domingo, 15 de enero de 2012

Cordero de Dios

El episodio de hoy refleja un acontecimiento altamente significativo de la vida de Jesús en relación con los discípulos que irá haciendo suyos.
El evangelista san Juan prefiere referirse a Jesús como Cordero de Dios. Los evangelistas, aludiendo a lo que dijeron los profetas Isaías y Jeremías, que hablan del mesías, respectivamente, como siervo (que no ha venido a ser servido sino a servir), y como Cordero de Dios (que se inmola por nuestros pecados), usan indistintamente las palabras cordero y siervo. En hebreo, las dos acepciones quedan significadas por una misma palabra.
El pasaje viene a ser la historia de un encuentro. En principio, la curiosidad por saber cómo y donde vive Jesús, es lo que nueve a Juan y Andrés. Hay que ir con Jesús para descubrir su atractivo y su encanto. Se ha dicho de Andrés y Juan, que en ese episodio se dan pasos sucesivos: ven, oyen, / buscan y encuentran, todo un proceso vocacional.
Descubrir a Jesús, exige primero ponderación y búsqueda, hasta llegar al encuentro, que es cuando resulta ya creíble la palabra de Cristo, quien, con el tiempo, podrá recordar a sus discípulos: No fuisteis vosotros quienes me elegisteis a mí; fui yo quien os elegí a vosotros.

Todo lo que Jesús le pide al hombre de hoy es asimismo un día de entrega y reflexión en su compañía. Ya se encarga él de los demás, que es en definitiva quien nos elige, aunque muchos son los llamados y pocos los elegidos.



Reflexión: Virus y antivirus

Hay algo que algunos no acabamos de comprender del todo, y es la monomanía de quienes crean virus informáticos con que invalidan discos duros e infieren serios daños y gravámenes a los inocentes usuarios del ordenador, cuando no a una empresa u organización social. ¿A quién beneficia este acoso indiscriminado en que se ha convertido esta práctica ominosa? El simple prurito de alardear, ante el espejo de la insensatez, de sus hazañas informáticas, actuando como gato que juega con un ratón, además de su memez, lo que demuestra es la irresponsabilidad de semejantes virólogos.
¿Qué hacen, de modo efectivo, las altas instancias para anular esta plaga de malhechores? Al usuario, impotente ante esta virulenta avalancha, no le queda otro remedio que instalarse un antivirus, esos programas inhibidores más bien caros. Y en todo caso, cruzarse de brazos, lamentando el estropicio que te han ocasionado impunemente. No es la mejor ni peor opción: es la única.


Rincón poético

MENTIDERO INTERIOR

En un rincón de mí mi mismo
tengo, para mi deshonra,
apostado un mentidero
tan negro,
que el carbón no le hace sombra.

Lo alimentan los caprichos
ciegos de mi sangre roja
y un amor propio embustero
tan negro,
que el carbón no le hace sombra.

Allí se evacua el orgullo
necio de mentir las cosas
calados con un sombrero
tan negro,
que el carbón no le hace sombra.

Y así, me siento acunado
por la mentida lisonja,
abanico novelero
tan negro,
que el carbón no le hace sombra.

No amas tanto la verdad
si amas esas quisicosas.
¡Mal haya este mentidero
tan negro,
que el carbón no le hace sombra!

(De Poemas para andar por casa)

No hay comentarios:

Publicar un comentario