sábado, 3 de agosto de 2013

Muerte de Juan Bautista


Hay una relación y estrecha entre   Jesús y Juan, su precursor, como deja de entrever esta confidencia de los discípulos de Jesús, que le dan cuenta de la muerte de Juan. La importancia que tiene en el conjunto del misterio de Jesús es decisiva, porque entenderá al instante que ha sonado a hora de dar comienzo a su tarea salvadora: Juan ha terminado con la suya de anunciar a Cristo; ahora le toca a él. En definitiva, es el Espíritu de Dios quien mueve los hilos del cometido de Jesús de llevar a feliz término el proyecto divino de recuperar para el reino de Dios la naturaleza caída del hombre. 
Jesús comienza hoy, aquí, su andadura, anunciando la inminencia del reino, la conversión y su itinerario salvador del hombre. Es el momento de iniciar el seguimiento con él.

Reflexión

La Porciúncula

Desde lo alto de la ciudad de Asís, puede verse a sus pies, en el valle, lo que hoy es ya un pequeño poblado donde se alza la Basílica de los Ángeles, que cobija en su interior figura,  como una joya, una ermitilla llamada la Porciúncula. Celebrábamos ayer los franciscanos de todo el mundo la festividad de la Porciúncula. Porciúncula quiere decir porcioncilla, pequeño lugar. Porque realmente era pequeño el espacio donde Francisco se inicia en su retiro espiritual inspirado por su propia vocación, en los primeros tanteos de su espiritualidad, en busca de la proximidad de Dios. En ese lugar solía reunirse con un reducido grupo de excelentes religiosos a orar a los pies de la Virgen, que disponía allí de una iglesuela dedicada a ella. 

Desde ahí iría aumentando el número de religiosos que vivían la forma de vida que modelaba Francisco desde los valores del Evangelio, y desde allí se iría expandiendo la Orden por todas partes. Es como el centro de irradiación del franciscanismo por el mundo, y es tal el recogimiento que inspira a Francisco ese retiro, y la devoción a él a María que llega a tener el santo, que sólo a religiosos de muy probada vida se les permitía residir en él. La Porciúncula se convierte así en el santuario de los valores de la Familia Franciscana. 
El nacimiento de la Orden va unido a la pobreza que se vivía allí y a la devoción a la Virgen. Que Dios vuelva a dar vocaciones religiosas a la Iglesia, y a los que seguimos los pasos evangélicos, nos invista la sencilla bondad acreditó san Francisco.   


Rincón poético

 SANTA MARÍA DE LOS ÁNGELES

Virgen franciscana, 
Virgen de los ángeles,
porque ellos te llevan,
porque ellos te traen.

Ángeles traviesos;
juegan con tu nombre


y en tu misma nube,
si los ves, se esconden.

Virgen que en los brazos
lleva un río azul,
no hay mujer alguna
más limpia que tú.

En tus ojos claros,
tal cual siendo niña,
como en un espejo
Francisco se mira.

Dios mismo, María,
te miraba así.
Yo también te miro.
Mírame tú a mí.

(De A la sombra de un álamo)

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