sábado, 7 de enero de 2012

Vida pública de Jesús


Jesús comienza su vida pública proclamando el evangelio del reino. Es ahora cuando empieza a tomar cuerpo el anuncio de Isaías de que a los hombres les ha nacido una luz. Cafarnaún será el centro de sus correrías por el entorno del lago. Ha reunido a un primer grupo de discípulos que le acompañen y sigan, y la fama de su palabra y los prodigios que hace, le reportan una fama que le precede en sus correrías. Llega un momento en que ya no puede predicar en las sinagogas, como es su costumbre, porque en las aldeas no existe más plaza que el espacio que ocupa la entrada a la población y la sinagoga no da cabida a tanta gente, y tiene que hacerlo todo a campo abierto. El reino no es tema exclusivo de su predicación y sus curaciones tienen a menudo el doble aspecto de la curación en sí y el perdón de los pecados. Pronto fariseos y herodianos, enemistados hasta ahora entre sí, se confabulan para quitarlo de enmedio. Han entrado en confrontación dos mentalidades opuestas, la del cumplimiento de la letra, que pone precio a la salvación mediante las obras, y la religión del amor servicial al otro, como aval de la filiación divina.


Reflexión: Luces de neón

A los reyes magos una estrella les marcaba el camino. Hoy esa estrella queda eclipsada por la luz deslumbrante de adornos callejeros y escaparates que enciende el comercio y la publicidad.
La industria del regalo congrega a todo el que tiene algo que vender y no basta una estrella para satisfacer a tantos. Hay que reconocer que las calles se embellecen muy de otra manera a como aparecían aquellos otros desiertos orientales, y la ciudad queda nimbada por un entorno luminoso de alegría desbordada que hace ir y venir a la gente de un sitio a otro con voluminosos regalos en llamativos envoltorios y bolsas de plástico.
Ciertamente, la crisis no deja de ser demoledora, pero los magos vienen de lejos y no están bien informados; la ilusión desbordante de los niños, tampoco. Por otra parte, la luz de neón multiplicada hasta el infinito resulta ofuscadora y no deja ver. ¿Quién dijo crisis?

Rincón poético

LOS REYES MAGOS SE VAN

Los reyes magos se han ido
en un barco de cartón.
Que no se hunda, Dios mío,
que no se hunda, mi Dios.

Han cambiado sus regalos
por cariño, por amor,
y al cambio, han ganado ellos,
que amar tiene más valor.

No saben si volverán.

La falta de fe entornó

los ojos con que esperaban

algunos su aparición.


Se van a tierras lejanas
por los caminos del sol,
cansados de tanto andar
de ilusión en ilusión.


Se marchan muy abatidos
en un barco de cartón.
La noche apagó su estrella,

el mundo menguó el amor.

Que no se hundan, Dios mío,
que no se hundan, mi Dios.

(De Poemas para andar por casa)

No hay comentarios:

Publicar un comentario