Según la tradición, en época medieval, al identificarse sus restos en Compostela, la noticia del hallazgo cundió por toda Europa, y su fama empezó a atraer gente de todo
origen a su sepulcro, lo que exalta su devoción por toda Europa. Alejandro II declara Año Santo Jacobeo aquellos cuya fecha de 25 de julio recayesen en domingo, lo que contribuyó no poco a incrementar aún más la afluencia de peregrinos. Los cristianos españoles proponen entonces al hijo del trueno que les predicó la fe de Cristo, como adelantado de sus tropas, contra los agarenos.
A su martirio aluden la colecta, la oración de las ofrendas y el prefacio, donde se dice que consagró la tarea de los demás apóstoles con su sangre, como primer apóstol que participa del cáliz redentor de Cristo, testigo singular suyo.
Es muy oportuna la epístola de san Pablo, que recuerda que la función de todo apóstol es anunciar la gracia del Señor y llevar los hombres a la fe de Cristo.
Esta es la faceta que distingue a nuestro santo, la firmeza de su testimonio, que debe inducirnos a reforzar nuestro propósito de manifestar a Cristo con nuestras obras, y con nuestra vida.
Reflexión: Sinopsis evangélica
Cada una de las redacciones del evangelio de Jesús se nos antojan más bien breves, lo que facilita compendiar sus ejes temáticos en muy pocas líneas:
-Dios es amor; el hombre debe responderle con amor al suyo, ya que nos amó primero.
-El amor a quienes Dios ama, se cifre en:
a) perdonar; b) estar al servicio de los demás; c) poner nuestras preferencias en los pobres, desvalidos, marginados, a semejanza de Jesús.
- Saberse y comportarse como hijos de Dios, ya que el Espíritu de Jesús nos habita gracias a que con su resurrección nos reconcilió con Dios.
Rincón poético-Dios es amor; el hombre debe responderle con amor al suyo, ya que nos amó primero.
-El amor a quienes Dios ama, se cifre en:
a) perdonar; b) estar al servicio de los demás; c) poner nuestras preferencias en los pobres, desvalidos, marginados, a semejanza de Jesús.
- Saberse y comportarse como hijos de Dios, ya que el Espíritu de Jesús nos habita gracias a que con su resurrección nos reconcilió con Dios.
EL JAZMÍN Y EL ALHELÍ
Del jazmín y el alhelí
son famosos sus aromas.
No quiero arriesgar un juicio:
tanto montan.
El jazmín y el alhelí.
No se bien cuál de los dos
brinda el aroma más fino.
¡Vive Dios!
No sé bien cuál de los dos,
el jazmín o el alhelí,
brinda el aroma más fino.
Es así.
El jazmín y el alhelí.
Son sus aromas famosos.
Yo no quisiera elegir
uno u otro.
No sé bien si el alhelí
o el jazmín, brinda más fino
aroma, aunque tal vez
lo adivino.
Mas, si entre uno y otro aroma,
hay que decidirse al fin,
me inclino por la fragancia
del jazmín.
Es más blanco
y elegante y más sutil.
(De Los labios del viento)
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