sábado, 30 de junio de 2012

El criado del centurión

       El pasaje del centurión que se interesa por su criado enfermo, reúne en la apreciación que hace de Jesús, su decidida fe en él, la estima por un inferior y la cortesía de que da prueba sobrada en su respeto por Jesús, cuya excelencia le hace sentirse indigno que pise sus casa. 
    Jesús destaca la noble actitud del centurión y revela que, como él, serán los gentiles los que ucupen el lugar de quienes no acaban de reconocer en Jesús al Hijo que les envía exactamente para salvarlos.
    Entre estos estamos nosotros. Globalmente, Jesús se estaba refiriendo a la acogida que le hemos dado. Valoremos saber que no fuimos nosotros,
sino él quien nos eligió.

Reflexión: Un pobre busca trabajo

    En ocasiones, el rigor con que juzgamos, a base de estereotipos, el modo de ser de los demás, nos lleva a censurar injustamente a personas, sin otro aval que nuestros prejuicios. Una mujer que pide limosna a la puerta de la iglesia, todavía joven, se nos antoja que lo hace por holgazanería y vaga comodidad, por más que sabemos que no es fácil encontrar trabajo en parte alguna.  De pronto, la mujer pedigüeña desaparece del sitio que habitualmente ocupa a la puertas de la iglesia; ha dejado de pedir, pero lo ha dejado porque ha hallado trabajo y lo ha aceptado sin más. Hay que evitar ser tan ligeros en nuestros enjuiciamientos de la gente. Los demás nos merecen todo el respeto que reclamamos para nosotros mismos.

Rincón poético

UN AYER QUE PASÓ

Atardece la vida, como fruto
henchido de esplendor.
Atardece sin prisas, degustando
la dulcedumbre de su luz.
Trazan los días
un arco alicaído, un voladizo
que inclina deprimido,
hacia el mar de las sombras, la apatía
cansada de su vuelo.

La vida es una tarde
encendida de luz, amarillenta
como la gloria de un anillo,
acrisolando el cielo,
una inmensa amapola
sangrando entre la mies.
Mas pronto empalidece
el cielo que la encubre y se derrumba
como un árbol caído
a las puertas de Dios.

La tarde fue un ayer
que pasó, vela blanca
que huye hacia un horizonte neblinoso
en el mar del olvido,
triste hermanastra de la muerte,
ajada sombra ahorcada como un trapo
en  un reloj de sol.

De Andando el camino)

viernes, 29 de junio de 2012

San Pedro y san Pablo






    Camino de Cesarea, Jesús indaga qué dice la gente sobre su identidad. El pueblo, sin otro horizonte que el del recinto cerrado de la alianza mosaica, ve en él a un profeta reencarnado. Y entonces interpela a sus discípulos: Y vosotros, ¿quién decís que soy yo?,
    Pedro se adelanta y le confiesa como lo que es: Tú eres el Mesías, el Hijo de Dios vivo. Los discípulos reconocen en él al mesías prometido por los profetas, y puesto que proviene de Dios, es su Hijo. Nadie dice ni hace las cosas que hace él sin poderes divinos.
Jesús aprueba la confesión de fe de Pedro: está preparado para ser fundamento de su Iglesia entre los hombres; y aprobando su comportamiento, aprueba en él a cuantos le confiesen con decisión y valentía.
    La Iglesia junta hoy a san Pedro y san Pablo. El uno presidió la Iglesia desde Jerusalén. Pablo dedicó todas sus energías en llevar el evangelio a todo el mundo gentil. En Roma serán martirizados uno y otro.
    La mejor manera de celebrar su memoria consiste en testimoniar como ellos la fe recibida de Cristo, haciendo de su vida el sello que santifique la nuestra.    

Reflexión: El hacker

    Hay quien, adelantado en sus estudios de informática, no se resiste al prurito de desarrollar su propio virus que infecte el mayor número posible de ordenadores. Nos preguntamos qué ganan con llevar a cabo semejante perversidad. Ganar, ganar, no ganan nada económicamente hablando, en la mayoría de los casos, pero satisfacen su propio orgullo y se sienten triunfadores, victoriosos. Para ellos, se trata de una hazaña de la ingeniería criminal, una gesta épica, de modo que proseguirán elaborando su maldad cada vez más sofisticadamente. Es un hacker, un héroe de nuestro tiempo. Inundadle de mirto y laurel y que pase glorioso bajo el arco de triunfo de la memez humana. 

Rincón poético

      LIBRES

Señor que dijiste
un día gozoso
que antes de ir a ti,
lo dejemos todo,

dinos la manera
de hallar tu camino
desnudos de barro,
de arena vacíos.

Dejamos las redes
a orillas del lago.
Márcanos el rumbo
que en tierra tomamos.

Y si es el amor
ahora el horizonte,
por ti besaremos
las manos del pobre.

Contigo, qué poco
cansa el caminar
por los andurriales
de tu libertad.

Ya no hay cortapisas,
ya no hay ataduras.
Qué bien se ve todo
desde estas alturas.

Envidia nos tienen
lechuza y halcón.
Nuestro vuelo imita
el tuyo, Señor

(De Andando el camino)

jueves, 28 de junio de 2012

Edificar sobre roca

    De nada sirve esforzarse por dar cuerpo a un proyecto, si los fundamentos de nuestra actividad no son sólidos; es como edificar sobre arena. Edifica sobre seguro quien no convierte en rutina su relación con Dios ni reza desatento sus oraciones. Ese tal edifica sobre arena y no es capaz de soportar los vientos contrarios y los embates de la adversidad.
    La oración de quien cuida su vida interior mediante la práctica del bien es una oración eficaz, porque goza del respaldo del amor de Dios. Al fin, la vida es actividad y movimiento, y poco se mueve o se mueve muy mal, quien se mueve hacia sí mismo, en vez de ir hacia Dios.

Reflexión: Andar con buen pie en tiempos revueltos

    Parece ser que, ante esta depresión económica que va paralizando el comercio y con él la industria, la electrónica es el sector que mejor está sorteando los riesgos empresariales que acosan a todo el arco de la producción industrial. Por otro lado, las grandes empresas, mediante concursos en el extranjero, consiguen sustanciosos contratos que aseguran su supervivencia. No es la solución, pero nos hacen ver que hay que ingeniárselas y contar con las intuiciones que la imaginación propicia, para bogar con viento favorable en mar revuelto. La crisis hay que lidiarla para que no se nos desmande.

 Rincón poético

       PECHAR

Está mi barco quieto
con las velas caídas
y no me agrada el reto
de andar a la deriva,
el rumbo distraído.

En el mar los caminos
resultan tan dudosos,
que huelgan las estrellas.
Prefiero caminar
caminos pedregosos
sin señales ni huellas.

El hecho de existir
siempre fue una aventura
en un mundo violento.
Lo importante es seguir,
por yermo o espesura,
mientras nos quede aliento.

(De Andando el camino)

miércoles, 27 de junio de 2012

Los falsos profetas

    Es importante evitar la compañía de quienes pueden inducirnos al mal con sus palabras o con su mal ejemplo. Los hay que alardean de autoridad moral como para poner en tela de juicio nuestra fe y nuestras costumbres. Son los falsos profetas de nuestros días, que critican a la  Iglesia presentándose como defensores de la verdad.       
    Jesús subraya la peligrosa semejanza que tienen con los buenos y verdaderos, porque se enmascaran bajo capa de seriedad y rectitud. Los hay tan embaucadores que hasta se presentan a sí mismos como verdaderos cristianos.
    Observad su conducta, porque por sus frutos los conoceremos, que dice Jesús. La sencillez nos puede traicionar: no es bondad dejarse engañar por nadie. Justamente es eso lo que buscan. En todo cado, Dios no nos va a negar su luz, para que veamos con claridad el verdadero camino de Cristo.

Reflexión: El bochorno

    Nos anuncian un verano de temperaturas extremas, que preludian ya las que sufrimos ya estas fechas. Extremas, porque andan entre los 30 y 40 grados, y esto no es normal ni imaginamos las razones que lo expliquen, que las habrá. Estamos experimentando lo que parecem ser las primicias de tales amenazas, de lo más bochornosas, a lo que hay que añadir ese otro ingrediente multiplicador que es la humedad por estos pagos. Bochorno. Así llamaban los hispanos romanizados al viento que les venía de África, tan tórrida entonces como ahora. Bochorno, entiende María Moliner, es tanto como calor sofocante, sobre todo si le acompañan bajas presiones. Y para que nos enteremos de una vez por todas, según lugares, se llama también calorina, chajuán, fogaje, sofoco, vulturno, palabra esta última de la que proviene bochorno.

Rincón poético

TE NECESITAN


El hombre necesita  más y más
y nada satisface su apetencia,
arena movediza
que el agua nunca anega.
Nadie sabe la fuente
donde la sed se abreva
Son tus manos las que dan a beber
del agua que nos sacia y nos refresca.
Beberían del agua de tus manos,
Señor, si lo supieran
Beberían de ti
hasta saciarse a boca llena.
Así es la recelosa
sed del gorrión, la ansiosa de la tierra
y el manso afán, en la orilla del río
donde bebe la oveja.
Hazte saber, alumbra tu regato
entre las guijas de tu ausencia,
a puñados de amor, y haz que vacíen
su sequedad, a puñados de arena.
Necesitan de ti.
Necesitan de ti y no lo sospechan.
(De Andando e camino)

martes, 26 de junio de 2012

La puerta estrecha

    Podríamos hablar de las dos puertas: la que va a la perdición y la que acaba en el abrazo de Dios. La primera es ancha, cómoda y un tanto resbaladiza; la segunda es estrecha, como angosto es el camino que va a ella. Los que eligen el cariz austero de esta puerta, van signados luminosamente en la frente por el evangelio de Jesús, que nos pide tratar a los demás con todo el respeto y compostura con que esperamos nosotros ser tratados por los demás. Es la conducta ejemplar que venían recomendando los antiguos profetas. No es más clara la luz del sol.

Reflexión: Llovizna

    Hace poco, vimos lloviznar. La llovizna es el orballo tristón que dicen los gallegos. Ese calatontos del lenguaje popular. La gente se deja llover así. Nadie se apresuraba ni se molestó en abrir los paraguas. No daba para tanto. Pero cuando lo calores arrecian sin piedad, un día nublado salpicado por esas lloviznas de nada que suavizan las temperaturas, son un alivio impagable. El cielo se cubrió de esponjosas nubes grises, indefinidas hasta en eso. Y empezó a caer ese agua fina, indolente y desganada, como quien quiere y no puede llover a gusto. Bien vendría una rociada salpicándonos alguna que otra vez. Uno piensa en la lluvia de Dios, cuya gracia llueve para todos por igual, buenos y malos, como si se distrajera o no quisiera darse cuenta.

Rincón poético


     ESPERANDO

Esperar. Todo el mundo
espera, aunque no llegue
lo que adivinan
oscuramente sus deseos.
Si no existe el ayer y es transitorio
el presente, nos queda solamente
el tiempo venidero, donde hurgamos
cómo será el perfil de su presencia.
Esperar es mirar hacia adelante
ya que no queda escapatoria.
La esperanza recrea
una ventana en cuyo alféizar,
apoyados los codos, confidente,
te habla la lluvia de que todo pasa.
Esperando estrenamos, pasajeros,
otros mares, si no encalla el velero
en el escollo de los arrecifes.
No siempre discernimos si esperamos
o imaginamos. El que espera escudriña
expectante en la luz del horizonte,
aunque no sepa qué.
Esperar y soñar se le parecen.
El que espera amanece renovando
esa esperanza vigilante,
cada día, atisbando
por dónde nace luminoso, al fin,
un mañana florido como un árbol.
Gozad de la esperanza, en cuyos brazos
se hace presente el bien que nos aguarda.

(De Andando el camino)

lunes, 25 de junio de 2012

La paja en el ojo ajeno

    No somos objetivos ni imparciales con nosotros mismos. Vemos y agrandamos espontáneamente los defectos de los demás, porque los observamos objetivamente como con lupa. Pero desde la  subjetividad, por dentro de nosotros mismos, no es fácil verse uno a sí mismo.
    Nos falta ese espejo de la introspección, de mirarnos por dentro, y de una actitud humilde para descubrirnos tal como somos, con nuestras debilidades, deficiencias y manchas, a veces vergonzosas. El mismo hecho de destacar lo malo ajeno y disimular lo propio, es ya un defecto que cabe en lo que Jesús llamaba hipocresía.
    Cuando la tentación nos incline a mirar los fallos ajenos, demos un giro hacia nuestra interioridad y preguntémosnos por los que sin duda afean aún más nuestra conducta, que es la que realmente debiera importarnos. El conocimiento propio es la base de la humildad, y la humildad la base de la sensatez.

Reflexión: Deporte y alteración del ánimo

    Estoy de acuerdo en que el deporte es sano, para quien lo practica . Es dudoso que lo sea para quien lo presencia descontrolado, erizados los nervios. Pasarse casi dos horas en constante zozobra, mordiéndose las uñas y el coraje, porque el equipo de futbol que gratuitamente dices que es tuyo no acierta a poner el balón en el fondo de la res del rival, dudo mucho que le resulte saludable a nadie. Admitamos que hay deportes que cuya contemplación, menos convulsa, nos divierte y despereza nuestro ánimo, lo que ayuda a descansar del ajetreo y quebrantos diarios. Sólo que hay gente tranquila y los que prefieren desahogar anónimamente su apasionamiento, despersonalizados en la masa. Tienen vocación de ruido y griterío, y ese salirse de sí les compensa de la trivialidad mostrenca de la vida diaria. Pero no neguemos la inmensa satisfacción que embarga a quien acaba viendo ganar a su equipo. Y en todo caso, alegrémonos en buena ley de los éxitos de todo lo que representa a España.

Rincó poético


    LAS OTRAS COSAS

He dedicado años sin cuento,
casi sin advertirlo,
a mirar, a saber cómo son cosas,
en el entorno de uno mismo,
que hay quien no apreciaría:
cómo se adensa el viento y se acurruca
cuando hace frío,
cómo el fuego devora encarnizado
el retamar y lo detiene parsimonioso el río,
cómo es verdosa el agua que se muere,
y en los charcos de tierra sanguinosa
el barro pordiosero
implanta el centro de su señorío.
No todo es bello, pero todo tiene
en los días de fiesta su vestido
y su razón de ser, y es bueno
prestarle una minucia de atención,
un puñado de trigo,
un adarme siquiera, una limosna
reposada de tiempo y de cariño,
para saber que están,
que forman parte de nosotros mismos.
No todo es luz
de amanecer ni todo espacio azul
donde se instaura el sol. La adversidad
es nuestra enfermedad de cada día.
Siempre tendréis  menesteosos
entre vosostros,

dijo Jesús a sus discípulos.

(De Andando el camino)

domingo, 24 de junio de 2012

Natividad de san Juan Bautista

    La figura de san Juan Bautista es como la atalaya desde la que, oteando el horizonte, se descubre a quien todos esperaban, el mesías.
    Su nacimiento ocurre en plena efervescencia profética, como cumplimiento de lo que predice Ezequiel acerca de una nueva alianza, agotada la del Sinaí, en la que el Espíritu de Dios, ante la nueva creación del mesías, aleteará sobre el pueblo de Israel. Y efectivamente, a lo largo de todo ese prólogo evangélico, la presencia del Espíritu inunda el corazón de todos los hombres justos. Zacarías, el mismo Juan y luego Simeón y la Profetisa Ana, hablan llenos del Espíritu de Dios. El mismo nacimiento de Cristo, por supuesto, es obra suya e Isabel bendecirá a María llena del Espíritu de divino.
    El Bautista no era la luz, según refiere Juna evangelista, sino su reflejo, con el que proyectaba la imagen luminosa del Mesías, como la aurora que preludia el día. Su figura austera, bautizando a Jesús, vestido andrajosamente con piel de camello y comiendo saltamontes y miel silvestre, ha conquistado la simpatía del pueblo cristiano, un ser humano, pero dotado de una fuerza arrolladora.
    El Señor sigue necesitando de personas dispuestas como él a preparar el camino que haga presente a Jesús en el mundo.

Reflexión: Viento del este

    Europeos hay que dicen con desdén de nosotros que África comienza en los Pirineos. Digamos en nuestro descargo que hoy no está tan lejos de unos y otros, invadidos como estamos por el Islán. En nuestra caso, además, los vientos ardorosos del continente africano nos entran por levante y el polvo desértico que arrastran nos dice cuál es su origen. Si la lluvia en su caída deposita ese polvo en tierra, los techos y parabrisas de los coches conocen su blanquinosa suciedad.
    Hubo una escritora, Peral S. Bruck, muy leída en su tiempo, que acreditó la novela Viento de Este. Viento del Oeste. Y aquí, en España, Elena Quiroga, Premio Nadal 1950, obtuvo un éxito sobresaliente con otra novela que, de semejante manera, tituló Viento del norte. Para nosotros, el viento del este o levante es el que se nos llega sin avisar, elevando la temperatura a cotas infrecuentes, óptimas para achicharrarse como sardinas en parrilla. Los fabricantes de abanicos, ventiladores y aparatos de aire acondicionado hacen su agosto, ya en este otro mes afín.

Rincón poético

EL COLOR DE LOS DÍAS

Los días tienen color;
el que nosotros les damos.
Hay días de un verde tierno
y otros grises, como un gato.
Días de pálida luz
como de noche los astros
y los hay negros, más negros
que el cuero de unos zapatos.
Las cosas tienen también
el color con que miramos,
alegremente al amigo,
con pesadumbre el ocaso.
No es lo mismo madrugar
en invierno tiritando,
que oliendo, por primavera,
el aroma de unos nardos,
que son nuestros sentimientos
paleta con que pintamos
el color de cada día,
cuando sufrimos y amamos,
cuando vivimos la vida,
cuando morimos a tragos.
No siempre reproducimos
las cosas cuando pintamos.
Nuestra paleta prefiere
aquello que imaginamos.
Los días tienen color.
El que nosotros les damos.

(De Andando el camino)

sábado, 23 de junio de 2012

Confiad en Dios

    La única preocupación que debe ocupar el corazón del hombre es la implantación del reino de Dios en el mundo. Querer conciliar nuestro servicio a Dios con la desazón por tener siempre resueltas nuestras necesidades más perentorias, es equivalente a pretender servir conjuntamente a dos señores.   
    Para Jesús, es un desatino agobiarse por  necesidades que impone la vida, como si tal urgencia importase más que la vida misma. Ponerse confiados en las manos de Dios es más rentable que desasosegarse por el trajín que comportan las urgencias de cada día. Quien se pone confiado en las manos de Dios, es él quien se ocupa de velar por su existencia. Que lo digan si no los lirios del campo.

Reflexión: La devoción al Sagrado Corazón de Jesús
   
    Desde fechas medievales, prácticamente desde sus orígenes los franciscanos difundieron por toda la cristiandad la devoción al sagrado corazón de Jesús, considerando las palabras del evangelio de Juan donde se nos define a Dios identificándolo con el mismo amor. Todo lo que respira amor tiene en él su origen y razón de ser. No existe, entonces, mayor exigencia que la de amarle a él con todo el amor de que seamos capaces, como quien ha de rendir un tributo inexorable.
    Entre las patentes que conserva el Libro de la Fundación del convento de Santa Clara, de Borja, tan hermanado siempre con el de San Francisco del mismo lugar, figura una patente firmada, el día 3 de mayo de 1875, por el ministro general fray Bernardino de Porto Romantino, donde comunica a todos hermanos y hermanas sujetos a su jurisdicción la decisión de consagrar la Orden al Sagrado Corazón de Jesús.
    Acabo de leerlo en un estudio del catedrático Alberto Aguilera, de la Universidad de Zaragoza, en un estudio del que tomo esta nota, que titula Vida en Clausura .

Rincón poético


       JUNTO A TI

Converso, cada día, un poco más,
vuelvo hacia ti, mi Dios. Abre las puertas
de tu reino de luz al que ha ensayado
tantas veces su amor en naderías
que no aprobara tu ternura.
Nadie me enseñó a amar;
no tuve aprendizaje
en tan ardiente asignatura.
Quiero aprender de ti
a amar con el coraje
con que humillaste en la tortura el peso
de la grandeza de tu amor sin tino.
Me avergüenza la altura
de tu amor exquisito.
Vuelvo hacia ti, por eso,.
Ya tengo preparada
una cruz donde quepan,
crucificada cinco veces,
junto a la herida de tu amor las mías.

(De Andando el camino)

viernes, 22 de junio de 2012

Guardad vuestros tesoros en el cielo

    Jesús, lejos de imponer sus criterios, trata siempre de inclinar el corazón y la mente humanas a la práctica del bien. Y entre sus advertencias, con el amor a los demás y el perdón, figura también el desprendimiento, la advertencia de no acumular riquezas, porque los bienes de este mundo son efímeros.
    Hay que blindar nuestra existencia con una conducta intachable de entrega a Dios, en vez de entregarse a las cosas de este mundo, colocando nuestros bienes en el paraíso fiscal de las manos de Dios. El amor de Dios es el mayor de todos los bienes, porque ocurre que allí donde está tu corazón, allí está tu tesoro.
    Hagamos caso a Jesús, dando a nuestros haberes el uso más adecuado, para que nos produzca réditos en el banco de su corazón divino.

Reflexión: Las parábolas

    Nada más apto que una parábola, para desvelar los misterios ocultos de la divina palabra. Pero no siempre su sentido resulta tan obvio como pueda parecer. La parábola tiene el sentido literal del relato y el sentido figurado significado por él. El sentido literal le da amenidad, pero es su contenido educativo lo que Jesús intenta que llegue a la inteligencia de sus oyentes. Es la razón por la que, en cierta ocasión, los discípulos de Jesús, le ruegan en privado que explique a la gente el sentido más o menos oculto de sus parábolas, de lo contrario se irán a sus casas sin entenderlas, a lo que Jesús se opone, porque quiere que sea la gente quien se esfuerce por descubrir el mensaje por si misma. El hombre ha de implicarse, ha de tomar parte en la palabra reveladora, haciéndose preguntas, volviendo sobre su sentido e involucrándose en la palabra divina, hasta dar con una respuesta ajustada a los interesas de Jesús y a su propia situación anímica.

Rincón poético

AMOR SIN LÍMITES

Tacha tu amor desmedido,
porque el amor, de ese modo
de adorarse uno a sí mismo,
es como un juguete roto.
Amar no tiene sentido
si te amas a ti ante todo.
Amarte así, ante tu espejo,
es el mayor despropósito,
que no es amor verdadero
el del barro que ama el lodo.
Ama sin reserva alguna.
Sé un amante generoso
que sabe darse sin trabas.
No pretendas darte a trozos,
ni intentes medir tu amor;
deja que lo midan otros,
que el amor no tiene orillas,
el amor no tiene coto;
y límítate a entregarte
complacido y dadivoso.
Quien no sabe amar no vive
o vive muriendo a chorros.
El amor es una entrega
de ti mismo. Tienes sólo
un corazón. Hazte entrega
sin remilgos. Date todo,
que darse acrecienta amor,
el amor acrece el gozo
y florece el que se da
igual que almendro frondoso.

(De Andando el Camino)

jueves, 21 de junio de 2012

La oración del Padrenuestro

    Orar no es amontonar palabras vacías, a borbotones, que dicen poco, rancia costumbre pagana. Lo importante es expresarse desde el amor, la alabanza a Dios y el reconocimiento de nuestras necesidades, como ocurre en la oración que Cristo nos enseñó, densa de alabanza y de peticiones capitales.
    Alabanzas primarias de un buen hijo de Dios que desea: que su nombre sea objeto de bendición total y constante;  que su Reino irrumpa ya y se haga sitio entre los hombres;  que por encima de la voluntad de los hombres, campee siempre la voluntad serenísima e indiscutible de Dios. Peticiones capitales son  contentarse cada día con lo justo, perdonar injurias, y un  propósito firme de no pecar, contando siempre y para todo con la ayuda de Dios.
    Las palabras del Padrenuestro, son palabras de Jesús, palabra de Dios, y merece la pena reflexionar sobre cada uno de esos puntos con amor. De ardoroso amor vive Dios, y obligación nuestra es alimentarle ese fuego, como leña a su servicio, como teas suyas, para que no se apague nunca en nosotros.     

Reflexión: Hambre en el mundo

    El mundo desarrollado, el mundo de los ricos, es egoísta e impasible ante la desgracia del hermano. Tratamos con toda exquisitez legal al ladrón, al homicida, a mangantes de toda índole, y dejamos que muera de hambre un niño en brazos de una madre negra, tan famélica como él, mientras en nuestros países se vende comida específica para perros y gatos que ni siquiera  tendrían inconveniente alguno en comérsela las huestes enfermizas y hambrientas del África negra. En el mundo se calcula que hay 925 millones de hambrientos, mientras aquí la especulación avarienta incrementa los precios de las cosas, empobreciendo al hombre de a pie. Son unos 300 niños los que mueren cada hora, de malnutrición, al mismo tiempo que se pudre  más alimento almacenado del que se necesitaría para salvarlos.
    Hay que insistir en las campañas del hambre golpeando el corazón del hombre, para no quedarse en parches alimentarios insuficientes con que anestesiar nuestras conciencias. Son todos los países en comandita quienes han de propiciar el remedio que ponga fin a este holocausto salvaje y atroz.

Rincón poético


MI LLUVIA PERSONAL

Yo quisiera llover,
tener mi propia lluvia que lloviera
donde no llueve nunca,
Quisiera convertir en arboleda
la árida arena del desierto,
las dunas que despliegan
su muerte movediza sobre un mundo
que fue bosque otra vez. Me gustaría
tener mi propia lluvia
dócil a mis deseos
de modo que no viento, sino brisa,
fueran mis propias manos,
para empapar las nubes que no llueven
porque tal vez ni saben
llover. Para empezar me bastaría
 una lluvia modosa y pequeñita,
huérfana incluso, abandonada
por el trajín de un tormenta,
una lluvia hacendosa
que pudiera plegar cuando ha llovido
demasiado y conviene retirarse
juiciosamente a descansar.
Para empezar, me bastaría
una lluvia modesta y recatada.

(De Andando el camino)

miércoles, 20 de junio de 2012

Halagar a Dios

    Todo lo que nos enseña en este pasaje Jesús, está expuesto en forma  alternativa y contraste, tan del gusto de Jesús. Es como si nos dijera: Podéis optar por una de estas dos cosas: obrar de modo que halaguéis a los hombres, o de manera que contentéis a Dios.  Pero, ¿quiénes halagan a Dios y quiénes al hombre?
    Halagan al hombre quienes buscan su propio prestigio, la aprobación y la alabanza de los demás, el ser encumbrados a lo más alto por la gente. Halagan a Dios quienes obran desprendidamente olvidados de sí, dejándose interrogar por Dios, presente siempre, y cuya mirada descubre los más hondos recovecos de la propia interioridad. Aquellos viven esclavos de los hombres. Estos otros se despreocupan de los lametones de la vanagloria, del ruido del aplauso o la débil dulzura de ser tenidos en mucho por los demás.
    Es ridículo que el vanidoso, convierta la limosna en espectáculo, aparentando generosidad aparatosamente, a  toque de trompeta (con la que se convocaba a la turba de mendigos y desarrapados que deambulaban por la ciudad). Jesús nos pide que al dar con una mano, no se entre la otra. Basta con que se entere Dios.

Reflexión: Campeonato y patriotismo

    El patriotismo es un sentimiento de pertenencia unánime a una misma nación y su historia, que a menudo queda como aletargado o dormido. Un signo representativo de ese sentimiento común, como su bandera o alguna actividad en confrontación con otras pertenencias ajenas, exalta ese sentimiento de singular manera. Incluso los colores propios de actividades deportivas en confrontación con los de otros países, nos mueve el ánimo unánimemente. Es el júbilo de la relevancia de nuestros tenistas, motoristas y de especial manera la competición futbolística de estos momentos en Europa. Toda la nación toma parte en el encuentro y discute los lances del partido, visto a través de los medios de comunicación,  y no parece sino que se paralice el país. Un paréntesis, al fin, en medio de este momento especialmente comprometido y convulso con que nos zarandea la economía.


Rincón poético


INVISIBILIDAD DE DIOS

A Dios no lo ha visto nadie,
porque no se deja ver.
Apenas su sombra blanca
nos enseña alguna vez,
como un soplo misterioso
de luz al amanecer.
Pero es luz, y la que irradia
su presencia, no se ve.
Casi ni lo vislumbramos
con los ojos de la fe.
A Dios no lo ha visto nadie
porque no se deja ver.
Lo dijo Jesús mirando
el cielo, donde está él.
Ha de morir en la cruz
quien quiera verlo después.

(De Andando el camino)

martes, 19 de junio de 2012

Amad a vuestros enemigos

        Ayer hablábamos de cómo Jesús opone el perdón a todo intento de venganza o respuesta airada a una ofensa. Hoy prosigue esa misma enseñanza contra la antigua norma de excluir al enemigo del precepto de amar al prójimo. Jesús no excluye a nadie, porque como él observa, no tiene mayor mérito amar al que te ama o agasajar a quien te agasaja.
     Nunca antes, en espiritualidad alguna, se había llegado a imaginar niveles de sensibilidad y humanización tan altos. Jesús no sólo predicó, sino que fue consecuente, cuando excusa a sus enemigos en la cruz para que el Padre los perdone.
    Que él nos enseñe a reflejar en nosotros el ejemplo que nos dio.

Reflexión: El cristal con que se mira

    Frente al misterio de la vida, se han venido manteniendo posiciones distintas. Hubo quienes pensaban que eran los dioses quienes establecían el destino de cada hombre y movían a su antojo los hilos de la existencia. Hay quienes abominan de toda devoción y arrasan con todo lo que huela a incienso y altar, alegando que la vida es azarosa por sí misma ya que ignora brújulas y estrellas polares. Contamos también los que creemos que la vida la da Dios y nosotros somos quienes la alentamos desde la ilusión, el esfuerzo y amor a quien nos la ha dado. Y es curioso comprobar cómo quienes dicen no necesitar de Dios, suele ocurrirles que se les llene ese hueco provocado, con toda suerte de creencias supersticiosas sobre gatos negros que dan mala suerte, mal de ojos, levantarse con el pie derecho o izquierdo, tocar madera como remedio contra no sé qué maleficios, y otras garambainas por el estilo.
    A los cristianos creer en Dios nos reporta paz interior, alegría y esperanza. No hemos hecho mala elección.

Rincón poético


    POR ALMOHADA

Tengo un libro por almohada
que leo para aprender
las verdades que cimentan
los caminos del saber.
Lo fue escribiendo Dios mismo,
y aunque esté escrito de ayer,
lo sigue escribiendo ahora.
Nunca lo acaba de hacer.
Sus palabras no terminan
ni envejece su papel,
que es eterno quien lo escribe
y es eterno cuanto en él
su mano eterna nos dice
que eternos somos con él,
si hacemos que sus palabras,
sean las nuestras también
Los que escuchen cuanto os digo,
tendrán fácil entender
que sea un libro en mi almohada
el que guarda cuanto sé.

(De Andando el camino)

lunes, 18 de junio de 2012

¿Ojo por ojo?

    Este pasaje responde al antiguo mandato justiciero de dar ojo por ojo, un tosco intento de equilibrar la justicia, de modo que nadie exigiera al ofensor un precio mayor que el de la ofensa. Pero de ahí a dar paso a la venganza, había muy poco trecho.
    Jesús sale al encuentro de este extremo y aplica su ley del perdón, que es una consecuencia inmediata del amor: Si alguien te pide uno, dale dos. La frase que ha tenido mayor resonancia a este respecto, es esta otra: Si alguien te abofetea en la mejilla derecha, ponle la izquierda. Es decir, no caigas nunca en la tentación de responder a una ofensa con la revancha.
    En todo caso, Jesús no quiere eliminar el ejercicio de la justicia, cuando existe el derecho de defenderse y defender a otros. Jesús lo que propone, en otro orden de cosas, es el ejercicio de la cortesía divina del corazón, como actitud humana del cristiano:  el perdón en unos casos y la generosidad en todos, porque sin generosidad, no se puede perdonar a nadie ni siquiera convivir con el prójimo.

Reflexión: No te duermas sin un sueño

    Vivimos una época poblada de desencantos, un mundo incómodo que la ambición desmadrada de unos lleva al desengaño irreparable de otros. ¿Dónde está el amor que predicó Jesús? Se comprende que para algunos la fe en el amor es pura fruslería. Desentona la vaciedad de haber entronizado en los lares de nuestra intimidad a los dioses-basura del dinero y la despreocupación. Con todo, hay que mirar hacia adelante, que es tanto como mirar hacia Dios. En un Power Point leí esta frase alentadora: No te duermas sin un sueño


   Rincón poético

      DECLARACIÓN

    No es difícil decir:
   ¡Cómo te quiero!
   Tratándose de ti,
   también yo intento
   confesarte rendido
   mi amor sincero.
   Mas dudo declararlo
   con tanto anhelo,
   justo a quien nos inspira
   todo desvelo.
   Quisiera amar de modo
   que tus deseos
   fueran también los míos,
   y así me empeño
   en ser como tú has sido
   conmigo. Puedo,
   si impulsas tú las velas
   de mi velero.
   ¿Dónde ocultas los silos
   Señor, del viento?

(De Andando el camino)

domingo, 17 de junio de 2012

Parábolas del crecimiento

    Son dos las parábolas de Jesús asociadas por Marcos en este breve pasaje evangélico. La de la de la simiente que crece sola y la de la mostaza. El hilo del que hay que tirar para desenrollar la madeja de su sentido, es el tema mismo del Reino de Dios. El Reino de Dios anida en el corazón del hombre como la semilla en tierra, que de manera imperceptible va tomando cuerpo y ocupando el espacio que el hombre destina al amor, porque es en el corazón del hombre donde el Reino de Dios entronizará el señorío de Cristo. 
     De semejante manera, el grano de mostaza, casi impalpable por su insignificancia, deviene un arbusto de pronunciada altitud, hasta el punto de servir para que en sus ramas aniden aves como el colibrí, que se alimenta del néctar de sus flores amarillas. Así, también el Reino de Dios, crece lentamente, pero sin cesar, hasta alcanzar su plenitud. 
    La simiente mínima que deviene árbol, simboliza a los doce apóstoles, un número escaso de voceros que harán de la levadura de la palabra una Iglesia numerosa. Hemos de sembrar de pequeñas cosas el itinerario de nuestro crecimiento, a sabiendas de que en lo pequeño está la fuente cuyo hilo de agua irá aumentando de caudal, hasta abrir un cauce de notables proporciones, como la simiente que crece sola, como el grano de mostaza, transformándonos en manos labradoras y corazón magnánimo, por la fuerza de amor y de la fe que da sentido a la vida de todos.

    Reflexión: Toponimia valenciana

    La toponimia es una disciplina subsidiaria de la historia, que nos explica la condición y origen de los nombres que designan aldeas y lugares Varios autores encabezados por María Desamparados Cabanes compusieron una obra meritoria sobre toponimia valenciana, generosamente titulada como Documentos y Datos para un Estudio Toponímico de la Región  Valenciana. Es una obra que tengo en mucho, ya que recoge todo lo que se fue haciendo con anterioridad a esas fechas, año 1981. Por poner un ejemplo, dice de Quesa que proviene del latín vulgar chasea (pronunciado chaisa), y que significaría entonces caza. Añadamos que el diptongo -ai- se transforma en -e-, de lo que resulta quesa.

Rincón poético

EL VERBO SE HIZO CARNE

Y el verbo se hizo luz
de nuestros propios lares.
Nunca le tuvo al viento
la mies tan de su parte.
Nunca su amor se puso tan a tiro
de nuestro corazón. ¡Dios se hizo carne!
Enséñanos a estar
contigo, como sabe
buscar el junco el río,
izar su nido el ave,
nunca tan fronterizo,
nunca tan vulnerable,
barro de nuestros barro,
sangre de nuestra sangre.

Ahora sí que es posible,
sin miedo a equivocarse,
proclamar en las plazas,
gritar por nuestras calles
tu nombre, tus favores,
el prodigio constante
de habitarnos la vida,
de habitarnos la carne,
barro de nuestro barro,
sangre de nuestra sangre,
Enséñanos a amar
como tu mismo, a mares.

(De Andando el camino)

sábado, 16 de junio de 2012

El Niño perdido


    Que unos padres pierdan al hijo por incuria, es una seria transgresión. Perder al Hijo de Dios, es un pecado de lesa divinidad. Sólo que no es fácil educar a ningún Hijo de Dios, cuando la divinidad que informa su vida da esos ramalazos, en el corazón del Niño, que sólo el Espíritu Santo podría explicarnos. Por que no hay más culpable que el Espíritu de Dios. El Niño crece y sabe que su Padre no es el que cuida sus pasos por los caminos de Israel, sino el que está en los cielos.
    Acaba de visitar el templo de su Padre, donde unos sacerdotes que están a su servicio no perciben su presencia. Es la primera vez que lo hace de consciente manera, ya con doce años, y no duda en interpelarlos. Tienen que saber que se acerca el tiempo de la plenitud, que el Mesías que esperan no es precisamente un guerrero, que el confuso acerbo de mandamientos que han formulado por acumulación ha de dar paso al amor de Dios y los necesitados, incluidos los pecadores, que no es la ostentación lo que ha de distinguir a un sacerdote, sino la servicialidad más cumplida, que hay que ser compasivos con los que sufren...
    Cuando sus padres den con él en el templo y traten de reprenderlo, les recordará que ya es hora de que se ocupe también de las cosas de su Padre, con quien ha estado tres días en su propia  casa.
    Que Dios nos dé luz para entender sus misterios.


Reflexión: Diccionario temático


    Hace no pocos años, una editorial publicó un diccionario temático, donde cada cosa aparecía con los nombres de sus componentes, formando una familia de palabras suficiente sobre cada uno de los temas que abarcaba la obra. Además de hacernos ver la composición de determinados objetos, servía para ver con qué palabra se designaba un componente del que no se recordaba el nombre. Así, de un arado, podía uno consultar los vocablos referidos a la mancera, la esteva, el dental, la reja, el timón, etc. Eran diccionarios traducidos del alemán, si mal no recuerdo, no sin acierto. Hoy no es fácil dar con ejemplares de tales obras que enriquecían el acerbo lingüístico de nuestro idioma. No negaremos tampoco la utilidad de tales obras de consulta.


Rincón poético


       VUELVE, SEÑOR


Veo amapolas entre el trigo. Miro
desolado hacia atrás, como quien mira
las ruinas amarillas de un barbecho,
y veo cómo sangran
las amapolas entre el trigo.
Ya nadie puede restaurar, Dios mío,
con delicada mano,
el paisaje de mieses que ha tumbado
desatada la lluvia.
Límpiame el campo de amapolas,
estas heridas ultrajadas,
este escarnio, estas ruinas
que sangran dolorosos entre el trigo.
Déjame el trigo a solas.


Hubo momentos en que estuve cerca
de ti. Ya tardecido,
salías a mi encuentro y caminábamos
hacia Emaús,
juntos los dos, por la vereda
de tu palabra, y cómo enardecías
mi corazón con el calor del tuyo.
Yo me sentía el trigo bendecido
de tu pan, junto al vaso
oscuro de tu sangre. Comulgaba
contigo prietamente.
¿Qué está pasando ahora?
¿Qué está pasando, que me cuesta tanto
ser como tú, amarrado como nave
a tu fidelidad?


Quiero amarte de nuevo como entonces,
cuando era bello el mundo
y la luz florecía en los almendros,
cuando las coincidencias eran tantas,
que apenas diferían mis deseos,
arrimadiza enredadera,
de los tuyos tan fieles.
Resucita
de mis cenizas el rescoldo
con que te amé
y regresa a esta orilla, hasta este sauce
lloroso de tu ausencia,
hasta el exilio en que me asilo.
Regresa aquí, a mi orilla, como entonces,
cuando estar a tu lado me llenaba
de júbilo los ojos, y la boca
de ardientes salmos, enaltecedores
de tu nombre, Señor. Te amaba a gritos
de exaltación, como se desgañita
enloquecido el gallo mañanero.
Regrésame, Dios mío.

(De Andado el camino)

viernes, 15 de junio de 2012

El Sagrado Corazón de Jesús

    Hemos hecho del corazón un símbolo de nuestros sentimientos más profundos, como el amor. Jesús se quejaba en su tiempo de que se hiciera tan poco caso del corazón y quedasen en la letra muerta los mandatos, cuando Dios es todo corazón. El evangelista san Juan nos recuerda que Dios es amor y que quien permanece en el amor, permanece en Dios y Dios en El, fundidos ambos en una sola cosa.
    La plenitud de ese amor de Dios hacia los hombres, se expresa admirablemente en la entrega de su Hijo, a fin de hacernos partícipes de su vida. El Corazón de Jesús es el corazón de Dios encarnado, un corazón con nuestros mismos sentimientos, con nuestros mismos miedos y zozobras, con nuestros mismos consuelos y afinidades,  instrumento, al fin, con que Dios nos expresa, con nuestro mismo lenguaje, la  cercanía del amor que nos profesa. Un corazón de carne, con el que se hace como nosotros, ya que el hombre no puede hacerse Dios, torpeza desmesurada en que incurrió Adán.
    La identidad del Corazón de Jesús se cifra en que no hubo un solo acto de Cristo que no estuviera dirigido a soportar su condición humana hasta el extremo, por nuestro amor. Por eso, el culto al sagrado Corazón puede considerarse como la más completa profesión de fe del cristiano, que se sabe salvado por su amor.
    ¿Qué es la compasión de Jesús, sino la expresión de ese estar siempre con los que le necesitan? Amemos como mejor podamos, pues, a Dios, ya que Dios nos ama a nosotros de manera desmedida.

Reflexión: La devoción al Sagrado Corazón de Jesús
   
    Desde fechas medievales, prácticamente desde sus orígenes, los franciscanos difundieron por toda la cristiandad la devoción al sagrado corazón de Jesús, considerando las palabras del evangelio de Juan donde se nos define a Dios identificándolo con el mismo amor. Todo lo que respira amor tiene en él su origen y razón de ser. No existe, entonces, mayor exigencia que la de amarle a él con todo el amor de que seamos capaces, como quien ha de rendir un tributo inexorable.
    Entre las patentes que conserva el Libro de la Fundación del convento de Santa Clara, de Borja, tan hermanado siempre con el de San Francisco del mismo lugar, figura una patente firmada, el día 3 de mayo de 1875, por el ministro general fray Bernardino a Portu Romantino, donde comunica a todos los hermanos y hermanas sujetos a su jurisdicción, su decisión de consagrar la Orden al Sagrado Corazón de Jesús.
    Se hace cargo de hecho tan memorable el catedrático Alberto Aguilera, de la Universidad de Zaragoza, en un estudio del que tomo esta nota, que titula Vida en Clausura.

Rincón poético


            VENID A MI
            Venid a mí todos los que estáis cansados. Mt 11,28
Tú, mi Señor, que hiciste
el castigo, te ofreces,
tras la jornada sudorosa,
como remanso a la fatiga,
como venda al dolor,
a tus amigos agobiados.
Feliz encuentro, mi Señor, contigo,
cala de quebrantados y maltrechos,
hostal de los cansados,
bálsamo, al fin, de todas las fatigas,
qué retiro mejor que el de tu amparo.
Tú cargaste el trabajo en nuestra espalda.
Nadie conoce como tú su herida.
El trabajo es tu mano en nuestros hombros
purificando nuestra arcilla.
Quien trabaja contigo, enjuaga luego
contigo nuevamente
el sudor de sus manos.
Eres tú quien trabaja
con él y es tu descanso
la sombra tibia de su alivio suave.
Danos trabajo, si el trabajo entraña
sufrir contigo como tú muriendo.
Qué sensación saberse siempre en manos
de Dios, acogedor asilo
de hombres rotos, de amigos agobiados.
No cargues más la espuerta del castigo.
Acógenos, hostal de los cansados.

(De Andando el camino)

jueves, 14 de junio de 2012

No matar

    El evangelio de hoy incluye la fórmula con que Jesús establece cuál es el verdadero espíritu de cada uno de los mandamientos: Habéis oído que se dijo a los antiguos, ... mas yo os digo. Se trata en este caso del mandamiento de no matar.
    No observa el espíritu del mandamiento quien se limita a cumplirlo a la letra, no matando, sino quien rechaza toda forma de violencia, como agredir, incordiar, insultar, o inferir cualquier otro daño. Frente a la violencia, los mandamientos nos instan al amor. Donde hay amor, no hay violencia.
    Jesús considera la ley, en general, como la senda que nos permite volver al espíritu del amor con que hay que honrar a Dios, porque el amor es su ley. Jesús dice que ni siquiera podemos presentar dignamente ofrenda alguna a Dios, con las manos manchadas con una ofensa a otro. Por eso, la Iglesia se hace eco de esta divina recomendación, anteponiendo un acto penitencial al comienzo de la celebración eucarística.

Reflexión: La hoja del trébol

    Hojeando el diccionario etimológico he dado con una palabra cuya forma fonética nos viene del lenguaje heráldico, donde esa hoja de tres lóbulos que ya designaron los griegos según tal característica, llegaría a ser un símbolo nobiliario, el trébol. Hay una flor, inexistente en la naturaleza, creación  simbólica de estirpes y blasones, que guarda un cierto parecido con la hoja trilobada del trébol, la flor de lis, que bien podría ser una estilización de aquella.
    En la crédula cultura popular se habla del inverosímil trébol de cuatro hojas, como signo de buena suerte, que las doncellas buscarían entusiastas en la noche mágica de San Juan, lo que hace pensar en el mirlo blanco, siempre de luto, cuyo hallazgo produce también estimables logros felices.
    A la credulidad del pueblo le agrada aderezar con la sombra de la magia las mostrencas trivialidades de la vida. Es su mística pagana, a veces convertida en juego de mentidas esperanzas.

Rincón poético

     AMANECIENDO

Tú eres la luz. Me naces cada día
al despertar. Me llenas la ventana
con la divina transparencia
de tu verdad, como se llena un niño
de besos en los brazos de una madre.
Qué amable es la manera
con que saludas, al amanecer,
a quien lava en la fuente
de tu evangelio el alma, cada día.
Descubrirte, Señor, es tener llenos
de luz los ojos y de amor las manos.
Y yo tengo la suerte
de descubrirte tantas veces
como me cruzo en tu camino,
camino del trabajo,
porque mi profesión es ir de cara
a quien me necesita.
Tú me enseñaste a amar de esta manera.
Tú me enseñaste a amar. Tienes la culpa
de que te viva en los demás,
de que te vea en todo lo que hago.
Perdóname, Señor, mi atrevimiento.

(De Andando el camino)

miércoles, 13 de junio de 2012

He venido a dar plenitud

    Jesús no ha venido a abolir la antigua ley, sino a ponerla al día, a darle plenitud.
    La palabra plenitud señala el momento justo en que las profecías mesiánicas empezaban a cumplirse. Nosotros para hablar de algo que en su desarrollo ha alcanzado su plenitud, decimos que es perfecto. En la Escritura nunca se dice de Dios que sea perfecto, porque perfecto es lo que ha ido haciéndose hasta culminar su potencialidad, y Dios no es el fruto de un desarrollo desde algo imperfecto, porque es siempre igual y siempre acabado en todo.  Las cosas sí, las cosas se desarrollan y pueden alcanzar la perfección.
    De Dios se dice que es santo, que es la suma plenitud. Sed santos como Dios es santo, dice la Escritura. Y Jesús, según san Lucas, dice: Sed misericordiosos, como vuestro padre celestial es misericordioso. La misericordia, la compasión, son maneras de reflejar la santidad de Dios.
    Busquemos siempre la perfección, porque somos perfectibles, busquemos santificarnos, porque somos pecadores, y pidamos a Jesús que nos ayude a dar con el camino de la plenitud en todo, de la plenitud en el cumplimiento de sus mandamientos para ser santos como él.

Reflexión: Exámenes

    El final de curso lo marca el trauma de los exámenes. Son la vara estrecha de medir aprovechamiento y saberes atropellados. Para bastantes, un sinsabor indeseable amasado con horas nocturnas de vela; para otros, la compensación gratificante de sus esfuerzos acompasados a lo largo del curso en compensación de la constancia y esfuerzo por aprender. Hay caras radiantes de gozo y caras circunspectas y cariacontecidas, que en su torcida y alocada apreciación culpan de su escaso rendimiento al profesor, al colegio, y al Real Madrid.
    Menos mal que la sombra de las vacaciones es alargada y las malas notas no llegan a ser motivo suficiente de insomnio y desquiciamiento.

Rincón poético

   TODAVÍA

Cuando ya nada esté, cuando se acabe
todo lo que ahora tengo en torno mío,
porque habré, al fin, sobrepasado
la línea extrema que define el tiempo,
cuando haya puesto en dimensión más alta
lo poco que me quede en el cedazo
oscuro de la muerte,
qué encuentro con mí mismo,
con mi verdad ante la luz levísima
de la presencia azul de Dios.
Ilumíname, oh Dios, ahora que puedo
mirar mis manos todavía, este temblor
de tu rocío matinal
sobre el escombro de mis rosas.
Lléname plenamente
de ti, que nada pueda
ocupar tu lugar, que nada quede
para después, porque quiero quererte
con tanto amor como tú me has querido.

(De Andado el camino)

martes, 12 de junio de 2012

Sed sal de la tierra

    Ser sal de la tierra quiere decir proporcionar seguridad en la fe y certeza en el camino elegido, a quienes siguen las enseñanzas de Jesús. Y si es satisfactorio saber que estamos en el buen camino, sal de la tierra es también la alegría que nos hace grata la compañía de Dios y de los buenos cristianos. Pero si esa sal que da sabor a la vida del cristiano, se descompone por la tibieza, ni es camino despejado que va a Dios ni alegría ni nada para los demás.
    La tibieza es una debilidad de la voluntad, y sobreviene cuando por descuido, se empieza a no dar importancia a las pequeñas faltas, y de ahí se pasa a dejaciones más graves, como el abandono de la vida con Dios, hasta perder la sensibilidad de sentir a Dios en nuestro entorno, descuidando la vida espiritual de cada día. Es como desdibujar a Cristo en nuestro horizonte diario.
    Procuremos vivir nuestra fe, siempre esperanzados, y Cristo nos ayudará a vivir su palabra con facilidad y sensibilidad cristiana. Él es nuestra sal y luz de la tierra.

Reflexión: La procesión del Corpus

    El Vaticano ha recuperado, para su celebración en el jueves tradicional, la fiesta y procesión del Corpus. Nosotros continuamos celebrándolo en domingo, y su procesión sigue señalando nuestro calendario con la devota compañía que siempre se tributó a las sagradas especies. Hay localidades como Valencia y Toledo donde se mantiene vivo el aparato que llegó a dar fama a tales celebraciones, fieles a una tradición de siglos. En algunos pueblos, la asistencia, en cambio,  ha disminuido de modo sensible, ausentes casi por completo los curiosos, lo que acredita al número más serio de los verdaderos fieles.  
    En la fachada del caserón de los Boscá, perteneciente a nuestro Colegio, un bajorrelieve conmemora la acogida incidental que se dio al Santísimo, por mor de una lluvia intempestiva que sorprendió al gentío en plena procesión. La noble familia, agradecida al cielo, constató el hecho  con tan curioso testimonio.

Rincón poético

TE PRESIENTO

Una brújula tiene
inscrito el corazón que busca siempre
el tuyo. No descansa.
No cesa de buscarte.
¿Dónde estás? Te presiento
muy cerca, mi Señor.
Te sé cercano, porque tienes
siempre abiertos los brazos
al que te busca decididamente.
No puedes vivir solo.
El amor que nos tienes
te empuja a estar pendiente de nosotros,
que descuidamos torpemente
tu necesaria cercanía.
No sabes vivir solo. ¿Cómo el hombre
puede vivir sin ti?
No quiera yo intentarlo.
Mi corazón inscrita
una brújula tiene que ventea
el tuyo sin descanso.
Clava un rejón de amor y muerte
en nuestra torpe carne empedernida.
Unce a tu amor inagotable el nuestro.

(De Andando el camino)

lunes, 11 de junio de 2012

El reino de Dios está cerca

     Jesús les sugiere a sus discípulos el tema sobre el que han de predicar: El Reino. El Reino de Dios está cerca. Es lo que dice también al escriba que le pregunta por el más alto de los mandamientos y que entiende que no hay como amar a Dios y al prójimo por encima de todo: No estás lejos del Reino de Dios, le responde Jesús.
    No es a los discípulos a quienes corresponde proclamar la conversión, sino anunciar escuetamente la venida del Reino, que está ya entre los hombres, como  les advierte a unos fariseos, porque ha venido con Jesús, y hay que abrir las puertas de la aceptación de su mensaje, llevando a la práctica la nueva ley del amor. Cristo es el Señor de ese Reino.

Reflexión: La esfinge

    Nuestro entorno más inmediato del que formamos parte y nos condiciona  constitutivamente, es la naturaleza. Nosotros mismos somos naturaleza. Pasear por el campo y observar los seres naturales que pueblan nuestro planeta es una aproximación al conocimiento de nosotros mismos. Es grato, por eso, contemplar la belleza de un paisaje, el vuelo pausado del buitre, la recelosa inquietud del gorrión, la condición colosal de algunos  animales que conviven con otros más bien  minúsculos. Hay un raro insecto, de la familia de los lepidópteros, que se deja ver alguna vez libando flores, la esfinge, de colores agrisados, un tanto anaranjada y forma triangular, que posee una trompa enrollada delante de sí misma. No acierto a saber por qué motivo se le puso ese mitológico nombre. Se me antoja el colibrí de los insectos, ya que al igual que ese minúsculo y vistoso pajarillo, se queda en vuelo extático ante la flor que está libando, durante un instante, para hacer lo mismo en sucesivas flores, con instantáneas transiciones laterales. Creo no equivocarme si digo que cada vez son más escasos estos extraños insectos. La contaminación es un azote que no respeta una naturaleza de la que dependemos todos.


Rincón poético

LA CULPA ES SÓLO TUYA

No sólo me has amado
como sólo tú sabes
amar; quieres también que me percate
y te dé a conocer.
A cambio, Señor mío,
también yo te declaro, a voz en grito,
con qué júbilo intento
vivir sólo pendiente
de ti, como quien cuida con esmero
el fuego de la casa en un rincón.
No sólo he de quererte cuanto pueda,
sino que de decirlo luego, a voces,
por el campo, cruzando
las mieses, en la cumbre
del monte enloquecido,
en medio de la plaza, en los tejados,
desde el balcón.
Dios mío,
la culpa es todo tuya. ¡Con qué gozo
impagable, te miro y te perdono!

(De Andando el camino)