda la convivencia. Pero la elección divina de los Doce, no es un acto administrativo que se atenga a normas autoritarias o democráticas, sino a una concepción religiosa del hombre que la Iglesia conserva, heredada de Cristo, nuestra ley.
En la Iglesia rigen las reglas del amor, y el amor sólo entiende de entrega. Esos doce discípulos lo serán en la medida que se den por Cristo.
Doce, porque es un número sagrado de raíces simbólicas, las doce estirpes de Israel, por más que Dios nos elige a todos para la salvación de todos, porque la salvación es universal. Esa es nuestra democracia, trabajar fraternalmente para que todos lleguemos a ser igualmente hijos de Dios.
Dios es amor. Jesús es Hijo del amor, y del amor de Cristo nace su Iglesia, que comporta la negación de sí mismo en favor de la entrega a los demás. Esa es la norma a la que todos debemos ajustar nuestra conducta, el sometimiento al amor de los demás, a semejanza de Cristo, obra del amor a Dios que nos amó primero.

Reflexión: Con retranca

Se dice de alguien que habla con retranca, cuando se expresa con retintín y sarcasmo. Equivale al habla cachazudo que adoba la ironía. Veo con extrañeza que no lo registra el diccionario del uso del español de María Moliner y no adivino por qué.
Escribir de un tornillo, que con la herrumbre se vuelve aun más retorcido, es expresarse con retranca. Que unos niños, en la escuela, bauticen con el sobrenombre de Rompetechos al humilde compañero canijo que se resiste tozudamente a crecer con normalidad, es proceder con retranca.
Retranca, así, es sinónimo de befa, chufla, guasa, actitudes no exentas de riesgos. Un afamado escritor dramático español de los siglos clásicos, que gustaba de proceder desmedidamente, así, con escritores participantes en determinados concursos de iniciación literaria, fue acuchillado, de noche, creo que en la calle Arlabán, en Madrid, por alguien que, embozado y anónimo, se había sentido herido en su honor, otra forma de expresarse que no incluye la retranca, sino el despecho. No es lo mismo.

Rincón poético


LA LUZ DE DIOS

Ya no hay estrella en Belén.
Hubo alguien que la apagó.
Y han quedado los caminos
oscuros como tizón.
Mas no importa demasiado.
Siempre hay luz donde está Dios.

Noche cerrada esta noche
como el luto y el dolor.
Alguien apagó la estrella;
sola ella no se apagó.
Mas no importa demasiado.
Siempre hay luz donde está Dios.

Una vela se consume
en la llama en que ella ardió.
Ojalá no se le apague
al hombre su corazón.
Es lo más maravilloso:
siempre hay luz donde está Dios.

(De Invitación al gozo)

jueves, 19 de enero de 2012

La palabra y los hechos

En nuestra cultura occidental, al estructurar los contenidos evangélicos, tendemos a discernir y separar lo que Jesús hizo de lo que dijo; los hechos, de las palabras. No piensa así la Sagrada Escritura. En el Génesis se nos enseña que Dios dijo e hizo lo que dijo. Sus palabras son creadoras. No hay separación entre lo que Dios dice y lo que hace. Todo, lo uno y lo otro, es obra suya.
Así es como Jesús devuelve la salud a los enfermos, mediante la eficacia de la palabra. Su palabra es un hecho. No es sólo vehículo de enseñanzas, sino que es activa. Hace lo que dice.
De ahí también que aceptar las palabras de Jesús, hacerlas nuestras, es dejar que obren en nosotros desde su fuerza vital. Y quien acepta las palabras de Jesús, por su eficacia, se hace suyo y le sigue.
Nuestro testimonio conviene que resulte de vivir lo que Cristo nos enseñó de palabra. Quien vive lo que enseña Jesús, está actuando a la manera de Cristo con la fuerza del espíritu, que nos inspira lo que debemos decir y lo que debemos hacer.

Reflexión: Feliz encuentro

Y de pronto, la visita inesperada de un amigo desde tierras lejanas te, levanta el corazón como una pluma. La amistad es un regalo que nos damos los unos a los otros , el árbol frondoso de la generosidad que da generoso fruto todo el año. Un regalo que da saltos de emoción como el perro amigo cuando la ausencia pone inapreciable precio a estos encuentros periódicos. Es, a no dudarlo, uno de los modos de convivencia más gratificantes. Estés donde estés y a pesar de las distancias, la amistad te acompaña siempre como el ángel de la guarda al que tampoco vemos. Puedo decir que se me ha aparecido in ángel, porque he podido abrazar con gozo al amigo de siempre.

Rincón poético

LA IGLESIA VACÍA

La mano somnolienta del anciano,
que ha celebrado misa y le temblaba
el labio al borde de la copa,
reposa sobre el hule sobado del breviario
como un lirio marchito.

Sabe que no está solo. Nunca estuvo
solo, la puerta abierta
del corazón a pobres desvalidos.
Sabe que no está solo
quien a Dios tiene, pero a veces
siente una soledad que no tenía
cuando, joven aún, imaginaba
la Iglesia, como un papa, ante sus pies.

Sufre una soledad acristalada
de ausencias, agotado
el tiempo, la colecta y la alegría.
Sueña iglesias repletas de cristianos,
nubes grises pintadas por el Greco,
mendigos repartiendo limosna y crisantemos
y vuelos juveniles de plácidas gaviotas.

La realidad, después, es una ermita
vacía y una misa solitaria,
hueca la voz, calcada por el eco.
Tan lejana la grata concurrencia
y empobrecido el presbiterio,
acepta su pobreza hospitalaria,
con la lechuza y unas golondrinas
que anidan en el techo,
con una cruz de palo que no tiene
ni el crudo rostro de Jesús sangrando.

¿Como llenar de Dios todo el vacío
de Dios que Dios no llena?
Y reza y va rezando:
-Rezad conmigo, al menos, avechuchos,
negras aves de Dios: “Ave María”.

(De el poemario Invitación al gozo)

miércoles, 18 de enero de 2012

El sábado, en la sinagoga

Este pasaje reincide en el tema de ayer, la licitud de hacer el bien en sábado. Así presenta Jesús la cuestión ante los dirigentes religiosos que le están observando, presumiendo que Jesús, siempre compasivo, no podrá menos de curar al paciente.
¿Es bueno o es malo curar en sábado?, pregunta Jesús, y nadie se atreve a responder. Nadie se atreve a decir que sea malo. Jesús entonces no duda en proceder en razón.
Cualquier persona normal optaría por hacer el bien, como Jesús, pero el fanatismo es ciego. El fanatismo no se aviene bien con la sensatez ni la prudencia. El fanatismo es precipitado en sus decisiones, de modo que, desairados los fariseos, se alían con las fuerzas políticas para acabar con Jesús.
Que Jesús nos ilumine siempre con su luz y su bondad.


Reflexión: El destornillador

La palabra destornillador es descriptiva y dice qué función cumple la herramienta designada por tan encrispado sustantivo. Pero se me da que, a nivel casero, para todo sirve un destornillador, además de hincar y desentrañar tornillos, faena no siempre fácil cuando la tozudez se encastra en la herrumbre de tan retorcida piececilla. Si hay que practicar un agujero en la pared o en un mueble, a falta de otro instrumental más adecuado y eficiente, ahí está pronto el servicial destornillador; si hay que apalancar no sé qué, el destornillador se arrisca a hacer lo que no debe, a riesgo de perder su necesaria rectitud.
El destornillador es víctima de nuestra menesterosidad. Es el manitas de entre las cuatro herramientas domésticas de que disponemos todos para todo. Se habla del descubrimiento señero de la rueda, del fuego, del adobe y de la vela marinera. El destornillador, tan familiar, tan ubicuo, no goza de pedigree alguno que resalte su omnímoda utilidad. No es justo. Yo reivindico el lugar relevante que le corresponde a útil tan provechoso y propicio en la estimación humana.

Rincón poético


PERDÓN

Quisiera no temer ese momento
crucial en que concurra a tu presencia
falto de tantas cosas que he dejado
sin hacer, negligente y descuidado.
No es, Señor, que te crea
vengador, pero tienes
derecho a señalarme con el dedo
acusador y el gesto dedeñoso.

Sé que he dilapidado negligente
el tiempo que me diste generoso.
No mereciste nunca el desacato
de no ser todo para ti, cual fuiste
del todo para mí. Perdón, Dios santo.
Tengo dolor. Me duele el corazón,
mis latidos me duelen,.
me duelen tanto como a ti, Dios mío.

(De el poemario Invitación al gozo)

martes, 17 de enero de 2012

El descanso sabático

Jesús, desde el equilibrio y el buen sentido, quiere hacer ver que el sábado responde a la necesidad humana del descanso, y que se trata, por tanto de una norma en favor del hombre, no contra el hombre ni en menoscabo de otras necesidades del hombre más perentorias que el mismo descanso, como es alimentarse o curar a un enfermo.
Si esa ley va en detrimento de las necesidades del hombre, es inhumana, está en su contra y no es de Dios. La ley debe expresarse desde el equilibrio y para el equilibrio humano.
Respetemos el descanso dominical, que es el nuestro, pero no recetemos normas que atenten contra el sentido común y la honesta vida del hombre. Y aprendamos de Jesús, siempre prudente y sensato, el buen sentido y justa medida en todo comportamiento.


Reflexión: Mudanzas

Hay quienes, por su profesión, han de mudar de casa y destino, con más o menos frecuencia, lo que conlleva mudar también de hábitos, de convivencia, de la compañía de unos por otros amigos. Y es que la vida misma es un vaivén continuo, para veleidosos y para los que ese trasiego no les acomoda demasiado. Jesús enseñaba que ante todo hay que mudar de mentalidad, mediante la conversión a Dios del corazón. Mudarse es un fenómeno natural: mudan de plumón los polluelos, muda de piel la serpiente, de continentes la golondrina, muda el invierno de hojas caducas al árbol. El hombre primitivo, inestable y mudadizo, en sus migraciones mudaba de estancia de una región a otra. En cierto sentido, mudarse es rejuvenecerse, volver a empezar, como la primavera, como la lotería, como el embarazo.
En el hombre, la mudanza tiene sus incomodidades y desgarros sentimentales, pero somos animales de costumbres y acabamos siempre por ajustarnos a las nuevas circunstancias del nuevo entorno que nos acoge. San Francisco decía que somos peregrinos en este mundo, en constante mudanza, hacia un santuario definitivo cuyas puertas abre Dios, en quien y donde no cabe mudanza.


Rincón poético

DESDE SIEMPRE Y POR SIEMPRE

Dios era Dios,
cuando aún
no había nacido yo.

Es tirar piedras al propio
tejado negar a Dios.
No habías nacido aún
y él ya era tu constructor.
Dios era Dios
cuando aún
no había nacido yo.

Dios es amor. Quien no sepa
amar noblemente a Dios,
que examine si no es necio
negarse sin ton ni son.
Dios era Dios
cuando aún
no había nacido yo.

Hay una vela encendida
dentro de tu corazón
y otra más, siempre apagada,
que no da luz ni calor.
Dios era Dios
cuando aún
no había nacido yo.

Analiza en tu conciencia
quién te dice que no hay Dios
y quién te dice que sí.
Saca bien la conclusión.
Dios era Dios
cuando aún
no estábamos tú ni yo.

(De Poemas para andar por casa)

lunes, 16 de enero de 2012

Odres nuevos y viejos

La antigua alianza tenía sus formas de vivir la fidelidad del hombre para con Dios, expresada en los mandatos de Dios. Su vigencia duró largamente. Unos mandatos que comenzaron por un núcleo inicial, compacto y suficiente, enriquecidos luego por sacerdotes y doctores de la ley con normas complementarias, hasta abarcar todos los niveles de la conducta humana. Nada quedaba fuera de esa normalización de la vida.

Con Jesús comienza una nueva etapa de plenitud, a la que corresponde una alianza también nueva. Los antiguos hábitos han envejecido y resultan inoperantes: son los odres viejos, comportamientos a veces viciados por interpretaciones y añadiduras impertinentes que deben ceder su lugar a otros más ajustados a los deseos de Dios, de quien Jesús es su expresión. Son los odres nuevos.
Una y otra alianza se excluyen. No se puede andar con un pie en la ley mosaica ya rebasada y otro en la nueva ley de Cristo. Andar a medias entre una y otra, sería quedarse en la mediocridad. Y Dios aborrece la mediocridad, donde la luz y la sombra se confunden.


Reflexión: Libertad religiosa

Benedicto XVI, ante el cuerpo diplomático, acaba de proclamar que la libertad religiosa es el primer derecho del hombre. Para que no se quede en simples alegatos evangélicos, el papa da cuenta de cómo ha ido dialogando sucesivamente con estados como Malasia, Azerbaiyán, Montenegro y Mozambique, para establecer acuerdos y una fluida colaboración con todos., y su propósito de visitar el Sudán, donde la persecución religiosa no cesa. Es lógico sospechar en qué otros países pensaba el papa en esos momentos.
Así es cómo manifestó su deseo de que se vaya poniendo fin a la violencia en los escenarios políticos, hasta que se llegue a la paz verdadera entre todos los estados.


Rincón poético

PAZ Y BIEN

Paz y Bien, grita Francisco,
pero no hay paz en Belén.
Si no nos amamos, huelga
proclamarlo. Dijo bien
Francisco lo que sentía
siempre, con todo su ser.
Amar a Dios es amar
a sus criaturas con él.
Hermanos llamaba al agua,
al fuego, al rocío, al fiel
lobo que amansó su mano
como se amansa un corcel.
Hermano Francisco, sigue
con tu prédica y mantén
tu amor a todo. Yo mismo
quiero gritar: ¡Paz y Bien!

(De Poemas para andar por casa)

domingo, 15 de enero de 2012

Cordero de Dios

El episodio de hoy refleja un acontecimiento altamente significativo de la vida de Jesús en relación con los discípulos que irá haciendo suyos.
El evangelista san Juan prefiere referirse a Jesús como Cordero de Dios. Los evangelistas, aludiendo a lo que dijeron los profetas Isaías y Jeremías, que hablan del mesías, respectivamente, como siervo (que no ha venido a ser servido sino a servir), y como Cordero de Dios (que se inmola por nuestros pecados), usan indistintamente las palabras cordero y siervo. En hebreo, las dos acepciones quedan significadas por una misma palabra.
El pasaje viene a ser la historia de un encuentro. En principio, la curiosidad por saber cómo y donde vive Jesús, es lo que nueve a Juan y Andrés. Hay que ir con Jesús para descubrir su atractivo y su encanto. Se ha dicho de Andrés y Juan, que en ese episodio se dan pasos sucesivos: ven, oyen, / buscan y encuentran, todo un proceso vocacional.
Descubrir a Jesús, exige primero ponderación y búsqueda, hasta llegar al encuentro, que es cuando resulta ya creíble la palabra de Cristo, quien, con el tiempo, podrá recordar a sus discípulos: No fuisteis vosotros quienes me elegisteis a mí; fui yo quien os elegí a vosotros.

Todo lo que Jesús le pide al hombre de hoy es asimismo un día de entrega y reflexión en su compañía. Ya se encarga él de los demás, que es en definitiva quien nos elige, aunque muchos son los llamados y pocos los elegidos.



Reflexión: Virus y antivirus

Hay algo que algunos no acabamos de comprender del todo, y es la monomanía de quienes crean virus informáticos con que invalidan discos duros e infieren serios daños y gravámenes a los inocentes usuarios del ordenador, cuando no a una empresa u organización social. ¿A quién beneficia este acoso indiscriminado en que se ha convertido esta práctica ominosa? El simple prurito de alardear, ante el espejo de la insensatez, de sus hazañas informáticas, actuando como gato que juega con un ratón, además de su memez, lo que demuestra es la irresponsabilidad de semejantes virólogos.
¿Qué hacen, de modo efectivo, las altas instancias para anular esta plaga de malhechores? Al usuario, impotente ante esta virulenta avalancha, no le queda otro remedio que instalarse un antivirus, esos programas inhibidores más bien caros. Y en todo caso, cruzarse de brazos, lamentando el estropicio que te han ocasionado impunemente. No es la mejor ni peor opción: es la única.


Rincón poético

MENTIDERO INTERIOR

En un rincón de mí mi mismo
tengo, para mi deshonra,
apostado un mentidero
tan negro,
que el carbón no le hace sombra.

Lo alimentan los caprichos
ciegos de mi sangre roja
y un amor propio embustero
tan negro,
que el carbón no le hace sombra.

Allí se evacua el orgullo
necio de mentir las cosas
calados con un sombrero
tan negro,
que el carbón no le hace sombra.

Y así, me siento acunado
por la mentida lisonja,
abanico novelero
tan negro,
que el carbón no le hace sombra.

No amas tanto la verdad
si amas esas quisicosas.
¡Mal haya este mentidero
tan negro,
que el carbón no le hace sombra!

(De Poemas para andar por casa)

sábado, 14 de enero de 2012

Vocación de Mateo

Jesús ha de sufrir la crítica casi constante de sus adversarios, esta vez porque Mateo celebra con un banquete su propia vocación, en compañía de Jesús y otros funcionarios como él. Y por toda respuesta, aprovecha la crítica que se le hace para dar a conocer cuál es su misión entre los hombres, y al paso, les hace ver la incoherencia en que ellos están incurriendo.
Les reprocha que, siendo jefes religiosos, han hecho de los ostentosos sacrificios del templo el centro de toda su actividad religiosa, a fin de obtener misericordia de Dios, pero ellos no sólo se resisten a practicarla, sino que se escandalizan y critican a quien la hace.
La respuesta de Jesús, que oculta un punto de amargura y acritud, resulta demoledora, al hacer suyo el reproche de la Escritura que dice: “Misericordia quiero y no sacrificios”. Andad, aprended qué significa esto. Pero ellos no pueden replicar a las Escrituras.
Que no cese nunca en su intento de atraer hacia sí a todos los hombres. Nuestro mundo lo necesita.


Reflexión: Va de millones

Es una ridiculez , un contra sentido, que quien escribe, después de ejercer como profesor toda una vida, lea de pronto en los medios que la pensión de unos ex directivos de una determinada entidad, sumen ocho millones, frente a los seiscientos y un euro que le corresponden a uno al mes, y todavía hay quien cobra menos. Se echa uno las manos a la cabeza y no puede menos de tomarlo a risa. ¡Inconcebible!
Hay quien se pregunta que dónde está el dinero que había y ya no está. Porque ese dinero existe. ¡Arte de magia! Nada por aquí, nada por allá. Y algo peor: ¿Dónde está eso que llaman justicia distributiva? ¡Ah!


Rincón poético

DENTRO DE MÍ

Dentro de ti te adivino
siempre que te pienso yo.
¿Por qué no empuja tu sangre
la mía en el corazón?

Que vas muy dentro de mí,
nunca lo dudara yo,
si tu aliento me insuflara
más ardiente el corazón.

Yendo tan adentro tú,
tan superficial voy yo,
que no fluye como quiero
tu sangre en mi corazón.

Si dentro de mí vas tú
y no doy contigo yo,
tal vez es que tú no cabes
dentro de mi corazón.

Dentro de mi corazón
oigo tus pisadas suaves.
Dios mío, te quiero yo
mas de lo que tú no sabes.

(De Poemas para andar por casa)

viernes, 13 de enero de 2012

Curación del paralítico


Cumplido el primer periplo de su predicación, de aldea en aldea, regresa Jesús de nuevo a Cafarnaún. Su fama ha cundido por doquier y el gentío le obliga a predicar a campo abierto.
En Cafarnaún, la casa de Pedro queda atestada de gente, hasta atascar la puerta que da al patio. Una familia que trata de llevar a un paralítico hasta Jesús, ha de descolgar la camilla del enfermo por un agujero practicado en el techo de la casa.
A Jesús le sorprende la fe de estas personas, y cura sin más al paralítico. Tres son, así, los signos de la novedad del Reino, en su acción liberadora de toda opresión:
-la victoria sobre el fanatismo, representado por los posesos.
-la victoria sobre la muerte, representada por la lepra,
-y la victoria sobre la esclavitud, representada por la parálisis.
El poseso librado del fanatismo significa la libertad de espíritu; el leproso perdonado representa la vuelta a la vida social y espiritual; y la curación del paralítico, atado a la dependencia de otros, nos enseña que la libertad es un bien inherente al hombre, necesaria para poder obrar y realizarse responsablemente.
Sobre la acción evangélica contra leyes y actitudes inhumanas, Isaías había dicho de Cristo: El Espíritu del Señor me ha enviado para dar libertad a los oprimidos. Y Jesús añade: la verdad os hará libres.
Que Dios nos ayude al menos a fomentar el amor a los mermados de libertad.


Reflexión: El calendario

Medimos las horas con el reloj, hoy ya casi incorporado a nuestro cuerpo; con el calendario, recién estrenado ahora, los días. Sólo que el reloj tiene más cuerda; si bien hoy es frecuente que te mida el tiempo de más compleja manera, ya que incorpora calendario, entre otras mediciones minúsculas igualmente rotativas. No es tan exagerado hablar de la noria del tiempo o que los antiguos, como los aztecas, refieran a los dioses el tiempo circular. Invitaba a ello el ritmo eternamente repetido de las cuatro estaciones, con música de Vivaldi o sin ella.

Rincón poético

APRENDIZAJE DE AMOR

Seguirte a ti sabiéndote camino,
qué fácil es tener a buen recaudo
el beneficio de tu amor constante.

Amándote, he aprendido
a amarte, una gozosa asignatura
que no tiene final.
Amándome me enseñas
a amarte. Tu cariño
es el matraz y la pizarra donde
ensayo el mío, y su progreso es claro,
aunque no tanto como yo querría.

Quiero seguir tan alto aprendizaje
de amarte más y más,
un ejercicio placentero y ardoroso,
cuyo afán nada sacia, porque temo
que sólo lograré amarte del todo,
cuando no ame ya en mí
nada que tú no seas.

(De Poemas para andar por casa)

jueves, 12 de enero de 2012

Curación del leproso

Entre los numerosos milagros obrados por Jesús, uno de los más significativos es éste de curar a un leproso, enfermedad incurable.
El leproso era un enfermo desahuciado y peligroso, que tenía prohibido por la ley acercarse a la gente, ya que su trato producía impureza.
Dado que curar enfermedades era un cometido del Reino, cuando Jesús sana a un leproso, el amor que él personifica está triunfando sobre el mal, como con la expulsión diabólica, y la curación, mañana, del paralítico.
Con todo, no son prodigios lo que necesita el mundo actual, sino que el Reino de su amor se extienda por toda la tierra y cunda en el corazón humano.


Reflexión: El silencio de las campanas

La historia del uso de las campanas para llamar al hombre, se pierde en el tiempo. Fue siempre un objeto sagrado con el que se convocó a los fieles a las celebraciones religiosas en el templo, desde Europa a Japón. Para nuestros antepasados, hubiera resultado inconcebible que alguien pretendiera acallar el alto lenguaje de las campanas. Hubo casos de intolerable profanación, como la de apropiarse y trasladar los musulmanes las de Santiago, en plena confrontación bélica y a pesar de su colosal tamaño, a Córdoba, para convertirlas en luminarias de la mezquita. Y hay obras literarias señeras, como la Celestina, donde el reloj anejo a las mismas, sirve para señalar sonoramente el tiempo relativo de las horas.
Hoy, cuando todo es posible, alguien de muy dudosa religiosidad a quien molestaba el tañido de las campanas de su pueblo, ha logrado de la justicia que determinada iglesia aminorase la intensidad del sonido sagrado. Es el primer intento en nuestro país de adormecer el tañido de las campanas. Pero todo es empezar.


Rincón poético
LA ESTRELLA DE BELÉN

La estrella que hay en el cielo
sólo de noche se ve.
Tiene una cola muy larga
y amarilla, de papel.
De noche la enciende un ángel;
quien la apaga es san José.

Reyes que vienen de lejos,
no saben decir por qué.
Vienen buscando un pesebre
y a un Niño, que es Dios, en él.
Lo presienten, lo adivinan,
pero no les preguntéis
cómo la luz de una estrella
les dice lo que han de hacer.

-Date prisa, que amanece-,
le dice un rey a otro rey.
Y es que la estrella se apaga
de pronto al amanecer.
De noche la enciende un ángel;
quien la apaga es san José.

(De Poemas para andar por casa)