viernes, 5 de abril de 2013

Aparición de Jesús en el lago

    Esta aparición cierra el evangelio de Juan, que aparece como personaje que estuvo presente y atestigua la aparición. El protagonista que centra el pasaje es Pedro, a quien Jesús reprende preguntándole tres veces lo mismo: Pedro,¿ me amas más que estos? Tres habían sido las veces que Pedro le negó cobardemente durante la Pasión de Cristo.

Sólo quien le ama de veras puede presidir fielmente su Iglesia. El papa Francisco ha pedido a los ministros de Dios que deben implicarse en el ministerio pastoral hasta oler a oveja. Todos, desde el sacerdocio común que recibimos en el bautismo, hemos de oler a oveja, que es la mejor manera de oler a Cristo.

Reflexión

Ya era tarde

Uno podría preguntarse cómo sería el corazón de Judas, para responderse que no tenía corazón. Judas, ocultando en vano que ya ha vendido a Jesús, comulga con Cristo, sin comulgar, porque comulgar es hacerse una cosa con él. Y el evangelio nos avisa por eso que al recibir el pan, el diablo entró en su corazón adueñándose de él. Tarde se arrepintió de su inexcusable torpeza, tarde se despojó de aquellas monedas que ardían como ascuas en sus manos. Dicen que, ciego y desesperado, buscó la rama escueta de un árbol seco y se ahorcó, quedando como tizón humeante que  cuelga del techo. No amaba a Jesús; se amaba a sí mismo, porque amaba codicioso el dinero.


Rincón poético

          RESUCITÓ

La luz que había en sus ojos
y en una cruz se apagó,
vuelve a brillar en las manos
de Dios.

Lo mataron para siempre.
¡Qué necia equivocación!
La vuelve a alentar la vida
de Dios.

Ya no podrán apagarla
el odio ni la traición,
que lleva en la frente el sello
de Dios.

El aliento que respira,
incendia su corazón
como llama sempiterna
de Dios.

 Cantadle aleluya al Padre,
cantadle a nuestro Señor
y al espíritu beatífico
de Dios.

( De Ternura del almendro)

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