La tibieza es una debilidad de la voluntad, y sobreviene cuando por descuido, se empieza a no dar importancia a las pequeñas faltas, y de ahí se pasa a dejaciones más graves, como el abandono de la vida con Dios, hasta perder la sensibilidad de sentir a Dios en nuestro entorno, descuidando la vida espiritual de cada día. Es como desdibujar a Cristo en nuestro horizonte diario.
Procuremos vivir nuestra fe, siempre esperanzados, y Cristo nos ayudará a vivir su palabra con facilidad y sensibilidad cristiana. Él es nuestra sal y luz de la tierra.
Reflexión: La procesión del Corpus
El Vaticano ha recuperado, para su celebración en el jueves tradicional, la fiesta y procesión del Corpus. Nosotros continuamos celebrándolo en domingo, y su procesión sigue señalando nuestro calendario con la devota compañía que siempre se tributó a las sagradas especies. Hay localidades como Valencia y Toledo donde se mantiene vivo el aparato que llegó a dar fama a tales celebraciones, fieles a una tradición de siglos. En algunos pueblos, la asistencia, en cambio, ha disminuido de modo sensible, ausentes casi por completo los curiosos, lo que acredita al número más serio de los verdaderos fieles.
En la fachada del caserón de los Boscá, perteneciente a nuestro Colegio, un bajorrelieve conmemora la acogida incidental que se dio al Santísimo, por mor de una lluvia intempestiva que sorprendió al gentío en plena procesión. La noble familia, agradecida al cielo, constató el hecho con tan curioso testimonio.
En la fachada del caserón de los Boscá, perteneciente a nuestro Colegio, un bajorrelieve conmemora la acogida incidental que se dio al Santísimo, por mor de una lluvia intempestiva que sorprendió al gentío en plena procesión. La noble familia, agradecida al cielo, constató el hecho con tan curioso testimonio.
Rincón poético
TE PRESIENTO
Una brújula tiene
inscrito el corazón que busca siempre
el tuyo. No descansa.
No cesa de buscarte.
¿Dónde estás? Te presiento
muy cerca, mi Señor.
Te sé cercano, porque tienes
siempre abiertos los brazos
al que te busca decididamente.
No puedes vivir solo.
El amor que nos tienes
te empuja a estar pendiente de nosotros,
que descuidamos torpemente
tu necesaria cercanía.
No sabes vivir solo. ¿Cómo el hombre
puede vivir sin ti?
No quiera yo intentarlo.
Mi corazón inscrita
una brújula tiene que ventea
el tuyo sin descanso.
Clava un rejón de amor y muerte
en nuestra torpe carne empedernida.
Unce a tu amor inagotable el nuestro.
(De Andando el camino)
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