jueves, 31 de enero de 2013

La luz en lo alto

     La revelación de Cristo no es un don exclusivo de unos pocos, sino que debe alcanzar a todos. Es lo que quiere decirse con la lámpara y el candil, que han de colocarse en lugar destacado para que ilumine a todos por igual. Por eso, en otro lugar, dirá Jesús a los suyos que incluso ellos han de ser luz del mundo, no exclusivamente del pueblo de Israel.
        Hay dos clases de destinatarios de la palabra según su comportamiento, los que van entendiéndola poco a poco, porque se han identificado con la persona de Jesús, como sus apóstoles; y el número notable de los que ni se preocupan por entenderla. A aquellos Jesús les ayuda, en privado, para que la entiendan cabalmente con la luz de su verdad; de los otros, displicentes, se despega Jesús y les deja a su libre albedrío: Quien tenga oídos, que oiga, les dice como dándoles de lado.
        Tomemos a pecho propagar la verdad de Cristo. Debemos ser difusores de su verdad. Si la fe ha de llegar a todos, nadie debe vivir la fe en solitario, ajenos a los demás, porque la luz de Cristo debe llegar a todos.


Reflexión

La desesperación
   
    De la desesperación al descontrol de sí mismo y a la cólera y a la locura, así, en cadena, no hay casi espacio que ayude a la reflexión y a contener en la buena compostura al hombre. Quien se quita o expone temerariamente su vida, parte de una situación anímica incómoda que puede llegar a considerarse insostenible. Ese motín de los presos de una cárcel sudamericana con su desastroso bagaje de muertos y heridos, tiene su origen en la desesperación de gente sin principios que pierden su libertad de modo indefinido.
    La esperanza contribuye a superar obstáculos mayúsculos. La esperanza es un don. La esperanza en Dios, un regalo divino, antesala del gozo de vivir eternamente con él.

Rincón poético


UN PIE EN LA LUNA

La luna estaba ahí
exánime, difunta,
lejana, inaccesible
sobre la noche oscura.
Y el hombre, al fin un día
con su pie la conculca.

Mil veces lo soñaba.
No se esperara nunca.
Un sueño es como un árbol
alto, pero sin fruta.
No hay madera en los sueños;
sólo acaso viruta.

Contra toda esperanza,
contra toda conjetura,
el hombre pone, al fin,
su pie sobre la luna,
porque a veces sucede
que los sueños ocultan
profetas que desvelan
lo que nadie barrunta.

Ya nadie olvidará
tan feliz aventura.
Frente a los viejos cuentos
de gnomos y de brujas,
un sueño es realidad::
cielo y tierra se juntan.


(De La verdad no tiene sombra)

miércoles, 30 de enero de 2013

La parábola de la simiente

    El destino de la simiente de la parábola depende del estado del terreno en que cae, el camino, donde los pájaros se la comen, terreno pedregoso, sin tierra, y no arraiga,  zarzas, que la ahogan y tierra fértil, donde crece y da abundante fruto.
    La simiente es la palabra, y las diversas clases de tierra, la disposición del corazón humano a recibirla en nosotros. Sólo un corazón bien dispuesto, dará todo el fruto que esa simiente puede dar, el primero de ellos la fe.
       ¿Qué es lo que hace improductiva la palabra de Dios? Tener un corazón superficial, a merced de las seducciones del diablo; carecer de constancia los segundos, de la tierra pedregosa, que ante la persecución, se asustan y abandonan; y finalmente, las zarzas son las riquezas y otros atractivos del mundo, que preferimos al don revelador de la palabra.
           Que Jesús siembre también en nosotros el atractivo de las cosas de Dios.


Reflexión

Quousque tandem?

    Es incomprensible la empresa fanática y pueril de pretender desmembrar la unidad patria, esgrimiendo para arrastrar incautos toda suerte de sofismas y mentidas apelaciones a la historia local, inventada con todo intento. Es incomprensible el arrojo con que abundando en el desprecio a la Constitución fundadora de nuestra democracia, que es el desprecio a todos los españoles, van dando palos de ciego en el empeño de segregación territorial. Y es incomprensible la morosidad con que nuestros dirigentes dejan de hacer pacientemente sin tomar medida correctora alguna. Se comprende, eso sí, la indignación creciente con que los compañeros contemplan indefensos el espectáculo esperpéntico de quienes urden una singular intriga, ufanos ante el desarme político de quienes dicen representarnos. ¿Hasta cuándo, Catilina?


Rincón poético

     CUMPLEAÑOS

Un año más.
De joven, me llegaban bulliciosos,
como en coro de niños.
Y los coleccionaba con fruición,
amablemente, como sellos,
tan vistosos los unos y los otros.
Cómo los agregaba jubiloso
a la memoria, año tras año.
Luego, ya no es igual.
Los años te maceran, te desgastan,
te trituran el tiempo, como a trigo,
bien que tiene sentido
si haces de ti pan tierno cada día
para quien no lo tiene o tiene escaso.
Un año más. Ahora,
en aturdido hacinamiento,
se agolpan sin cesar.
Vienen corriendo en alocada
romería hacia ti. Ya no los cuento.
Se esfuerzan en no entrar
en el desván de la memoria.
Son un trigal cuyas espigas ceden
al peso infiel que las castiga
Y uno medita: si no supe
prestar a los demás el capital de tiempo
que a mí mismo me han dado;
si no he sabido ser
vendaje y medicina, necesito
-no os asustéis- cien años todavía.


(De La verdad no tiene sombra)

martes, 29 de enero de 2013

El cumplimiento sabático


    Jesús, desde el equilibrio y el buen sentido, quiere hacer ver que el sábado responde a la necesidad humana del descanso, y que se trata, por tanto, de una norma en favor del hombre, no contra el hombre ni en menoscabo de otras necesidades del hombre, más perentorias que el mismo descanso, como es alimentarse o curar a un enfermo.
    Si esa ley va en menoscabo de las necesidades del hombre, es inhumana, está en su contra y no es de Dios. La ley debe expresarse desde el equilibrio y para el equilibrio humano.
    Respetemos el descanso dominical, que es el nuestro, pero no recetemos normas que atenten contra el sentido común y la vida del hombre. Y aprendamos de Jesús, siempre prudente y sensato, el buen sentido y justa medida en todo comportamiento.



Reflexión

Beber la sangre de Cristo


    No siempre fue cómodo el lenguaje cristiano en la apreciación de culturas no cristianas. A un judío, le resultaba escandalosa la expresión beber la sangre de Cristo.
    Para ellos, la sangre fue entendida como vehículo de la vida, razón por la que, en los sacrificios de animales, podían comer de la carne sacrificada, pero tenían estrictamente prohibido beber de la sangre del animal, por lo que se derramaba en tierra.
    Santiago, primer obispo de Jerusalén, estableció que, al celebrar la fracción del pan en compañía de miembros judeo cristianos, se tuviera la cautela de no usar la expresión beber la sangre de Cristo, para ellos ofensiva.


Rincón poético

          LA ESPERANZA

Voy a asistir a un curso de esperanza
como se asiste a un nacimiento,
al parto de una oveja en la majada
justo cuando amanece
y la confusa paja reverbera.
Voy a asistir a un curso de esperanza
y no sé quién lo da. No pueden darlo
las horas bajas del atardecer,
el río que no llega, amordazado
por el sucio cemento del pantano,
por los árboles rotos
que sangró la sequía.
Lo dará el mes de abril, la primavera
arrodillada ante las rosas,
la brisa acre del mar por las mañanas
y el mismo amanecer.
¿Por qué no la caricia
de María en su vientre, cuando estuvo
esperando gozosa nueve meses,
hasta ver cómo un día
nació la Vida entre sus brazos leves?
La esperanza está llena
de luz y tiene forma de horizonte.


(De La verdad no tiene sombra)

lunes, 28 de enero de 2013

Tiene dentro a Belcebú

   Con razón pedía Jesús que creyeran en su palabra.
    Los escribas pertenecientes al grupo de los cumplidores, entienden que el Reino de Dios será una irrupción del poder de Dios que acabará con los no cumplidores, con los pecadores. Jesús predica la conversión y el arrepentimiento; ellos acopian obras, porque para ellos las obras tienen un precio con que comprar la salvación y hay que acumularlas, cuanto más mejor, aunque se incurra en rutina. Es lo que conduce a la insensibilidad ante los débiles, los menesterosos. Valdría la pena acabar con ellos y con Jesús mismo que se identifica con ellos.
    Tienen un problema y es cómo explicar que Jesús, un hombre despreciable, goce del don divino de hacer milagros. Tiene que ser Belcebú, príncipe de los demonios, quien le preste semejante poder. Jesús les hace ver lo absurdo de tal teoría. ¿Tan necio es Satanás que luche contra sí mismo? 



Reflexión

 La llave en el transcurso del tiempo


    Una llave, según lo que clausure o abra, puede hasta ser poderosa. Hay llaves para todo, y su función ha propiciado usos metafóricos, como las llaves de la lucha cuerpo a cuerpo, la llave que permite el acceso a lo recóndito o difícil, etc , si bien para eso se recurre a su forma más latina, la clave de tantas y tantas cosas, como las claves de la notación musical.
    El verbo latino del que procede el término llave, claudo, significa más bien cerrar; para abrir, se emplea otro verbo distinto, aperio. La llave, con todo, sirve por igual para abrir y cerrar una puerta, en su uso más ancestral. No son necesarios dos objetos para esa doble función. Pero, ¿ cuándo aparece la llave en la historia del hombre? Por supuesto, no antes del establecimiento del hombre primitivo en un lugar, para lo que se ecesita de una casa donde guarecerse, concluido un largo período incierto de nomadismo. La tienda plegable de cuero no usaba llave ni objeto alguno que la protegiera de intrusos y aficionados de lo ajeno.
    Con el tiempo, la llave se ha ido tecnificando hasta alcanzar altos grados de sofisticación. Es mucho y valioso lo que hay que guardar y las manos rapaces han seguido cursos autodidactas de experiencia pericial indescriptibles. Los secretos de la llave los han hecho especialistas consumados.
  
 RINCÓN POÉTICO
 
LA VERDAD NO TIENE SOMBRA
 
La sombra es el refugio tímido
donde la oscuridad
esconde su ceniza.
La luz no tiene sombra; es ella misma
sin más, como el espacio
del que huyen las estrellas.
No tiene sombra la verdad,
hermana de la luz, como ella pura.
¿Dónde acaba la luz y a la verdad
le nace de inmediato el centelleo?
No intentéis oprimirla, no queráis
cogerla por el cuello,
no pretendáis amordazarla.
No tiene cuerpo la verdad,
como no tiene loza
la exacta concreción de un pensamiento.
¿Puede apresarse en una jaula de oro
el vuelo lento de una blanca nube?
Quien la niega, encerrado
ciego en su oscuridad,
renuncia a ver nacer, sobre la frente
del día, el esplendor
recién amanecido
que envuelve la mañana.
En sus ojos no cabe, de la fuente,
el rumoroso alumbramiento.
Su oscuridad es la ceniza
que sobrevuela como un azor blanco
la luz de la verdad.


(DE lA VERDAD NO TIENE SOMBRA)

domingo, 27 de enero de 2013

Manifestación de Jesús en Nazaret


  
  Jesús, ya famoso por sus prodigios y la novedad de su palabra, decide manifestarse en su propio pueblo. 
Es como una nueva epifanía de Jesús, una nueva manifestación de su persona enviada por Dios, de modo que es el Espíritu mismo de Dios quien le lleva al lugar donde ha crecido y residen los suyos. Y aquí se manifiesta a la luz del profeta que marca las condiciones que ha de reunir el mesías enviado de Dios. 
También aquí, Jesús sigue procediendo con orden y buen sentido. En el día del sabat, cuando se celebra la asamblea semanal es donde Jesús quiere darse a conocer.En un momento dado, abre el rollo de la Biblia, y al comentarla, se identifica con ese mesías de que habla Isaías en el texto leído. Los vaticinios mesiánicos de la Escritura, se cumplen en su persona. 
Se trata de un mesías que viene a instaurar el amor a los demás como centro de toda su enseñanza, y puede hacerlo, porque el Espíritu de Dios está sobre él, que le ungió para evangelizar a los pobres.
Que él ilumine a quienes tenemos la responsabilidad de identificar a Cristo hablando de él, mostrándole al mundo, enseñándonos a traducir su buena nueva en el lenguaje de nuestros días.

Reflexión

La cultura egoísta de la muerte

    Cada cultura enjuicia la realidad de distinta manera. Para el ministro de Fomento japonés, los ancianos son una carga económica para el estado y por lo tanto han de apresurarse a desaparecer. Al occidental, semejante criterio le repele y estima como un regreso a la barbarie. En el viejo mundo, la fe cristiana ha dado forma a la cultura occidental, desde el respeto a los demás y la consideración que merece el necesitado, el desvalido, el anciano. Sólo el positivismo ateo de encuadres políticos de una cultura sin amor y practicista, ha dado en potenciar el sexo junto al menosprecio de la vida no nata. Es un modo de abrigar la cultura bobalicona y egoísta de la muerte, tanto del bebé en su fase prenatal como del hombre entrado en años.


Rincón poético

                      EN PIE

La costumbre nos lleva,
como el cauce sujeta el río a sus deseos.
No sabemos clavarle a la indolencia
un rejón enervado
que incite a superar la dejadez
con que nos ancla la desidia.
La luz de cada día nos dispone
a alzar la frente y la mirada
hacia el despliegue cenital del cielo,
predisponiendo a rescatar del águila
el alto vuelo que a imitarle invita.
No agachemos vencidos la cabeza
ante la adversidad o la apatía.
¿Se desploma el ciprés porque le azota
el viento? Y en la noche las estrellas,
¿se desvanecen porque el cielo es frío?
Igual el corazón. Todos nos miran.
Investid de entusiasmo la entereza.

(De Tu luz nos hace er la luz)

sábado, 26 de enero de 2013

Jesús y su familia

    Jesús está entre dos frentes. De un lado, la multitud de cuantos quieren oírle y ser curados por él: de otro, sus familiares, que no sólo no creen en él, sino que le tienen por un iluminado y pretenden retirarlo llevándoselo consigo a Nazaret.
         Siempre fue así. Su palabra concita la cólera de quienes rechazan su nombre, junto a quienes se invisten de su gracia y le siguen resueltamente. Apretémonos a él cuando la persecución pretende borrar nuestra condición cristiana.



Reflexión

Las malas noticias
 

   Una mala noticias puede desajustarte todo un horario vital. La vivencia de existir lleva consigo un orden que en principio establece el tiempo. El orden embellece la vida y las cosas. El Creador puso orden en un caos inicial y pronto se percató de la bondad del resultado. Pero hay percances que alteran el orden con que vivimos las cosas, como las malas noticias. Son vallas que hay que saltar con buen pie. Jesús, que todo lo hizo bien, nos trajo la buena noticia de la salvación. Él puede ayudarnos a soportar los malos tragos. Yo mismo, en este momento, lo necesito.


Rincón poético

CASTILLO DE NAIPES

Hice con palabras
un castillo nuevo.
Sobre el foso, un puente
levadizo tengo.
Me siento seguro,
tranquilo me siento,
porque hace la guardia
en la almena el viento.
Un príncipe oscuro,
en la torre preso,
gritando sus penas,
despertó el silencio.
Llega la tormenta
que llevamos dentro.
Azotó sus muros,
hundió el pavimento,
destapó tejados,
y en el desconcierto,
dejó entre cascotes,
tristemente muertos,
un caballo blanco
y un caballo negro.
Yo tuve un castillo.
Hoy ya no lo tengo.
En sus ruinas vivo.
En sus ruinas muero.

(De Tu luz nos haga ver la luz)

viernes, 25 de enero de 2013

Conversión de san Pablo

    Muerto y resucitado Jesús, ordena a sus discípulos que anuncien el evangelio a todo el mundo. La salvación no es un bien definitivo para sólo el pueblo judío. De modo que todo el que crea, aquí o donde fuere, se salvará. Pablo será uno de esos hombres recalcitrantes que invierta todos sus esfuerzos en oponerse a la divina palabra, persiguiendo a quienes crean en el misterio de Cristo, y el aliento de Dios lo derribará de su maléfica empresa convirtiéndolo en eficaz instrumento de su gracia.
    Que su ejemplo nos mueva a identificarnos resueltamente con Cristo, investidos de similar  entereza.


Reflexión

El tiempo de unos y otros


    Hay quien se abure porque no tiene nada que hacer y hay quien no tiene tiempo para hacer todo lo que quisiera. Hay todavía quien no hace nada ni se aburre, porque, en paro forzoso, pasa de todo olímpicamente. Es triste; tener todo el tiempo del mundo, que dicen que es oro, y no servirle para nada, en actitud de plena impotencia. Y uno mira el horizonte de la historia y no parece que quiera amanecer. Podríamos añadir a todos estos, los holgazanes que viven en queja constante perjurando que no tienen tiempo, mientras fingen estar enteramente atareados, desde el vergonzoso temor a ser tenidos por haraganes. El uso que hacemos del tiempo nos define.


Rincón poético

  LA MANO DEL MENDIGO

Me dan vergüenza
las manos implorantes, la tristeza
astrosa del mendigo,
un hombre como yo, ni más ni menos,
que arrodilla su orgullo
postulante ante mí, porque le falta
el mendrugo de pan de cada día.
El mendigo me dice que hace frío.
Y yo sé que es verdad.
No tiene abrigo el corazón del hombre
a quien no le acongoja
la humillante pobreza de los otros,
y acompaña con un gesto indulgente
la menguada limosna.
¿No le tirita el corazón acaso?
Hagamos leña y que un hogar unánime
acerque al fuego el tiritón del rico,
junto a la humilde desazón del pobre.
No nos aparte su pobreza oscura.
Pobreza es no tener, vivir ligeros
de espaldas a las cosas. Su pobreza
no es él, a quien cobija amablemente
la sombra azul de Dios.
Pongamos un puñado de ceniza caliente
en las manos del pobre.

(De Tu luz nos haga ver la luz)

jueves, 24 de enero de 2013

La palabra y los hechos


     En nuestra cultura occidental, al estructurar mentalmente el evangelio, tendemos a separar lo que Jesús hizo de lo que dijo; los hechos, de las palabras. No piensa así la Sagrada Escritura. En el Génesis se nos enseña que Dios dijo, e hizo lo que dijo. Sus palabras son creadoras. No hay separación entre lo que Dios dice y lo que hace. Todo, lo uno y lo otro, es obra suya. Así es como Jesús devuelve la salud a los enfermos, mediante la eficacia de la palabra. Su palabra es un hecho. No es sólo vehículo de enseñanzas, sino que es activa. Hace lo que dice.
     De ahí también, que aceptar las palabras de Jesús, hacerlas nuestras, es dejar que obren en nosotros desde la fuerza de su vida.
      Nuestro testimonio conviene que resulte también de vivir lo que Cristo nos enseñó de palabra. Quien vive lo que enseña Jesús, está actuando como Cristo con la fuerza del Espíritu, que nos inspira lo que debemos decir y lo que debemos hacer.


Reflexión

 El mar de Galilea

     El mar o lago de Galilea es el centro geográfico en torno al cual transcurre gran parte de la vida evangélica de Jesús, de aldea en aldea, predicando o curando. El lago mide 12 kilómetros de ancho por 24 de largo, de una profundidad media de 40 metros, con agua dulce en la parte más superficial y salda en el fondo, lo que propicia una gran variedad abundancia de peces. Hundido en un profundo anfiteatro de montañas, con enconados vientos contrarios, sus tormentas resultan imprevistas y procelosas. En sus orillas figuraban, además de Cafarnaún, agitada aduana entre Israel y Asiria, Tiberíades, Magdala, Corozaín, Bersaida, Gérgesa, Gamala e Hippos.
    La Sagrada Escritura lo nombra como lago Kinneret, mar de Galilea y lago Tiberíades. En sus ciudades pronuncia Jesús buena parte de sus discursos y realiza su hechos más destacados y prodigiosos. Aquí elige a sus discípulos, ocurre la pesca milagrosa, camina Jesús sobre las aguas, reúne sus bienaventuranzas y multiplica el pan y los peces.
    En la actualidad, hay varios kibuts establecidos en sus orillas. El de Ein Gev polariza la pesca de todo el lago y dispon de un restaurante al que suelen a acudir los peregrinos.


 Rincón poético


 
        LA PALABRA

No existía el lenguaje todavía,

porque nadie escuchaba,
porque nadie intuía
que podía saber lo que pensaban
los demás. Hubo escasos
intentos de expresar lo que sentía
el corazón, lo que soñaban
vivencias y deseos.
Las manos dibujaban en el aire

signos, y pronunciaban
sonidos como gritos
discordantes los labios.
Dios sí. Decía sus palabras
asignando a las cosas que creaba
su existencia precisa.
Dijo la luz y el mar,
dijo el aire y el pájaro,
dijo el árbol, la lluvia,
la serpiente y el hombre.

Sólo entonces la escucha
de su palabra indujo
a repetir el nombre
que Dios puso a las cosas.
La palabra de Dios le sirvió al hombre
de concienzudo aprendizaje.

Rezar no es otra cosa;.
decirle a Dios que el cielo y las estrellas,
las nubes y la tarde
reconocen los labios amorosos
que pronunció sus nombres.


(De Tu luz no haga ver la luz)

miércoles, 23 de enero de 2013

El sábado, en la sinagoga

      Este pasaje reincide en el tema de ayer, la licitud de hacer el bien en sábado. Así presenta Jesús la cuestión ante los dirigentes religiosos que le están observando, presumiendo que él, siempre compasivo, no podrá menos de curar al paciente.
     - ¿Es bueno o es malo curar en sábado?, pregunta Jesús, y nadie se atreve a responder. Nadie se atreve a decir que sea malo. Jesús entonces no duda en proceder en razón.
        Cualquier persona normal optaría por hacer el bien, como Jesús, pero el fanatismo es ciego. El fanatismo no se aviene bien con la sensatez ni la prudencia. El fanatismo es precipitado en sus decisiones, de modo que, desairados los fariseos, se alían con las fuerzas políticas para acabar con Jesús.
        Que él nos ilumine siempre con su luz y su bondad.



Reflexión

El destino incierto de los paraguas



    Cada lluvia que pasa, se cobra un paraguas. La lluvia es cara para la mayoría de los mortales. No sólo induce a gastos indumentarios, como gabardinas y chubasqueros, sino que viene con séquito de desbordamientos y torrenteras. La pérdida del paraguas es un accidente, pero un accidente enojoso. Una persona avisada ha de tener siempre dispuesto un paraguas de repuesto. Se diría que los paraguas emulan a las hojas otoñales que se lleva el viento. Al paraguas se lo lleva la distracción y el olvido, ese abismo donde todo cabe. De lo que se sigue que la lluvia no es indiferente a los avatares del hombre. ¡Dichosa lluvia de nuestros pecados!


Rincón poético
 
A UNA PLANTA LLAMADA ESQUELETO


La llaman esqueleto, sin rebozo,
a esta planta tan viva
y ornamental.
Sus grandes hojas tienen laterales
recortes, como pecho
de varón, vaciadas las costillas.
Labios sepultureros
le asignaron tal nombre.
Miradla bien. Es vigorosa,
copiosa y rozagante,
de un verde tierno y suave
igual que es suave el verde
de una cala en el mar.
No la llaméis así. No es la apariencia
su condición, y en todo caso,
pervive alegremente: no está muerta.
 

(De Tu luz nos haga ver la luz)

martes, 22 de enero de 2013

El sábado

     Jesús, desde el equilibrio y el buen sentido, quiere hacer ver que el sábado responde a la necesidad humana del descanso, y que se trata, por tanto de una norma en favor del hombre, no contra el hombre ni en menoscabo de otras necesidades del hombre más perentorias que el mismo descanso, como es alimentarse o curar a un enfermo.
        Si esa ley va en menoscabo de las necesidades del hombre, es inhumana, está en su contra y no es de Dios. La ley debe expresarse desde el equilibrio y para el equilibrio humano.
        Respetemos el descanso dominical, pero no recetemos normas que atenten contra el sentido común y la vida del hombre. Y aprendamos de Jesús, siempre prudente y sensato, el buen sentido y justa medida en todo comportamiento.

Reflexión

    Y de pronto, un coche mata a una niña


         En un paso de peatones, por culpa de la niebla, un coche atropella y mata a una niña de seis años. Un accidente, pero un accidente que ha tronchado una vida en ciernes. Una niña, un intento de mujer que se ha quedado sin tiempo y ha quedado rota en un charco de sangre ciudadano. La ciudad es cruel. Vive de prisa, que es una manera de no vivir y a veces de no dejar vivir, como si unos y otros estuviéramos persiguiéndonos enloquecidos. ¿Quién abre de nuevo los grandes ojos de esa niña? ¿Quien la pone otra vez en pie para que juegue, que es lo suyo? Que Dios la tenga en la nube blanda de sus brazos amorosos.

Rincón poético


ANTE UNA SEPULTURA


Alguien puso una rosa
sobre el mármol difunto
de una lápida. Había
un ciprés, como un rezo
silencioso, apuntando al infinito.
La paz del cementerio solamente
la habitan los difuntos.
Duermen sobre ella, como duerme un niño
en el regazo de una nube tierna.
Son las manos de Dios las que procuran
descanso al cementerio.
A los vivos la muerte les aterra.
Tal vez teman vida los difuntos.
Pero, ¿qué significa
que a los pies de la muerte,
agonice una rosa?
¿Son los labios de Dios los que dejaron
ese beso encendido
sobre una lápida difunta?


(De Tu luz nos haga ver la luz)

lunes, 21 de enero de 2013

Odres viejos y nuevos

    La antigua alianza tenía sus formas de vivir la fidelidad del hombre para con  Dios, expresada en los mandatos de Dios. Su vigencia duró largamente. Unos mandatos que comenzaron por un núcleo inicial, compacto y suficiente, enriquecidos luego por sacerdotes y doctores de la ley con normas complementarias, hasta abarcar todos los niveles de la conducta humana. Nada quedaba fuera de esa normalización de la vida.
    Con Jesús comienza una nueva etapa de plenitud, a la que corresponde una alianza también nueva. Los antiguos hábitos han envejecido y resultan inoperantes: son los odres viejos, comportamientos a veces viciados por interpretaciones y añadiduras impertinentes que deben ceder su lugar a otros más ajustados a los deseos de Dios, de quien Jesús es su expresión. Son los odres nuevos.
    Una y otra alianza se excluyen. No se puede andar con un pie en la ley mosaica ya rebasada y otro en la nueva ley de Cristo. Andar a medias entre una y otra, sería quedarse en la mediocridad. Y Dios aborrece la mediocridad, donde la luz y la sombra se confunden.
  


Reflexión

La muerte de un soldado


     Me dan mucha pena los saldados que luchan en lejanos arenales encendidos por el odio del fanatismo y a quienes impensadamente un trozo de metralla les deshace la vida en un instante, dejando tras de sí un reguero de dolor entre familiares y amigos, que nada pueden hacer por él.
    Su deber era luchar en defensa de los intereses de su patria, siempre a orillas del riesgo y él lo sabía muy bien. Cumplido el plazo correspondiente de estancia en aquellas tierras inhóspitas, estaba a punto de regresar junto a los suyos. Estaba a punto de regresar, pero le llevan entre cuatro.


Rincón poético

      ÚNICO DIOS

Si Dios pudiera hacerse
a sí mismo de nuevo
con la intención de ser
todavía más íntegro y perfecto;
si intentase rehacer
su realidad divina, como pienso
que en su lugar hiciera yo;
si luego
evaluase el resultado - en la creación
vio que todo era bueno-
cómo sorprendería constatar
que era otra vez él mismo y que no había
mejorado ni un ápice el intento.
Y existe una razón, porque es muy cierto
que si Dios es amor y por amor
creó la vida, la bondad y el tiempo,
otra vez el amor encendería
el corazón de Dios, sobrado incendio
que hace cenizas la maldad
y escoria vil de nuestros dejamientos.
No penséis otro Dios, mentida imagen,
ídolo acaso paralelo.
No tiene igual si funda
en el amor sus fueros.
Ni puede repetirse: es infinito
y su imagen no cabe en un espejo
.

(De Tu luz nos haga ver la luz)

domingo, 20 de enero de 2013

Las bodas de Caná

    El protagonismo de estas bodas se lo reparten María y Jesús. Los esposos son a manera de pretexto para presentarnos a Jesús en el ejercicio de los poderes del reino. El portento de que se nos habla aquí es muy singular: la conversión del agua en vino. Y sin embargo, no son tanto los hechos objetivos en sí lo que el evangelio nos transmite, cuanto el simbolismo y enseñanza anejos a los mismos.
    Las comidas de Jesús con la gente, entrañan siempre una referencia al supremo banquete de la Cena del Señor, y estas bodas no son una excepción. Aquí se convierte el agua en vino; allí el vino se convertirá en la propia sangre de Jesús, por obra del Espíritu de Dios. Y si es María la que al principio de todo facilita al Padre que Jesús, palabra de Dios, se vuelva carne nuestra, aquí también interviene para que en el seno de unas vasijas, el agua tome cuerpo y se haga tan sustancial como el vino.
    Y siempre, un mismo ingrediente que da razón de la locura salvadora de Dios por el hombre: en Nazaret el amor del Padre eligiendo a María, casi adolescente y humildísima; en Caná, el amor de unos esposos, tan absortos el uno y el otro, que ni siquiera se enteran de que se han quedado sin vino; en el Cenáculo, el infinito amor de Jesús por sus amigos.
    Que los hechos prodigiosos de Jesús tengan por objeto liberar al hombre de las limitaciones entorpecedoras de su actividad normal, no quita que se conviertan por sí mismos en motivos de credibilidad, ya que al hombre le asombra y rebasa todo aquello que no tiene explicación razonable alguna.
    En ese sentido, en el curso de la pedagogía de Jesús, cuenta mucho suscitar e inculcar la fe en su palabra y en su persona. Y en esa escuela de aprendizaje de lo divino, el reflejo es el aprovechamiento de sus discípulos, hasta convertirse ellos mismos en paladines de la fe en el misterio de Jesús.


Reflexión

Economía y tristeza

  
    Nunca se demostró de tan apodíctica manera que, sin demanda, la oferta se resiente hasta no tener razón de ser. El comercio deprecia el género poniendo en riesgo las ganancias, para suscitar alguna clase de atractivo en los bolsillos vacíos, que incite a mover el capital, nunca tan cauto e inmóvil como en esta crisis. La gente no compra, porque no hay con qué. Y si no se vende, no se produce.
    ¿Quién iba a decirnos que las dolencias que padece la economía iban a entristecer a todo un país? Todos quieren beb


 Rincón poético

EN EL CORAZÓN DE DIOS

Los años dejan muescas en los bordes,
de las manos, desgastan
el brillo de los ojos y colocan
grapas en las rodillas. Nos desconchan
el alma, cuando vives
como canto de río, sin sentido,
sin un camino que persiga
estrellas en la noche y horizontes
de luz durante el día.
Cuando Cristo te lleva de la mano
como a un chiquillo y su palabra
crece en tu corazón, el tiempo apenas
si cuenta. Estás con Dios, que es infinito,
bajo la eternidad de su mirada.
¿Es anciana la barba encanecida
que le atusan los ángeles a Dios?
¿Envejece su luz? ¿Sufre desgaste
la escalera que sube hasta sus pies?
¡Ojalá pueda un día yo también
decir: Ya no soy yo.
Es Dios quien vive en mí insondablemente.

(De Tu luz os haga ver la luz)

sábado, 19 de enero de 2013

Vocación de Mateo

    Jesús ha de sufrir la crítica casi constante de sus adversarios, esta vez porque Mateo celebra con un banquete su propia vocación, en compañía de Jesús y otros funcionarios como él. Jesús aprovecha las críticas que se le hacen para recordar cuál es su misión entre los hombres, y al paso, les hace ver la incoherencia en que ellos están incurriendo.
          Les reprocha su incoherencia, porque, siendo jefes religiosos, a fin de obtener misericordia de Dios, han hecho de los ostentosos sacrificios del templo el centro de toda su actividad religiosa, pero además de resistirse a practicarla ellos, se escandalizan y critican a quien se muestra misericordioso. La respuesta de Jesús, que oculta un punto de amargura y acritud, resulta demoledora, al hacer suyo el reproche de la Escritura que dice: “Misericordia quiero y no sacrificios”.  Andad, aprended qué significa esto. Ellos no pueden replicar a la Escritura. Jesús puede, pues, compartir la alegría de los suyos.

Reflexión


Los dedos en el violín
    Entre los instrumentos musicales que nos aderezan el bienestar del espíritu y mueven nuestra sensibilidad gratísimamente, el violín es el intérprete más cercano a la vibración de nuestros sentimientos. Las yemas de los dedos violinistas estremecen las sonoras cuerdas y crean resonancias afines en nuestra caja íntima como si en nosotros mismos se conmovieran los sensibles costillares del violín.
    La música es el arte de ensortijar los sonidos. No le pidáis al perro que cante ni a una rana que afine la voz; han de tener los suaves labios del violín para que nos digan su misterio inexplicable.


Rincón poético

DESPRENDIMIENTO


Amar a Dios es todo lo exclusivo
que el amor puede ser. Deja de amarte,
deja de amar lo que no te devuelve
amor a cambio. No hay cosecha
en sembrar trigo en los ribazos.
Calcula cuántas cosas
amas en las que, por ser tuyas,
sólo te amas a ti. Te estás mirando
embelesado ante el mentido
vacío del espejo,
que se ríe de ti.
Vuelca tu corazón, ponlo sin prisas
del revés y sacúdelo, que caiga
todo el acebo de tus fruslerías,
y ve corriendo en busca
de Dios. ¿No lo adivinas?
Le has abierto la puerta
de par en par, y él te estaba esperando
.

(De Tu luz nos haga ver la luz)

viernes, 18 de enero de 2013

Curación del paralítico



    De nuevo a Cafarnaún, después de un largo periplo por las aldeas del lago, mientras predica en el patio de la casa de Pedro queda enseguida atestada de gente, una familia trata de llevar a un paralítico hasta Jesús, y como el lugar está atestado de gente, ha de descolgar la camilla del enfermo por un agujero practicado en el techo de la casa.
A Jesús le sorprende la fe de estas personas, se deja impresionar por el estado de postración del enfermo, y cura sin
más al paralítico.
         Tres son, aquí, los signos de la novedad del Reino:
              -la victoria sobre el fanatismo, representado por los posesos.
              -la victoria sobre la muerte, representada por la lepra, que era como una forma de muerte social,
              -y la
victoria sobre la esclavitud, representada por la parálisis.
    El poseso librado del fanatismo significa la libertad de espíritu; el leproso perdonado representa la vuelta a la vida social y espiritual; y la curación del paralítico, atado a la dependencia de otros, nos enseña que la libertad es un bien inherente al hombre, necesaria para poder realizarse responsablemente. Jesús dice bien cuando sentencia que la verdad nos hará libres.


Reflexión

El proceso para salvar al paralítico

    Dice el evangelio que el gentío impedía llevar al paralítico hasta Jesús, y que en consecuencia lo descuelgan por el techo de la habitación desde donde habla Jesús. Los techos de las casas judías eran planos y se accedía a ellos por una escalerilla exterior adosada a la casa. Es así como pueden practicar un hueco en el techo y descolgar al paciente. Jesús, admirado, premia por tanto la fe de los familiares del enfermo, que son los que han puesto tanto ahínco en que sea curado por Jesús.



Rincón poético


     EL SEMÁFORO

Palo mayor del oleaje ciudadano,
el código de luces del semáforo
usa un léxico estricto de palabras
cuyos signos pronuncia
alternativamente y riguroso.
Sus palabras son ley. Todos acatan
sumisos sus mandatos.
La rectitud, su sobriedad son tales,
que dispone al respeto.
La noche no conturba la constancia
en mantener el ánimo despierto
ante el frío, la lluvia persistente,
la soledad - ese otro frío
desolador-, como quien tiene cerca
un fuego amigo al que tender las manos.
Extático, impertérrito, no pierde
su compostura esbelta,
su exactitud enhiesta, la plomada
rígida en que se entraña firmemente.
Remeda la exigente,
severidad tan venerable
del antiguo maestro que blandía
una ácida regleta entre las manos.


(De Tu luz nos haga ver la luz)

jueves, 17 de enero de 2013

Curación del leproso

    Entre los numerosos milagros obrados por Jesús, uno de los más significativos es éste de curar a un leproso, una enfermedad incurable.
    El leproso era un enfermo desahuciado y peligroso, que tenía prohibido por la ley acercarse a la gente, ya que su trato producía impureza. Según la cultura del momento, la lepra era uno de los castigos más rigurosos con que Dios castigaba los pecados del hombre. Lo experimentaron en su carne los egipcios y el rey Ozías, que se había arrogado facultades sacerdotales que no le correspondían
    Puesto que curar enfermedades era un cometido del Reino, cuando Jesús sana a un leproso, está triunfando sobre el mal, como con la expulsión diabólica y la curación, mañana, del paralítico. Hoy día, no son prodigios lo que necesita el mundo actual, sino que el Reino de su amor se extienda por toda la tierra y cunda en el corazón humano.


Reflexión

¿Enero ventoso?


    Se suele decir que diciembre es frío y febrero ventoso; enero es lo uno y lo otro, aunque no a partes iguales. Basta mirar a la veleta de la cúpula cercana del Patronato (en Carcaixent), para comprobar lo enloquecido que se nos pone el viento, cuyas rachas desaforadas anunciaron ya como muy desmedidas. Es un viento deshilachado, innoble y pendenciero como el alma macerada de un borracho, que anda a latigazos. Y he de salir a la calle, ya casi anochecido, y encontrarme con él, en más de una esquina. ¡Con lo buenecito que es cuando se esta quieto y no se deja notar!

Rincón poético

      VÍVETE HOY
No sé si tengo algo
que deba recordar, que le merezca
a la rueca que mueve la nostalgia
servirle de vellón. Y no usan manos
la enloquecida rueca, ya no sirve
de urdimbre el impoluto
lino. Tejer nostalgias
plañideras, tejer con su tristeza
retazos inservibles de otros tiempos
que ya no han de volver,
es retorcerle el cuello a la maroma
de un ancla inexistente, o usar pañuelo
para decir adiós al que se ha muerto.
Urdir nostalgias es empecinarse
en ir de espaldas, intentar en vano
desandar el camino que está andado.
Los días que viviste ya no viven.
No existen ya las noches que admirabas.
Están emparedadas las estrellas
que contemplaste ayer. Hoy nacen otras
que no estarán mañana.
Vívete tú que estás, vívete ahora.


(De Tu luz os haga ver la luz)

miércoles, 16 de enero de 2013

Sábado

    Todavía en Cafarnaún, un sábado, durante la primera jornada de Jesús, sale de la sinagoga, y en casa de Pedro, cura de su fiebre a la suegra.
    Marcos nos está diciendo que el Reino de Dios es proclamación verbal y acción liberadora, en público y en privado. Pero ante todo, está contraponiendo dos modos de entender el culto debido a Dios. Jesús cura en sábado, porque curar es una buena acción que honra al Señor en el día a él dedicado. La gente, según directrices de escribas y fariseos, ha de esperar a que se ponga el sol, momento en que acaba el día, para llevarle sus enfermos a Jesús
    Que la luz de Dios ilumine la mente de quienes malinterpretan el amor de Dios en el debido al prójimo


Reflexión

La luz no tiene sombra
    Yo mismo digo algo así en un poema: la verdad no tiene sombra. No tiene sombra como no la tiene la luz. La sombra es su ausencia, por interposición de algo opaco entre ella y la superficie, que de otro modo quedaría iluminada; es como un hueco en la luz, una mancha en su infinita transparencia. La verdad es la luz de la inteligencia, y quien la niega es tanto como si se condenase a ser un ser intelectualmente sombrío..
    Jesús es la verdad por encima de todo. Quienes le niegan son ciegos, porque se cubren los ojos para que no les alcance el destello de la luz. Se dice entonces que Jesús es la luz, nuestra luz necesaria que borra toda culpa en nuestra vida.

Rincón poético

GALÁN DE NOCHE

Es nocherniego y no tolera
nuestra proximidad. ¿Qué tendrá el hombre
para negarle el penetrante aroma
de sus noches? ¿Acaso
no es la mano del hombre quien lo cuida
y pone humildemente tierra
bien mullida a sus pies?
Reconoce quizás que su perfume
embriagador, es excesivo,
que la brisa que exhibe
su aliento no conoce
cálculo ni medida;
y se aparta cortés de nuestro lado,
intemperantes e inflexibles.
Nuestro hogar no es su hogar. Nuestras maneras
no son tampoco de su agrado.
La noche es su mansión, verde murciélago
vegetal, compañero
del silencio y la estrella.
Tal vez por eso, huele
a sombra humedecida,
a humedad sublimada.


(De Tu luz nos haga cer la luz)

martes, 15 de enero de 2013

Jesús en Jerusalén

    Día a día, vamos estrenando evangelio. Los evangelistas consignan la sorprendente impresión que produjo en sus oyentes, llenos de curiosidad, en Cafarnaún, el modo de predicar Jesús. Con el tiempo, la figura de Jesús se les haría familiar.
    Hablaba con autoridad. Es decir, mientras escribas y fariseos ajustan sus enseñanzas a lo dicho en las Escrituras, él es la Palabra misma de Dios y habla con el aplomo que le confiere el Espíritu que le habita.
    Destacan, en su forma de hablar, la preferencia por el contraste, la repetición intensiva con que da densidad a lo que dice, la comparación y la parábola, en busca de la facilidad de ser entendido, la mayor persuasión posible, y la hondura de sus verdades. Su tema más socorrido es la llegada del reino, y verdades como el amor del Padre, manifiesto en su propósito salvador del hombre.
    Nuestra suerte consistirá en saber andar junto a él, de aldea en aldea, entre pecadores, pobres y enfermos, hasta saber cuáles son las exigencias de su seguimiento y la bondad de su entrega servicial al hombre.



Reflexión

Más libros
    Para quien lleva inoculado el virus de la curiosidad en la mente, los libros son un manjar tentador que además de nutrir, complace al buen gusto. Pero poseer, aunque sea libros, no se aviene muy bien con el compromiso de pobreza radical de quien se ha obligado a vivirla con Cristo. Añádase que la celda es exigua.
     No basta con ocasionales desprendimientos que acaban en la biblioteca comunitaria. Son libros que ya tengo leídos y actualizan un tanto ese otro bien común. A poco que uno lo advierte, las propias estanterías ya han crecido otra vez como por ensalmo. La Navidad es un una buena ocasión para desnudarse de lo que redunde. Lo estoy pensando, porque costar, cuesta.


Rincón poético

      LA ESPERANZA

¿En qué lugar del cuerpo
se instala la esperanza?
¿En los ojos que escrutan aguzados
el perfil que dibuja el horizonte?
¿En los pasos atentos al camino
que conducen a él?
¿En los hombros que aguantan la pesada
noche de cada día, constelada
de prietas horas, de largas vigilias?
¿En qué lugar? El corazón podría
albergar, como cofre acristalado,
la luz con que ilumina la esperanza
los altibajos del camino.
La esperanza es un faro estilizado,
sobre unas rocas, junto al mar.
Lo enciende el estertor de cada tarde;
y en los confines de la noche,
lo releva esforzado
el esplendor de cada amanecer.


(De Tu luz nos haga ver la luz)

lunes, 14 de enero de 2013

Vida pública de Jesús



Los fariseos devotos creían que la llegada del Reino de Dios dependía de la fidelidad a la Ley, pero toleraban una evidente situación social injusta. A otros, como los saduceos, no les interesaba cambio alguno, ya que vivían desahogadamente.
Juan había predicado una conversión pensada como un nuevo éxodo penitencial al desierto. Jesús predica un cambio radical de vida de modo que el cambio comportaba creer en el evangelio, que es el anuncio de ese Reino que viene con él y que comporta la salvación del mundo.
      Esta llamada a enderezar la propia vida, puede ajustarse al ciclo litúrgico que ahora comienza -el C del tiempo ordinario-, donde Jesús llama a sus primeros discípulos y asistimos a la predicación de una nueva enseñanza, un curso de espiritualidad, con valoraciones  y puntos de vista cristianos sobre todas las cosas.


Reflexión

Buenos deseos

       Fray Juan de los Ángeles en sus Diálogos del Amor de Dios, razona con un discípulo suyo llamado Deseoso. 
Solemos desear lo mejor a los demás, en estos días aún jóvenes con que comenzamos un año nuevo. Es como pasar página, tachar un pasado inmediato con sus achaques de tiempo viejo y abrir una agenda nueva llena        de posibilidades y propósitos renovadores. Únicamente quien formula proyectos de mejora está en vías de realización feliz. El desalentado que se considera desdeñoso y a la vuelta de todo, renuncia a toda aspiración. Él mismo se ha clavado el puñal del desengaño que lleva en la espalda.


Rincón poético

EL ARCO DEL VIOLÍN

El arco del violín dice palabras
que el diccionario ignora.
Una mano que lo agita,
una mano sutil, con delicada
modulación, experta en brisas.
Los gestos caligráficos 
en el aire
de una batuta impulsan, como a un niño
que no supiera andar, paso tras paso,
el discurso flotante y cadencioso
que pronuncia el violín.
Lleva una golondrina entre los labios
el arco del violín, pausado a veces,
estremecido, tierno,
y otras frenético y exacerbado,
porque arrecia el empuje, el oleaje
de la orquesta rompiendo 
en un cantil imaginario.
El violín, una rama enardecida
que encubre el azahar,
una espalda delgada y femenina
que pintara Dalí.

(De Tu luz nos haga ver la luz)

domingo, 13 de enero de 2013

Jesús ungido por el Espíritu Santo

    El signo identificador del bautismo de Jesús es la unción del Espíritu Santo,  y el fuego, símbolo del Espíritu Santo, significado en el sello indeleble que imprime en quien lo recibe. Juan, al contraponer fuego y agua, está refiriéndose a quien, a diferencia de él, puede introducir al hombre a quien bautice, en el ámbito de lo divino.
    Todos los evangelistas coinciden en exponer este pasaje, dada la importancia de su contenido. Marcos hace constar, además, en la predicación de Jesús, dos pasajes, en uno de los cuales promete el Espíritu a quienes lo soliciten (Mc 11,13), y  en otro, confiesa que ha venido a traer fuego a la tierra (Mc 12,49). Juan evangelista, además, declara a la samaritana que en lo sucesivo se adorará a Dios en Espíritu y verdad.
    La Iglesia en las lecturas de hoy, nos está sugiriendo que los sacramentos y la palabra de Dios son como la lluvia que baja del cielo y no regresa vacía, sino que la enriquece fecundándola. Es como el profeta Isaías pronostica que el Espíritu nos habitará por el bautismo, en gracia de Cristo.
        Jesús es Dios y es hombre; nadie mejor que él para vincular el ámbito de lo humano a lo divino. De un lado, el Espíritu une al Padre con el Hijo y les hace ser una misma cosa; y  de otro, la humanidad de Jesús le hace ser uno de nosotros, de modo que el hombre, al recibir el Espíritu en el bautismo, queda divinizado y convertido en hijo adoptivo de Dios. Así es como Dios, haciéndose nuestro, nos hace suyos.


Reflexión
 
El anatema judío, la ceguera y el crimen


    Es fácil caer en la intransigencia religiosa, cuando no se ama ni respeta al otro, que no piensa ni cree como exigen ciertos credos obtusos. En nuestros días comprobamos con excesiva frecuencia lo pernicioso que es no saber convivir comprensivamente con los demás, en determinados países sensiblemente atrasados, donde se bendice el odio y la venganza. Uno desearía que el recurso fácil al anatema gratuito dejase de ser arma de repulsa frontal con sabor a asesinato, con que fulminar al prójimo, a veces con mal disimulada cobardía,  por un quítame allá esas pajas.  En tiempos, los judíos llegaron a especificar tres formas de repulsa, el anatema contra prácticas rituales ajenas, la abominación de cuanto pudiera profanar lugares, personas o enseres propios y lo horrendo, imputable a animales impuros.
    Desde entonces ha llovido mucho, pero incluso hoy, hay quien no tiene paraguas ni sentido común.


Rincón poético

SOÑANDO
        
¿En que soñaba Jesús,
que no hablaba,
él que era
la Palabra?
Soñaba cruces de piedra
ensangrentada.
¿En qué soñaba a su vez,
en que soñaba María,
cuando todo
lo tenía?
San José sueña garlopas,
mesas, sillas,
y en el brillo que irradiaba
la pureza de María.
El buey sueña que a una estrella
se encarama un villancico
que tiene cuernos de plata
y un aro de oro en el hocico.
De Herodes dicen los magos
que un rey rival le ha nacido:
sueña puñales de hielo,
sueña espadas de granito.
¿Por qué soñar tantas cosas
si todo cabe en un sueño?
Soñemos que hoy Dios nos nace
para ser ya siempre nuestro.


(De Tu luz nos haga ver la luz)

sábado, 12 de enero de 2013

El bautismo de Jesús


Jesús y Juan bautizan en el Jordán, en orillas opuestas. Los discípulos de Juan protestan; para ellos, Jesús es un intruso. Juan les aclara que Jesús es el enviado de Dios, con quien no puede compararse. Juan es un profeta del pasado que acepta la novedad de Jesús, cuyo bautismo mediante el Espíritu sustituirá al del Bautista, que no pasa de ser liturgia de conversión, de modo que Juan tendrá que ir diluyéndose a fin de  transparentar a Jesús para que crezca. La aceptación de Jesús en Judea, representa la aceptación de su mensaje en el corazón del judaísmo.
Los que hemos sido purificados por el bautismo cristiano, debemos aceptar la palabra de Jesús para vivir en conformidad con sus deseos, que son la divina voluntad de Dios.


Reflexión

Los juguetes

El niño necesita jugar, una actividad implicada en su desarrollo físico y mental. El juguete existe desde siempre. Hay hallazgos curiosos de tiempos prehistóricos que lo demuestran. El juguete es elemento mágico que satisface los sueños ilusionados de los niños. Desde que los reyes magos ponen sus dones a los pies del recién nacido, los juguetes tienen su cita más relevante, con motivo de la Navidad, en la festividad de los tres sabios. Reflejan por eso el momento cultural que los concibe en cada época. Ocupan lugar destacado las muñecas, las inamovibles muñecas, ahora dotadas de toda clase de prestaciones: hablan, ríen, piden biberón, hacen pis... Le andan  a la zaga las bicicletas, porque como alguien razonaba, la actividad del niño es la misma de siempre, y completan el menú imitaciones infantiles de móviles, tabletas y otros enseres electrónicos.
Los juguetes se debaten contra la crisis y perviven siempre.

Rincón poético

 SAN JOSÉ

San José no sabe
qué hay que hacer con Dios,
cuando Dios es niño
y él su protector.
María, su Madre,
sabe que el amor
con que mima al niño
siempre es lo mejor.
¿Habrá que esconderlo?
¿Quién esconde a Dios?
¿Habrá que huir con él?
¡Que consternación!
San José, confuso, 
para su dolor,
cree que a él le toca
siempre lo peor.
La Virgen le presta
toda su atención:
- Procede, José,
siempre como yo.
Basta con que al Niño
le amemos los dos.
Será esa su escuela,
no hay otra mejor-.
San José ya sabe
qué hay que hacer con Dios.

(De Tu luz nos haga ver la luz)

viernes, 11 de enero de 2013

Curación de un leproso

    El pasaje insólito del leproso que implora de rodillas ante Jesús, es como una constatación inmediata de la revelación, en Nazaret, de su condición liberadora de rémoras y entorpecimientos que coartan la libertad de ser del hombre. Las curaciones que va realizando Jesús son cada vez más sorprendentes y su fama se extiende por todo el país. Es el ejercicio de la compasión para con los más desvalidos, apremiado por la fe de los pacientes. La compasión es un reflejo en Jesús de la misericordia divina, lo que patentiza que el Hijo es imagen del Padre. Al tiempo, el cumplimiento de los designios divinos de salvación del hombre, es el baremo del perfeccionamiento de Jesús como hombre que consumará en la cruz.
    Belén, donde nace, y Jerusalén, donde muere, son los dos puntos del itinerario salvador de Jesús. 


 Reflexión 

El antropomorfismo del brazo fuerte de Dios

    Frente a todos los dioses que campean sobre las creencias de los pueblos vecinos, Israel tiene sellada una alianza con un Dios infinitamente poderoso. Es liturgia suya mantener vivo el recuerdo de los prodigios que Dios hizo con su pueblo y esa liturgia tiene un lenguaje donde abundan las imágenes literarias. Hablar con la máxima propiedad de la grandeza y poder de Dios, inclina al uso de figuras, como en la personificación de la parte por el todo, que es lo que ocurre al significar ese poder en el brazo fuerte de Dios, su brazo extendido, desnudar Dios su brazo. Es el gesto categórico del rey ordenando el cumplimiento de algo urgente. La razón de este recurso estriba en la imposibilidad de hablar con exactitud acerca de Dios, que rebasa toda ponderación, y ante lo inefable, el redactor bíblico echa mano de antropomorfismos, humanizando, a nuestra corta medida, su realidad divina

Rincón poético


       EPIFANÍA

Yo les pido a los magos,
buscadores de Dios,
saber encontrarlo siempre
y no perderle ya, no.

Yo le pido a la estrella
fundirme en su fulgor
y ser luz para los otros
que aún no les alcanzó.

Le pido al recién nacido
que es todo paz y amor,
que me ocupe por entero
llenando mi corazón.
Escúchame, María
óyeme, por favor,
dejadme aquí con vosotros,
que os necesito a los dos.


(De Tu luz nos haga ver la luz)

miércoles, 9 de enero de 2013

Jesús sobre las aguas


Jesús, después de despedir a la gente, a la que ha alimentado con pan y peces, se retira a orar. La oración es el único alimento imperecedero. Y a instancias de Jesús, los apóstoles, se trasladan a la orilla opuesta del lago. Jesús, andando sobre las aguas, les adelanta, ya anocheciendo.
Es él quien se nos aparece siempre como quien va de largo. Un gesto repetitivo: Con los discípulos de Emaús ocurre algo así, y guarda, por tanto, alguna significación. Dios nos sale al camino de mil modos, porque es imprevisible y no se ajusta siempre a lo que esperamos de él. Nuestro mundo es el de la línea, la  lógica y lo razonable; el de Dios es el del misterio, de lo inefable y lo prodigioso. No es de extrañar que sorprenda a los suyos, en medio de un lago.
Dios pasa siempre ante nosotros y sigue adelante como si nada, si no salimos tras él llenos de fe, y no como Pedro, dudoso y tambaleante. Como los discípulos, descubrámosle y confesemos su realidad divina: Verdaderamente, tú eres el Hijo de Dios.


Reflexión

Los celos de Dios



Una de las tentaciones más persistentes y resbaladizas del pueblo judío en Canaán era prosternarse ante otros dioses que no fueran Yaveh, el único Dios verdadero. Los paganos creían que en el interior de las imágenes idolátricas residía la divinidad representada en ellas. De ahí la importancia de regocijarse contemplando su rostro. En el Deuteronomio, después de haber dedicado un capítulo a los preceptos que hay que cumplir, se insiste en cuidarse mucho de adorar esos ídolos, porque el verdadero Dios es extremadamente celoso y montará en cólera contra el idólatra.
Hoy nos tientan con sus carantoñas otros ídolos no menos atractivos a quienes rendimos tributo sin empacho, como el dinero, el sexo, la ambición, la competencia desmedida, y Dios sigue siendo el mismo Dios celoso de siempre. Conviene no arriesgarse echándolo en olvido.

Rincón poético

   LA LUZ DE DIOS

La luz que ilumina al Niño
nadie sabe quién la enciende.
¿Ángeles serán tal vez,
María, José o un duende?

La luz que ilumina al Niño
es él mismo quien la enciende.
Arde una llama en su pecho
que es como la zarza ardiente.

No se consume al arder
y descongela la nieve.
Su aliento empaña los ojos
de san José y no lo entiende.

Unos pastores le traen 
un cantarillo de leche.
Se cubren del resplandor
con las manos para verle.

No necesitan estrella
magos que de noche advienen,
que brillan más que una estrella,
ardiendo sus ojos verdes.

La luz que ilumina al Niño
es Dios mismo quien la enciende.

(De Tu luz nos haga ver la luz)

martes, 8 de enero de 2013

La multiplicación de los panes


    La multiplicación de los panes es un relato que la Iglesia leyó desde un principio como trasunto de la eucaristía. El evangelista nos da dos claves de interpretación: la revelación de Jesús como Buen Pastor, que se compadece de sus ovejas, y la incomprensión de sus discípulos, que no acaban de ver que con pocos mimbres se pueden confeccionar cosas grandes, en pro de servir a los demás.
    Jesús, en su pedagogía, va aportando a la enseñanza evangélica nuevos valores que hay que incorporar a nuestro bagaje espiritual. Jesús fue así el primer catequista del Reino, abriendo los ojos a la luz de Dios, abriendo los oídos a las cosas de Dios. Abre los ojos a la luz de Dios, enseñándoles a organizarse, para facilitar las relaciones humanas y abre los oídos a las cosas de Dios, enseñando que la Palabra de Dios es alimento del alma. Por eso Jesús da de comer a quienes no tienen, para hacerles ver que han de alimentarse de él, que es pan necesario de la vida.



Reflexión

Dios, a la altura del hombre


    Los israelitas declaran, según el Deuteronomio, que al revelar los mandamientos, llamados palabras por ellos, han comprobado cómo Dios puede hablar desde el fuego del Horeb y no por eso morir fulminados. Era una creencia firme que quien oyera la voz de Dios, perecía al instante sin remedio.
     Dios, en Belén, desciende hasta el nivel del hombre, encarnada su palabra en Jesús, quien hablará a cuantos quieran oírle, cara a cara. Dios no queda, más allá de todo, inaccesible y distante, sino que se ha hecho como uno de nosotros. No hay más fuego que el amor con que el ardor de su palabra salvadora justificará a todos.


Rincón poético

ALEGRÍA EN BELÉN

Canciones que entonan
los cielos. Dios canta
glorioso divinas
palabras.

Los ángeles suben,
los ángeles bajan
por una escalera
de plata.

La alegría se abre
como una granada,
y es que al Niño todos
le cantan.


Le cantan los magos,
las prisas, la calma,
la lluvia, la nieve,
las aguas.
El buey con su aliento
lo acoge, lo abraza
José y en sí misma María
lo entraña.

Cantando aleluyas,
los ángeles suben y bajan
por una escalera

de plata.

(De  Tu luz nos haga ver la luz)