Dios hace al hombre varón y mujer entrañados el uno en el otro, que es lo que significa la figura del origen de la mujer. El hombre no puede arrogarse el derecho de romper lo que Dios ha hecho, supeditando a sus deseos al mismo Dios, cuanto más si se procede de injusta manera. La ley no ha de favorecer al hombre sobre la mujer, o Dios no los ha hecho iguales.
La valentía de Jesús de contravenir lo que en la cultura judía se consideraba establecido, por más que proceda desde el buen sentido, llama la atención incluso de sus discípulos, a quienes les resulta nuevo y raro lo que enseña e insisten en que les explique lo que ha enseñado en público.
Reflexión
¿Encuestas al diablo?
Un reconocido periodista acaba de escribir en la prensa diaria que lo daría todo por hacer una entrevista al diablo. No se lo aconsejo. Un periodista tiene por oficio y obligación difundir noticias respaldadas por la verdad, y el diablo es el Padre de la Mentira. Si el diablo, distraído un día, cayera en la equivocación de decir una verdad, dejaría al punto de ser el diablo. ¿Quién se iba a fiar de otro modo de lo que dijera tan perverso mentiroso?
Rincón poético
SUS OJOS
La enterraron. ¡Dios mío,
un puñado de tierra
cayó sobre sus ojos
ya sin luz! Se borraron cien paisajes
con ellos. Los regaba en su conciencia
como quien cuida de un bebé.
Se borró la delicia
de mirar otros ojos, la nobleza
selecta de sus libros,
la puerta azul del mar que abre los cielos,
la suavidad con que besaba
su mirada las cosas.
En sus ojos hilaba
una anónima mano
vuelos de golondrina y mariposa,
y aromas de jacinto. Una paloma
no cruzara tan dulce
los cielos luminosos
ni posara tan leve
su vuelo en el alero del tejado.
Un puñado de tierra aceitunada
ha desterrado,
sin saber lo que hacía,
la intacta sensibilidad
de sus ojos, Dios mío, para siempre.
(De La flor del almendro)
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