sábado, 20 de marzo de 2010

¡Por fa!

El lenguaje informal de los estudiantes tiende a contraer las palabras más en uso de su vocabulario habitual, como en un intento instintivo de abreviar la expresión mediante atrevidos apócopes. Se dice lo mismo, pero como con prisas y un cierto despego del la seriedad del lenguaje de los mayores. Se trata de un argot entrecortado y distendido que roza el balbuceo, con que se identifican y ponen llave de propiedad al círculo de su peculiar convivencia.
Es así como las matemáticas han adelgazado su nominación hasta quedar en mate, el profesor, no sólo ha perdido cuerpo, sino que ha alterado su acentuación, que ahora figura como profe, el mismo colegio ha estrechado el espacio de sus paredes y queda simplemente en cole, el recreo pierde temporalidad, reducido a un mero recre, y si vas a ver una película, el largometraje se convierte en corto, por arte de birlibirloque, y aparece como peli.
El contagio de semejante procedimiento no queda enclavado en los dominios más o menos aislados del espacio estudiantil, sino que ha rebasado el recinto escolar para dentrarse en el área doméstica y la calle misma, y ahora también los mayores piden por fa una cerveza en el bar al camarero y son quienes recomiendan al hijo que se esfuerce en mejorar sus calificaciones o ponga orden en su cuarto, igualmente por fa.
Esta locución adquiere matices insospechados. Recurre a ella, no sin ternura, la madre para reconvenir al niño; la niña misma enojada para desviar las molestas zalamerías del compañero o colegui; el profe, con gravedad, para imponer el necesario silencio entorpecedor de sus explicaciones; el padre encolerizado, porque el ruidoso nivel insoportable de los altavoces del niño, no permite sostener una conversación normal con la esposa o el amigo.
Los jóvenes forman un mundo aparte, en el que se desenvuelven más holgadamente y con su juvenil albedrío; constituye su hábitat natural. Y en el territorio de esa autonomía, el argot estudiantil es su lengua vernácula. Son así y no podrán nunca ser de otra manera. Tratad de comprenderles y no caigáis inconscientes en la censura atropellada y fácil. Esforzaos por respetad su propia idiosincrasia, ¡por fa!

1 comentario:

  1. He encontrado su blog por casualidad y me gusta. Yo también tengo uno, aunque ahora lo tengo un poco aparcado por las circunstancias que estoy viviendo. Se llama " CAMINANDO EN LA PERSEVERANCIA" UN saludo

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