lunes, 29 de julio de 2013

La resurrección de Lázaro

Marta es consciente de que Jesús puede curar enfermedades consideradas incurables; no que pueda alzar de la muerte a nadie. Jesús la desengaña: él es la resurrección y la vida., que es tanto como revelarle que, dueño de la vida, puede darla a quien quiera. No es que Lázaro resucite, sino que vuelve a la vida. Sólo Jesús puede resucitar, ya que su Espíritu no morirá y le llenará de vida sempiterna, como Espíritu suyo que es. Vivamos con él, para que nos resucite a nosotros con él más allá de esta vida..

Reflexión

Jesús y Marta

En los evangelios, Jesús realiza prodigios que ni podían imaginar los que creían en el poder de su palabra. Marta se lamenta ante Jesús que de haber estado él presente, la enfermedad de Lázaro no hubiera seguido su curso hasta la muerte. Jesús le declara que él es resurrección y la vida. Puede, por tanto, dar la vida a quien ya no la tiene.
La vuelta de Lázaro a la vida divide a los que siguen a Jesús y a quienes, a despecho de su poder, no le creen. Corrientemente. los milagros no son motivo de credibilidad. ¡El colmo!

Rincón poético

               ADIÓS
Cum subit mihi illa tristissima imago. Ovidio

Cierran ests mansión donde la vida
transcurría feliz; ponen candados
de exclusión en la puerta
y hay pañuelos, como en las despedidas,
que te dicen adiós.
¡Qué estremecimiento 
él roce de la llave en el candado,
ese chirrido, esa aproximación
a la protesta, al llanto!
Abre la rosa una mañana
su boca carmesí,
su manojo callado
de gloria momentánea,
pero qué triste ajada luego, como quien
pisotea en la acera
un pájaro reciente;
igual la fuente umbría en la ladera 
de la montaña, con su llanto humilde
que bebe hasta agotarla el estiaje.
Cerrar la puerta para siempre tiene
fúnebre su apariencia de estertor,
ciprés de cementerio.
Dejadla abierta todavía.
Dejadla abierta, como caracola,
donde resuene en círculos concéntricos
la voz azul del mar. Dejadla abierta.

(De A la sombra de un álamo)

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