lunes, 28 de enero de 2013

Tiene dentro a Belcebú

   Con razón pedía Jesús que creyeran en su palabra.
    Los escribas pertenecientes al grupo de los cumplidores, entienden que el Reino de Dios será una irrupción del poder de Dios que acabará con los no cumplidores, con los pecadores. Jesús predica la conversión y el arrepentimiento; ellos acopian obras, porque para ellos las obras tienen un precio con que comprar la salvación y hay que acumularlas, cuanto más mejor, aunque se incurra en rutina. Es lo que conduce a la insensibilidad ante los débiles, los menesterosos. Valdría la pena acabar con ellos y con Jesús mismo que se identifica con ellos.
    Tienen un problema y es cómo explicar que Jesús, un hombre despreciable, goce del don divino de hacer milagros. Tiene que ser Belcebú, príncipe de los demonios, quien le preste semejante poder. Jesús les hace ver lo absurdo de tal teoría. ¿Tan necio es Satanás que luche contra sí mismo? 



Reflexión

 La llave en el transcurso del tiempo


    Una llave, según lo que clausure o abra, puede hasta ser poderosa. Hay llaves para todo, y su función ha propiciado usos metafóricos, como las llaves de la lucha cuerpo a cuerpo, la llave que permite el acceso a lo recóndito o difícil, etc , si bien para eso se recurre a su forma más latina, la clave de tantas y tantas cosas, como las claves de la notación musical.
    El verbo latino del que procede el término llave, claudo, significa más bien cerrar; para abrir, se emplea otro verbo distinto, aperio. La llave, con todo, sirve por igual para abrir y cerrar una puerta, en su uso más ancestral. No son necesarios dos objetos para esa doble función. Pero, ¿ cuándo aparece la llave en la historia del hombre? Por supuesto, no antes del establecimiento del hombre primitivo en un lugar, para lo que se ecesita de una casa donde guarecerse, concluido un largo período incierto de nomadismo. La tienda plegable de cuero no usaba llave ni objeto alguno que la protegiera de intrusos y aficionados de lo ajeno.
    Con el tiempo, la llave se ha ido tecnificando hasta alcanzar altos grados de sofisticación. Es mucho y valioso lo que hay que guardar y las manos rapaces han seguido cursos autodidactas de experiencia pericial indescriptibles. Los secretos de la llave los han hecho especialistas consumados.
  
 RINCÓN POÉTICO
 
LA VERDAD NO TIENE SOMBRA
 
La sombra es el refugio tímido
donde la oscuridad
esconde su ceniza.
La luz no tiene sombra; es ella misma
sin más, como el espacio
del que huyen las estrellas.
No tiene sombra la verdad,
hermana de la luz, como ella pura.
¿Dónde acaba la luz y a la verdad
le nace de inmediato el centelleo?
No intentéis oprimirla, no queráis
cogerla por el cuello,
no pretendáis amordazarla.
No tiene cuerpo la verdad,
como no tiene loza
la exacta concreción de un pensamiento.
¿Puede apresarse en una jaula de oro
el vuelo lento de una blanca nube?
Quien la niega, encerrado
ciego en su oscuridad,
renuncia a ver nacer, sobre la frente
del día, el esplendor
recién amanecido
que envuelve la mañana.
En sus ojos no cabe, de la fuente,
el rumoroso alumbramiento.
Su oscuridad es la ceniza
que sobrevuela como un azor blanco
la luz de la verdad.


(DE lA VERDAD NO TIENE SOMBRA)

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