miércoles, 27 de junio de 2012

Los falsos profetas

    Es importante evitar la compañía de quienes pueden inducirnos al mal con sus palabras o con su mal ejemplo. Los hay que alardean de autoridad moral como para poner en tela de juicio nuestra fe y nuestras costumbres. Son los falsos profetas de nuestros días, que critican a la  Iglesia presentándose como defensores de la verdad.       
    Jesús subraya la peligrosa semejanza que tienen con los buenos y verdaderos, porque se enmascaran bajo capa de seriedad y rectitud. Los hay tan embaucadores que hasta se presentan a sí mismos como verdaderos cristianos.
    Observad su conducta, porque por sus frutos los conoceremos, que dice Jesús. La sencillez nos puede traicionar: no es bondad dejarse engañar por nadie. Justamente es eso lo que buscan. En todo cado, Dios no nos va a negar su luz, para que veamos con claridad el verdadero camino de Cristo.

Reflexión: El bochorno

    Nos anuncian un verano de temperaturas extremas, que preludian ya las que sufrimos ya estas fechas. Extremas, porque andan entre los 30 y 40 grados, y esto no es normal ni imaginamos las razones que lo expliquen, que las habrá. Estamos experimentando lo que parecem ser las primicias de tales amenazas, de lo más bochornosas, a lo que hay que añadir ese otro ingrediente multiplicador que es la humedad por estos pagos. Bochorno. Así llamaban los hispanos romanizados al viento que les venía de África, tan tórrida entonces como ahora. Bochorno, entiende María Moliner, es tanto como calor sofocante, sobre todo si le acompañan bajas presiones. Y para que nos enteremos de una vez por todas, según lugares, se llama también calorina, chajuán, fogaje, sofoco, vulturno, palabra esta última de la que proviene bochorno.

Rincón poético

TE NECESITAN


El hombre necesita  más y más
y nada satisface su apetencia,
arena movediza
que el agua nunca anega.
Nadie sabe la fuente
donde la sed se abreva
Son tus manos las que dan a beber
del agua que nos sacia y nos refresca.
Beberían del agua de tus manos,
Señor, si lo supieran
Beberían de ti
hasta saciarse a boca llena.
Así es la recelosa
sed del gorrión, la ansiosa de la tierra
y el manso afán, en la orilla del río
donde bebe la oveja.
Hazte saber, alumbra tu regato
entre las guijas de tu ausencia,
a puñados de amor, y haz que vacíen
su sequedad, a puñados de arena.
Necesitan de ti.
Necesitan de ti y no lo sospechan.
(De Andando e camino)

No hay comentarios:

Publicar un comentario