martes, 20 de agosto de 2013

Dios lo puede todo

La renuncia que comporta el seguimiento de Jesús, abre de par en par las puertas de su reino, que es el reino del amor, y es comprensible que sea así una puerta estrecha. De hecho, no todos se sienten capacitados para empujarla con fuerza, como le ocurre a ese joven que es demasiado rico, y acaba percatándose de que su amor por la riqueza, no es compatible con ese bello sueño de perfección que equivocadamente había buscado.
También Pedro entiende que  Jesús se ha pasado. Y Jesús no le contradice, sino que le responde que sí, que es un sueño difícil de llevar acabo, pero Dios lo puede todo, que es de lo que se está olvidando Pedro. Esta respuesta es válida aquí y en cualquier otro lugar de nuestra vida. O sea, con sólo nuestras fuerzas, son pocas las cosas que podremos alcanzar nunca. Y sin embrago, tendemos a poner más confianza en nosotros mismos de la que ponemos en Dios. Confiar es tanto como tener fe en alguien; confiar plenamente en Dios es tener fe ciega en él. Y creemos en Dios, pero no tanto que seamos capaces de lo que Jesús atribuye a ese don poderosísimo de la fe. 
La fe lo puede todo, porque lo es todo, viene a decirnos Jesús, y la confianza plena en Dios no lo es menos. Suscitemos cuanta mayor confianza podamos en Dios, y nuestra fe crecerá en vigor y firmeza. Con Dios, nada es imposible.

Reflexión

Libres de ganga inútil

La Carta a los Hebreos, muy probablemente escrita en Alejandría, centro a la sazón de la cultura antigua,  nos exhorta a los cristianos a que nos persuadamos de que tenemos en torno una multitud de curiosos a quienes hemos de responder desde la ejemplaridad de librarnos y de todo lo que, como el pecado, nos ata a este mundo, para poder correr ligeros de ganga inútil hacia nuestra salvación

Rincón poético

          CRISTO VIVO

        Soneto

Cuando bajes ya siempre, mi Señor,
de esa cruz que te infiere tanto daño,
seré yo quien te sirva este peldaño
que te ofrece solícito mi amor.

¿Hay, me pregunta atento mi fervor,
desde la sencillez, libre de amaño,
y el noble corazón de tu rebaño,
otro empleo que aspire a ser mejor?

Cuando bajes, ya vivo y luminoso,
de esa cruz prieta que te inmoviliza,
no te alejes de mí, Jesús piadoso.

El amor que te tengo me realiza.
Yo llevaré tu cruz. Me atemoriza
vivir sin ti en un mundo proceloso.

( De A la sombra de un álamo)

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