Hay,pues, un desgaste progresivo del tiempo, porque lo hay en las capas protectoras del ozono que envuelve nuestro planeta, un planeta egoísta que no cuida sus expectativas de pervivencia, lo que explicaría el afán de búsqueda de otros planetas más o menos habitables en la lontananza del espacio infinito, a distancias insalvables para nuestro establecimiento en ellos, sólo que el hombre necesita soñar.
Los sueños felices, como el tajo abismal del olvido, absorben y borran muchas cosas o las dejan esmeriladas y sin cantos agresivos que nos hieran los costados de la existencia. Soñar así es evadirse de lo que nos incomoda. Nos incomoda pensar que un día el planeta se nos han haya vuelto inhabitable de tan contaminado y sucio. Hacia ahí vamos de modo imparable y a la carrera. Y entonces, ¿dónde ir?
Nada ni nadie nos impiden recitar dramáticamente altivos, como Calderón: Los sueños sueños son. Soñemos, alma, soñemos.
Es hermoso como describes la llegada del invierno, farruco y arrogante dices. ¡Teruel!¡Teruel! mi Teruel de inviernos duros y grises, cortante como cuchillo el hielo nos hace movernos rápidos y buscar covijo en los hogares y los bares, refujiados al lado de un café calentito o una copita de vino.....charramos de cosas a veces vanales, a veces importantes, pero Angel, a nuestra mente simple y llana no vienen pensamientos tan futuros, ni se nos ocurre pensar en un futuro tan lejano, seguimos con nuestra crisis, y enchufando la calefacción a tope, para seguir sintiendo el calor perdido del verano pasado.
ResponderEliminarUn saludo
Te felicito por el blog