sábado, 31 de agosto de 2013

Los talentos

  Dios dota a cada uno de nosotros con dones a fin de que obtengamos de ellos el mayor rendimiento posible, y a su tiempo tendremos que dar estrecha cuenta del rédito obtenido con ellos. Nos ha honrado con el beneficio de la fe, nos ha mostrado su presencia en pobres y desvalidos, ha injertado la alegría de la esperanza en el tronco de nuestra fe, nos ha dado motivos más que sobrados para amar y agradecerle su dadivosidad. 
No se trata de un tesoro que hay que conservar como ociosa mano, sino que hemos de multiplicar, como un capital precioso que ha puesto en nuestras manos, para el mejor servicio de Dios y de los hombres.


Reflexión

En serio

Por una parte, la sicología aconseja suscitar autoestima en los pusilánimes. Pero la autoestima no tiene que llevar el amor propio a extremos de egoísmo. Jesús parte del hecho de que nos amemos con entereza cuando nos ordena que amemos a los 
demás como nos amaos a nosotros mismos, lo que entraña no poca dificultad, justamente porque nos amamos en demasía. Pero no olvidemos nunca que Jesús habla en serio.

Rincón poético

         EL SOL

Qué cálido este sol de la mañana,
qué tórrido su augusto itinerario.
Su fragua incandescente es amarilla
como boca de sierpe.
Su crin de fuego en la mitad del día
finge indómita hoguera.
No se deja mirar; hiere los ojos

como un dios ancestral que no tuviera
verdades que decir; por más que agosta
mieses y pajonales. 
Favorece su mano enardecida
la vida de las cosas, cuando hay lluvias 
que pasan por la frente de los campos
su paño humedecido;
pero es un gallo enardecido y loco 
que no tiene medida: lo pregona
la tierra calcinada, ese sembrado
de muerte y de ceniza.
A mí me pacifica, a medio arder,
su disco anaranjado, 
cuya tibieza engrandecida
adelgaza las sombras y apacigua 
las fatigadas horas de la tarde.

(De A la sombra de un álamo)

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