martes, 29 de enero de 2013

El cumplimiento sabático


    Jesús, desde el equilibrio y el buen sentido, quiere hacer ver que el sábado responde a la necesidad humana del descanso, y que se trata, por tanto, de una norma en favor del hombre, no contra el hombre ni en menoscabo de otras necesidades del hombre, más perentorias que el mismo descanso, como es alimentarse o curar a un enfermo.
    Si esa ley va en menoscabo de las necesidades del hombre, es inhumana, está en su contra y no es de Dios. La ley debe expresarse desde el equilibrio y para el equilibrio humano.
    Respetemos el descanso dominical, que es el nuestro, pero no recetemos normas que atenten contra el sentido común y la vida del hombre. Y aprendamos de Jesús, siempre prudente y sensato, el buen sentido y justa medida en todo comportamiento.



Reflexión

Beber la sangre de Cristo


    No siempre fue cómodo el lenguaje cristiano en la apreciación de culturas no cristianas. A un judío, le resultaba escandalosa la expresión beber la sangre de Cristo.
    Para ellos, la sangre fue entendida como vehículo de la vida, razón por la que, en los sacrificios de animales, podían comer de la carne sacrificada, pero tenían estrictamente prohibido beber de la sangre del animal, por lo que se derramaba en tierra.
    Santiago, primer obispo de Jerusalén, estableció que, al celebrar la fracción del pan en compañía de miembros judeo cristianos, se tuviera la cautela de no usar la expresión beber la sangre de Cristo, para ellos ofensiva.


Rincón poético

          LA ESPERANZA

Voy a asistir a un curso de esperanza
como se asiste a un nacimiento,
al parto de una oveja en la majada
justo cuando amanece
y la confusa paja reverbera.
Voy a asistir a un curso de esperanza
y no sé quién lo da. No pueden darlo
las horas bajas del atardecer,
el río que no llega, amordazado
por el sucio cemento del pantano,
por los árboles rotos
que sangró la sequía.
Lo dará el mes de abril, la primavera
arrodillada ante las rosas,
la brisa acre del mar por las mañanas
y el mismo amanecer.
¿Por qué no la caricia
de María en su vientre, cuando estuvo
esperando gozosa nueve meses,
hasta ver cómo un día
nació la Vida entre sus brazos leves?
La esperanza está llena
de luz y tiene forma de horizonte.


(De La verdad no tiene sombra)

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