lunes, 16 de septiembre de 2013

No soy digno


El evangelista busca destacar la fe manifestada por un gentil, como motivo de ejemplaridad para quienes tienen mayor responsabilidad de responder con creces a los favores señalados con que Dios distingue a los suyos. La misma Iglesia ha puesto estas palabras en los labios de quienes se disponen a  recibir a Cristo, hecho pan y vino, en el más íntimo y jugoso de sus misterios. 

Es una sabia medida de espiritual estrategia, para que los cercanos aprendamos de los lejanos a mirar a Cristo con los ojos abiertos de par en par y el corazón temblando por la inmensidad de su amor.
Acerquémonos a Cristo con la lámpara de nuestra fe siempre encendida, siempre a punto. 

Reflexión

¿Los últimos arameos?

Elementos de la Yhiat o Hermanos musulmanes, en Siria, conminan a los cristianos de la etnia aramea a convertirse al Islán, so pena de muerte. Hay un territorio poblado milenariamente por estos cristianos que hablan la lengua de Jesús, cuna de esta lengua, donde esta ocurriendo este desafuero. No se ven las razones de que se potencie a estos desalmados cuyo fanatismo no tiene igual, en un país donde siempre han convivido unas y tras creencias en paz. 
    El sentido demócrata de la libertad no puede callar ante semejante forma de salvajismo. 

Rincón poético

VIENTO GÉLIDO

El viento forcejea
en la ventana. 
No la dejéis abierta;
que no se abra.
La casa es reducida,
mi pobre casa.
No cabe el viento en ella,
que nos maltrata.
Lleva el frío en sus manos,
y en cabeza,
la nieve por corona
como a una reina.
Pase el viento de largo
con su guedeja
de hilachas desteñidas
y fimbria vieja.
Lejos con sus gemidos
y sus protestas.
Cerrad bien la ventana;
no quede abierta.

(De El espejo de Dios)

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