
Fray Alfredo Colás prosigue en Teruel esta tradición franciscana de montar belenes por estos días previos a la navidad, y le falta tiempo para atender a las numerosas demandas que recibe desde otras demarcaciones comarcales.

Arte efímero el de estos conjuntos de paisajes soñados y figuritas navideñas, motivo de encantada emoción para los niños, al tiempo que contribuyen a poblar de júbilo el ambiente de estas fiestas entrañables. Y es que precisamente desde la empequeñecida belleza de las cosas sencillas, es donde mejor recordarnos el misterio esperanzador del nacimiento de Jesús, que justo para hacerse como uno de nosotros, tuvo que empequeñecerse él también.
No hay comentarios:
Publicar un comentario