sábado, 27 de abril de 2013

Identidad del Padre y el Hijo


El Padre y el Hijo son una misma cosa en cuanto a la divinidad, identificados por el común Espíritu de ambos, que los comunica en el amor. Iguales, por tanto, espiritualmente, no son los ojos de la cara, sino la fe la que puede ver al Padre en el Hijo. Identificado con el Padre, puede dar todo lo que le pidan a quienes acudan a él con fe o le pidan al Padre en su nombre. En ese sentido, la Carta a los Hebreos dice de él
que es el único mediador, en cuanto nadie puede parecérsele, hombre y Dios al mismo tiempo. 
En nuestras necesidades y las de los demás, acudamos a Jesús con toda le fe del mundo. Jesús todo lo puede.

Reflexión

Tu eres el Santo

¿Qué quiere decir eso del Santo consagrado por Dios? Confesar a Jesús como el Santo, es aceptarle llanamente como mesías manso y humilde, en oposición a quienes le abandonan decepcionados, porque esperan que tome partido, como guerrero invencible, por un alzamiento victorioso contra el invasor romano. Frente a ellos, los Doce creen y reconocen en él al ungido por Dios, al Santo de Dios, por más que todavía desconocen su misterio salvador.
Creamos también nosotros en su persona y aceptemos el misterio de su oculta condición.

Rincón poético

     SAN ISIDORO

¿De dónde obtuvo Isidoro
tanta luz, tanta verdad?
Sabe lo que le enseñaron
y lo que supo alcanzar.
Fuentes de sabiduría
que son de todos, quizás
sucede que las frecuenta
quien ya es sabio nada más.
Isidoro llegó a todo
cuanto se puede llegar.
Bebió en la letra sagrada,
nunca dejó de admirar
cuanto los hombres desvelan
o se exprime en el lagar
de los frutos de este mundo
y lo que el mundo no da.
Sus saberes le acercaban
a la suprema verdad
de Dios, por esa escalera
por donde vienen y van
dones con que el sabio ve
lo que no ven los demás.
Enséñenos a saber
del santo su mismo afán. 

(De El almendro en flor)

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