Hay claras diferencias entre las bienaventuranzas de Mateo, ocho, y las cuatro de Lucas, cuatro, no sólo por la diferencia en el número. Mateo destaca el aspecto espiritual de la pobreza. Lucas hace referencia clara a la pobreza real, inmediata, del que no tiene nada o sufre serias carencias. Esta referencia a la precariedad social se acentúa desde una doble consideración, como es:
-el anuncio del cambio total que operará Dios en favor de los que sufren precariedad.
-y la oposición entre bienaventuranzas y las malaventuras.
El mensaje social de Lucas está en línea con la tónica general de su evangelio. Mateo invita a todos, ricos y pobres, a la conversión del corazón, desde el desprendimiento. Lucas invita a todos, ricos y pobres, a transformar la sociedad, para que disminuya el número de los necesitados, invitándonos a mirar a nuestro alrededor deshumanizado por la miseria y ofreciéndonos un horizonte esperanzador.
Reflexión
Padre nuestro
En el Antiguo Testamento se suele hablar del temor de Dios, como de alguien cuya grandeza impone y hay que honrar sumisamente. En la medida que los profetas se aproximan a la revelación de un Mesías salvador, Dios aparece más cercano al hombre, más dispuesto a acercárselo, que es tanto como mostrarse no sólo misericordioso, sino amoroso, a la manera de un padre. Con Jesús, Dios trata a la humanidad que asume su Hijo encarnado de modo similar como le considera a él. Es el momento en que Jesús aconseja llamar Padre al suyo como lo hace él.
Rincón poético
CAMPO Y CIELO
De tanto mirar el campo,
de tanto mirar el cielo,
tengo una lluvia en los ojos
y una amapola en el pecho.
Vuelvo al campo,
y pienso yo:
el campo no se da cuenta;
el cielo ni se inmutó.
No llueven mis ojos ya;
La amapola se agostó.
(De El espejo de Dios)
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