domingo, 19 de agosto de 2012

El banquete escatológico



    El banquete en la Escritura es un signo del gozo de la vida con Dios en el más allá. En el evangelio de Jesús, durante un banquete, un judío exclama ya con entusiasmo: Dichosos los invitados al banquete del Señor.  
    La primera lectura de hoy habla de la sabiduría, que se hace construir una casa lujosa para celebrar en ella un banquete para gente corriente, aludiendo al templo que hace construir Salomón. El Nuevo Testamento dispondrá de otro lugar, el Cenáculo, donde congrega Cristo a los suyos. En el banquete había concretado Jesús la gozosa realidad del Reino. Rechazada la invitación al cual por invitados recalcitrantes, ocuparán los pobres su lugar. Pero Jesús va más alla. Jesús declara que él es el pan vivo bajado del cielo y que el que coma de ese pan, vivirá para siempre. La misma palabra de Jesús es ya en sí misma un alimento básico del espíritu. Sólo los que se identifican con la enseñanza de su palabra por la fe y creen en la palabra de Cristo, están en condiciones de alimentar su vida, justificados por su amor salvador.
    En la eucaristía Jesús nos integra en su propia vida por el Espíritu, de modo que somos a manera de sarmientos, que participan de su vida en la medida que permanecemos unidos a él. San Pablo recomienda a los fieles que reciten salmos, himnos y cánticos inspirados: Celebrad constantemente la acción de gracias, la eucaristía.  
    Es lo que se hacía en todas sus comunidades, muchas veces presididas por él.

Reflexión: Las buenas noticias

    Nos agradan las buenas noticias, por más que la prensa llene sus páginas con las más nefastas: incendios, crímenes, robos, allanamiento de super mercados por políticos absurdos. Alienta más enterarse de los éxitos de nuestros equipos de atletismo, enterarse de que la policía ha apresado al criminal que asesinó a una joven policía, de que un premio ha satisfecho a un conjunto de personas humildes o necesitadas. Hubo un diario americano que ofrecía sólo gratas noticias en sus páginas, y acabó quebrando. La gente tiene tan asumido que la vida diaria está llena de atrocidades, que un diario que omita las malas noticias, no le parece verosímil. Por mí, que abunden las buenas noticias, esas que rescatan la dignidad del hombre.

Rincón poético


LA NOCHE INESCRUTABLE

La noche es nada; un hueco inescrutable,
si no hay estrellas aleteando
en lo hondo del mundo.
Se parece al olvido,
ese no-ser desmemoriado.
Tú mismo eres la noche
cuando no estás
porque te has ido de ti mismo
por los caminos de la nada.
El ciego lleva inserta
una noche en los ojos,
dos mariposas negras
que prende un alfiler, 
porque están muertas.
No le expliques la luz, dile si acaso
que la luz es afín
a la verdad, tan luminosa
cuando entreabre el portalón de los misterios.
No le expliques la noche. Es justamente
lo que no ven sus ojos, lo que queda
cuando no entiende nada el pensamiento.
Dile que ni se toca ni percibe;
que no es nada, el hollín innumerable
que picotean las estrellas,
luciérnagas del cielo,
en las manos de Dios.

(De Los labios del viento)

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