Reflexión: Las procesiones
Las procesiones son la vivencia hacia el exterior de la Semana de Pasión, desde la acera a la que se asoma el curioso y las calzadas que ocupan las procesiones. Es un modo manifiesto de vivir a Cristo muerto ante el mundo.
Las procesiones son una ocasión para admirar imágenes únicas que interpretan la piedad cristiana con exquisita fidelidad al evangelio. Algunas pasaron de conventos y monasterios a museos provinciales con la exclaustración y ahora vuelven a recorrer las calles siguiendo itinerarios tradicionales. Son como esos presos indultados en estas ocasiones, en gracia de nuestra fe. Recobran así su entorno natural.
Las procesiones son una ocasión para admirar imágenes únicas que interpretan la piedad cristiana con exquisita fidelidad al evangelio. Algunas pasaron de conventos y monasterios a museos provinciales con la exclaustración y ahora vuelven a recorrer las calles siguiendo itinerarios tradicionales. Son como esos presos indultados en estas ocasiones, en gracia de nuestra fe. Recobran así su entorno natural.
Rincón poético
EL LAVATORIO
Humillado, a los pies
de sus doce discípulos,
con un pincel de gracia
que el hombre nunca ha visto,
da los últimos toques
a su obra Jesucristo,
El agua con que lava
los pies de sus amigos,
a un ciego diera luz
y aliento a un paralítico.
Pedro se considera
de que él lo lave indigno.
No repara en que aparta
de su lado a Dios mismo,
que hay cosas inauditas
que el amor nunca ha dicho,
y que el amor requiere
palabra y ejercicio.
¡Dios, a los pies del hombre!
Nadie lo hubiera dicho.
No hubo mejor lección.
No hubo mayor prodigio.
(De Invitación al gozo)
No hay comentarios:
Publicar un comentario