No son ideas abstractas ni sentimientos, sino actitudes concretas. ¿No es eso, al fin, lo que tú deseas que hagan contigo? Hazlo entonces tú con los demás. Es lo que siempre ha venido haciendo Dios con nosotros.
Reflexión: El lenguaje del amor
Según un estudio de unos psicólogos y expertos sobre cómo entienden el amor los niños, uno de ellos lo definió diciendo que el amor ocurre “cuando alguien te ama, al decir tu nombre, la forma de decirlo es diferente”. Es decir la entonación con que pronunciamos el nombre de una persona, sufre inflexiones que declaran sutilmente nuestra actitud hacia ella, y cuya modulación, un niño percibe con pasmosa claridad. El niño es todo amor. La afectividad edifica el mundo maravilloso en que vive. Las delicadezas del lenguaje amoroso no les es extraño. Lo registran como un modo habitual de su callada ternura.
Rincón poético
VIENTO DEL ESTE
Este viento africano
tiene sucio el resuello,
los dientes amarillos
y jadeante el pecho.
Cerrad todas las puertas
cuando os llegue su aliento,
que este soplo de tierra
abrasada no es nuestro.
No respeta fronteras.
Para él no existen fueros
Va rodando, a tentones,
como un ciego.
Acaso ni lo quieren
en su arenal inmenso.
Camina sin destino, atolondrado.
Es el viento amarillo del desierto,
el de la cabellera enmadejada,
encendida, de fuego,
el de los pies de arena,
el de las ascuas en los dedos.
Cerrad la puerta;
no le dejéis entrar; no es nuestro.
(De Los labios del viento)
No hay comentarios:
Publicar un comentario