lunes, 6 de agosto de 2012

La Transfiguración

    En Cesarea de Filipo, Jesús manifiesta la necesidad de que, para salvarnos, ha de morir, y los apóstoles se escandalizan: un mesías no puede morir. Jesús ha de enseñarles que la vida pasa por la muerte, por difícil que resulte a alguno ver en la muerte la puerta de la vida.
    La escena de la transfiguración queda llena de significados que ponen de manifiesto el sentido liberador de la resurrección. Elías y Moisés son protagonistas de dos éxodos liberadores. El éxodo es el camino que  va de la opresión a la liberación. Ese es su papel ahí, mostrar cómo dos figuras capitales de la espiritualidad judía, respaldan la realidad divina de Jesús y su mensaje, que los discípulos no acaban de entender.
    El camino del cristiano es también una forma de éxodo, por el que se va en progresión liberadora hacia el Padre. En el suyo vivió Jesús la experiencia anticipada de su resurrección e hizo partícipes de esa experiencia a sus discípulos.

Reflexión: Los intereses creados

    Jacinto Benavente tituló así una de sus obras más celebradas. Los intereses creados son los que resultan de establecer para utilidad personal gajes que comprometen a terceros. Industriales y comerciantes sin escrúpulos crean sus propios interesas, ajenos a daños que no siempre tienen fácil remedio, como ahora la contaminación.
    La contaminación del aire y de las aguas está matando la naturaleza, y en igual medida, está poniendo en peligro la vida del hombre, que depende de la naturaleza, que es naturaleza él mismo, dado que es parte suya. Doy por sentado que esta protesta mía, como tantas otras no pasará de ser una piedra que cae en un lago espeso y negro, contaminado también. No es fácil luchar contra los interesas creados de la avaricia. Pero sumándonos todos a este golpe de campana, creamos opinión y conciencia, para hacer pensar al menos.

Rincón poético

NO SABE AMAR

Quien no sabe perdonar,
tiene el corazón herido.
Perdónale, mi Señor,
que no sabe por qué ha sido
Todo el que ama de algún modo,
cosas, dijes, utensilios,
tratamiento, dignidades,
cree tener muy sabido
qué es el amor, por más que
no perdone a su enemigo.
Quien no perdona y se obstina
en su contumacia, opino
que tampoco sabe amar.
Tiene el corazón herido.
Sangra orgullo, incomprensión
rencor. Nadie se lo ha dicho.
Perdónale, mi Señor,
que no sabe por qué ha sido

(De Los labios del viento)

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